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En su ensayo "En torno a Riva-Agüero crítico literario" (1974), Luis Loayza (Lima, 1934) recuerda y cuestiona una célebre observación del historiador y político novecentistajosé de la Riva-Agüero y Osma (Lima, 1855-1944), según la cual "la literatura peruana forma parte de la castellana ... ni más ni menos que la de las islas Canarias o la de Aragón o Murcia" (citado en Loayza 259).1 Ochenta y cinco años separan el comentario de Loayza de la declaración de Riva-Agüero, pero lo que encontramos en su ensayo no es el análisis crítico de un hispanismo arcaico, sino una polémica entre interlocutores que dan la impresión de ser contemporáneos. El problema abarca una de las preocupaciones centrales de Loayza: la condición colonial o derivativa de la cultura peruana, un mal de origen que se prolonga hasta entrado el siglo XX.2 Para el autor de El sol de Lima, Riva-Agüero debe ser refutado en la medida en que lo colonial no se restringe a una etapa histórica concluida. Por el contrario, el concepto describe una realidad que es tanto cultural como subjetiva: un autoexilio de larga duración, experimentado por el escritor individual como una dolorosa lejanía respecto de un centro distante y móvil, a la vez geográfico y simbólico. Allá lejos, en Madrid, París o Nueva York, se escribe la verdadera literatura, mientras que en los Andes la producción literaria se reduce a una mimesis fantasmagórica: "Esta lejanía es propia de toda colonia y en el Perú persistirá durante mucho tiempo. Toda cultura colonial es, por naturaleza, periférica; la metrópoli, 'el calor preciso', se encuentra en otro lugar, en el centro del mundo" (69).
Miembro de la generación del cincuenta, Luis Loayza inició su carrera literaria junto a escritores tan significativos como Mario Vargas Llosa, Julio Ramón Ribeyro y Sebastián Salazar Bondy. Autor de tres libros de ensayos-El sol de Lima (1974), Sobre el 900 (1990) y Libros extraños (2000)-, escribió también dos libros de cuentos-El avaro (1955) y Otras tardes (1985)-y una novela: Una piel de serpiente (1964). Breve pero influyente, esta obra ha convertido a Loayza en uno de los escritores de culto más representativos dentro del campo literario peruano contemporáneo, como se desprende de los elogios prodigados por escritores y críticos. Vargas Llosa, que fue su...