RESUMEN: En anos recientes se han disenado multiples expérimentes que muestran como el razonamiento humano tiende a quebrantar Io que usualmente se consideran los principles normatives de razonamiento, a saber, los principles de la teoria estândar de la probabilidad y de la logica clâsica. Estes supuestos quebrantos ban side interpretados como muestra de la irracionalidad humana. Una nocion de norma del razonamiento diferente de la subyacente en dicha interpretacion me permite afirmar que razonar correctamente implica razonar de acuerdo con reglas disefiadas para resolver una clase limitada de problèmes en el marco de un dominie especifico y que pueden no ser formulados en termines de principios générales. Esta idea me !leva a sostener que la estructura heurîstica de nuestro razonamiento apunta a la manera como somos racionales.
PALABRAS CLAVE: racionalidad, psicologia cognoscitiva, dependencia epistémica, procedimientos heuristicos
SUMMARY: Much research in the last decades has demonstrated that human reasoning tends to violate what have usually been regarded as the normative principles of reasoning -e.g. the principles of standard theory of probability or classical logic. These supposed violations have been interpreted as indicating systematic irrationalities in human cognition. A notion of a reasoning norm different from that underlying such an interpretation allows me to assert that correct reasoning implies reasoning in accordance with rules designed to solve a limited class of problems in a specific domain of knowledge and which are not susceptible to being formulated in terms of general principles. This contention leads me to sustain that the heuristic structure of our reasoning signals the way in which we are rational.
KEY WORDS: rationality, cognitive psychology, epistemic dependency, heuristic procedures
1. Introduccion
En anos recientes se han disenado multiples experimentos para diagnosticar el tipo de procedimiento cognoscitivo que los seres humanos utilizamos en nuestros razonamientos cotidianos. La conducta observada tiende a la violacion de los principios del razonamiento correcto, a saber, los principios basicos de la teoria estandar de la probabilidad y de la logica clasica. Esta caracteristica general de los resultados obtenidos ha suscitado una discusion importante en torno a la racionalidad; en particular, la estructura del razonamiento humano ha pasado a ocupar el centro de la discusion.
En este articule analizaré dos interpretaciones de los resultados experimentales. La primera ha sido favorecida por los psicologos que disenaron los experimentos, y ha dado lugar a la "tesis de irracionalidad", de acuerdo con la cual los errores de razonamiento deben atribuirse al uso de reglas heuristicas, esto es, a la utilizacion de sistemas de instrucciones que nos permiten solucionar un problema, no de manera exacta ni en todos los casos, pero si de manera que no sea necesaria una computacion excesiva desde el punto de vista de los recursos cognoscitivos que tenemos disponibles. La idea central de estos psicologos es que la evidencia de los experimentos es suficiente para afirmar que el razonamiento humano se guia sistematicamente por reglas heuristicas y, puesto que estas reglas son diferentes de las normas de razonamiento, es posible concluir que los seres humanos somos irracionales.
La segunda interpretacion se sustenta en la llamada "tesis de racionalidad", segun la cual los seres humanos tenemos una capacidad o habilidad subyacente para razonar de acuerdo con las normas de razonamiento y, en esa medida, los errores observados deben atribuirse a factures ajenos a nuestra competencia racional. Esta posicion critica severamente la conclusion que sostienen los psicologos, e implicitamente rechaza la idea de que nuestro razonamiento tiene una estructura heuristica. Un numero importante de filosofos, entre quienes destaca Jonathan Cohen, ha dado argumentes a favor de esta postura.
Finalmente, en coincidencia con Gerd Gigerenzer (2000) y Sergio Martinez (2002), afirmo que la definition misma de "buen razonamiento" conforme a la cual fueron construidas dichas interpretaciones es incorrecta. Esto me llevara a cuestionar la notion de racionalidad subyacente en mucha de la epistemologia contemporanea y, en particular, en las dos tesis de las que me ocuparé en el presente articulo. La position que defiendo sostiene que la forma en que se presenta la information en los problemas del razonamiento a los que se enfrentan los sujetos encuestados y el contenido especifico del material, objeto del razonamiento, son parte de un contexto mas amplio en el que las normas del razonamiento se establecen, se desarrollan y se validan. Mi tesis es que la estructura heuristica del razonamiento apunta a la mariera como somos rationales; para defenderla mostraré que la evidencia obtenida por los psicologos nos permite concluir que "la gente usa heuristicas en vez de teoria de la probabilidad, pero no... que sus juicios sean generalmente pobres" (Lopes 1991, p. 75) ni que los seres humanos seamos irracionales.
2. Sesgos e irracionalidad
La interpretacion de los experimentos mencionados en la introduction, y que esta sustentada en la tesis de racionalidad, llega a conclusiones opuestas a las que sacan los psicologos cognoscitivos a partir de las siguientes premisas compartidas: 1) "ser rational" significa razonar, la mayor parte del tiempo, de acuerdo con los principios de razonamiento; 2) dichos principios estan basados en las reglas de la logica y del calculo de probabilidades,1 entre otros sistemas formales, y 3) una description correcta del razonamiento real de los seres humanos nos permite dar cuenta de la constitucion de nuestra competencia racional.
Dos de los supuestos subyacentes en estas premisas son los siguientes: i) el analisis de nuestros conceptos epistémicoevaluativos hace explicites, en una teoria del razonamiento, los principles que rigen nuestro proceder racional y establece las normas que prescriben como deben relacionarse los contenidos de nuestras creencias entre si, con otras actitudes proposicionales y con nuestra conducta; y ii) los seres humanos tenemos ciertas creencias preteoricas que constituyen las premisas mas fundamentales de nuestras deducciones o construcciones teoricas (Cohen 1986). Estas creencias, también llamadas "intuiciones", se originan en un sistema de reglas tacitamente conocido y universalmente compartido para hacer juicios con respecte a temas relevantes; el conocimiento de dicho sistema constituye nuestra competencia racional. Notese que en estos supuestos subyace la distincion competencia-ejecucion, donde, por un lado, la primera suele identificarse con un mecanismo que subyace en la habilidad de los seres humanos para razonar que los dota con una racionalidad perfecta (o casi perfecta) y, por el otro, la ejecucion se entiende como un conjunto de herramientas que activan dicho mecanismo (Sober 1978, p. 177). Existen distintas formas de entender la "competencia" de razonamiento; aunque, en términos generales, refiere a la capacidad humana para razonar y al conocimiento tacito de los principios de razonamiento; la ejecucion, por su parte, es la manera concreta de implementar dichos principios, que puede ser influida por factures de interferencia taies como el olvido o la distraccion.2
Si aceptamos estos dos supuestos y si, ademas, aceptamos que nuestras nociones intuitivas de aceptabilidad epistémica concuerdan con los principios emanados de las reglas de la logica, del calculo de probabilidades, o de otros sistemas formales, entonces los principios del razonamiento que estan basados en dichas reglas deben ser vistos como principios normativos del razonamiento, esto es, como principios de acuerdo con los cuales debemos razonar (Stein 1996, p. 4). Asi, la primera premisa antes mencionada puede reformularse de la siguiente manera:
1') "ser rational" significa tener una competencia constituida por los principios normativos del razonamiento.
Si los principios de razonamiento provienen de nuestras nociones intuitivas de aceptabilidad epistémica (en el sentido de que son el resultado del analisis de dichos conceptos), y estas de nuestra competencia racional,3 entonces podemos aceptar que los principios normatives del razonamiento provienen de nuestra competencia y, por tanto, esta debe estar acorde con ellos. Stein formula muy claramente la estructura del argumento en que se sostiene 1':
1. Los principios normativos del razonamiento provienen de nuestras intuiciones de lo que constituye un buen razonamiento.
2. Nuestras intuiciones de lo que constituye un buen razonamiento provienen de nuestra competencia racional.
3. Si 1 y 2, entonces los principios normativos del razonamiento provienen de nuestra competencia racional.
4. Si 3, entonces la competencia racional debe estar acorde con los principios normativos del razonamiento (Stein 1996, pp. 137-138).4
La segunda premisa compartida por los defensores de las tesis de racionalidad e irracionalidad -los principios del razonamiento estân basados en las reglas de la logica y del câlculo de probabilidades- se apoya en la idea de que aun si estas reglas no prescriben maneras de relacionar creencias -son reglas de argumentation, no de razonamiento-,5 los principios que emanan de ellas son la base sobre la cual se establecen los principios que determinan las relaciones que debe haber entre las creencias de cualquier sujeto, si este ha de ser considerado racional. Esto es, desde este punto de vista, los principios de revision de creencias (y algunas normas del razonamiento) se refieren a normas de argumentation taies como los principios de implication: el modus ponens, por ejemplo, no dice nada acerca de la révision de nuestras creencias, pero muchos de los principios de révision de creencias se refieren al principio de argumentation expresado en la régla en cuestiôn.
La tercera premisa -una description correcta del razonamiento real de los seres humanos nos permite dar cuenta de la constitution de su competencia de razonamiento- se sostiene en la idea de que la habilidad real de los sujetos para razonar es indicativa de las reglas que comunmente guian su razonamiento ï que constituyen su competencia racional. Asi, si una description correcta de nuestro razonamiento nos permite aseverar que la mejor explicaciôn de los errores cometidos en los experimentos es aquella que los considéra fallos en la ejecuciôn, tenemos buenas razones para pensar que nuestra competencia de razonamiento esta constituida por los principios normativos del razonamiento. Si, por otro lado, estos errores no pueden explicarse de esta manera, entonces tendremos que aceptar que nuestra competencia se conforma con principios diferentes de los mencionados y, por tanto, que somos irracionales.
La diferencia mas importante entre las tesis de racionalidad e irracionalidad radica en la explicacion de los errores observados en los experimentos. Los defensores de ambas tesis coinciden en que cualquier desacuerdo que pueda haber entre el razonamiento real de los sujetos y los estandares normativos de evaluacion epistémica define, en cualquier situacion o circunstancia, un "error de razonamiento" (Gigerenzer y Goldstein 1996, p. 4). Sin embargo, los simpatizantes de la tesis de racionalidad -a diferencia de los de la tesis de irracionalidad- los atribuyen , a fallos en la ejecucion (esto es, a distracciones motivacionales que no tienen que ver con nuestra capacidad para razonar). Analicemos la tesis de irracionalidad.
Tversky y Kahneman (1982) y Wason (1966), entre otros psicologos, sostienen que la descripcion mas adecuada de la conducta raciocinativa observada apela a la utilizacion de reglas heuristicas que nos permiten resolver los problemas rapida y eficientemente, aunque no siempre de manera correcta. Si aceptamos esto, y si una descripcion correcta de la conducta raciocinativa de los seres humanos nos permite caracterizar apropiadamente su competencia de razonamiento, entonces podemos aceptar que nuestra competencia racional esta constituida por reglas heuristicas. De esto, sin embargo, no se sigue, como los simpatizantes de la tesis de irracionalidad sostienen, que los seres humanos seamos irracionales. Para sostener esta conclusion, los psicologos arguyen que las reglas heuristicas que utilizamos se caracterizan por llevarnos, de manera sistematica, a razonar de forma diferente de como lo habriamos hecho si nos guiaramos por los principios del razonamiento y, por tanto, a utilizar principios diferentes de aquellos que supuestamente establecen como esta epistémicamente permitido razonar. Esto, segun ellos, indica que nuestra competencia es deficiente o defectuosa ya que no puede caracterizarse mediante los principios normativos del razonamiento o se caracteriza con principios diferentes de éstos. Si "ser racional" significase tener una competencia racional constituida por las supuestas normas de razonamiento, entonces seria posible concluir que los seres humanos somos irracionales.
Uno de los experimentos llevados a cabo, "el de los ingenieros y los abogados", intenta mostrar que los seres humanos sistematicamente utilizamos la llamada "heuristica de representatividad" para juzgar probabilidades. Esta regla nos ayuda a estimar la probabilidad de que un suceso ocurra en termines de la semejanza que este tiene con otro suceso del mismo tipo o, en otras palabras, en términos de hasta que punto es representativo de una clase. Por ejemplo, si A es altamente representativo de B, la probabilidad de que A tenga su origen en B se juzga muy alta y si, por otro lado, A no es similar a B, la probabilidad de que A tenga su origen en B se juzga muy baja. (Tversky y Kahneman 1982, p. 4). El experimento consiste en Io siguiente: se pide a un grupo de sujetos que estimen la probabilidad de que Juan sea ingeniero con base en la siguiente informacion: Juan es miembro de un grupo de cien personas elegidas al azar, setenta de las cuales son ingenieros y treinta abogados. Ademas se provee la siguiente descripcion de Juan: "es un hombre de treinta anos. Esta casado y no tiene hijos. Tiene muchas habilidades y motivaciones, de manera que promete ser exitoso en su campo. Tiene buenas relaciones con sus colegas" (Tversky y Kahneman 1982).
Dada la informacion y la idea de los experimentadores de que los sujetos deben estimar la probabilidad de que ocurra un suceso con base en las probabilidades iniciales, su expectativa era que los sujetos encuestados juzgaran en 0.7 la probabilidad de que Juan fuese ingeniero. Esto es, desde su punto de vista, los juicios de probabilidad que emitieran los encuestados deberian basarse en la proporcion de ingenieros del grupo de cien personas al que Juan pertenece. Sin embargo, la mayoria de los sujetos respondio que era de 0.5 y, en general, el juicio emitido apelaba a la semejanza de la descripcion de Juan con algun estereotipo de los ingenieros (y de los abogados), en otras palabras, a que tan representativa de los ingenieros era la descripcion de Juan.
Segun los defensores de la tesis de irracionalidad, experimentos como el descrito muestran una fuerte tendencia de los sujetos a asignar probabilidades a partir de la cercania con estereotipos, y sin tomar en cuenta informacion relevante a la que tienen acceso (por ejemplo, hacen caso omiso del hecho de que en el grupo de cien personas al que pertenece Juan hay setenta ingenieros y solo treinta abogados). Esto solo podria describirse como resultado de distracciones y otros factures psicologicos si los sesgos observados no fuesen estables, esto es, no se repitieran después de hacer ver a los sujetos que sus juicios son erronees, por que lo son y cual seria un juicio correcto. Sin embargo, la aplicacion del mismo experimento al mismo grupo de sujetos ha mostrado una clara tendencia de estos ultimes a aferrarse a sus elecciones iniciales: es comun, por ejemplo, que los sujetos cometan los mismos errores o intenten justificar la respuesta emitida aun después de haber recibido (y aceptado como satisfactoria) una explicacion de por que los principles generales detras de sus respuestas son incorrectos.
A partir de evidencia como la anterior, los psicologos cognoscitivos afirman que los seres humanos llevamos a cabo inferencias siguiendo una serie de atajos también llamados "reglas heuristicas" que se caracterizan por mostrar algunos sesgos en nuestro razonamiento, donde un sesgo es una fuente de error sistematico y predecible que, segun los disenadores de los experimentos, proviene de la imposibilidad de tomar en cuenta las caracteristicas relevantes o una tendencia a responder a una caracteristica irrelevante.6 Los errores cometidos, desde su perspectiva, deben atribuirse a la utilizacion de dichas reglas. Asi, la descripcion mas adecuada de la conducta raciocinativa observada apela a la constitucion de nuestra competencia racional: esta se conforma por reglas heuristicas.
Uno de los razonamientos que, segun los defensores de la tesis de irracionalidad, sustenta la inferencia de esta conclusion hacia la idea de que los seres humanos somos irracionales es que el uso sistematico de reglas heuristicas indica que el razonamiento humano tiende a desviarse de la conducta epistérnicamente permitida y, por tanto, los sesgos observados en la résolution de problemas del razonamiento deben interpretarse corno errores que provienen de las limitaciones de la mente humana para interprétai la information accesible de manera tal que sus juicios no se desvien sistemâticamente de las respuestas correctas. En este sentido, los psicologos afirman que nuestras limitaciones cognoscitivas constituyen una imposibilidad para razonar, la mayor parte del tiempo, de acuerdo con las normas del razonamiento: las reglas heuristicas que usamos no son una formulation explicita de ninguna de las supuestas normas del razonamiento, de manera que las reglas que utilizamos en nuestro razonamiento cotidiano son diferentes de las reglas asociadas a los principios normativos del razonamiento.
Ahora bien, puesto que nuestra competencia puede caracterizarse apropiadamente con reglas heuristicas, y que utilizarlas en el razonamiento significa, segun los psicologos, hacerlo de acuerdo con principios diferentes de los subyacentes en las normas de razonamiento -esto es, razonar erroneamente-, nuestra competencia es déficiente ï defectuosa: no contiene los principios de razonamiento. Si "ser rational" significa tener una competencia acorde con ciertos principios de razonamiento que no son heuristicos, la incompetencia observada para razonar sistemâticamente de acuerdo con aquellos principios no heuristicos del razonamiento nos autoriza a afirmar que los seres humanos somos irracionales. Este argumente puede reconstruirse como sigue:
1. O bien los sujetos razonan de acuerdo con los principios del razonamiento correcto y toda conducta que no se ajuste a ellos puede explicarse en termines de factures psicologicos ajenos a la competencia de razonamiento; ï bien razonan de acuerdo con reglas bien definidas y claramente distinguibles, pero diferentes de los principios normativos del razonamiento correcto y los errores no pueden explicarse exclusivamente a través de factores psicologicos ajenos a la competencia.
2. Los errores detectados en los experimentos no pueden explicarse como fallos en la ejecucion, esto es, en términos de factures psicologicos ajenos a la competencia.
3. Si 1 y 2, entonces los errores deben explicarse como fallos en nuestra competencia.
4. Si 3 es correcta y si aceptamos que una descripcion correcta de nuestro razonamiento nos permite dar cuenta de la constitution de nuestra competencia racional, entonces podemos afirmar que nuestra competencia esta constituida por principios del razonamiento diferentes de los principios de razonamiento correcto.
5. Dada la definition de "ser racional" expresada en la primera premisa formulada al inicio de esta section, si 4 es correcta podemos concluir que los seres humanos somos irracionales.
Examinemos la critica que los defensores de la tesis de racionalidad hacen de esta argumentation.
3. La tesis de racionalidad
Los defensores de la tesis de racionalidad sostienen que los errores observados en la resolucion de problemas del razonamiento no denotan una divergencia entre nuestra habilidad para razonar y los principios del razonamiento; mas bien muestran que a veces nos equivocamos: los seres humanos no siempre podemos utilizar los principios correctes como debiéramos. En otras palabras, los errores observados son resultado de la forma en que se aplican dichos principios en situaciones especificas o de factures que interfieren con el razonamiento humano.7
La idea de que los errores del razonamiento no necesariamente son reflejo del desacuerdo entre nuestra competencia y los principios normativos del razonamiento ha sido defendida de diversas maneras. En Io que sigue examinaré solo el argumente que afirma que no puede haber una divergencia entre nuestra competencia racional y los principios normativos del razonamiento, ya que ambos provienen de un proceso de equilibrio reflexivo cuyos insumos son nuestras intuiciones acerca de lo que puede ser considerado como un buen razonamiento.8
Antes de examinar esta posicion es importante recalcar que uno de los supuestos en que se apoya establece que cualquier instancia de una persona que no razona de acuerdo con los principios normativos del razonamiento debe interpretarse como un error de ejecucion. En este sentido, los resultados experimentales nos permiten describir la conducta que a menudo nos lleva a cometer errores de ejecucion, pero no nos dan los elementos suficientes para evaluarla como incorrecta.9
Goodman (1965) enuncia la prueba del equilibrio reflexivo en los siguientes términos:
Una regla se enmienda si da lugar a una inferencia que no estamos dispuestos a aceptar; una inferencia se rechaza si viola una régla que no estamos dispuestos a enmendar. El proceso de justification es el delicado proceso de hacer ajustes mutuos entre las reglas y las inferencias aceptadas; y en el acuerdo alcanzado descansa la unica justification para cualquiera de ellas (Goodman 1965, p. 64; la traduction es mia).10 · . ' .?;
Cohen (1986) anrma que la estrategia del equilibrio reflexivo puede utilizarse tanto para dar cuenta de como las norrnas del razonamiento correcte estân justificadas, como para dar cuenta de la constitution de nuestra competencia racional: el conjunto de reglas que obtenemos al coleccionar nuestras intuiciones acerca de inferencias particulares y hacerlas explicitas en una teoria idealizada sobre el razonamiento y el conjunto de reglas justificadas son idénticos. Esta idea puede formularse de la siguiente manera:
1. Los principios normatives del razonamiento provienen de un proceso de equilibrio reflexivo cuyo insumo son nuestras intuiciones acerca de Io que constituye un buen razonamiento.
2. Una teoria descriptiva de la competencia racional proviene de un proceso idéntico al anterior -esto es, de un proceso de equilibrio reflexivo cuyo insumo son nuestras intuiciones acerca de Io que constituye un buen razonamiento.
3. Si 1 y 2, entonces, puesto que ambas tienen el mismo origen, la competencia racional debe igualar a los principios normativos del razonamiento. (Stein 19%, p. 142)
Si este argumento es correcte, entonces una description adecuada de la competencia racional de los seres humanos no puede afirmar que esta diverge de los principios mencionados. Analicémoslo con mas cuidado.
Desde el punto de vista de Cohen (1986), si bien es cierto que una descripcion correcta de las maneras en que razonamos nos da pistas importantes de como esta constituida nuestra competencia racional, para generarla no es suficiente explicar el comportamiento real de los sujetos en casos particulares; es necesario entender cuâles son las normas subyacentes en dicho razonamiento y, al mismo tiempo, cuâles son las intuiciones detrâs de las normas. La idea central es que el fundamento del razonamiento son nuestras nociones intuitivas de aceptabilidad epistémica, pero no hay una unica teoria que pueda modelarlas satisfactoriamente. Si bien las reglas de la logica y del calcule de probabilidades son el reflejo de algunas de nuestras nociones intuitivas de Io que es razonar correctamente, no parece plausible hablar de un unico sistema normative que pueda modelar Io que comunmente llamamos "racionalidad", ni de una unica teoria formai que pueda dictaminar cuâles son las respuestas correctas para ciertos problemas ï tipos de problema especificos. Asi, una descripcion correcta de nuestra conducta racional requière partir del supuesto de que somos rationales, aceptar que puede haber mas de una respuesta razonable para cada problema y entender cuâles son las intuiciones que descansan en las respuestas de los sujetos para, a partir de ahi, extraer la norma del razonamiento que se ha utilizado.
Cohen considéra que las aseveraciones apresuradas de los psicologos respecto a la racionalidad humana se deben a una confusion importante entre cuestiones descriptivas y normativas ï evaluativas. Por un lado, al afirmar que nuestra competencia es defectuosa, los psicologos parecieran olvidar que los experimentos llevados a cabo fueron disenados para diagnosticar el tipo de proceso que utilizan los sujetos en la resolucion de problemas, esto es, para dar una descripcion evaluativamente neutral de los procesos, no para evaluar la ejecucion de los sujetos frente a ellos. Ademâs, la observacion de la conducta racional de algunos sujetos frente a ciertos problemas especificos deberia generar una explication psicologica interesante acerca de como pueden los sujetos haber entendido un problema, pero no da cuenta de la constitucion de nuestra competencia de razonamiento. Veamos.
Los psicologos explican las respuestas emitidas por los sujetos encuestados en termines de la violacion de ciertos principios normatives del razonamiento debida al uso de ciertas heuristicas muy utiles, pero que a menudo nos conducen a errores sistematicos. El caso de los "ingenieros y los abogados" no es el unico que corrobora esta generalizacion; los resultados de muchos otros experimentos han sido explicados de la misma manera, aunque a partir de la identification de distintos sesgos: mientras que el experimento de los "ingenieros y los abogados" les permitio identificar la llamada "falacia de las tazas porcentuales", el de "Linda" los llevo a encontrar la llamada "falacia de la conjuncion". Veamos en que consiste este ultimo y la falacia que involucra.
A un grupo de sujetos se les leyo la siguiente description de Linda: "tiene 31 anos, es soltera, desenvuelta y muy brillante. Hizo su licenciatura en filosofia. Cuando era estudiante estuvo muy preocupada por la discrimination y la justicia social, también participe) en manifestaciones antinucleares." Después se les pidio que juzgaran cual de las siguientes alternativas era mas probable: B) Linda trabaja en un banco; F) Linda trabaja en un banco y esta involucrada en el movimiento feminista. El 85 % de los participantes eligio F, lo cual, segun Tversky y Kahneman (1983, p. 299), constituye un error o una falacia: la probabilidad de la conjuncion de dos eventos nunca puede ser mayor que la de uno de sus constituyentes. De acuerdo con las respuestas recibidas, los autores explicaron que para responder los sujetos encuestados utilizaron la heuristica de la representatividad que, ademâs de la "falacia de las tazas porcentuales", lleva consigo la "falacia de la conjuncion".
Estas explicaciones presuponen una teoria formal especifica como la norma incontrovertible; en el caso de los "ingenieros y los abogados", por ejemplo, se presupone la teoria bayesiana como la norma. Desde la perspective de los psicologos, el razonamiento de los sujetos debe compararse y evaluarse conforme a lo que establece dicha norma. Si esto fuese correcte, entonces cada problema del razonamiento (o cada tipo de problema) aceptaria una (y solo una) respuesta correcta: aquella que esta acorde con la norma incontrovertible pertinente y, por tanto, cualquier respuesta diferente de la sancionada por la norma en cuestion seria indicativa del uso de un procedimiento defectuoso que no obedece a ninguno de los principios normativos del razonamiento o que, en todo caso, esta vinculado a un principio diferente de los que subyacen en las normas del razonamiento.11 Si el supuesto mencionado fuese correcto, entonces las reglas heuristicas que explican muchas de las respuestas de los sujetos deberian ser vistas como procedimientos defectuosos.12
Sin embargo, esta explicacion y el supuesto que en ella subyace son cuestionables. Cohen argumenta que las respuestas emitidas pueden considerarse como correctas por un sistema normativo N sustentado en una concepcion particular de la probabilidad, y como incorrectas desde la perspectiva de un sistema normativo N1. Tanto la respuesta sustentada por N como la sancionada por N1 son razonables si la presentacion del problema asi lo indica. Gigerenzer (2000, p. 247), en coincidencia con Cohen, afirma que, de acuerdo con multiples interpretaciones de la probabilidad, los resultados obtenidos por los psicologos en los experimentos no son errores o desviaciones de los principios subyacentes en la teoria de la probabilidad.13 La interpretacion frecuentista de la probabilidad, por ejemplo, sostiene que la teoria de la probabilidad es acerca de frecuencias y no de sucesos singulares. Desde esta perspectiva, elegir F en el experimento de Linda no quebranta la teoria de la probabilidad, ya que el problema del razonamiento planteado no tiene nada que ver con la teoria de la probabilidad: a los participantes se les pidio que juzgaran la probabilidad de un suceso singular (la probabilidad de que Linda trabaje en un banco) y no de ciertas frecuencias. Dice Gigerenzer:
Para sintetizar la cuestion normativa, lo que se llama "falacia de conjuncion" parece una violacion de algunas teorias subjetivas de la probabilidad, incluida la teoria bayesiana. Sin embargo, no quebranto una perspectiva importante de la probabilidad, la conception frecuentista. (Gigerenzer 2000, p. 250; la traduction es mia.)
Las reglas probabilistas frente a las cuales los psicologos han evaluado las respuestas de sus participantes son una pequena muestra de aquellas reglas que caracterizan la teoria de la probabilidad. Asi, hay pocas razones para pensar que las conclusiones que los experimentadores han extraido sustentan la idea de que los seres humanos somos irracionales. No solo no han mostrado que la estadistica bayesiana pueda considerarse como la norma pertinente para evaluar nuestro razonamiento probabilista, sino que tampoco nos han dado buenas razones para afirmar que cada tipo de problema tiene una unica respuesta correcta. Asi, aun concediendo que las normas del razonamiento correcto refieren a las del calcule de probabilidades (y a las del calcule proposicional), no habria razon para afirmar que la evidencia obtenida en los experimentos llevados a cabo nos permita aseverar que los seres humanos no razonamos, la mayor parte del tiempo, de acuerdo con las reglas de la logica o del calculo de probabilidades.
Ahora bien, el argumente aqui examinado a favor de la tesis de racionalidad, al igual que la tesis de irracionalidad, se sostiene en la idea de que la evaluacion del comportamiento racional involucra reglas independientes de contenido, esto es, reglas cuyos principios subyacentes no estan referidos a las caracteristicas especificas del contenido del material que es objeto del razonamiento.14 Sin embargo, a diferencia de la de irracionalidad, el argumento en cuestion parte de la idea de que la presentation del problema influye significativamente en la respuesta (o el tipo de respuesta) que elegira el sujeto que lo enfrenta y, por tanto, esta no debe evaluarse segun el supuesto de que la norma del razonamiento correcto es aquella (y solo aquélla) que se expresa en términos de las teorias presupuestas por los psicologos.
Como ya lo mencioné, uno de los supuestos compartidos por las tesis de racionalidad e irracionalidad es que hay un unico conjunto de normas del razonamiento cuya correccion proviene de un analisis detallado de nuestros conceptos de aceptabilidad epistémica. Asi, la correccion de las reglas que utilizamos en nuestro razonamiento cotidiano es independiente de la informacion disponible, de la manera como esta se presenta y de cualquier otro factor que no esté directamente vinculado con los estandares de evaluacion provenientes del analisis antes mencionado. Segun Cohen, esto no implica que sea posible hablar de una unica respuesta correcta para cada problema o tipo de problema y, por tanto, la idea de los psicologos de que es posible utilizar un unico sistema normative para explicar y justificar el razonamiento real de los seres humanos en circunstancias especificas es incorrecta. Cohen afirma que para hablar de una unica respuesta correcta seria necesario un consenso previo entre el experimentador y el sujeto encuestado, en el cual se dieran a conocer las premisas que se utilizan en el planteamiento y el dominio que se busca estudiar (Cohen 1986, p. 187). Asi, para este autor, la conclusion de la tesis de irracionalidad es incorrecta porque su interpretacion de los resultados experimentales desdena la importancia de la presentacion del problema y porque la descripcion que da de nuestra conducta raciocinativa no es adecuada. Para apoyar estas ideas, pueden usarse los resultados de la tarea de seleccion concreta.
En 1966, Wason hizo famosos los resultados de la llamada "tarea de seleccion" que consiste en lo siguiente: a un grupo de sujetos se le presentan cuatro cartas (cubiertas por un lado y descubiertas por el otro) que muestran una vocal, una consonante, un numero par y un numero non; respectivamente "A", "K", "4" y "7" y se le pregunta cuales cartas es necesario voltear para saber si se cumple la regla "si la carta tiene una vocal de un lado, entonces tiene un numero par del otro". En esta version del experimento, la mayoria de los sujetos respondio "A" o "A y 4", lo cual contradice la regla segun la cual para poner a prueba un condicional deben examinarse los casos en que el antecedente es verdadero para asegurase que el consecuente es también verdadero, y los casos donde el consecuente es falso para asegurarse de que el antecedente es falso. Los sujetos deberian haber respondido "A y 7" (Wason y Johnson-Laird 1972).
Las expectativas de los experimentadores en torno al razonamiento deductivo de los seres humanos fueron mucho mejor satisfechas en los resultados arrojados por una version concreta de la misma tarea. La diferencia entre estas versiones ha sido expresada en términos del contenido del material que cada una de ellas presenta: abstracto o concreto. Asi, en la version concreta, las cartas que se presentan a los sujetos exhiben objetos o situaciones que refieren a cuestiones de su vida cotidiana; por ejemplo, en vez de letras y numeros, las cartas podrian mostrar nombres de ciudades y modos de transporte, y el condicional que los sujetos deben poner a prueba podria afirmar "si voy a la ciudad de Mexico viajo en autobus".
Segun Cohen, si bien cometemos errores al enfrentarnos con problemas abstractos, el hecho de que razonemos correctamente en versiones concretas del mismo tipo de problema muestra la importancia que adquiere la presentation del problema para nuestro razonamiento: esta influye significativamente en la representation que nos hacemos de la information relevante para llevar a cabo las inferencias requeridas y correctas. La cuestion es que la manera como se presenta la information en los diferentes problemas apunta a una forma particular de entender las ocurrencias de particulas lógicas en las oraciones del lenguaje natural, o a una conception especifica de la probabilidad, lo cual Ileva a los sujetos a elegir la solution acorde con dicha concepción.
Cohen ilustra esta idea con algunos ejemplos. En relation con las particulas lógicas examina, entre otros, los resultados de un experimento llevado a cabo por Rips (1984) en el que un numero importante de sujetos tendian a negar la validez del argumente que involucraba la inferencia de una premisa con la forma 'p' a una conclusion con la forma 'p o q'. De acuerdo con Cohen, si no suponemos que los seres humanos comunes y corrientes siempre usamos y entendemos las conectivas elementales del lenguaje natural de forma veritativo-funcional (esto es, de modo que la proposición de la forma 'p o q' sea verdadera si y solo si p y q no son ambas falsas), entonces podemos interpretar los resultados de Rips como si mostraran diferencias individuales en la manera en que los distintos sujetos entienden y utilizan dichas conectivas (Cohen 1986, p. 151). Con respecto al razonamiento probabilista, el autor en cuestion sostiene que es dificil saber si un sujeto concibe la probabilidad como frecuencias relativas o como probabilidades subjetivas, por ejemplo. Asi, la manera en que se formule el problema de razonamiento y la concepcion intuitiva de un sujeto S desempenarán un papel importante en la respuesta que S emita: si la information se presenta de una forma y la pregunta que debe responder S se formula en termines de sucesos singulares, pero S concibe a la probabilidad como frecuencias relatives, entonces probablemente emita una respuesta incorrecta desde el punto de vista del teorema de Bayes, de acuerdo con el cual la probabilidad inicial de un suceso singular es informacion relevante para el razonamiento que se llevará a cabo. Cohen dice con respecto al primer ejemplo examinado:
El papel que una persona le otorga a una particula logica especifica, como "o", "si", etc., en su interpretacion o entendimiento de sus propias aseveraciones y de las de otros sujetos es indistinguible de los patrones de contradiccion logica, verdad necesaria e inferencia logicamente valida a los que supone que el uso de dichas particulas da lugar. Asi, para poder dar cuenta de lo que quiere decir, normalmente tenemos que dar por hecho que no esta cometiendo ningun error logico [... ] Pero lo que resulta imposible, con respecto a la deducibilidad logica, es alcanzar una determination firme de como una persona entiende las ocurrencias de las particulas lógicas lo que es bastante independiente de determinar cuáles son sus intuiciones particulares acerca de la contradiccion logica y la deducibilidad. (Cohen 1986, p. 154; la traducción es mia)15
Asi, desde su punto de vista, aunque no todas las respuestas emitidas por los sujetos satisfagan las expectatives de los experimentadores, no es posible afirmar que nuestras intuiciones acerca de la contradiccion logica o de la deducibilidad sean incorrectas.
En resumen, los defensores de este argumento a favor de la racionalidad humana consideran que las diferentes teorias especificas en que se hacen explicites los principles del razonamiento nos permiten caracterizar nuestra competencia racional, pero los resultados experimentales no nos dan los elementos suficientes para aseverar que esta competencia esta constituida por principles de razonamiento diferentes de los correctos: lo único que muestran es que la concepcion de probabilidad en que se construyen los juicios o la manera de entender las particulas logicas depende, en gran medida, de como se formulan las instrucciones y, por tanto, la solucion que el sujeto elija por considerarla adecuada dependerá de como entienda él el problema. Cohen dice:
podemos empezar a ver como la concepcion de probabilidad en términos de la cual un sujeto interpreta su tarea le es senalada uniformemente en cada caso por el fraseo y el contenido de sus instrucciones y la situacion en que dichas instrucciones le son dadas (frente al bagaje de su propia experiencia y education y cualquier otra diferencia individual que sea relevante para su ejecucion cognoscitiva. (Cohen 1986, p. 58; la traduction es mia)
Una caracterizacion adecuada de nuestra competencia racional requiere partir del supuesto de que todos los sujetos razonan, en general, correctamente y sus errores se explican como resultado de distracciones motivacionales o psicologicas. Si esto fuese correcto, entonces podriamos afirmar que la conducta racional de los sujetos se ajusta, la mayor parte del tiempo, a las reglas del razonamiento, y los errores que cometen pueden ser atribuidos a fallos significativos en su ejecucion, pero no a inconsistencias sistemáticas en su competencia (Garcia 1999).
4. Reglas heuristicas, razonamiento y racionalidad
En esta seccion argüiré que una nocion alternativa de norma del razonamiento no solo nos permite dar una explicacion plausible de los errores cometidos por los sujetos en los experimentos de psicologia cognoscitiva aqui examinados, sino que también nos da elementos para proponer una nocion de "racionalidad" que sea mas acorde con las capacidades y limitaciones reales de los seres humanos. Sostendré, en coincidencia con Martinez y Gigerenzer,16 que el contenido del material de los problemas del razonamiento, la manera como se presenta la informacion y el contexte cognoscitivo del sujeto que Ileva a cabo un razonamiento deben tomarse en cuenta para dar una descripcion correcta de su conducta raciocinativa y, por tanto, para dar cuenta de como esta constituida su competencia racional.
Este planteamiento me llevará a defender la idea de que razonar correctamente implica hacerlo de acuerdo con reglas del razonamiento que están disenadas para resolver una clase limitada de problemas en el marco de un dominio especifico. El punto de partida de mi argumentation sera la idea de que los defensores de la tesis de irracionalidad están en lo correcto al afirmar que la descripcion mas adecuada de la conducta raciocinativa observada en los experimentos es aquella que apela al uso de reglas heuristicas. Sin embargo, a diferencia de lo que sostiene dicha tesis, afirmaré que ello no solo no implica que los seres humanos seamos irracionales, sino que nos da una pauta para entender de que manera somos rationales. Si bien es cierto que razonar correctamente implica el uso de los principios que refieren a aquellos que subyacen en las reglas de la lógica y del calcule de probabilidades, también implica el uso de reglas heuristicas, y estas son reglas "cuyo dominio de aplicación esta restringido a cierto ámbito mas o menos especifico de la actividad humana en el que operan sujetos con determinadas caracteristicas doxásticas... " (Garcia 1999, p. 2), que tal vez no sean formulables en términos de principios generales y que muestra un sesgo que las caracteriza, esto es, que en un numero importante de situaciones conducen a errores sistemáticos.17
Para defender estas ideas examinaré nuevamente el argumento sostenido por los psicologos y analizaré algunas de las estrategias que pueden seguirse para bloquear la inferencia hacia la conclusion de irracionalidad. Una reconstruction del argumente en cuestion es la siguiente:
1. Si los seres humanos somos racionales, entonces razonamos de acuerdo con los principios normativos del razonamiento.
2. Los principios normativos del razonamiento refieren a aquellos (y solo a aquellos) que provienen de las reglas de la logica proposicional y del calcule de probabilidades, entre otros sistemas de reglas.
3. La evidencia obtenida en los experimentos llevados a cabo nos permite aseverar que los seres humanos no razonamos, la mayor parte del tiempo, de acuerdo con las reglas de la logica o del cálculo de probabilidades.
4. Si 2 y 3, entonces tenemos buenas razones para afirmar que los seres humanos razonamos, la mayor parte del tiempo, de acuerdo con principios del razonamiento diferentes de los principios normativos del razonamiento.
5. Si 1 y 4, entonces, los seres humanos no somos racionales.
La inferencia que trazan los psicólogos hacia 4, y que les permite sostener la conclusion enunciada en 5, se apoya en la idea de que las desviaciones documentadas de nuestro razonamiento respecte al (supuestamente) correcte dan cuenta de las reglas que constituyen nuestra competencia racional. Puesto que dichas reglas son diferentes de las reglas normativas del razonamiento y que la evidencia obtenida en los experimentos muestra que los seres humanos, la mayor parte del tiempo, razonamos de acuerdo con ellas, es posible afirmar que los seres humanos razonamos, la mayor parte del tiempo, de acuerdo con reglas diferentes de aquellas que provienen de los principios normatives del razonamiento. Asi -y si las condiciones necesarias y suficientes para la racionalidad están dadas por la aplicacion de los principios normatives del razonamiento-, podriamos concluir que los seres humanos somos irracionales. Es importante recordar que dos de los supuestos en que descansa la argumentacion de los psicologos son: a) hay una norma incontrovertible con la que deben confrontarse nuestros razonamientos cotidianos (y con la cual deben evaluarse dichos razonamientos), y b) las reglas del razonamiento correcto son reglas independientes de contenido, esto es, son reglas cuya formulacion debe hacer referencia unicamente a la estructura logica del conjunto de enunciados a los que la regla se aplica apropiadamente y, en este sentido, deben hacer abstraccion del contenido de tales enunciados (Garcia 1999, p. 3).18
El segundo de estos supuestos conduce hacia un universalismo respecto a las normas de razonamiento y un reduccionismo de la racionalidad. El primero de éstos establece que las normas del razonamiento deben ser aplicables a todas las expresiones del mismo tipo si abstraemos su forma comun:19 las reglas en que dichas normas se manifiestan se deben enunciar formalmente, esto es, deben formularse en abstraccion del contenido de los enunciados a los que se aplican y del contexte en que se aplican. Asi, desde esta perspectiva, cualquier inferencia que llevemos a cabo (si es racional) debe hacer abstraccion de la verdad o falsedad de las premisas involucradas en el razonamiento y llegar a la conclusion a través de la aplicacion de la norma pertinente dada la forma de la expresion que sirve como informacion original. El reduccionismo, por su parte, establece que las condiciones necesarias y suficientes para considerar racional a un suj eto 5 son independientes de las capacidades y limitaciones cognoscitivas de 5, del medio ambiente en que 5 esté inmerso y de las interacciones sociales que 5 pueda tener con otros sujetos. El punto es que el funcionamiento de todo proceso de inferencia se conforma con una serie de principios normatives; puesto que dichos principios refieren a las reglas provenientes de sistemas formales (como la logica o el cálculo de probabilidades), estas deben poder modelar y explicar el razonamiento humano.
La idea de fondo en este planteamiento es que la estructura de la cognicion debe detectarse en el nivel de los individuos: toda explicacion de nuestro proceder racional debe hacer referencia exclusivamente a procesos de razonamiento que están "dentro de la cabeza" de cada sujeto. Martinez, en un tono critico, afirma que el reduccionismo de la racionalidad entiende la cognicion como
una "arquitectura de simbolos" que se busca estudiar haciendo abstraccion del ambiente y de la cultura en la cual tiene lugar. [... ] Se parte de un agente cognitivo "simplificado" al que posteriormente se intenta agregar elementos culturales e historicos. Se asume, pues, de entrada, que el tipo de aspectos cualitativos de la experiencia que es posible modelar por medio de estructuras heuristicas no son algo real, sino algo "agregado"por el sujeto [...]. (Martinez 2003, pp. 111-112)
Mas adelante arguiré que si el supuesto b) es rechazado, entonces podemos abandonar la idea de que las normas del razonamiento necesariamente tienen un carácter formal y, mas alla de esto, tendriamos buenas razones para poner en tela de juicio la identification que comúnmente se hace entre normatividad y universalidad. Recordemos brevemente el argumento examinado en la section anterior.
Para negar la conclusion de irracionalidad, los defensores de la tesis de racionalidad parten de la negacion de la tercera premisa del argumento antes formulado y, con ello, rechazan la inferencia hacia 5. Cohen afirma que la posibilidad de "extraer la norma" que subyace en el razonamiento de los sujetos depende de conocer sus intuiciones respecte a lo que constituye un buen razonamiento, y esto requiere un proceso complejo en que algunas reglas son abandonadas si, después de considerarlo, no estamos dispuestos a aceptar la inferencia que ellas autorizan, o en el que algunas inferencias son rechazadas si ellas violan alguna regla que no estamos dispuestos a corregir. En otras palabras, para dar cuenta de las reglas que conforman nuestra competencia racional no es suficiente analizar el tipo de regla que los sujetos utilizan en situaciones especificas; también es necesario reunir nuestras intuiciones de lo que es razonar correctamente y capturarlas en una teoria idealizada que no solo defma nuestro concepto de racionalidad, sino que también nos sirva de guia en nuestro razonamiento cotidiano. Si bien las reglas heuristicas utilizadas por los sujetos en los experimentos nos permiten describir ciertas condiciones psicológicas de los seres humanos, no nos permiten dar cuenta de la manera como esta constituida nuestra competencia racional. La notion de racionalidad es normativa y, como tal, debe formularse en términos de los principios normatives que deben regir nuestra conducta racional; las reglas heuristicas no pueden formularse correctamente por medio de un enunciado de permisividad epistémica (Garcia 1999, p. 3) y, por tanto, no solo no pueden conformar nuestra notion intuitiva de racionalidad, sino que tampoco pueden referir a ningun concepto normativo. Asi, una descripción correcta de nuestra competencia racional debe apelar a la noción de racionalidad (y viceversa), y los experimentos llevados a cabo pueden darnos una explicación psicológicamente interesante respecto a nuestra conducta raciocinativa, pero no pueden dar cuenta como esta constituida nuestra habilidad para razonar.
Este argumente nos permite, en efecto, bloquear la inferencia a la irracionalidad: nuestra nocion intuitiva de racionalidad puede manifestarse en distintas teorias (o interpretaciones de las mismas) de la inferencia logica o probabilistica, de modo que la explicacion mas plausible de los errores cometidos por los sujetos es aquella que parte del supuesto de que las reglas que conforman nuestra competencia racional son idénticas a aquellas que constituyen nuestra nocion intuitiva de racionalidad y, por tanto, la evidencia obtenida por los experimentos no es suficiente para afirmar que los seres humanos somos irracionales. Sin embargo, nos obliga a rechazar la idea de que nuestra manera de ser rationales puede caracterizarse en termines de la estructura heuristica de nuestro razonamiento.
Estoy de acuerdo en que existe cierto grado de convergencia entre las reglas que constituyen nuestra competencia racional y aquellas que conforman la nocion de racionalidad aplicable a los seres humanos. En este sentido, coincide en que no es posible caracterizar la estructura de nuestro razonamiento a partir de un estudio de las circunstancias especificas en las que el resultado de la aplicación de una regla se desvia de la supuesta norma incontrovertible. Sin embargo, estoy en desacuerdo con la idea de que las reglas heuristicas que comunmente utilizamos se refieren a procesos cognoscitivos interferidos por cuestiones psicologicas y que, por tanto, no pueden prescribir procesos cognoscitivos.
A diferencia de Cohen, quien afirma que la conclusion que debemos extraer de los experimentos mencionados es que hay factores psicológicos que distraen nuestra competencia y nos llevan a razonar erroneamente, Gigerenzer afirma que la conclusion adecuada es que las habilidades de los seres humanos para procesar la información son limitadas y que por ello tendemos a construir modelos simplificados del mundo que nos permiten tomar decisiones de manera expedita. Estas limitaciones se manifiestan en el uso de reglas heuristicas, las cuales, segun Gigerenzer, deben entenderse como herramientas que nos permiten economizar la búsqueda de respuestas o soluciones en un ambiente complejo donde las alternativas para la action no están dadas, sino que deben ser buscadas. Desde su punto de vista, la idea simplista de los psicologos de que razonar correctamente significa aplicar una formula (o un algoritmo) -por ejemplo, la regla de Bayes- es muy cuestionable: la busqueda economizada de respuestas es mas eficiente que aplicar una formula y, en este sentido, las reglas heuristicas que utilizamos no solo no refieren a procesos defectuosos, sino que apuntan a la manera en que los seres humanos intentamos resolver racionalmente los problemas. Para Gigerenzer (2000, 1992, 1991a), razonar correctamente es mucho mas que aplicar una formula o utilizar mecánicamente una regla. El ilustra esta idea con el análisis de un experimento mental que formula dos problemas del razonamiento con la misma estructura, pero cuyos contenidos son diferentes. Veamos.
A) Deseas comprar un coche nuevo. Hoy debes escoger entre dos alternativas: un VW o un Sentra. El unico criterio que utilizas para dicha elección es la expectativa de vida para cada coche. Por una revista especializada tienes information de que, en una muestra de varios cientos de coches, el VW ha tenido mejores resultados con respecto al criterio que utilizarás para tomar la decision. Justo ayer tu vecino te dijo que su VW nuevo se descompuso, ¿qué coche decides comprar?
B) Vives en la selva. Hoy debes escoger entre dos alternativas: dejar a tus hijos nadar en el rio, o dejarlos trepar a los árboles. El unico criterio que utilizas para la elección es la expectativa de vida de tus hijos. Tienes información de que en los ultimos cien anos solo ha habido un accidente en el rio, en el que un cocodrilo se comió a un niño, mientras que docenas de ninos se han muerto al caer de los árboles. Justo ayer tu vecino te dijo que un cocodrilo se comió a su hijo, ¿a dónde dejas que vayan tus hijos?
Si aceptásemos que un "buen" razonamiento probabilista consiste en aplicar el mismo algoritmo una y otra vez a todo probleme con la misma estructura, entonces los testimonios de los vecinos no deberian alterar la decisión ni del sujeto involucrado en A, ni del sujeto que esta en la situacion B. En ambas situaciones, las tazas porcentuales relevantes para tomar su decision se actualizarian en un caso. Dicha actualización no deberia generar una diferencia significativa para las expectativas que conforman el criterio de eleccion, de modo que las respuestas en ambos casos deberian ser las mismas: para A, comprar el VW; para B, dejar que su hijo vaya al rio. Sin embargo, un padre puede usar la informacion provista por el testimonio para rechazar el algoritmo actualizado: en vez de insertar la nueva informacion en el algoritmo, quizá sospeche que el mundo del pequeno rio ha cambiado y que ahora ahi viven muchos cocodrilos. Esto lo llevará a tomar la decisión "poco racional", desde el primer punto de vista, de dejar a sus hijos trepar los árboles.
Esta decisión no sería en absoluto "irracional", ni tampoco "poco racional" si la explicáramos segun el supuesto de que la manera como se presenta la informacion, el contenido especinco del problema del razonamiento en cuestión y el contexto en el que hay que tomar una decisión son fundamentales para describir nuestra conducta raciocinativa y, en última instancia, para evaluar nuestros procesos racionales. El problema de si la decision del padre en B es racional no se reduce al problema de aplicar un algoritmo o de evaluar su decisión en función de la aplicación de una fórmula. Este problema involucra también cierto conocimiento implicito acerca de la estructura de un ambiente y, por tanto, antes de tomar una decisión debemos determinar si el mundo es suficientemente estable para utilizar estadisticas como base de nuestras decisiones.
Los experimentos mentales de Gigerenzer buscan mostrar que la posibilidad de mejorar nuestro razonamiento depende, en parte, de confiar en la estructura del ambiente, donde esta incluye, entre otras cosas, el espacio y el tiempo, o la perspectiva. En otras palabras, la posibilidad de entender por que razonamos como lo hacemos, por que nuestras elecciones son correctas y por que nos es permitido razonar o actuar como esta prescrite, requiere tomar en cuenta el contexto cognoscitivo de los sujetos en cuestión y, como parte de este contexte, es necesario poner atencion a la manera como se presenta la información.
Estas ideas sugieren que el dominio de aplicación de las reglas del razonamiento no puede aislarse de las circunstancias en que se aplican, ni del contexto en que se plantean los problemas; en otras palabras, aquéllas sólo pueden individuarse en funcion de las características específicas de los problemas. Si esto es correcte, entonces no queda claro en que sentido las reglas del razonamiento correcte podrían formularse abstrayéndolas de las circunstancias en que se lleva a cabo un razonamiento o de la manera como se presenta la informacion y, por tanto, tampoco estaria claro en que sentido la estructura de nuestro razonamiento puede reducirse a la suma de unas cuantas reglas nitidamente distinguibles.
Asi, la idea de fondo es que la manera en que se presenta la información para la aplicación de una u otra regla no sólo es importante; sino que es parte del problema de como y cuándo algo puede convertirse en una razón para otra cosa. Que cierta informacion pueda convertirse en evidencia suficiente para sostener alguna afirmación, para llevar a cabo una acción, para emitir un juicio o para realizar una inferencia depende, en gran medida, de la manera como se presenta esa informacion y del contexto en que esté inmerso el sujeto que llevará a cabo el razonamiento. Martinez (2003) dice que la presentación de la información es parte del contexto en que se utiliza correctamente una regla y, en este sentido, la corrección misma de algunas de las reglas del razonamiento depende, parcialmente, del tipo de circunstancia en que ellas se utilizan. Las normas del razonamiento correcte y las reglas en que aquéllas pueden manifestarse se establecen en un ámbito práctico que determina contextualmente aquello que es relevante en ciertas circunstancias, y la validez de la norma forma parte de un proceso cultural que tiende a coleccionar soluciones correctas a problemas frecuentemente encontrados. Veamos un ejemplo que nos permita ilustrar y aclarar esta idea.
A principios de 2001, la secretaria de Desarrollo Social (SEDESO) encargó a un conjunto de académicos de su elección, a quienes llamó el "Comité Técnico para la Medición de la Pobreza" (en adelante CT), un estudio respecto a los niveles y proporciones de pobreza en México. La conclusion del CT fue que en el país hay tres estratos de pobreza y que el 65 % de la poblacion es pobre. Este dictamen, sin embargo, era insostenible desde el punto de vista del gobierno mexicano. Asi, la SEDESO decidio cambiar el estándar de medicion de pobreza: elimino el estrato superior propuesto por el CT e introdujo un estrato intermedio entre los dos restantes. Con ello, la proporcion de pobres disminuyo al 54 % y el estándar técnico del CT se convirtio en el estándar politico del gobierno. La definicion de pobreza en el pais esta ahora dada por la linea de pobreza mas alta (52.17 pesos al dia por persona en el medio urbano), ya que esta establece, según el gobierno mexicano, el nivel de ingresos necesarios para satisfacer todos los bienes y servicios indispensables. Sin embargo, de acuerdo con el estándar de pobreza del CT, el nivel superior de SEDESO deja fuera servicios tan básicos como higiene personal y del hogar, electricidad y gas, comunicaciones, etc. (Boltvinik 2002).
Con este ejemplo se pretende mostrar, por un lado, cómo la presentación de la informacion es muy importante para que ella se convierta en evidencia de una u otra cosa: si se quita el ultimo estrato de pobreza propuesto por el CT, entonces solo el 54 % de los mexicanos son pobres. Por otro lado, me da buenas razones para afirmar que una norma o un estándar depende, en gran medida, de fines y valores: el estándar utilizado por el CT obedece a una definicion de pobreza, según la cual, las privaciones deben ser consideradas como taies, aun si no es posible eliminarlas de inmediato; por su parte, el estándar que utiliza el gobierno depende de un criterio según el cual la pobreza son aquellas carencias que las posibilidades del pais le permiten enfrentar. Finalmente, el ejemplo en cuestión ilustra como los estándares (o normas) que sancionan nuestros procedimientos cognoscitivos o que guian nuestras elecciones y decisiones dependen de criterios que no necesariamente compartimos todos los seres humanos.
Estoy de acuerdo con Martínez en que la posibilidad de elegir entre estos estándares depende de normas de dependencia epistémica, esto es, de normas que están implicitas en nuestras prácticas cognoscitivas y que sancionan como racionales ciertas decisiones y creencias sobre la base de las creencias o las habilidades de otros. Desde mi punto de vista, la justification de dichas normas proviene de una actitud critica que si bien nos permite confiar en los estándares de ciertos especialistas, también nos lleva a confrontar puntos de vista diferentes. La comunidad pertinente (por ejemplo, la afectada por la decisión involucrada en la aplicacion de la norma), con base en dicha actitud critica, decidirá cuándo alguien es un experte, quién es el experte apropiado para sus fines y hasta que punto está dispuesta a creerle y, asi, validará la norma en cuestion.
Si lo anterior es correcte y si aceptamos, siguiendo a Martínez, que las reglas heuristicas no deben entenderse como meras disposiciones a responder de maneras especificas en circunstancias particulares, sino como la implementation concreta de procedimientos que se validan a través de procesos socialmente articulados en los que la information contextual y las prácticas de la cultura a la que pertenece el sujeto que las utiliza desempenan un papel importante, entonces podemos aceptar que las reglas heuristicas pueden ser formuladas en términos de enunciados de permisividad epistémica.20 En este sentido, las reglas heuristicas son normativas. Martinez asevera:
la regla heuristica no puede separarse de consideraciones normativas que puede ser que no sean formulables en términos de principios generales; tampoco es posible caracterizar el dominio de aplicacion de la regla a través de un estudio de las circunstancias en las cuales el resultado de su aplicacion es correcte o no. (Martínez 1999, p. 17)
El punto central es que las normas del razonamiento, o las reglas en que ellas se manifiestan, no necesariamente son ni formates ni universelles. Puede haber normes dependientes de contenido, que solo sean aplicables en cierto dominio especifico, pero que sancionen procesos cognoscitivos y que establezcan la manera como está epistémicamente permitido razonar en dicho dominio de conocimiento. Si lo que hasta aquí he arguido es correcto, entonces "ser racional" no puede restringirse al uso de un número determinado de principios de razonamiento, los cuales se establecen independientemente de como razonen de hecho los sujetos. En otras palabras, aquello que se requiere para considerar a un sujeto como agente racional es mucho menos de Io que suponen los defensores de las tesis de racionalidad e irracionalidad: para afirmar que alguien actua racionalmente es suficiente que lo haga de acuerdo con el conjunto de prácticas cognoscitivas sancionadas en la comunidad a la que pertenece. Desde esta perspectiva, la informacion empirica acerca de las capacidades cognoscitivas de los sujetos y las limitaciones prácticas que las situaciones especificas imponen en nuestro razonamiento desempenan un papel en el establecimiento de los requisites que deben satisfacer los sujetos para ser considerados racionales.
Ahora bien, podemos suponer que un sujeto que tiene creencias razona conforme a ciertas reglas normativas y, si razona siguiéndolas, entonces necesariamente están en su competencia racional. Dichas reglas, en tanto que son normativas, son constitutivas del ideal al que todo sujeto debe aspirar o, en otras palabras, son constitutivas de la nocion de racionalidad aplicable a un sujeto (Garcia 1999). Así, las reglas que caracterizan apropiadamente lo que comúnmente llamamos "racionalidad" son también, parcialmente, constitutivas de nuestra competencia racional. Sin embargo, la posibilidad de caracterizar lo que significa "ser racional" no depende de coleccionar un número discreto de reglas extensionalmente caracterizables. Por las razones antes esgrimidas, considero que la manera en que de hecho somos racionales esta mas adecuadamente capturada por la idea de Martinez de que razonamos a través de procedimientos heurísticos que tienen lugar en un medio ambiente normative.
Un procedimiento heurístico es un "proceso de transformación de un sistema material que puede tener como consecuencia la implementación de una regla heuristica" (Martinez 2003, p. 56). Estos procedimientos son el resultado de un sinnúmero de factures, entre los que se encuentran la informacion contextual y cultural y las prácticas cognoscitivas de la comunidad a la que pertenecemos; en este sentido, su individuacion y su caracterizacion dependen de como se presenta la informacion, asi como del contexte cognoscitivo en que esta inmerso el sujeto que los utiliza, del medio ambiente en que se desarrolla y de las prácticas cognoscitivas vigentes en dicha comunidad. Un conjunto de procesos de esta naturaleza jerárquicamente organizados alrededor de la tarea de resolver cierto tipo de problema, de llevar a cabo una inferencia o un razonamiento cualquiera constituye lo que Martinez llama una "estructura heuristica". Si aceptamos que la forma en que se estructuran los juicios en un area del conocimiento responde a las caracteristicas recién mencionadas, entonces, podemos afirmar que nuestro razonamiento tiene una estructura heuristica. Adernás, es posible aseverar que los procedimientos heuristicos a partir de los cuales se organiza y se estructura nuestro razonamiento tienen un componente normativo: mas alla de que describan correctamente las maneras como razonamos, ellos nos dan una pauta para ser mejores agentes racionales y para razonar correctamente. Esto es, dichos procedimientos no solo describen nuestra habilidad para razonar, sino que prescriben procesos cognoscitivos y, en este sentido, caracterizan, parcialmente, lo que significa "ser racional".
Si lo anterior es correcte y si aceptamos que existe una convergencia entre el concepto de racionalidad aplicable a los seres humanos y nuestra competencia racional, tomando esta ultima como un mecanismo subyacente que nos ayuda a entender los diferentes contextes y las soluciones posibles a los problemas planteados, de forma que podamos resolverlos racionalmente, entonces podremos afirmar que nuestro razonamiento tiene una estructura heuristica, la cual refiere a una constelacion de prácticas epistémicas que dan cuenta de lo que significa "ser racional". Así, es posible afirmar que la estructura heuristica de nuestro razonamiento apunta a la manera como los seres humanos somos rationales y, en este sentido, razonar de acuerdo con dichas reglas implica razonar correctamente.
5. Conclusion
Los resultados obtenidos de una serie de experimentos en psicología cognoscitiva apuntan hacia la idea de que una teoria plausible de la racionalidad humana debe tomar en cuenta de que maneras razonamos los seres humanos, el medio ambiente en que nos desarrollamos y, en general, el contexte cognoscitivo en que estámos inmersos para proponer un ideal que sirva tanto para evaluar la conducta cognoscitiva de los seres humanos, como para dar consejos de cómo ser mejores agentes racionales.
Las interpretaciones de los experimentos que han dado lugar a la tesis de irracionalidad y que han sustentado la de racionalidad llegan a conclusiones opuestas a partir de los mismos supuestos. Esto es posible porque una de las premisas cruciales que les permiten sostener sus propias conclusiones es aquella que refiere a como se explican los errores cometidos por los sujetos en las pruebas experimentales: la tesis de irracionalidad los explica como sesgos en nuestro razonamiento y la de racionalidad da cuenta de ellos en términos de errores de ejecucion. Si aceptásemos que "ser racional" significa razonar, la mayor parte del tiempo, de acuerdo con los principles normatives del razonamiento correcte y estos últimes reneren a las reglas de la lógica y del cálcule de probabilidades, entonces tendriamos que aceptar el dilema al que ellas nos enfrentan: o bien los seres humanos razonan de acuerdo con dichos principios y, per tanto, son racionales; o bien razonan de acuerdo con reglas diferentes de las normativas y, por tanto, son irracionales.
Ahora bien, es posible evadir el dilema en cuestion, si se rechazan los supuestos antes mencionados. Gigerenzer ha hecho ver que el significado de "ser racional" no puede capturarse exclusivamente a través de la recopilacion de un conjunto de reglas que provienen de nuestras intuiciones de lo que es un buen razonamiento y, en este sentido, que nuestra competencia racional no puede caracterizarse en funcion de la suma de reglas que de hecho usamos. Martinez, por su parte, ha defendido la idea de que aquello que caracteriza nuestra competencia de razonamiento es un conjunto de procedimientos heuristicos que nos permiten transformai un sistema material o conceptual en una posible solucion a un problema y que solo pueden individuarse en virtud del contexto y de la manera como se presenta la information.
Si aceptamos las ideas de estos autores y si aceptamos que las reglas que utilizamos para razonar no siempre son reglas formulables en términos de principios generales, entonces pareceria muy poco plausible pretender reducir el estudio del razonamiento humano al estudio de unos cuantos principios claramente distinguibles. Además, si, como he argiiido, las reglas heuristicas pueden formularse en términos de enunciados de permisividad epistémica, entonces razonar correctamente muchas veces implicará razonar de acuerdo con ellas. Si bien las reglas de la logica y del calcule de probabilidades desempenan un papel normative en nuestro razonamiento, razonar de acuerdo con ellas no es suficiente para razonar correctamente, ni razonar de acuerdo con reglas heuristicas implica razonar incorrectamente. En este sentido, el uso de reglas heuristicas apunta a la manera como somos racionales.
Esta ultima idea abre la puerta para desarrollar una teoria de la racionalidad acorde con las capacidades y limitaciones cognoscitivas de los seres humanos de carne y hueso. Si bien la evidencia arrojada en los experimentos aqui analizados no basta para rechazar los supuestos subyacentes en las tesis de racionalidad y de irracionalidad, si nos ofrece buenas razones para cuestionarlos, y nos da elementos para defender la idea de que no tiene sentido pedirle a un sujeto que haga algo que no puede hacer para considerarlo racional.
* Agradezco a Sergio Martinez, Axel Barcelo y Lorena Garcia sus utiles comentarios y revisiones a versiones previas de este trabajo.
1 En termines generales, la bibliografia psicologica sobre "sesgos y heuristicas" tiende a identificar las reglas normativas del razonamiento con las reglas que provienen del calcule proposicional. Esto, sin embargo, no tiene por que implicar que los supuestos principles normativos del razonamiento no se refieren a los principios subyacentes en las reglas de otras logicas mas recientemente desarrolladas (deonticas, libres, borrosas, etc.). Si esto ultimo fuese el caso, podria argumentarse que, si bien las reglas de la "logica clasica" no son suficientes para modelar todos nuestros razonamientos, el surgimiento de nuevas logicas es alentador con respecte a dicho fin. Desde mi punto de vista, esta idea es problematical es posible afirmar que hay razonamientos que responden a reglas cuya formulacion depende del contenido de un problema especifico y, por tanto, la estructura de nuestro razonamiento y lo que significa "ser racional" tiene aspectos que probablemente no puedan ser capturados por las reglas propuestas en los multiples sistemas logicos formales que existen. No me adentraré en esta discusion; solo quiero establecer que la aceptacion de esta ultima idea no implica la negacion de la importancia del desarrollo de las logicas mencionadas para entender la estructura de nuestro razonamiento.
2 Esta distincion proviene de la propuesta por Chomsky, segun la cual una explicacion plausible de la conducta linguistica de los seres humanos -de la sorprendente capacidad de los ninos para aprender un lenguaje de manera expedita, de nuestra capacidad para generar multiples oraciones nuevas, etc.-supone que el conocimiento linguistico es una habilidad o capacidad, o un conjunto de disposiciones previamente "cableadas" en nuestro sistema cognoscitivo. La competencia linguistica se ha entendido de diverses maneras, las mas desarrolladas son las siguientes: a) como una idealizacion, esto es, como una manera de explicar el comportamiento linguistico en condiciones ideales haciendo abstraccion de los factores de interferencia; b) como un mecanismo que subyace en la condicion linguistica de los seres humanos; esta version presupone la existencia de un organo mental que incorpora nuestro conocimiento del lenguaje y es responsable de nuestras capacidades linguisticas, y c) como el conocimiento del lenguaje. En teoria del razonamiento, la distincion se utiliza para explicar nuestra conducta cognoscitiva a partir de las diferencias que existen entre aquellas inferencias que se hacen de acuerdo con la competencia y aquellas que resultan de factores de interferencia y que pueden constituir errores de ejecucion. La competencia de razonamiento ha sido concebida, al menos, de las siguientes dos maneras: a) como el conocimiento subyacente de los principios del razonamiento correcte, y b) como una habilidad para razonar correctamente en circunstancias adecuadas. Estas dos versiones no son incompatibles, ya que no parece haber (como en la linguistica) una diferencia entre el conocimiento de los principios y los mecanismos de razonamiento; esto es, no hay evidencia suficiente para afirmar que existen mecanismes especificos de razonamiento que no son parte de nuestro conocimiento de los principios mencionados. Para una discusion detallada de la distincion, veanse Stein 1996, Chomsky 1986 y Macnamara 1986.
3 Macnamara enuncia muy claramente esta idea, aunque no se refiere a la competencia de razonamiento, sine a la competencia logica: "En consonancia con el razonamiento de Chomsky, si podemos ubicar el origen de las formas particulares de inferencia que sean satisfactorias para la gente en los recursos basicos de la mente, entonces estaremos autorizados a afirmar que hemos logrado una adecuacion explicativa con respecte a dichas formas de inferencia. En otras palabras, nuestra explicacion estaria basada entonces en los recursos naturales de la mente -lo cual, por cierto, no es lo mismo que dar una razon para juzgar que esas formas de inferencia son validas." (Macnamara 1986, p. 32; la traduccion es mia).
4 Macnamara sostiene una version de este argumente para la competencia logica: "El conjunto de inferencias validas es infinite. El subconjunto de aquellas inferencias que cualquier individuo formulara o encontrara en el razonamiento de otros es demasiado grande y azaroso como para que sea posible memorizarlo. De esto se sigue que debemos tener acceso a un conjunto de reglas que puedan combinarse de varias maneras para generar un conjunto infinite de inferencias. Asi, el fundamento que buscan los logicos para la(s) logica(s) -la(s) lógica(s) ideal(es)-, debe ser psicologicamente real en el sentido de que ejemplifique de alguna manera en la mente. Ademas, las mejores logicas encontradas en los libres de logica actuales proporcionan las mejores guias existentes para la competencia logica." (Macnamara 1986, p. 3; la traduccion es mia). En el mismo texto dice: "Una logica que es verdadera para la intuicion en cierta area constituye una teoria de la competencia para el area correspondiente de la psicologia cognoscitiva." (Macnamara 1986, p. 22).
5 Harman dice: "Evidentemente, el argumente o la prueba no es el mismo tipo de cosa que el razonamiento [...]. Hay una clara diferencia de categorie. Las reglas de argumentacion son principios de implicacion que dicen que las proposiciones (o las aseveraciones) de tal y cual tipo implican a las proposiciones (o las aseveraciones) de tal y cual otro tipo" (Harman 1988, p. 3; la traduccion es mia).
6 Evans (1984) afirma que un sesgo es "una fuente de error sistematico y no azaroso" (p. 462; la traduccion es mia). Stanovich y West, por su parte, sostienen que "en la literatura sobre heuristicas y sesgos, el término sesgo se reserva para las desviaciones sistematicas del razonamiento normative y no hace referencia a errores transitorios de procesamiento" (2000, p. 646; la traduccion es mia).
7 El argumente que se desprende de la tesis de racionalidad puede esquematizarse corno sigue: 1) La interpretacion correcta de la evidencia que arrojan los expérimentes en psicologia cognoscitiva es la que explica que los errores cometidos por los sujetos encuestados se deben a fallos en la ejecucion; 2) si 1 es verdadera, entonces no es posible afirmar que los seres humanos razonamos (sistematicamente) en desacuerdo con los principios de razonamiento; 3) si tanto 2 como una descripcion adecuada de nuestra conducts raciocinativa apuntan a la constitucion de nuestra competencia racional, entonces no es posible afirmar que nuestra competencia de razonamiento esta constituida por los principios incorrectes o por principios de razonamiento diferentes de los correctos; 4) dado que "ser racional" es tener una competencia constituida por los principios normatives del razonamiento, si 3 es correcta podemos concluir que los seres humanos SOTOOS racionales.
8 Otro de los argumentes importantes en esta direccion sostiene que cualquier explication plausible de la conducta raciocinativa de los seres humanos debe partir de un principio de caridad para la interpretation del comportamiento cognoscitivo de los sujetos. Desde esta perspectiva, la interpretacion que los psicologos hacen es incorrecta porque no es consistente con el supuesto de que cualquier persona a la que tratamos de entender es, en principio, racional, y que sostiene al principio en cuestion. En este articule no ahondaré en esta argumentation, para un analisis mas detallado de la misma, cfr. Erana 2003.
9 Cohen dice: "no se ha demostrado que la gente comun y corriente posea programas incorrectos para el razonamiento deductivo o probabilistico, o que le hagan falta los programas correctos. Pero, de diversas maneras, la gente puede claramente cometer errores [.. . ] o los principios que realmente guian sus juicios intuitivos particulares pueden ser interpretados erroneamente o apreciados inadecuadamente" (Cohen 1986, p. 186; la traduction es mia).
10 "A rule is amended if it yields an inference we are unwilling to accept; an inference is rejected if it violates a rule we are unwilling to amend, The process of justification is the delicate one of making mutual adjustments between rules and accepted inferences; and in the agreement achieved lies the only justification for either."
11 El supuesto que esta detras de esta idea es que es posible establecer un vinculo univoco entre los mecanismos de razonamiento que los sujetos deben utilizar para resolver correctamente los problemas planteados en los experimentos y aquellos que esta epistémicamente permitido utilizar.
12 Si a esto le anadimos el supuesto de que las reglas con las que comunmente razonamos caracterizan apropiadamente nuestra habilidad para razonar, entonces podriamos aceptar que los seres humanos tenemos una competencia racional deficiente o defectuosa, esto es, una competencia constituida por algunos principios del razonamiento incorrectos o diferentes de los correctes.
13 Gigerenzer dice: "¿Se quebranta la teoria de la probabilidad si nuestro grado de creencia (confianza) en un suceso unico (por ejemplo, que una respuesta particular sea correcta) es diferente de la frecuencia relativa de las respuestas correctes que generamos a largo plazo? La respuesta es 'no'. De hecho no es una violacion de acuerdo con multiples interpretaciones de la probabilidad" (Gigerenzer 2000, p. 246; la traduction es mia).
14 La nocion de "independencia de contenido" es ambigua y controversial. Esto se debe, en parte, a que no hay una caracterizacion clara de lo que es un contenido. Asi, en cierto sentido es posible afirmar que la logica tradicional es "libre (o independiente) de contenido" ya que las reglas que la conforman se aplican a varias expresiones del mismo tipo si abstraemos su forma comun. En otro sentido, sin embargo, aquélla es dependiente de contenido: lo que hace es privilegiar y formalizar ciertos contenidos logicos. Esta ultima posicion es claramente defendida por Tarski: "hay termines que ocurren en la mayoria de las proposiciones de la aritmética de caracter mucho mas general, términos que se encuentran constantemente tanto en consideraciones de la vida cotidiana como en cualquier campo posible de la ciencia, y que representan un medio indispensable para transmitir el pensamiento humano y para llevar a cabo inferencias en cualquier campo; palabras como 'noYy', O','es', 'todo', 'algunos', y muchos otros que entran aqui" (Tarski 1965, p. 18; la traduccion es mia).
15 "the role which a person assigns to a particular logical particle, such as 'or', 'if, etc., in his interpretation or understanding of his own and other people's utterances is indistinguishable from the patterns of logical contradiction, necessary truth, and logically valid inference to which he supposes that the use of these particles gives rise. So, in order to find out what he means, you normally have to assume that he is not committing any logical errors [. . . ] But what is impossible, in regard to logical deducibility, is to achieve some firm determination of how a person understands occurrences of logical particles that is quite independent of determining what his singular intuitions are about logical contradiction and deducibility."
16 Es importante mencionar que los planteamientos de estos autores difieren en ideas cruciales, por ejemplo, mientras que para Gigerenzer (1991b, 1992) la racionalidad humana es, básicamente, una racionalidad instrumental que puede evaluarse en términos de los medios utilizados para alcanzar los fines buscados; para Martinez (2003) la racionalidad es una nocion que debe articularse en términos de estándares de dependencia epistémica.
17 Martinez dice: "Una propiedad muy importante de las reglas heuristicas. .. [es que] el error generado por ellas tiene sesgos sistemáticos" (Martinez 2003, p. 96).
18 La formulación planteada por Garcia de una regla formal de razonamiento es esclarecedora. Afirma que una regla de esta naturaleza establece lo siguiente: "si S tiene ciertas creencias cuyos contenidos tienen determinadas formas logicas F^sub 1^,. . . , F^sub n^ (y si estas creencias son epistémicamente aceptables), entonces esta epistémicamente permitido a S inferir otra creencia con forma logica F^sub m^" (Garcia 1999, p. 4).
19 Ésta es una formulación del llamado "formalismo" en logica, segun el cual una regla de logica formai debe ser universal en su aplicacion, independiente del contexto y libre del contenido. Es posible afirmar, sin embargo, que no toda concepcion de la logica formal coincide con lo mencionado anteriormente. Por ejemplo, una vision mas reciente afirma que "en cierto sentido" las reglas que nos llevan a hacer inferencias correctas son dependientes de ciertos contenidos, como aquellos que se desprenden de las expresiones "y", "si, entonces", etc. Sin embargo, ninguna de estas versiones podria aceptar que la validez de las reglas mismas depende del contenido especifico de una premisa y de una conclusion particulares. Esta es la idea que me interesará sostener mas adelante y a la que me referiré al hablar de normas dependientes de contenido.
20 De acuerdo con Garcia un enunciado de permisividad epistémica establece, por ejemplo, lo siguiente: "Si S cumple taies y taies condiciones, entonces está epistémicamente permitido que S infiera tal creencia o estado intencional" (Garcia 1999, p. 4).
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Recibido el 7 de julio de 2003; aceptado el 5 de noviembre de 2003.
ANGELES ERANA LAGOS
Institute de Investigaciones Filosoficas
Universidad Nacional Autonoma de Mexico
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