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Cuando compras una pizza en Estados Unidos tienes por lo general dos opciones. O pagas en efectivo cuando llega el repartidor a casa o pagas con tarjeta de crédito desde el ordenador o el teléfono. Sin embargo, desde hace unas semanas hay una tercera opción para una de las grandes cadenas de pizzerías del país: pagar con bitcoin, una moneda virtual que en los últimos dos años se ha convertido en una alternativa seria a los pagos con las divisas de toda la vida.Bitcoin es diferente de las monedas convencionales y no sólo por su carácter elec trónico. Desde el abandono del patrón oro los países emiten moneda basándose en lo que se conoce como sistema fiduciario. Los bancos centrales imprimen una cantidad de dinero considerando la capacidad de producción y recursos naturales de un país o, visto de otra forma, su capacidad de endeudamiento. Un billete es en definitiva la promesa de que el Estado pagará esa cantidad al portador. En cambio, bitcoin no tiene un Estado central emisor. La moneda está apoyada por un sistema de escasez virtual. Hay un número máximo teórico de monedas: 21 millones de bitcoins, pero no todas están ya en el mercado. Al igual que ocurre con los metales, hay que minarlas, y cada vez resulta más difícil obtenerlas. Este año se llegará a un mercado de unos 11 millones de monedas, la cantidad total de bitcoins, esos 21 millones, se alcanzará en el año 2140.Esta escasez simulada es la que otorga un valor real a la moneda. No se pueden crear bitcoins aleatoriamente y cada moneda es única, identificada mediante un potente sistema de cifrado que previene el doble gasto o la duplicación. El sistema de cifrado es otro de sus atractivos. Bitcoin es completamente anónimo y descentralizado. La validación de cada moneda se realiza mediante un protocolo P2P que evita el uso de servidores centrales. Esto quiere decir que ningún gobierno puede, por ejemplo, confiscar la moneda o descubrir de dónde vienen las transacciones. Incluso su creador está envuelto en un halo de misterio. El protocolo y algoritmo de bitcoin fue creado en 2009 por Satoshi Nakamoto, un seudónimo. En 2011 anunció que se retiraría del proyecto y no se ha vuelto a saber de él.Su creación, sin embargo, es cada vez más popular y cotiza en máximos históricos. En el momento de cierre de esta edición de Ariadna, un bitcoin se cambia por unos 46 dólares. La moneda ha vivido durante años asociada a los bajos fondos de la Red. Dada su condición anónima, se utiliza en muchos foros y mercados de compraventa de información (tarjetas de crédito, por ejemplo, o listas de usuario y contraseñas) o drogas, como Silk Road. Sólo recientemente ha comenzado a escalar puestos hacia usos más legítimos. Wordpress fue una de las primeras plataformas en aceptar pagos con bitcoin. En muchos países, pagar por un servicio en dólares resulta complicado y bitcoin es una forma de esquivar los obstáculos administrativos. Hoy en día más de un centenar de tiendas en la Red la admite.Lejos de ser un experimento, la idea de las monedas virtuales empieza a llegar también a servicios más establecidos. Amazon anunció hace un mes su intención de crear una moneda propia, en principio limitada a la compra de bienes virtuales. La idea es que los desarrolladores de apps puedan cobrar a los usuarios con esta moneda, que comenzará a circular en mayo. Para los usuarios, este sistema añade una capa de protección, sobre todo para niños. Pueden jugar con la tableta y tener acceso a una cantidad de dinero virtual limitado para compras en juegos y aplicaciones, pero sin tocar la tarjeta de crédito de los padres. Facebook tiene un modelo parecido ya en funcionamiento, y el mismo sistema se ha ensayado en las consolas de videojuegos. A la hora de comprar aplicaciones y juegos online la Xbox usa puntos Microsoft en lugar de su equivalente en dólares o euros. APOYOSVIRTUAL. Bitcoin no tiene el respaldo de una entidad central o un Gobierno. Es virtual, pero cotiza en el mercado y está en máximos históricos.ANÓNIMA. Puede utilizarse para comprar bienes físicos y es anónima. Esta característica la ha convertido en un modo de pago en la zona oscura de la red.