Content area
Full Text
1. INTRODUCCIÓN
El puente curvo permite resolver las cada vez más estrictas y complejas restricciones geométricas que poseen las vías actuales. La naturaleza de estas restricciones es muy diversa, desde una mezcla entre obstáculos naturales y una mayor concienciación ecológica, pasando por derechos de paso en zonas urbanas hasta el desarrollo de grandes cruces entre viales a diferentes alturas, con enlaces entre ellos. Hasta no hace demasiado tiempo, la tipología de puente curvo utilizada era, casi de manera exclusiva, la de tablero sobre apoyos puntuales. Es esta tipología la que más se ha desarrollado por parte de investigadores (1) y normativas (2). En el caso de que existan restricciones que impidan esta tipología, lo habitual es la adaptación del entorno, para eliminar estas restricciones o conseguir la validez de alguna tipología de puente recto. La falta de experiencia, de suficiente documentación técnica, de cobertura por parte de normativas, de metodologías de diseño claras, sumado a las dudas que ofrecen los complejos métodos constructivos hasta ahora aplicados, disuaden a los ingenieros de diseños de puentes curvos más complejos. En los últimos años, gracias a las nuevas tecnologías (3), (4), se ha podido ver una cierta evolución en diferentes tipologías de puentes curvos, como puentes atirantados, colgantes o en arco. Este progreso se ha centrado fundamentalmente en el uso peatonal, donde ingenieros como Schlaich han desarrollado sistemas muy acertados con puentes colgantes y arco (5) o trabajos científicos con arcos adaptados a las cargas como los realizados por Lorenz Lachauer y Toni Kotnik (6) o Leonardo Todisco (7).
La acción axil presenta multitud de beneficios sobre las acciones transversales, en particular beneficios frente al momento flector de eje vertical (la relación sobre la que se va a desarrollar el artículo). Desde un punto de vista resistivo, la independencia existente entre la solicitación axil, de las formas funiculares y anti-funiculares (8), y la luz cubierta por el tablero convierte a la solicitación axil en la única posibilidad realista para soportar las cargas horizontales, introducidas por los tirantes al soportar las cargas verticales, en el plano del tablero (9). Desde el punto de vista de rigidez transversal del tablero (frente a la carga concéntrica introducida por los tirantes) y con ello de su correcto comportamiento en servicio. La flexibilidad...