La Hermandad de Sangre de Cristo: Church, Community, and Change in New Mexico: 1848-1912

Abstract

My dissertation provides a critical review of religious imperialism and how it affected the Spanish speaking Catholic people of New Mexico following the U.S. invasion of 1846. It does so by exploring New Mexico’s unique early nineteenth century Catholic religiosity led by the Hermandad de Sangre de Cristo (Brotherhood of the Blood of Christ), a lay organization more pejoratively known as Los Penitentes. It examines their struggles to adapt to the changing circumstances brought on by institutional racism of the Territorial Period, Protestantism, and a more vigilant institutional Catholic Church imposed from the U.S. Diocese of Baltimore. I argue that the collective memory of the Spanish speaking Catholic people of New Mexico – in regards to the Hermandad and their traditional socio-religious practices – became so distorted by the work of the institutional Church that by the twentieth century membership in the organization diminished dramatically. Membership in the Hermandad began to be associated with “bad men,” and nuevomexicanos became embarrassed of the Brotherhood resulting in the eventual dissipation of their traditional Christian practices.

Alternate abstract:

Mi disertación ofrece una revisión crítica del imperialismo religioso y cómo afectó al pueblo católico de Nuevo México después de la invasión estadounidense de 1846. Lo hace explorando la religiosidad católica de Nuevo México dirigida por la Hermandad de Sangre de Cristo, una organización laica conocida peyorativamente como Los Penitentes. Examina sus luchas para adaptarse a las circunstancias provocadas por el racismo institucional del período territorial, el Protestantismo, y una Iglesia Católica institucional impuesta desde la Diócesis de Baltimore de los Estados Unidos. Sostengo que la memoria colectiva del pueblo católico de Nuevo México—en lo que respecta a la Hermandad y sus prácticas socio-religiosas tradicionales—se ha visto tan distorsionada por el trabajo de la Iglesia institucional que en el siglo XX la membresía en la organización disminuyó dramáticamente. La pertenencia a la Hermandad comenzó a ser asociada con "hombres malos", y los nuevomexicanos se volvieron avergonzados de la Hermandad resultando en la eventual disipación de sus prácticas cristianas tradicionales.