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El robo de hidrocarburos que le ha costado a Pemex 2 mmdp permea en el Triángulo Rojo, donde los papás involucran a los hijos en el delito
PUEBLA, Pue., mayo 5 (EL UNIVERSAL).- Las bandas de robo de hidrocarburo que operan en territorio poblano le han dejado un quebranto financiero a la empresa gubernamental Petróleos Mexicanos (Pemex) cercano a los 2 mil millones de pesos y un daño mayor a las estructuras sociales donde el huachicol se está volviendo una cultura periférica, es decir, una subcultura que gana adeptos.
Los tentáculos de esta actividad ilícita han permeado en la base social, ahí se han creado símbolos y ritos, como el Santo Niño Huachicolero y la?Cumbia del Huachicol?.
Con un fundamento mercantil, explica el economista de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), Marcos Gutiérrez Barrón, esta cultura periférica permea principalmente en los municipios del llamado Triángulo Rojo, una zona donde la delincuencia tiene el control territorial. La participación ciudadana en el huachicol se concentra en los municipios de Tepeaca, Tecamachalco, Quecholac y Palmar de Bravo, donde los pobladores no han dudado en atacar a militares, policías federales y estatales para impedir el decomiso de vehículos y producto obtenido de manera ilegal, como sucedió el pasado 27 de marzo
El Triángulo Rojo es un enorme valle con zonas accidentadas en Palmar de Bravo y Quecholac, con decenas de microclimas que llevan desde lo desértico hasta lo fértil lo que, en otra época, permitió considerar a la región como una potencia agraria.
De ser una zona exportadora de hortalizas a Estados Unidos, se descuidaron sus campos, la migración creció drásticamente y el robo de hidrocarburo se convirtió en una fuente de ingresos y de influencia, al grado que?según estadísticas de tomas clandestinas?ahora el huachicol comienza a extenderse a otras zonas como Amozoc, San Martín Texmelucan y Ciudad Serdán.?En...