El objeto de este documento de trabajo, más que contestar a las preguntas formuladas, es intentar una reflexión sobre ellas situando las preocupaciones que les subyacen en el intento de delinear uno de los acercamientos posibles a la construcción de las respuestas.
Un punto de partida: ¿que acontece en el mundo juvenil?
Para iniciar la discusión partiremos del examen de una experiencia juvenil. El interés de partir de ella dice a la pertinencia de interrogar la experiencia vivida en función de determinar, a partir de una singular vivencia, qué podríamos nominar como PROTAGONISMO. Este testimonio es de los jóvenes agrupados en la CORPORACION CIVICA NUEVO MUNDO en Medellín:
«Al comienzo nosotros lo que queríamos era un periódico amplio y no una Corporación. No pensando sólo en Miramar, el barrio, pues esa experiencia ya la hicimos: sacábamos «El Mirameño» y la gente que participaba era de aquí del barrio. En una época nos metimos en una dinámica más allá del periódico ya que nos dimos cuenta que la escuela estaba deteriorada, «pues organicemos la escuela », dijimos. Hubo lios con la Acción Comunal porque eso era un problema de liderazgo por quién arreglaba la escuela.
Con la parroquia los problemas vinieron después a raíz de un primero de mayo. Hicimos una marcha por el barrio y nos fuimos hacía un acto cultural que había en el barrio el Diamante. Ahí se radicalizó la pelea y vino la definición de algunos miembros del grupo para involucrarse en cuestiones políticas. El periódico deja de salir porque en ese conflicto político que se presentó hubo un momento de persecución y la gente sintió temor; además eso ya generaba que fuéramos señalados; hubo gente que se fue y los que no se tuvieron que ir no quisieron sacar el periódico por temor. Luego se apagó la cosa, se acabó todo.
Posteriormente se recompone el trabajo. Fue nuevamente con la propuesta de realizar un periódico y ahí es donde comienza el proceso de la Corporación en Enero del 91. Insistimos con un periódico porque a nosotros nos dió buenos resultados «El Mirameño»; Este no fracasa por peleas nuestras; sí las habían pero nos sentábamos a rodarnos una botella de gaseosa una noche entera, a discutir y a dialogar en un proceso muy bueno, muy positivo. El proceso de «El Mirameño» nos dio muy buenos resultados y por ello decidimos retomarlo pero sacando un periódico más grande, vinculando los comerciantes, los gremios, y otros.
Esa decisión de recomenzar estuvo presidida por compañeros del proceso anterior y por gente nueva que fue llegando de otros sectores de Medellín. La gente del proceso anterior estaba como esquiva y temerosa de que volviera a suceder lo mismo. A ese proceso se fue acercando un grupo de scout, otra gente que era de la ludoteca, se acercó otra gente del COPACO; eso se fue ampliando; llegaron también las madres comunitarias y decidimos esperar un poquito más y formar la Corporación. Empezamos a formar los estatutos que fueron aprobado por el ICBF, aunque el bienestar también tenía cierta desconfianza. De todas maneras ellos si fueron los primeros en aportar un recurso y formaron el CIAF y de una nos dijeron: «estamos esperando que llegue su personería jurídica para crear el CIAF y para esto tenemos 200 mil pesos».
Nos colocamos de nombre «Corporación Cívica Nuevo Mundo » porque el punto era expresar que nosotros no estábamos de acuerdo con muchas cosas; para nosotros el nombre da la idea de cambiar cosas; incluso dentro de los objetivos se incluye el de crear alternativas pues uno sabe que aquí hay carencias en ciertos aspectos. Hay muchas cosas que hacer e incluso todavía estamos definiendo cuál va a ser nuestra misión en términos más objetivos. Hay ciertas inquietudes que siempre se han tenido en cuanto que aquí se requieren cambios sociales; pueden ser cosas muy concretas pero también muy voladas y también se trata de fomentar el cambio social, por eso el nombre responde a esa óptica. Nosotros no descartamos que en un futuro, ya sea por intermedio de acuerdos, se lancen candidaturas al Consejo o a las Juntas Administradoras Locales.
Respecto del propósito de la Corporación estábamos muy mal para la ubicación del objetivo, porque ¡todo el mundo!, imagínese usted esa revoltura; cada uno jalaba para su lado. Entonces hicimos unos objetivos muy amplios; abarcaban desde fomentar la participación democrática hasta la micro-empresa, el trabajo con los adultos y jóvenes; objetivos que recogían todos los intereses y espectativas de los participantes; ya después nos pusimos a buscar los recursos para sacar adelante todo eso; empezamos a ejecutar lo del CIAF; así el ICBF nos empezó a llamar CIAF. Después nos dimos cuenta de lo de la Consejería, entonces enviamos una carta y nos aprobaron lo de la sede que fue ese mismo año de 1991, eso fue una cosa muy rápida.
Después que comenzamos el proyecto del CIAF con el ICBF, empezamos con la Consejería otro proyecto y a raíz de ahí empezamos con otra gente, con Bienestar Social, con Secretaria de Educación Municipal y se presentó que nosotros no estuvimos en capacidad de asumir en ese momento todo lo que llegó. Y fue que aquí empezó a llegar Desarrollo Comunitario, Comfama, Comfenalco,…¡todo el mundo!. Eso llegaban funcionarios a ver qué podían hacer pero nosotros no fuimos capaces con eso y nosotros estábamos ya en un proceso en 1992 y nosotros dijimos: «es que nosotros no podemos».
Con el restaurante generamos que las rencillas entre las bandas se despejaran porque nosotros éramos amigos de las bandas de un lado y del otro y al restaurante llega a comer la gente de las bandas; entonces unos dicen: «es que nosotros no vamos porque allí está fulano». Nosotros logramos en el proceso decirles: «nosotros garantizamos que no hay problemas», «para nada»; y así, empezaron a llegar de ambos lados y aunque hay rencillas, el restaurante no es un sitio de guerra. Lo mismo sucede en una época de crisis que tuvimos, donde teníamos que hacer bingos bailables y ahí llegaba la gente, incluida gente caliente de las bandas; siempre se logró generar un ambiente distinto que no fueran las disputas y las peleas. Ellos han entendido que los trabajos cívicos que nosotros hacemos son cosas muy serias y queda la imagen de que cuando uno les dice «sí» es porque hay seriedad.
También estamos interesados en impulsar una escuela musical. La escuela musical es un proceso que se pretende iniciar con bandas de música rock, con 22 bandas; se trata de aprovechar el espacio de nuestra sede para que ellos ensayen; ya hay plata aprobada para este proyecto y se estará dando capacitación musical; la idea es trasladar la escuela para el centro ya que hay bandas roqueras de todo Medellín. Pensamos también incluir grupos de salsa aunque iniciaríamos con el rock, pero también hay otro fenómeno ahí con ellos y es que la formación se hace en común acuerdo porque el proyecto fue elaborado con ellos. Nosotros también somos viejos roqueros en términos de escuchar la música, no de interpretarla, por ello tenemos relaciones con todo tipo de gente.
En lo de la casa juvenil resultamos metidos sin saber. Nos metieron tres instituciones; nosotros nos dimos cuenta de eso y optamos por retirarnos y les llamamos la atención a las instituciones por la falta de respeto. De todas maneras nosotros validamos ese proyecto, es un proyecto en el que hemos ganado y hemos perdido cosas pues nos ha hecho perder cierta identidad y para algunos crea cierta confusión: «como las casas juveniles siempre las han presentado como hijas de la Consejería». De todos modos se ha ganado capacitación y hemos ganado visión para la elaboración de la estructura operativa de la Corporación.
Nos montaron inicialmente, es que es una cosa curiosa, cada que llega una institución quiere cogernos de hijo; por eso hemos tenido muchas peleas. Después que estudiamos el proyecto decidimos continuar en él, pero fue por decisión nuestra, no de ellos. En un comienzo eso generó problemas con los funcionarios del ICBF de este sector porque ellos eran los últimos en darse cuenta de que nosotros estábamos metidos en ese proyecto; los que sabían eran allá en la regional del bienestar.
Nosotros de todas formas decidimos seguir. Claro, haciendo la consideración que nuestro proceso es distinto al de las otras casas juveniles. Nosotros tenemos también una idea y es que vamos a mirar cuál es el temario de la formación y el temario no tiene que estar amarrado a ninguna entidad. Queremos invitar a otra gente para que desarrolle temas, como profesores de la Universidad y gente con experiencia en el trabajo comunitario; se trata de mirar muchos temas que nos van a hacer falta porque nosotros de verdad vamos mirando hacia adelante cosas más de fondo.
Con las instituciones se presentan problemas al principio pero es mientras se acomoda la cosa, sobre todo las estatales vienen como con la idea de salvar el proceso y llegan y se encuentran otro rollo y ahí viene el choque pero las relaciones han mejorado mucho con todas.
¿Cómo aclarar nuestra perspectiva política? Tenemos un compañero que viene del punk y de un momento a otro resulta metido en una organización política; después de la participación en ese movimiento termina ya mirando la parte cívica y el trabajo comunitario; él empieza con un compromiso muy blando con la Corporación, era muy pasivo, pero se fue metiendo y cogiendo ritmo y ahora tiene la presidencia de la Corporación.
LA PRIMERA INTERPRETACION.
¿Cómo valorar la rica experiencia consignada en el testimonio de los jóvenes de la corporación? En primer lugar, es destacada la diversidad de mundos de vida en el relato: el grupo inicial de jóvenes preocupados por el barrio, el proyecto de producción y divulgación de «El Mirameño», las jornadas en favor de la escuela, la vivencia de opciones en movimientos políticos, los grupos de danzas y de rock, el grupo de la ludoteca, el grupo capaz de re-constituirse e iniciar nuevamente su proceso luego de la persecución.
En segundo lugar es relevante lo amplio y diverso del conjunto de actores con los cuales se han relacionado en su proceso: la junta de acción comunal, la parroquia, los movimientos políticos, los scout, las madres comunitarias, los comités de participación comunitaria, las instituciones gubernamentales y los ONG’S.
Y en tercer lugar es aparentemente insólito su fluir por muy diversos mundos en diálogo con actores que aparentemente no tienen relación entre sí. Fluir en el que en momentos son un actor del conflicto (con la junta de acción comunal y con la parroquia), o son garantes de la construcción de mediaciones del conflicto (con las bandas), o son el eje de la construcción de una representación y resolución del conflicto (no somos hijos de las instituciones, esto genera conflicto, pero es mientras se acomoda la cosa).
¿Qué es lo peculiar de los jóvenes de la CORPORACION NUEVO MUNDO? A nuestro modo de entender, que han incorporado en su experiencia una noción de proyecto vitalmente asumido. Esto es, que han atado la construcción de la vida personal y colectiva a horizontes de sentido sin asumir de manera dogmática tales horizontes. El periódico pudo ser reemplazado por el proyecto de la corporación y la militancia política por el trabajo comunitario. Que no se dogmatice ni se cierre el horizonte, que este mismo se transforme y con él la vida misma dice a la vitalidad permanente de la experiencia de ser, de construirse a sí mismos en el intento de configurar una existencia pública.
Tal noción de proyecto, a la altura de la gestación de la corporación, alude fundamentalmente a la realización del deseo de constituirse en lo social, de significar en la vida de su barrio y de su sector, intentando aportar con palabras y acciones a la construcción de una versión democrática de la vida diaria y de horizontes de vida social. Y es este proyecto vivencialmente asumido el que crea nexos de sentido entre los tres elementos ya señalados: los diversos mundos de vida que constituyen el tramaje simbólico y práctico de la experiencia de vida personal y colectiva; los diferentes actores sociales con los que interactúan en los diversos mundos; y el fluir con diversos matices en diferentes expresiones del conflicto instaurando una propia versión de la vida cotidiana.
En esta perspectiva, un lugar muy destacado del testimonio está en una de las últimas frases: «Tenemos un compañero que viene del punk y de un momento a otro resulta metido en una organización política; después de la participación en ese movimiento termina ya mirando la parte cívica y el trabajo comunitario». Del Punk a una organización política y de ésta al trabajo comunitario. La cuestión central pareciera no estar en ninguno de los tres momentos de la experiencia sino en fluir construyéndose un lugar personal en la vida colectiva, en términos de las palabras que desde sí se pronuncian, los sentidos que las jalonan, y las acciones que las convierten cada vez en una nueva cotidianeidad. Otros elementos básicos del testimonio son:
De una parte, el reiterado y tenaz reclamo de autonomía, expresado en el conjunto del relato, particularmente agudo frente a los complejos estilos de trabajo de las instituciones. Autonomía que no significa aislamiento. Que en lo fundamental significa la exigencia de ser reconocido como otro, diferente, con palabra, dinámica, voluntad y proyecto propios. Esta exigencia de reconocimiento pone en evidencia una tensión que también está presente en el conjunto del relato, referida a la búsqueda incesante de constituirse en lo social como un otro, de ameritar el reconocimiento como un otro social portador de una voz y dinamizador de prácticas legítimas.
De otra parte es vital en el testimonio la experiencia vivida en una perspectiva de producción de saberes, de producción de conocimientos. La acumulación de experiencia que permite «El Mirameño»; la lenta pero implacable acumulación de saberes respecto de lo que significan las prácticas institucionales; la posibilidad de reciclar viejas prácticas propias en la perspectiva del establecimiento de relaciones con otros actores como los grupos roqueros; la capacidad de recoger la propia vivencia del conflicto en la perspectiva de construir mediaciones de entendimiento y prácticas de tolerancia por parte de las bandas juveniles, entre otros. Esta certeza de que es posible y necesario recoger los saberes de la experiencia vivida es lo que permite que el relato sea atravesado por una tensión de formación, incluso con los grupos roqueros, que no los cierra frente al diálogo de saberes con las instituciones, pero que sí les permite con claridad un lugar propio y argumentado en tal diálogo, razón por la cual no consideran que una sola entidad responda por el conjunto de un plan de formación, sino que apelan a una más amplia visión y participación de otros actores, en tanto «se trata de mirar muchos temas que nos van a hacer falta porque nosotros de verdad vamos mirando hacia adelante cosas más de fondo». Dicho de otra forma, vamos mirando desde los propios acumulados de experiencia, desde los saberes.
Un último elemento, no por ello menos importante que los anteriores se expresa de manera paradójica: Los jóvenes agrupados en la corporación intentan permanentemente existir en el dominio público y al intentarlo construyen y amplían tal dominio. Esto es, que en alguna medida lo público preexiste a la dinámica juvenil pero también y fundamentalmente es su resultado, el dominio público es su producción. Dicho de otra forma, el intento de constituirse ante la opinión pública barrial y del sector los transforma en un gran acontecimiento público de manera tal que la Corporación se convierte en centro de referencia para los demás grupos del barrio y mucha otra gente. Y también se proponen la participación dentro de lo que tradicionalmente se ha considerado la cuestión pública, el Consejo Municipal y las Juntas Administradoras Locales.
La segunda interpretacion.
El proceso vivido ha supuesto un denso fluir inmersos en los conflictos de los diversos mundos del diario vivir, realizando una intensa labor de construcción de sí mismos en tanto que jóvenes y expresándose desde tal construcción en lo público.
¿Como dar contenido a tal fluir? Nos parece sugerente la perspectiva que respecto de la construcción del sujeto traza Alain Touraine desde la cual la crisis con relación a los papeles sociales y a la propia socialización es imprescindible en una dirección precisa que le permite afirmar: «Lo que yo llamo sujeto es una reflexión del individuo sobre su propia identidad »1. Por ello: «la subjetivación es siempre lo opuesto de la socialización, de la adaptación a posiciones y a roles sociales, pero con la condición de que uno no se encierre en una contracultura de la subjetidad y, en cambio, entable la lucha contra las fuerzas que destruyen activamente al sujeto»2
Esta pareciera ser la premisa fundamental en la construcción del del protagonismo y de su sujeto, el fluir permanente y crítico por los diversos mundos de la experiencia simbólica y práctica que constituyen el diario vivir, recuperando y reapropiando desde sí mismos los sentidos que tejen tales mundos, de cara a la construcción de una palabra y de unos haceres que permitan que aflore una vida nueva y posible. Esta nueva vida que se busca, por supuesto no será ausente de conflictos. Lo que parecieran esperar es que contenga mejores y más cualificados conflictos.
Ahora bien, este fluir construyéndose a sí mismo tiene implicaciones que también aportan a una noción del protagonismo juvenil: La primera, que el intento de una presencia pública invariablemente aporta a la construcción misma de lo público tanto como de los horizontes de sentido que en ellos circulan. La segunda, que los jóvenes producen invariablemente acumulados de experiencia con base en los cuales producen saberes tan válidos como los que se producen desde las instituciones. Otra cosa es que tales saberes, frecuentemente, carecen de sistematicidad, más no de veracidad. La tercera, que es constitutiva tanto del comportamiento que hemos convenido en denominar protagonismo como de la naturaleza de su sujeto, la autonomía, como condición de reconocimiento de sí mismos y de los otros, para el establecimiento de relaciones. Y la cuarta, que evidentemente no todo lo que acontece en el marco de las experiencias juveniles, del protagonismo y de la construcción de sus sujetos, es progresivo. Y no podría ser de otra manera. Ciertamente que intentar instaurar un nuevo modo de vida inevitablemente contiene mucho de lo viejo. Otra cosa es si los jóvenes tienen la capacidad de crítica que les permita un permanente crecimiento y cualificación.
Citas
1 Toureaine, Alain, CRITICA DE LA MO DERNIDAD. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1992, Pags 269 y siguientes.
2 Toureine, Idem, pag. 270.
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© 1996. This work is licensed under https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/ (the “License”). Notwithstanding the ProQuest Terms and Conditions, you may use this content in accordance with the terms of the License.
Abstract
Parece que ha llegado para quedarse en los discursos de las instituciones una expresión que habla del reconocimiento del PROTAGONISMO JUVENIL, aunque no es evidente lo que tal expresión significa. ¿Qué ha pasado en el mundo juvenil que explique tal expresión? ¿Cómo entender hoy el PROTAGONISMO JUVENIL?
El objeto de este documento de trabajo, más que contestar a las preguntas formuladas, es intentar una reflexión sobre ellas situando las preocupaciones que les subyacen en el intento de delinear uno de los acercamientos posibles a la construcción de las respuestas.
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