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Fueron casi doscientos los viajeros que visitaron Venezuela en el siglo XIX. Son muy pocos, no obstante, los relatos de mujeres. Entre ellas destacan dos alemanas: Elisabeth Gross, nacida en Hamburgo, y Julia Bornhorst de Lübeck. Este trabajo trata sobre los aspectos geohistóricos y de mentalidades presentes en su obra y que constituyen, a su aire, trozos del paisaje de la ciudad de Maracaibo, paisajes andinos y falconianos, y en muchos sentidos del resto de Venezuela.
Desde el siglo XIX, Maracaibo se consolidó como la segunda ciudad más importante de Venezuela. Fue ella primero el centro de acopio de la producción cafetalera de los Andes venezolanos destinada a la exportación, de preferencia hacia el mercado alemán. En el siglo XX se convertiría en la ciudad venezolana petrolera por excelencia. De esta forma se transformó de exportadora de sacos de grano a barriles con líquido negro. Allí vivirían parte de su vida estas dos mujeres.
Elisabeth Gross vivió en Maracaibo entre 1883 y 1896, vale decir en la época de la economía agroexportadora del café. El relato de su vivencia se ubica en uno sus epicentros fundamentals: la casa exportadora Blohm, en la cual su marido ocupaba una posición clave. El texto de Gross refiere los espacios interiores de la vivienda, a través de los cuales se descubren aspectos de la vida de las firmas comerciales alemanas, pero también de la vida cotidiana venezolana en asuntos tales como alimentación, educación, horarios, epidemias, que traspasan incluso la barrera del lago de Maracaibo hasta introducirse en los espacios andinos de Trujillo.
El testimonio de Julia Bornhorst es, en cambio, de carácter doble: escrito y gráfico. El texto de sus memorias da cuenta, por un lado, de trozos de la urbe marabina, de sus habitantes, criollos y alemanes, y costumbres, como de las tierras áridas de Falcón, entre 1923 y 1941, justo en un período de transformaciones que acabarían, a la postre, con la ciudad y el país decimónonico dedicado a la agroexportación, cambios visibles en algunas de sus acuarelas que acompañan el testimonio escrito.
I. Los espacios marabinos de Elisabeth Gross
Las vivencias de Frau Elisabeth Gross en Maracaibo entre 1883 y 1896, recogidas en forma de 35 cartas que escribiera a su amiga de infancia Constanza2...