Content area
Full Text
LOREM IPSUM
El dios de Spinoza (y no me miren así) tiene de todo menos forma o definición. Sólo es poder, poder ser. En su perfecta omnipotencia cualquier manera de dar con él, de atraparlo, termina por dibujar una posible imperfección. Y eso no. Por ello, quizá, el dios de Spinoza anda tan cerca de su simple negación. No hay símbolos para él. Si me han seguido hasta aquí se habrán dado cuenta de que no hablamos de religión. En efecto, todo es política.Símbolo, ésa la cuestión. Vivimos rodeados de ellos. Banderas, himnos, bustos de reyes, nombres de polideportivos, de calles, de hospitales, de plazas... Todo nos vale para...