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A la memoria de Siluana Renieras (1973-2000)
Tengo en mi poder la novela de mi querida Mercedes Cabello: "Blanca Sol." Es indigna de la pluma de cualquier mujer, mucho maacute;s de una persona tan buena como ella. Es la exposición del mal sin que produzca ningún bien social. Al contrario, de este escándalo surgirán otros que dejen a mi amiga muy mal parada, sin que pueda quejarse, porque ella comenzó. [...] Y a las protestas que en su carta, al enviarme el libro, hace de no haber querido retratar a nadie dígole: -¡Bendita criatura! ¿Quién va a desconocer la semejanza de esos dibujos?
-Juana Manuela Gorriti, Lo íntima, 155.
En medio de la tormenta cultural que se desató en Lima con motivo de la publicación de Blanca Sol (1889), Mercedes Cabello de Carbonera envió una copia de la novela a Juana Manuela Gorriti, recientemente establecida en Buenos Aires, en busca de apoyo sororal1. A juzgar por el pasaje del diario íntimo de Gorriti que sirve de epígrafe a este trabajo, la respuesta que Cabello recibió de Buenos Aires no fue en absoluto alentadora. Lejos de brindarle el apoyo esperado, Gorriti, que durante su larga estadía en Lima había ejercido el papel de "madre literaria" de toda una generación de escritoras, elige distanciarse ideológicamente de una discípula a quien coloca en Lo íntimo (1889) del lado del delito y el escándalo2. Mas agresivos y hostiles fueron los comentarios de Lastenia Larriva de Llona, quien criticó duramente a la autora de Blanca Sol por haberse plegado a una corriente modernizadora anticlerical en favor de la enseñanza femenina laica3. Apoyándose en la autoridad que le daba el discurso de la maternidad republicana en el període de la consolidación de las naciones, Larriva de Llona increpó a Mercedes Cabello de Carbonera por su propuesta positivista de racionalizar y secularizar al sujeto femenino liberal: "se que no tengo ni el talento ni la ilustración de la señora de Carbonera; y, sin embargo, me creo más competente que ella para fallar en la cuestión de la educación de las niñas. La razón es muy obvia: la señora de Carbonera ha tenido la gran desgracia de no tener hijos. Yo tengo la hermosa dicha de ser madre"4.
Tanto los comentarios de Gorriti...