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Esta tesis examina cómo las narrativas literarias de Roberto Bolaño, Pedro Lemebel y Diamela Eltit exploran y desafían la masculinidad hegemónica en el contexto de producción de la dictadura y postdictadura chilena. El análisis parte de la hipótesis de que las obras de estos autores revelan la masculinidad no como una esencia inmutable, sino como una construcción precaria, sostenida por la reiteración performativa y fracturada por resistencias marginales. El primer capítulo se centra en la obra de Roberto Bolaño, específicamente en Estrella distante (1996), Nocturno de Chile (2000) y 2666 (2004), donde se analizan los personajes masculinos que internalizan y reproducen los mandatos del patriarcado, manifestados en la represión emocional, la homosocialidad excluyente, la cosificación de los cuerpos femeninos y la violencia estructural. Se estudia cómo la narrativa de Bolaño presenta estos procesos como una escalada gradual, desde la indiferencia emocional hasta la violencia explícita, confrontando al lector con las consecuencias devastadoras de la masculinidad hegemónica y sus mecanismos implícitos de normalización. El segundo capítulo aborda la obra de Pedro Lemebel, incluyendo las colecciones de crónicas Loco afán: crónicas del sidario (1996), Háblame de amores (2012), Poco hombre (2013), y la novela Tengo miedo, torero (2001) donde se explora la forma en que Lemebel retrata la violencia y exclusión ejercidas por la dictadura chilena hacia las comunidades sexo-disidentes, visibilizando y cuestionando la marginación sistemática. Su narrativa, híbrida entre lo testimonial y lo poético, redefine la masculinidad desde una perspectiva afectiva y comunitaria y muestra cómo la empatía crítica, la solidaridad entre excluidos y una performatividad alternativa del género pueden subvertir profundamente las normas patriarcales dominantes. El tercer capítulo se dedica a Diamela Eltit y analiza las novelas El cuarto mundo (1988), Los vigilantes (1994), Jamás el fuego nunca (2007) y Fuerzas especiales (2003), donde se estudia cómo Eltit desmantela las estructuras discursivas patriarcales mediante técnicas narrativas que fragmentan el orden temporal, marcan las fronteras entre los espacios públicos y privados, y cuestionan profundamente las representaciones simbólicas de la masculinidad. Sus textos revelan la fragilidad oculta detrás del dominio patriarcal, subvirtiendo las expectativas tradicionales sobre género y poder, y presentando la masculinidad como un constructo precario y susceptible a la resistencia. Finalmente, este estudio ofrece una contribución crítica al debate actual sobre la configuración y representación de las masculinidades en América Latina. Al explorar cómo Bolaño, Lemebel y Eltit exponen, cuestionan y reconfiguran la masculinidad hegemónica, se aporta una perspectiva interdisciplinaria que conecta literatura y estudios de género, lo que resalta la relevancia de las narrativas literarias como espacios clave para interrogar y transformar los mandatos patriarcales en contextos marcados por la violencia y la exclusión.