Content area
Full Text
Con los niños de Rusia, Jaime Camino sigue la trayectoria que siempre lo llevó, mediante la ficción o el documental, a indagar las circunstancias de la Guerra Civil española. "Que las cosas se conozcan y nuestro pueblo no pierda la memoria. Una de las funciones del documental es recuperar la memoria (...) y contarla de una forma que sea amena y emocionante y que llegue al espectador", éste es el objetivo cívico que se propone en los niños de Rusia. Borrando las huellas de su presencia, utilizando imágenes de archivo, creando un diálogo entre los testigos y recuperando con el montaje la sagrada trinidad del cine nacionalista (niño-madre-padre), consigue, pese a la ausencia en la pantalla de los niños -convertidos en las personas mayores entrevistadas- hacer presente y colectivo el dolor del niño exiliado de su país y de su familia. Obtiene además un éxito de público y de crítica que, sin duda, ha contribuido a la reciente vuelta del género documental a las pantallas españolas.
"Durante la Guerra Civil española (1936-1939), 3000 niños fueron evacuados temporalmente desde España a la Unión Soviética, huyen- do de las penalidades de la contienda." Con este cartón se abre el documental Los niños de Rusia. (Jaime Camino 2001) Con Los niños de Rusia, Jaime Camino sigue una trayectoria que siempre llevó a este director nacido en 1936 en el seno de una familia republicana (E. B. 2004), mediante la ficción (Las largas vacaciones del 36, 1975, Espa- ña otra vez, 1968) o el documental (La vieja memoria, 1977), a inda- gar las circunstancias de la Guerra Civil española. Hasta en las pelícu- las suyas cuyo argumento parece más alejado de dicha época podemos encontrar ecos del contexto de este trágico acontecimiento histórico. Así, por ejemplo, en la recreación de un episodio de la vida de George Sand y Chopin en Un invierno en Mallorca (1969), la secuencia en que la escritora le explica a su hijo la historia de la I República france- sa podría perfectamente ser un análisis de la II República española. O en su primer largometraje, Los felices 60 (1963), la relación entre Mónica, una mujer casada, y Víctor, un médico famoso amigo suyo, durante el veraneo en Cadaqués de unas familias de clase...