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INTRODUCCIÓN
No cabe duda de que hacemos Io que hacemos porque pensamos lo que pensamos o, mejor dicho, porque buscamos Io que buscamos.
Detrás de nuestras acciones están nuestras ideas, esos oscuros protagonistas del quehacer humano.
Y son esas ideas abrazadas con las opciones las que nos Ilevan de crisis en crisis, de oportunidad en oportunidad. Toda crisis conlleva una o varias oportunidades que interpelan por un cambio. Como si una crisis sustituyera a otra dejando atrás una oportunidad que pudo haber sido y no fue.
En la cultura, en la sociedad y en la educación están desintegrándose los esquemas preconcebidos que se han ido permeando sobre la piel social, casi sin darnos cuenta. Es el momentd de cuestionar en serio nuestras ideas para concebir e intentar lograr un nombre renovado, una sociedad más humana, una cultura nueva.
Al analizar la crisis en que nos encontramos, surgen un sinnúmero de problemas entrelazados que se convierten en oportunidades. Toda crisis, aquí y en China, es una oportunidad de cuestionar criticamente nuestra realidad y de imaginar "soluciones", siempre exploratorias y dinámicas, a nuestros problemas.
En este texte quisiera trabajar una de las ideas que está detrás de la crisis educativa del país y sus consecuencias en algunos aspectos del devenir escolar. La idea que merodea en este escrito es "el culto al conocimiento".
He pensado dividir este trabajo en dos partes: el culto al conocimiento y algunas de sus consecuencias en el quehacer escolar.
I. EL CULTO AL CONOCIMIENTO
Una idea ha corroido la escuela y la universidad contemporáneas: el culto al conocimiento. Los poros de la sociedad despiden aromas penetrantes de culto al conocimiento.
La raíz de la desesperación social actual está abrazada al hecho de que en la tarea educativa sólo se transmiten conocimientos, excluyendo a otros componentes de una persona educada. El asunto ha Ilegado a tal grado que se confunde erudición con educación y, por tanto, cuánto más conocimientos mejor. El problema no es el conocimiento, sino su culto que orilla a que éste se convierta en el criterio radical y excluyente de las decisiones educativas que son ratificadas por la cultura o la sociedad. Veamos algunos ejemplos.
El conocido programa de los 64 000 pesos ha venido respondiendo a la inflación...