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La ola de protestas volvió a colocar en primer plano la concentración del ingreso en América Latina. Más allá de que los indicadores muestran una reducción de la desigualdad relativa, cuando se toman en cuenta el retroceso en el bienestar producido a raíz del fin del auge de las materias primas y las limitaciones de los indicadores de la desigualdad comúnmente utilizados, la oleada de protestas como rebelión frente a la desigualdad adquiere todo su sentido. Habría que poner el foco en la construcción de indicadores de desigualdad que puedan capturar mejor el descontento que surge de ella.
Palabras claves: descontento, desigualdad, índice de Gini, protestas, América Latina.
Introducción
América Latina es la región más desigual del mundo (v. gráfico 1). En los últimos 30 años, la distribución del ingreso en el subcontinente presentó tres tendencias. Durante los años 90 y principios de los 2000, la desigualdad aumentó en la mayoría de los países para los que existen datos comparables. Entre 2002 y 2013, la desigualdad se redujo en prácticamente todos los países. A partir de 2013 (y hasta 2017, último año para el cual se cuenta con información), esta tendencia a la reducción presentó señales de agotamiento en algunos países donde la desigualdad comenzó a crecer, mientras que en otros el ritmo de caída se redujo; en otro subconjunto de países, sin embargo, la reducción de la desigualdad continuó. Si consideramos todo el periodo, los niveles de desigualdad más recientes son menores a los prevalecientes a principios de los años 90 (v. gráfico 2).
A raíz de la oleada de protestas en Chile, Colombia y Ecuador durante los últimos meses de 2019, el tema de la alta concentración del ingreso en América Latina volvió a ocupar los titulares. Hay, sin embargo, una aparente incongruencia entre las tendencias detectadas en el comportamiento de la desigualdad en los últimos 30 años y el manifiesto descontento. De hecho, en lo que va de este siglo, la desigualdad en Latinoamérica cayó a una escala pocas veces observada en la historia (desde que se dispone de datos, claro está). Alrededor de 2000, el coeficiente de Gini era igual a 0,514, es decir 12% más alto que el dato más reciente de 0,455L Una caída de este porte significa...