Content area
Full Text
Un estudio de Insurgent Mexico (1914), de John S. Reed y su adaptación fílmica, Reed: México Insurgente (1970), dirigida por Paul Leduc, amerita más que una mera valoración en la que cualquiera de las dos obras se declare mejor lograda, más compleja, o superior. Por otra parte, una lectura detenida de cada obra que ponga de manifiesto sus respectivas circunstancias históricas y sus imaginarios culturales e ideológicos excede el alcance de este artículo. Hacerles justicia a ambas requiere, más bien, compararlas para discernir dónde es que precisamente dejan de coincidir, dónde la adaptación fílmica deja de ser una copia "fiel" de los reportajes novelados. A continuación, propongo un acercamiento a la narración de cada obra, particularmente al desenlace de cada una, para interrogar qué se ha eliminado o alterado en el proceso de adaptación, y, más significativamente, ¿por qué? Este acercamiento permite indagar en los imaginarios y discursos hegemónicos que imperaban en el momento en que se produjeron (Stam 45). La perspectiva de este trabajo no apuesta por una identificación de las diferentes circunstancias que informaron la producción de cada obra, sino más bien por una interrogación de las causas del distanciamiento de la adaptación de su referente original y, particularmente, por una examinación de la mayor y más irrecuperable de las distancias que las separan: el tiempo. Recurro entonces al ensayo "Sobre el concepto de historia", de Walter Benjamin, para explorar los procesos que transformaron la idea de la Revolución como ruptura temporal a aquella de Revolución como la institución responsable de la continuidad histórica mexicana.
Insurgent Mexico inaugura una concepción mesiánica (en el sentido benjaminiano) de la temporalidad revolucionaria, que sufrió una transformación de perspectiva durante la institucionalización de la Revolución. Reed: México Insurgente privilegia la melancolía hacia la insurgencia que caracterizó gran parte de la producción cultural posterior al deslustre del Estado patriarcal y el declive acelerado de su hegemonía discursiva a partir de 1968. La película se inserta en la tendencia intelectual predominante de su época y adopta el revisionismo histórico como herramienta discursiva que procura desmontar las bases de los discursos hegemónicos oficiales. El entusiasmo por la contingencia y la ruptura temporal de las revoluciones que manifiesta Reed a principios de siglo cede a una concepción historicista que relega la...