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Por décadas el Partido Revolucionario Dominicano encarnó la lucha democrática en República Dominicana. Pero el conflicto entre fracciones partidistas que precedió la aprobación de la reelección presidential inmediata, un proceso hecho a la medida de las aspiraciones presidencialistas del ex-presidente Hipólito Mejía, ha provocado en la práctica el divorcio entre el partido, las masas populares y la sociedad civil. Aunque en ese contexto se fortalecen los liderazgos municipales y provinciales, emerge una nueva elite dirigente de gran poder clientelar y con potential para desestabilizar el sistema de partidos.
Palabras clave: reelectión, sistema de partidos, Partido Revolucionario Dominicano, clientelismo, República Dominicana.
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) no es simplemente el partido político de mayor arraigo de masas en la República Dominicana y el que, en los hechos, ha representado la principal bandera de lucha política organizada por la democracia en ese país. El PRD ha sido sobre todo una cultura política y un movimiento social. Son esas últimas características las que definen dos de sus cualidades principales como organizatión: su capacidad para vincularse al movimiento de masas y su gran flexibilidad y capacidad adaptativa ante sus propias crisis internas. Sin embargo, desde que hace unos años el ex-presidente Hipólito Mejía, quien llegó al poder en 2000 como candidate del partido, lograra reformar la Constitutión para permitir la reelectión presidencial por un periodo consecutivo más, y desde su derrota electoral de 2004, esa organización se encuentra envuelta en una grave crisis interna.
Lo ocurrido no constituye un accidente fortuito producto de la subjetividad del ex-presidente Mejía en su estilo muy personal de hacer política, o de sus incoherencias como gobernante. Tampoco puede atribuirse única y unilateralmente a su irracional y absurda obstinación por reelegirse pese a la cerrada oposición interna que tenía dentro de su propio partido. Hay algo más, un mal de fondo que requiere explicación. Es posible que con esta crisis estemos asistiendo a un momento de transformación determinante para el futuro del PRD, y eso no necesariamente significa que, finalmente, el partido salga fortalecido, pues podría significar más bien su final historico como gran movimiento democrático.
Históricamente el PRD ha vivido muchas crisis internas, y todas han tenido importantes consecuencias para la vida política de la nación, pero la actual es quizás la...