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Resumen
Desde la firma de los Acuerdos de Paz en Colombia en el aho 2016, han surgido distintas producciones culturales que se han acercado al conflicto armado en clave ecologista. Una de el las es Agua corriente (2022), antologia de relatos de no ficcion escrita por firmantes de los Acuerdos por parte de las farc-ep y coordinada por el Institute Caro y Cuervo en Bogota. A partir de una lectura con perspectiva critica ambiental de tres historias, "Todo es agua" de Manuel Bolivar, "Aguas en guerra, aguas en paz" de Gabriel Ange y "Rio moribundo" de Elkin Carabali, este articulo indaga las distintas relaciones que tuvieron los firmantes de los Acuerdos con el agua, para concluir que, en todos ellos, los procesos de memoria vinculados al agua senalan el surgimiento de una praxis ambienta alternativa de cara al posconflicto, fundamentada en la conservacidn del territorio, la etica ambiental y la democracia del agua.
Palabras clave: Agua corriente, farc-ep, Colombia, posconflicto, agua, conservacidn, medioambiente, ecocritica
Abstract
Since the signing of the Peace Accords in Colombia in 2016, different cultural productions that reflect on the armed conflict from an ecological perspective have emerged. One of these productions is Agua corriente (2022), an anthology of non-fiction stories written by signatories of said Accords and coordinated by the Master's Program in Creative Writing at the Caro y Cuervo Institute in Bogota. From a critical environmental perspective, this article analyzes three of these stories -"Todo es agua" by Manuel Bolivar, "Aguas en guerra, aguas en paz" by Gabriel Angel and "Rio moribundo" by Elkin CarabaI'-, in order to shed light on the different relationships that the signatories of the Agreements had with water, to conclude that, in all of them, the memory processes, linked to water, point to the emergence of an alternative environmental praxis for the post-conflict based on in land conservation, environmental ethics and water democracy.
Keywords: Agua corriente, farc-ep, Colombia, post-conflict, water, conservation, environment, ecocriticism
Resumo
Desde a assinatura dos Acordos de Paz na Colombia em 2016, surgiram diferentes producoes culturais que refletem sobre o conflito armado a partir de uma perspectiva ecoIdgica. Uma dessas producoes e Agua corriente (2022), uma antologia de histdrias nao ficcionais escritas pelos signatarios dos referidos Acordos e coordenada pelo Programa de Mestrado em Escrita Criativa do Institute Caro y Cuervo de Bogota. A partir da analise de tres desses contos -"Todo es agua" de Manuel Bolivar, "Aguas en guerra, aguas en paz" de Gabriel Angel e "Rio moribundo" de Elkin Carabali-, este artigo pretende ancar uz sobre as diferentes relacoes que os signatarios dos Acordos tiveram com a agua, para concluir que, em todos eles, os processes de membria, ligados a agua, apontam para o surgimento de uma praxis ambiental alternativa para o pos-conflito baseada na conservacao da terra, na etica ambiental e a democracia da agua.
Palavras-chave: Agua corriente, farc-ep, Colombia, pos-conflito, agua, conservacao, meio ambiente, ecocritica
Fecha de modificacion: 14 de septiembre de 2023
1. Introduction
En marzo del 2014, cuando el proceso de Paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (farc-ep) y el Estado colombiano atravesaba uno de sus momentos mas algidos, Humberto de la Calle, jefe negociador de la delegation del Gobierno, recalco la importancia que habrian de tener las producciones culturales tras la firma de un eventual acuerdo. Vale la pena reproducir sus palabras in extenso:
En la etapa del eonflieto aetivo, el arte, la literatura, la palabra, tienen varios roles. A traves de ellos se eonstruye un reservorio de memorias que sera muy util. Esa utilidad es doble. Terminado el eonflieto, la lucha se movera hacia otras esferas como se dijo, y una de ellas, sin duda, sera la lucha por la narrativa. Es mas, puede decirse que esa sera la batalla final. La narrativa, sin embargo, aunque se emparenta con la verdad, no se construye solo a base de ella. Tan importante como la verdad, en terminos de confrontacion, es la leyenda, la exageracion, el miro. El heroismo. Esta no es una valoracion etica sino un simple diagnostico. El arte toma fragmentos de realidad y los va Uevando hacia la version mitica del conflicto. Pero dicho esto, tambien el arte contribuye a ese reservorio de verdad verdadera que, como es topico, constituye uno de los pilares de la aplicacion de justicia en el momento de la transition. (De la Calle parr. 3-4)
Al ano siguiente, en el marco del lanzamiento de la Alianza Nacional por la Educacion Ambiental, Julio Carrizosa Umana invito a reflexionar sobre los modos en los que el conflicto armado colombiano, en sus casi sesenta anos de gradual recrudecimiento, habia trastocado negativamente la relacion de los sujetos humanos con la naturaleza y el medioambiente (Carrizosa Umana parr. 14-15). De ahi su llamado a que, una vez firmado el acuerdo, la escision naturaleza/cultura -exacerbada por el conflicto- comenzara a ser superada por medio del cultivo de una conciencia ecologica integral que, con la participacion del Estado, la academia, la empresa privada y la sociedad civil, propendiera a una relacion mas intersubjetiva y, por ende, horizontal con la naturaleza (parr. 19-21).
Los frutos de esta conciencia ecologica integral se materializaron, por ejemplo, con la Sentencia T-622 de 2016, en la que se concibe al rio Atrato como sujeto de derechos y, en esa misma via, con la decision, tomada en el 2019 por la Justicia Especial para la Paz (jep) (el componente de justicia del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparacion y no Repeticion, creado entre el Gobierno Nacional y las farc-ep) de reconocer a la naturaleza como victima del conflicto armado, siendo el rio Cauca, hasta la fecha de escritura de este articulo, el ultimo sujeto no humano en recibir dicha acreditacion. Academicamente hablando, por su parte, el asentamiento en las ciencias sociales y humanas del "giro ontologico" y su correlate, el "ambiental", con su respectivas invitaciones a replantear los modos en que se estudian las interacciones entre humanos y no humanos, ha llevado, por ejemplo, a que historiadores, antropologos, filosofos, criticos de literatura, musica, cine o arte, se pregunten, con una perspectiva critica ambiental, por como los artefactos culturales que tematizan el conflicto armado colombiano han incorporado las categorias de "naturaleza" y "medioambiente" en sus construcciones.
A casi siete anos de haberse firmado el Acuerdo final de paz, las palabras de De la Calle y Carrizosa Umana resuenan con fuerza: la "lucha por la narrativa" a la que aludia el primero se ha tornado por un lado necesaria y por otro compleja. Necesaria en el sentido de que los pueblos ancestrales, las comunidades afrodescendientes y las colectividades campesinas del pais han venido reclamando, cada vez con mas insistencia, que sus territorios scan reconocidos como victimas (Ruiz-Serna 86), lo que lleva, entonces, a un replanteamiento de los "previous understandings of economic violence and natural resource disputes, which currendy undergird the field of transitional justice, postconflict discourses, and peacebuilding studies" (Lyons 65) y, con ello, a un examen de las gramaticas materiales y semioticas a partir de las cuales los sujetos humanos, en contextos socioculturales heterogeneos, enuncian su relacion con el mundo de lo no humano (Blaser y de la Cadena 3). Y es compleja puesto que, si bien el narcotrafico, la mineria ilegal, las voladuras de oleoductos, las explosiones de minas antipersona, por solo citar algunos ejemplos, fueron metodos de guerra que, sin ser exclusivos de la guerrilla, fueron de igual modo atribuibles a esta, tambien es cierto que la preservation y/o conservation de especies animales y vegetales, asi como de fuentes hidricas, es el resultado de politicas territoriales y ambientales impulsadas por sus altos mandos (Gomez Zuniga 3). Este choque de opuestos, altamente controversial a ojos de la opinion publica, es justamente lo que ha hecho posible hablar de una "ambivalencia ambiental" (Revista Semana parr. 6) al momento de abordar los modos de relacionamiento entre el hoy extinto grupo insurgente y las diferentes naturalezas del pais.
Mas alia de estos debates, que sin duda alguna son necesarios, la lucha por la narrativa es importante tambien por cuanto ha permitido ver como las otrora farc-ep, vistas no ya desde sus altos mandos, sino desde sus mas rasos excombatientes, han querido contar su verdad por medio del arte y/o la palabra escrita. En lo que respecta a esta ultima, desde el 2018 la narrativizacion en clave ecologista que del conflicto armado han hecho varios de los firmantes de los acuerdos, puede hoy constatarse, por ejemplo, en los talleres de escritura y edition comunitaria que la Maestria en Escritura Creativa del Institute Caro y Cuervo de Bogota, en cabeza del escritor e investigador Juan Alvarez, viene desarrollando en los Espacios Territoriales de Capacitacion y Reincorporacion (etcr) con la ayuda del Centro de Memoria Paz y Reconciliation, y cuyos resultados se encuentran hoy bellamente condensados en dos antologias de relatos de no fiction: Naturaleza comtm (2021) yAgua Corriente (2022).
Si bien en ambas antologias se observa una clara superacion de la escision naturaleza/cultura (algo clave para un pais que, como se dijo anteriormente, ha comenzado a ver a la naturaleza como victima del conflicto armado), resulta interesante notar como Agua corriente, a diferencia de Naturaleza comun, no apunta unica y exclusivamente al cuidado de las memorias (Prada 50), sino tambien a la revalorization de la experiencia guerrillera a la luz de las relaciones materiales y simbolicas que hombres y mujeres establecieron con la naturaleza. Es por ello que este articulo examina, desde una perspectiva critica ambiental, tres de los diez relatos alii incluidos ("Todo es agua" de Manuel Bolivar, "Aguas en guerra, aguas en paz" de Gabriel Angel y "Rio moribundo" de Elkin Carabali), porque es justamente en ellos en donde los procesos de memoria, vinculados al agua, apuntan al surgimiento de una praxis ambiental alternativa de cara al posconflicto, fundamentada en la conservacion del territorio, la etica ambiental y la democracia del agua. Asi, el primero se construye sobre la base de una poetica que apunta tanto a la "conservacion" del recuerdo de la amada fallecida en el marco del conflicto armado, como a la "conservacion" de los ecosistemas hidricos del pais. Por su parte, el segundo senala los modos en que el conflicto armado cred una coyuntura en la cual los entonces combatientes de las farc-ep tejieron una relacion con el agua que escapo a las dinamicas de domesticacion y mercantilizacion de esta, y que se tradujo en una etica del cuidado ambiental. Finalmente, el tercero conjuga la experiencia de los combatientes de las farc-ep con la de los rios subterraneos y contaminados, para de esta forma remarcar la importancia de sus respectivas reincorporaciones en la consolidacion de un proyecto alternative de pais.
Sobra decir que el analisis en perspectiva critica ambiental de algunos de estos relatos de no ficcion se legitima una vez se atiende a las relaciones de la palabra escrita con el proceso historico-social, en virtud del cual estas adquieren un sentido y se realiza su funcion social. En ese orden, cabe recordar como, para Carlos Rincon, las practicas escriturarias que comienzan a escribirse en America Latina en la decada de los setenta no pueden ser entendidas desde una perspectiva critica bajo la nocion tradicional de la literatura, pues una serie de fenomenos, entre los cuales incluye al testimonio -genero en auge en una epoca de gran convulsion social y politica- hicieron difuminar los marcos que delimitaban "lo literario"; desde entonces, la critica entiende que las obras de caracter testimonial son parte fundamental de su objeto de estudio (13-45).
2. "Todo es agua": hacia una poetica de las conservaciones
En "Todo es agua", Manuel Bolivar narra su experiencia amorosa con Leidy, tambien integrante de las farc-ep, en uno de los lugares mas biodiversos del pais: la Serrania de la Macarena, ubicada en el piedemonte andino-amazonico del departamento del Meta. Pero el relato no solo expone las circunstancias que hicieron posible su enamoramiento en enero de 2012: narra tambien aquellas que cinco meses despues condujeron, en medio del conflicto armado, ala muerte de la joven, truncando con ello la posibilidad de una relacion que, en el texto, se mostro promisoria.
El relato se lee, entonces, como un ejercicio memoristico en el que el amante en duelo, valiendose del topico literario del amor post mortem, retrotrae el bello aunque fugaz noviazgo con la amada fallecida, al tiempo que declara el caracter eterno y acuaticamente trascendente de dicho amorio. Se habla de una trascendencia porque, en terminos retoricos, el desarrollo de este topico se canaliza por medio de una imagineria ecologica en la que el agua, en sus multiples y diversas manifestaciones y dinamicas, asegura la permanencia del recuerdo. Asi, la irrigacion semantico-referencial del universo acuatico desemboca en la configuracion de una poetica que apunta tanto a la "conservacion" del recuerdo de la amada fallecida, como a la "conservacion" de los ecosistemas hidricos del pais. Es decir, en el relato de Bolivar se entrelazan la conservacion del recuerdo y la conservacion del agua. Cual clave al inicio de una partitura, esa imagineria acuatica se torna explicita desde el primer parrafo del relato:
Soy Manuel Bolivar y vivi quince anos en las selvas de Colombia como guerrillero de las farc-ep. Hoy quiero contarles fragmentos de esa vida. Muchas cosas hermosas se esconden bajo el manto extenso del tiempo que merecen ser contadas y hoy me brotan como manantial de cordillera. Es el agua, con sus multiples formas, presencias y ausencias, la que motiva mi relato, y las palabras me salen como un nacimiento cristalino en medio de la montana. (9)
Como puede verse, el autor se vale del simil para establecer una comparacion entre el agua y las memorias construidas en torno a lo acaecido. Dicha analogia cumple su cometido al interior del relato por cuanto permite entender, muy en sintonia con un evidente saber hidrogeologico, el papel que cumplen las cadenas montanosas en los procesos de almacenamiento y distribucion del liquido vital en las tierras bajas. Como aguas gravitacionales que nacen en lo mas profundo de la montana, y que luego afloran por entre los poros del suelo, asi tambien estas "cosas hermosas" manan del recuerdo y se filtran hasta hacerse visibles en la superficie misma de la escritura. Con todo, cabe senalar que, en el interior de esta imagineria, el agua no se agota en la esfera de la metaforicidad discursiva, sino que logra permear la realidad experimentada. Porque, en efecto, es el agua quien hace las veces de testigo no humano de este amor nacido en medio del fragor de la guerra:
Bajamos juntos, caminando y conversando, hacia el paso de un pequeno cano que mojaba el camino con sus aguas cristalinas. Al Hegar, a una orilla, sentada en las piedras del camino, una joven guerrillera, con fusil terciado, el pelo largo, negro y ondulante sobre los hombros, tomaba tragos refrescantes de agua. No pude dejar de mirarla. Ella levanto su vista y me sorprendio observandola. Sus ojos hermosos se clavaron en los mios. Fue inmediato. Una sonrisa mutua nos delato: nos gustamos. (Bolivar 10)
De alii que la carga erotica que el amante le adscribe a su amada se halle intrinsecamente vinculada a la interaccion entre esta ultima y el agua, pues el rio es el entorno en el que tiene lugar el encuentro primero entre los amantes. Bolivar se esfuerza en remarcar la presencia del agua, casi siempre impllcita en relatos testimoniales, para mostrar la participacion activa de esta en su relation con Leidy:
Ya estaba en el rio banandome cuando ella regreso. Se quito el uniforme y, en ropa interior, hundiendo sus pies en el agua, se me acerco y me miro como cada vez que, sin palabras, me decia que me queria y yo sentia el rumor del viento en mis brazos a su alrededor (...). Send el agua fria caer en mi espalda y de un salto estremecido me voltee a verla. Ella, a carcajadas, me miraba y no paraba de reirse. Me lance y, tomandola del brazo, la empuje en una poceta del rio y echandomele encima nos pusimos a jugar. (10)
Asimismo, resulta interesante senalar como, a pesar de que el encuentro y posterior enamoramiento de los dos jovenes se da en un espacio natural historicamente marcado por el enfrentamiento entre la guerrilla y las fuerzas del Estado, la huella que esta poetica conservacionista imprime en la narration lleva a que el amante conciba dicho espacio como un locus amcenus en el que el deseo carnal, al igual que el cauce del rio, es irrefrenable: "Reiamos contentos, lanzandonos puchos de agua con la vajilla, yo sin poder dejar de sentir el palpitar bullente de mi amor por ella" (10).
La preponderancia que el deseo carnal le otorga, como es obvio, al cuerpo, lleva a pensar que se esta ante una poetica de la preservation que recurre, en palabras de Paul Ricoeur, a una "memoria corporal" que, precisamente por estar "poblada de recuerdos afectados de diferentes grados de distanciacion temporal... puede serpercibida, sentida, como anoranza, como nostalgia" (62). Vista, entonces, a la luz de la irrigation semantico-referencial de la imagineria acuatica en el topico del amor post mortem, esta memoria corporal ayuda a comprender por que el significante "Ella" (pronombre con el que se personifica al agua), termina deslizandose de manera nostalgica por entre las capas tectonicas del lenguaje hasta evocar la figura de Leidy: "Ella esta en todo lugar y en todo momento. Ella es rio, quebrada, gotas de rocio, lluvia tormentosa o hilos delgados; ella es niebla, copos de nieve o templado hielo; es brisa humeda en el rostro; es suave, fria o calida caricia bajando por la espalda; es barro que se amasa con los pies; es alimento o trago refrescante bajo el sol tropical; es abundancia hostigante y tambien escasez punzante. Ella es todo" (9).
La diada mujer-agua precisa de una reflexion juiciosa, sobre todo si se tiene en cuenta que consuetudinariamente ambos entes son objetos de deseo para la mirada masculina, que ha visto en esta dualidad una union conveniente para la domination; sin embargo, para Bolivar, la asociacion mujer-naturaleza no se rige por una logica de exploration, pero si por un impulso conversacionista. Con todo, es justamente un proceso de "transcorporeidad" (Alaimo 2), que convierte al cuerpo femenino en un cuerpo acuoso, el responsable de que el autor se vea obligado, casi que compulsivamente, a enumerar los posibles modos o estados en los que esta mujer-agua habra de instalarse en su memoria, problematizando, con ello, la alteridad radical de la mujer. Lo anterior ocurre porque el uso simbolico del agua permite establecer relaciones entre lo que parece pertenecer a esferas distintas; siguiendo a Astrida Neimanis, "Water not only flows between, and connects bodies; it also facilitates new kinds of bodies" (95).
Sea cual sea la optica desde donde se le mire, lo cierto es que dicha diada permite entrever la forma en que esta poetica se orienta, en primera instancia, a la "conservacion" del recuerdo de la amada fallecida. Una conservacion para la que las formas del agua, con todo y su constante mutabilidad (rio->rocio->lluvia->niebla->nieve->hielo), constituyen el medio mas eficaz de asegurarle a la amada un lugar despues de la muerte. Y, en un segundo momento, da cabida a una reflexion sobre los modos en que dicha poetica, consciente de que el futuro politica y ecologicamente hablando se perfila como incierto, apunta a la "conservacion" de las fuentes hidricas de esa parte del pais, enfatizando con ello la necesidad de una praxis ambiental alternativa que se desmarque de las logicas ecocidas imperantes. Solo asi puede entenderse que Bolivar, sin renunciar a la evocacion de la amada fallecida, decida ponerle fin a su relato con la imagen de una tierra fertil que, siempre y cuando permanezca banada por hilos acuosos de palabras, estara en capacidad de producir alimentos y vida: "Decir que la Hore un rio es como decir nada. Tai vez un mar podria contener mis lagrimas, o quizas mil lagunas de paramo alto. Lo cierto es que hoy escribo estas letras y se me escurren entre los dedos y pienso en ellas como los hilos acuosos que riegan la tierra fertil que ha de cosechar nuevos frutos, nuevos suenos de amor y de dolor. El agua, estas lagrimas mias, hoy tambien son todo" (Bolivar 11).
3. "Aguas en guerra, aguas en paz": la etica del cuidado ambiental en el modo de vida guerrillero
En "Aguas en guerra, aguas en paz" Gabriel Angel narra las vivencias que tuvo en torno al agua en su recorrido por el territorio colombiano durante las tres decadas en las que milito en dicha organization. Angel recuerda, entre otras cosas, su primer contacto con el "agua silvestre" que bajaba de la montana, agua que en su condition cristalina permitia observar los pececillos que vivian en ella; los aprendizajes que alguien como el, procedente de la ciudad, debio hacer en aras de conocer mejor el territorio que habria de recorrer incansablemente; el rigor que exigia el modo de vida guerrillero, pues, fuera verano o invierno, los exponia a una escasez o sobreabundancia de agua, en ambos casos riesgosa para la supervivencia de los entonces combatientes. Su relato permite afirmar que, paradojicamente, el conflicto armado en Colombia produjo una situation en la cual los firmantes de los Acuerdos sostuvieron una relacion con el agua ajena a las dinamicas de domesticacion y mercantilizacion de esta, y orientada a la praxis de una etica del cuidado ambiental.
Aunque la presencia de los actores del conflicto armado en Colombia en zonas de gran biodiversidad -escenario principal de la guerra en el pais- es objetable, opero como una suerte de coraza que blindo a dichos territorios del ingreso de "proyectos de desarrollo" que a corto y largo plazo menoscaban los territorios. Esta perspectiva no desconoce que "las disputas por los recursos naturales y los conflictos socioambientales han estado entrelazados con la violencia de formas muy diversas" (Rodriguez Garavito et. nlVlX ya que estos, los recursos, juegan un rol importante en el surgimiento, el mantenimiento, la perpetuacion y el desarrollo del conflicto. Ademas, puede senalarse a la naturaleza como victima debido a que el dano ejercido sobre ella sirvio en ocasiones para los actores del conflicto armado como estrategia de guerra.
Resulta llamativo que, como senala Angel, para entablar esa nueva relacion con el agua se hizo necesario su ingreso a una suerte de mundo paralelo, al que califica de "prohibido" claramente por el contexto de la guerra, pero que tambien puede entenderse a la luz de su relato como un mundo vedado al neoliberalismo, que en el contexto latinoamericano propende por la domesticacion y mercantilizacion de la naturaleza, a partir del respaldo que le ofrece un paradigma unidimensional que subordina la sostenibilidad y el cuidado ambiental al crecimiento economico (Tetreault 107). Dice Angel: "Cuando llegue de la ciudad con destino a la guerrilla, la muchacha que me guiaba indico que debiamos dormir en la casa de Francisco, una de esas puertas clandestinas por las que se puede ingresar al mundo prohibido" (35). En ese mundo prohibido, el agua con la que entraron en relacion los firmantes esta, en la mayoria de los casos, exenta de las intervenciones humanas que buscan transformaria en una sustancia predecible y controlable, es decir, en agua domesticada. Por el contrario, el agua silvestre con la que convivieron los excombatientes, al carecer de un proceso de antropizacion, actua de manera irregular e indomita. Lo anterior lo lleva afirmar: "La vida guerrillera impone un encuentro brutal con la naturaleza, extrana y esquiva para quien proviene de la ciudad" (Angel 35). Asi, el encuentro con el agua como elemento impredecible propicia la irrupcion de una dimension nueva de esta, que hace enfasis en su plasticidad para mostrar como puede representar la vida o la muerte en el modo de vida guerrillero; asi, el agua es para los excombatientes una dualidad que de manera imprevista y cambiante se presenta como transparencia o misterio, como auxilio o peligro.
En cuanto a la primera faceta del agua, es frecuente en "Aguas en guerra, aguas en paz" el enfasis en la importancia que esta supone para la vida humana, y en especial para quienes participan del modo de vida guerrillero, que implica sustancialmente el movimiento por los vericuetos de la selva mientras se Ueva la casa al hombro: "No hay ser vivo que pueda sobrevivir sin agua por demasiado tiempo. Menos si esta marchando con una carga pesada y bajo un calor sofocante" (Angel 38). Por esa razon, Angel relata que la biisqueda del agua dirigio en gran medida los pasos de los combatientes por el territorio en el que tuvo lugar el conflicto: "Como eramos un centenar, habia que buscar otras aguas mas abundances para banarnos todos. Asi que emprendiamoslamarcha montana abajo, hastahallar elparajepropicio" (36). En ocasiones dicha biisqueda motivo tambien el desgaste de sus fuerzas cuando escaseaba:
Asi como en unas ocasiones habia mucha agua, tambien en otras se hacia casi nula. En los dias finales del verano, las corrientes menores desaparecian, solo los rios grandes eran capaces de sobrevivir. Las operaciones enemigas y los sobrevuelos de la aviacion de guerra obligaban a acampar lejos de las orillas de los mismos, en donde resultaba imposible encontrar agua corriente. La solucion inmediata era cavar pozos profundos, a veces de varios metros, hasta que brotara el liquido del fondo. Luego de que emergiera habia que dejarlo sentar, para que quedara sin barro. (38)
Desde otro punto de vista, el relato de Gabriel Angel explora la faceta del agua como fuerza destructora. El autor hace referencia a los trabajos que enfrentaban cuando sorpresivamente se crecia el caudal de una quebrada a cuya orilla habian acampado y al peligro que se exponian cada vez que cruzaban un rio que avanzaba con fuerza indescriptible. Tambien, aunque de manera indirecta, en ocasiones la necesidad del agua fue causa del enfrentamiento con su enemigo, pues para obtenerla debian abandonar la coraza protectora que ofrecian los arboles y hacerse visibles en el claro de un rio, por ejemplo. Angel relata el motivo por el que tuvo lugar uno de los enfrentamientos inesperados entre el frente de las farc-ep al que pertenecia y el Ejercito Nacional de Colombia: "Despues habriamos de enterarnos de que cuando los dos muchachos fueron a tomar agua del rio habian sido observados por la tropa que justamente se hallaba ubicada en la otra orilla" (38). En la huida, el agua opera como una barrera protectora que impide la retirada de los combatientes y su cruce al umbral de la vida: "El agua nos llegaba casi a las rodillas y nos impedia adoptar la prisa que requeriamos. Imaginabamos que la tropa asomaria en cualquier momento al potrero y nos fumigaria con sus armas" (38). Mas, en ocasiones, el agua por si sola se transforma en muerte cuando opera como una fuerza capaz de tomar la vida de los seres humanos. En relacion con ello, Angel recuerda en su relato a "dos guerreras que terminaron convertidas en ninfas, tras perder la vida en medio de las aguas" (40).
Ahora bien, esa consciencia exacerbada de la importancia del agua y de la interdependencia entre el ser humano y la naturaleza, que emergio en el modo de vida guerriUero, condujo a una practica del cuidado ambiental que se materialize de dos maneras: primero, los entonces combatientes tomaban del entorno lo justo y necesario para el sustento vital y, en segundo lugar, preservaron el territorio que a fin de cuentas ellos mismos habitaban. Dicha relacion con la naturaleza queda opacada, por el contrario, para quienes, por ejemplo, obtienen beneficios monetarios de la explotacion de la naturaleza y, por tanto, producen su degradation, pero no habitan los territorios afectados. En terminos conceptuales, el relato de Angel da cuenta de una praxis alternativa a la hegemonica en relacion con la naturaleza por parte de los excombatientes, una de gran valor para los desafios del posconflicto. De acuerdo con Habermas, si en el paradigma de la racionalidad instrumental la naturaleza es concebida como un objeto de apropiacion, control y domination por parte de un sujeto que se situa en un lugar jerarquico, "el proyecto de una naturaleza como interlocutor en lugar de como objeto hace referencia a una estructura alternativa de la action" (63), que implica una persistente critica del antropocentrismo a favor de una etica que asuma al ser humano como integrante de un ecosistema y no como su propietario.
4. "Rio moribundo": hacia una democracia del agua desde la reincorporacidn de las historias subterraneas
Finalmente, en "Rio moribundo" de Elkin Carabali, la vida del autor se identifica con la historia de los rios en una relacion casi simbiotica: "Para contar mi historia, yo tengo que hablar de los rios y de las interacciones que vivimos con ellos" (28). Carabali mira su biografia en retrospectiva a partir de las formas del agua que lo acompanaron en cada momento: desde el rio Pamplonita, donde su mama lavaba la ropa cuando era nino, hasta los rios con los que vive el proceso de reincorporacidn desde Bogota en el contexto del posconflicto. Su relato es, entonces, un fragmento de la vida de los rios que comparten con el una historia de violencias y resistencias, y que, como el, permanecieron en un espacio subterraneo y alejados de la vida y la agenda publica. De esta forma, muestra que la reincorporacidn -es decir, la irrupcidn de lo subterraneo- de los firmantes de los Acuerdos a la sociedad civil aparece concatenada con la urgencia en la valoracidn de las aguas, reconociendo la interdependencia de los cuerpos de agua y los humanos tanto en el piano material como en el discursivo.
En su relato, Carabali reflexiona, pues, sobre la situacidn politica de Colombia tras los Acuerdos de Paz de 2016, usando a los rios como eje de analisis y camera metafdrica. Parte de una imagen: el rio San Francisco, que fue una de las principales fuentes hidricas de la capital colombiana en tiempos coloniales, es ahora un rio contaminado que desde la tercera decada del siglo xx corre subterraneo bajo la Avenida Jimenez de Quesada en Bogota. El San Francisco es muy distinto a los rios que Carabali conocio monte adentro, cuando pertenecia a las farc-ep: "Observo este rio y su recorrido y pienso, en contraste, en la cuenca del rio Catatumbo, con sus aguas cristalinas y llenas de vida" (26). Son dos imagenes que se superponen, de modelos productivos enfrentados y visiones distintas sobre el territorio. Carabali complejiza la mirada maniquea del conflicto armado, revelando que el sistema productive abanderado desde los centros metropolitanos es el principal causante de que los rios, que en otros tiempos fueron el eje de la vida y el desarrollo de las ciudades, esten ahora "heridos por anos y anos de dinamita detonada para alimentar los intereses economicos de unos pocos" (30). La acelerada industrialization a lo largo del siglo xx en Colombia -sumada a la economia neoextractivista y a las politicas neoliberales- llevo a la sistematica destruction de las aguas. Ese detrimento en las condiciones de habitabilidad podria considerarse, como senala Vandana Shiva, una forma de terrorismo: "La destruction de los recursos hidricos superficiales y de los bosques de las cuencas de captation y los acuiferos, es tambien una forma de terrorismo. Negar a la poblacion mas pobre el acceso al agua, privatizando el abastecimiento y contaminando los pozos y los rios es tambien terrorismo" (14).
De este modo, Carabali usa el rio subterraneo para remarcar la urgencia -casi siempre enmascarada o puesta en segundo piano- del cuidado del medio ambiente en el pais. A diferencia de lo que mayormente ocurre con la sociedad civil, entre los combatientes las relaciones con las agencias no humanas estan atravesadas por una etica del cuidado ambiental: "En mi experiencia en la guerra, a pesar de todo, intentaba beneficiar a los rios y trataba de cuidar la naturaleza" (30). Ese impulso conservacionista de las farc-ep, que ademas estaba soportado por una serie de reglamentos que limitaban actividades de gran impacto como la deforestation, la caza y la pesca (Rodriguez Garavito et. alm), se traslada, aqui, a un entorno citadino en el que urge el desarrollo de politicas medioambientales. En su relato, entonces, se revaloriza la experiencia guerrillera como necesaria para la construction de una democracia ecologica: "Al mirar la contamination y el mal manejo que hay de los recursos por parte de la sociedad, encuentro necesario aceptar el aporte de todos los colombianos" (30; enfasis nuestro).
Ahora bien, en el texto la imagen de lo subterraneo se expande para senalar tambien la necesidad de explorar las voces soterradas de los excombatientes en los procesos de memoria, reincorporacion y reconciliation: "Como el rio que baja del cerro de Monserrate, nosotros tambien bajamos de la montana, y asi como el rio trae noticias, nosotros tambien traemos buenas noticias del monte. Traemos noticias frescas. No es posible que se ensucie o se enturbie la memoria de la historia no contada de este territorio" (30). En ese sentido, Carabali sugiere que no es suficiente pensar en la reincorporacion como la asimilacion de los combatientes a la sociedad civil, sino que debe haber convergencia y dialogo, como en dos rios que se encuentran. Si no se hace asi, como apunta el propio autor, "vamos a continuar siendo agua sucia, agua encarcelada, una vida que camina enferma, que se ensucia en cada paso y de esa manera no hay reincorporacion o cambio que fluya" (30).
Tras los Acuerdos de Paz, las voces de los guerrilleros han sido puestas de nuevo en el espacio publico; son voces que hablan de alternativas productivas, de otras formas de relacionamiento con las agencias no humanas y de la historia extraoficial que ha permanecido encubierta: "Este rio sucio, rio citadino, rio moribundo, me hace pensar en las aguas limpias que quedaron atras y en la oportunidad que hay para mejorar entre todos: a partir de la historia subterranea, esa que no se cuenta en los libros oficiales, quizas nos escuchen acerca de lo que significa este contexto de reincorporacion" (Carabali 30).
De este modo, el autor resalta la necesidad de volver sobre la vision del mundo que llevan consigo los firmantes de los Acuerdos en materia ecologica, invitacion que podria extenderse a otras experiencias vitales -campesinas, indigenas, afrodescendientes, etc.- que historicamente han estado al margen del Estado colombiano y que, en palabras de Maristella Svampa, muestran "experiencias colectivas que se nutren de valores como la reciprocidad, la complementariedad, la justicia social y ambiental, el cuidado y la armonia en las relaciones de interdependencia entre lo humano y lo no humano" (122), indispensables en las democracias contemporaneas.
Al volver a habitar el espacio publico, Carabali se reencontro con las razones por las cuales se habia enlistado en las farc-ep, que aparecian tematizadas en los desaciertos politicos quellevaron al destino desafortunado del rio San Francisco: "Cuando me reincorpore a la vida civil -o me reincorpore, porque no se cuando acabe este proceso- regrese sin saber que reviviria los mismos sinsabores y las mismas experiencias que un dia me hicieron huir a la montana" (30). A pesar de eso, reconoce la importancia de que se exploren las historias subterraneas -de los excombatientes, pero tambien de los rios y la naturaleza violentada- que se reincorporan como la posibilidad de forjar democracias en las que todos los sujetos -humanos y no humanos- scan igual de excepcionales.
"Rio moribundo" tambien puede ser leido en clave poshumana como un relato en el que es imperativa la urgencia de descubrir las voces del agua. Como senala Donna Haraway, descomponer la idea tradicional de lo humano -trocear el Homo hasta volverlo humus y hacer compost con el excepcionalismo y el individualismo- es indispensable para reconocer nuestra interdependencia con los no humanos y relacionarnos con ellos desde otros marcos epistemologicos (62). De este modo, es posible comunicar las violencias de las comunidades humanas con aquellas que han sufrido los rios durante las guerras (desplazamiento, explotacion, ocultamiento, represamiento, etc.), y entender as! la importancia de que en los ultimos anos se haya avanzado en el reconocimiento de estos como vlctimas del conflicto armado colombiano.
En Cuando los pi jaros no cantaban, el volumen testimonial del bforme Final de la Comision de la Verdad, se senala que, en una vision sistemica de la violencia, la naturaleza no solo se interpreta como un lugar, sino como el principal motivo de la confrontacion armada (124). Desde esa mirada, la naturaleza es otra victima que debe ser escuchada (Carabali 14). Sin embargo, es una voz que no puede entenderse desde el paradigma antropogenico, sino en su especificidad, desde sus sonoridades propias (traducibles, por supuesto, a traves del arte). Los firmantes de los Acuerdos fueron testigos de los murmullos de esas aguas, remotas, inexploradas y cristalinas. Aguas que hablan de otra historia de Colombia, de otras posibilidades productivas; que nos miran desde las cumbres y que traen su murmullo de vida al territorio moribundo. Del relato de Carabali se concluye, entonces, que cualquier rio de agua viva puede quedar desahuciado por una relacion desafortunada con los seres humanos. Reconocer la urgencia de vivir con los rios y construir democracias del agua (Shiva 52) es, entonces, de los mayores desafios en el posconflicto. Como senala el geologo y cronista Ignacio Piedrahita en La verdad de los rios:
Aguas estancadas y malsanas estaran presences en nosotros como sociedad mientras no seamos consciences de que siempre nos banamos en el mismo rio. El agua se mueve de manera circular: de la cierra va al cielo y, por el cielo, las nubes la Uevan de nuevo hasca las cumbres de las moncanas, que nos banan una y ocra vez. Si miraramos con los ojos muy abiercos lo veriamos claramence: codo vuelve, codo recorna. No hay manera de romper ese cielo salvo devolviendole la vida que le hemos arrebacado. (39)
5. Conclusiones
Agua corriente (2022) aparece en un contexto de crisis global a raiz del cambio climatico, pero los relatos aqui analizados no pretenden dar solucion a dicha crisis, incluyendo las problematicas en torno al agua, sino que amplian los puntos de vista y acentuan la importancia ontologica de esta. Estas dos empresas, la ampliation y la acentuacion, confluyen en una praxis ambiental alternativa que se articula desde distintos frentes: la conservation del territorio ("Todo es agua"), la consolidation de una etica del cuidado ambiental ("Aguas en guerra, aguas en paz") y la materialization de una democracia del agua ("Rio moribundo").
Vistos al unlsono, estos frentes podrlan aportar de forma significativa a los procesos de ecologization y diversification de la narrativa sobre el conflicto armado en Colombia, en la medida en que revelan una dimension poco conocida para la opinion piiblica, que sitiia a algunos de los excombatientes de las farc-ep como agentes de una etica del cuidado ambiental que tuvo como piedra basal la conservation, la no mercantilizacion y la interdependencia con el agua.
No quisieramos concluir sin aludir al hecho de que tanto la antologia como este articulo se publican durante un periodo de amplias y arduas transformaciones politicas, sociales y ambientales a nivel local, regional y nacional, algunas de las cuales se encuentran ligadas a la implementation, en muchos de los casos lenta, de lo pactado en los Acuerdos. Esta sincronia no es para nada fortuita, porque si la lectura, como ha dicho Martha Nussbaum, "promotes habits of mind that lead toward social equality in that they contribute to the dismantling of the stereotypes that support group hatred" (92), podria decirse entonces que el articulo busca, sobre todo, dar continuidad a los procesos de reception, por parte de la academia, de los relatos testimoniales de quienes hicieron parte del conflicto. Y en nuestro caso, estos procesos de reception, lejos de agotarse en el marco de los trabajos de memoria y reconciliation que adelantan organismos como la Comision de la Verdad, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliation y el Centro Nacional de Memoria Historica, resultan importantes toda vez que demuestran que el ejercicio de la ecocritica literaria en Colombia es, hoy mas que nunca, una forma de contribuir, desde nuestros saberes, a la construction de futuros alternativos en los ambitos politico, ecologico y cultural.
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References
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