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Quiero empezar expresando mi reconocimiento a la Academia Nacional de la Historia, por ser una institución que desde su fundación ha desarrollado una intensa y diversa labor en defensa de la memoria histórica de Venezuela. Por esta razón, considero que ser designado como uno de sus miembros correspondientes es un honor y una distinción muy especial que recibo con sincero agradecimiento y humildad, y que a su vez comparto con la comunidad falconiana, lugar de mi patria chica, pueblo de brega, creador, trabajador y lleno de esperanza, cuya tierra ha sido vientre fecundo de poetas, historiadores, artistas, políticos, militares y de hombres y mujeres humildes que con su trabajo han sido también constructores de nuestro país. Esta honorable Corporación ha tenido y tiene en su seno a un destacado grupo de corianos que han hecho contribuciones relevantes al conocimiento científico y humanístico nacional, sobre todo en el campo de la creación literaria y en el de la historia sintética y particular. Hoy siento la obligación de recordarlos con afecto y con respeto, porque sus aportes son testimonio de inteligencia, de trabajo intelectual y de amor profundo por nuestro país. ¿Cómo no mencionar en este momento al Dr. Pedro Manuel Arcaya. quien fuera uno de los intelectuales más originales y representativos del pensamiento positivista venezolano de su tiempo, y cuya extensa obra es aún hoy motivo de estudio y fuente de consulta y de crítica historiográfica? Sus trabajos forman un mosaico temático que engloba sociología, historia, política, derecho y otros aspectos. ¿Cómo no recordar también al Dr. Oscar Beaujón Graterol, insigne médico coriano, quien dejó una obra escrita que abarca temas relacionados con la medicina y la historia nacional y regional? Su voluminosa biblioteca, donada por sus hijos a nuestra ciudad, conserva fuentes de incalculable valor testimonial necesarias para estudiar y comprender muchos hechos históricos venezolanos. Así mismo, ocupan también espacio especial en nuestros afectos corianos, coterráneos como el bachiller Angel S. Domínguez, quien fue primer cronista de Coro y reconocido novelista, poeta y ensayista. El profesor Luis Arturo Domínguez, quien ha dedicado gran parte de su vida a la investigación del folclore venezolano y el Dr. Raúl López Lilo, quien fue un incansable defensor de las tradiciones y del patrimonio histórico de los falconianos.
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