RESUMEN
Las experiencias de victimización y condiciones de vida de las personas LGBTI -lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex- muestran una gran heterogeneidad en diferentes planos y aspectos, incluyendo los del género y el espacio. Las diferencies entre hombres gais y mujeres lesbianas, por un lado, y entre hombres y mujeres bisexuales, por el otro, se cruzan con diferencias clave de experiencias y condiciones de vida en función de dónde se viva. Estas diferencias espaciales ya son notables entre regiones globales o entre países, al conformarse una geografía compleja de legislaciones, aceptación y datos de victimización, pero también se dan dentro de un mismo país. Así con conceptos como los del sexilio y la metronormatividad encontramos análisis mediáticos y académicos sobre las diferencias vividas por personas LGBTI a lo largo del continuo rural-urbano. Este artículo se basa en datos para España de una encuesta de la Unión Europea, de victimización y condiciones de vida, para explorar las relaciones de dependencia entre las respuestas de personas LGBTI en función de su identidad de género y su lugar de residencia. Así, este artículo entronca no solo con la trayectoria de los estudios queer cada vez más centra-dos en cuestiones metodológicas y en la necesidad de la producción de datos empíricos y cuantitativos o mixtos, sino también en la trayectoria de los estudios victimológicos. En este artículo usamos el test chi-cuadrado de independencia y los residuos estandarizados de Pearson como herramientas para rechazar o no la homogeneidad de las vivencias de las personas LGBTI, así como para identifcar problemáticas o diferencias clave en función de la identidad de género, la etique-ta principal en la encuesta -lesbiana, gay, bisexual, trans o intersex- y el lugar de residencia. A través de los datos de participantes lesbianas, gais y bisexuales, los únicos a partir de los cuales podemos hacer un análisis en base a la identidad de género, identifcamos diferencias signifcativas por género y por lugar que son más notables en el caso de participantes bisexuales.
PALABRAS CLAVE
LGBTI, test de independencia, victimización, género, España.
ABSTRACT
Victimisation experiences and life conditions for LGBTI individuals (les-bian, gay, bisexual, trans, and intersex) show a signifcant heterogeneity along different axes and aspects, including those of gender and space. Differences between gay men and lesbian women, on the one hand, and between bisexual men and women, on the other hand, intersect with key differences in experiences and life conditions depending on where they live. These spatial differences are already signifcant between global regions or countries, as they form a complex geography of legislations, acceptance, and victimisation data, but they are also present within a single country. As such, the concepts of sexile and metronor-mativity provide media and scholarly analyses of how LGBTI persons' lives change along the rural-urban continuum. This article draws from Spanish data from a European Union victimisation and life conditions data, in order to ex-plore the dependence relations between LGBTI participants' answers and their gender identity and place of residence. Consequently, this article links not only to a line of queer studies increasingly focused on methodological issues and on the need for the production of empirical and quantitative or mixed data, but also to the trajectory of victimology studies. This article uses the chi-squared test of independence and Pearson's standardised residuals as tools to reject or not the homogeneity of LGBTI persons' experiences, as well as to identify issues or key differences depending on gender identity, the survey's main categories (lesbian, gay, bisexual, trans, or intersex), and the place of residence. With data from lesbian, gay, and bisexual participants, the only ones with whom we may conduct gender identity-based analysis, we identify signifcant differences based on gender and place of residence, which are more striking in the case of bisexual participants.
KEY WORDS
LGBTI, test of independence, victimisation, gender, Spain
1. INTRODUCCIÓN
En un contexto de debates recientes sobre la aprobación de legislación es-pecífca sobre derechos y necesidades de las personas LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales), cabe preguntarse por cómo son las diferentes experiencias de dicha población. Estudios contemporáneos de victimología y de psicología social, entre otras disciplinas, han aportado un conocimiento creciente sobre cómo son las experiencias de violencia y discriminación vividas por las personas LGBTI, particularmente en contraste con la población en general. Las experiencias de violencia y discriminación motivadas por prejuicios -"odio", en el marco de los delitos de odio- contra la orientación sexual o identidad y expresión de género de las personas LGBTI se caracterizan por efectos negativos para la salud física y mental (Walters 2014) que pueden afectar a un colectivo con unos datos basales ya negativos en cuanto a desigualdades de salud (Mereish y Taylor 2021, Rees et al 2021). La comparación entre las formas de violencia motivadas por prejuicios y aquellas "ordinarias", sin dicha motivación, muestra cómo las violencias anti-LGBTI1 o dirigidas contra personas identifcadas como LGBTI, ha de estudiarse en su particularidad por cómo afecta víctimas tanto di-rectas como indirectas2. Estas acciones pueden incluir también un amplio abani-co de formas o tipologías en cuanto a sus efectos en víctimas directas e indirec-tas, que van desde el daño físico hasta consecuencias negativas en salud mental y en autoestima, como sentimientos de pavor, ansiedad, aislamiento, depresión, inseguridad, etc. (Walters 2014).
Los datos recientes de experiencias de victimización anti-LGBTI en el con-texto español muestran una imagen paradójica, con una visibilidad y una legis-lación crecientes o en expansión, pero con registros de incidentes motivados por prejuicios en aumento, al menos desde los registros a posteriori de movimientos sociales y fuerzas policiales (OCH 2022, Ministerio del Interior 2020). Si obser-vamos los datos de 2019 de la encuesta de victimización y condiciones de vida de personas LGBTI de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA 2020a) nos encontramos una tímida evolución favorable respecto de los datos de la anterior encuesta, de 2012 (FRA 2013). Los datos españoles de la encuesta de 2019 muestran que un quinto de las personas par-ticipantes había sufrido discriminación anti-LGBTI en el trabajo y que un 11% había sufrido al menos un ataque físico o sexual con la misma motivación en los cinco años anteriores a la encuesta. Los datos de la edición de 2023 (FRA 2024), por otro lado, muestran casi la misma victimización por discriminación en el trabajo y que un 12% de quienes participaron había sufrido un ataque físico o sexual por la misma motivación y en el mismo periodo, por lo que casi no en-contramos evolución. Estos mismos datos también señalaron la gran diversidad de vivencias y condiciones de vida dentro de la población LGBTI, al mostrar cómo diferentes categorías o etiquetas de participantes agruparon experiencias marcadamente diferentes.
Con todo, los datos españoles muestran una tímida mejora y, pese a la posibilidad de mejora en comparadores de derechos como el de ILGA Euro-pe (2022), vemos que la situación española es una de las más avanzadas en legislación específca y en datos de victimización de la Unión Europea. Desde la perspectiva de la legislación y la institucionalización de los derechos y las ne-cesidades de las personas LGBTI, el contexto reciente español también muestra una tendencia hacia la institucionalización de los movimientos sociales LGBTI, llegando a vínculos estrechos con administraciones públicas e instituciones (Martínez 2017, Mas y Jubany 2019). La presión de diferentes movimientos so-ciales en casi todas las Comunidades Autónomas españolas ha acabado tejiendo un mapa en el que la mayoría cuentan con legislación autonómica específca LGBTI o trans, a la que se suma el proceso reciente de una ley estatal en 2022. Esta legislación diferencial en función de dónde se viva, sumada a la desigual apuesta institucional local o autonómica por la visibilidad o la conmemoración de hitos LGBTI, nos habla de un mapa y de un proceso de institucionalización complejos con relevantes efectos en las vivencias, la victimización y las condi-ciones de vida de las personas LGBTI en función de dónde vivan (Domínguez Ruiz 2018).
Desde este contexto, este artículo considera las experiencias de victimización y las condiciones de vida de las personas LGBTI en España como un continuo que muestra realidades y puntos de partida diferentes en función de dónde se viva. Este artículo busca estudiar la intersección de la dimensión espacial y del género en las experiencias de victimización de las personas LGBTI en España. A partir de datos españoles provenientes de la mayor encuesta de victimización hecha en la Unión Europea, este artículo presenta un análisis cuantitativo de la relación entre las experiencias de victimización y condiciones de vida, por un lado, y los diferentes lugares de residencia y el género, por el otro. Tras esta introducción, el artículo expone la metodología utilizada y la fuente de datos para el análisis cuantitativo. El estudio de la relación entre las respuestas de la encuesta y las categorías identitarias de las personas participantes se apoya en una refexión sobre los datos de victimización existentes para España, y se basa en el test chi-cuadrado de independencia, al ser la herramienta más apropiada para los datos disponibles. Tras la metodología el artículo se apoya en un marco teórico sobre los vínculos entre la diversidad sexual y de género para defnir unas hipótesis de investigación. Finalmente, el artículo expone los resultados del estudio cuantitativo y una serie de conclusiones.
2. FUENTESY METODOLOGÍA 2.1. Fuentes
En el contexto español nos encontramos con diversas fuentes para el aná-lisis de la victimización queer o de personas LGBTI, con diferentes enfoques metodológicos y usos de los datos. Organizaciones sociales específcas LGBTI, como el Observatori contra l'Homofòbia (OCH 2022) y la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTB 2020), entre otras, publican informes anuales de incidentes de victimización registrados por equipos técnicos de apoyo jurídico y psicológico, especializados en esta tipo-logía de víctimas. De manera similar, el Ministerio de Interior (Ministerio del Interior 2020) publica informes anuales de delitos de odio, en los que se incluyen aquellos motivados por la orientación sexual y la identidad y expresión de géne-ro. Pese a que esta última fuente se basa en denunciar y en datos policiales, com-parte con los movimientos sociales el hecho de registrar incidentes a posteriori. El registro anual permite la comparación y una medida de la evolución, pero con el problema clave de no poder distinguir entre las experiencias de victimización realmente existentes y la mayor o menor efcacia de la herramienta de registro (Domínguez Ruiz 2023). Dicho de otro modo, en un contexto de infradenuncia como es el de los delitos e incidentes de odio (FRA 2020a) nos encontramos con la difcultad de distinguir entre cómo evolucionan los incidentes de victimización anti-LGBTI y cómo mejora la metodología de registro de las fuentes existentes.
Frente a los registros a posteriori una alternativa es el uso de encuestas de victimización, como fuente de datos fundamental para la victimología. Dichas encuestas, para el caso de las violencias anti-LGBTI, pueden ser de dos tipos: encuestas de victimización masivas en las que se pregunte por la orientación sexual y la identidad y expresión de género, o encuestas específcas de victi-mización LGBTI. Dadas las difcultades legales de varios países europeos y occidentales para preguntar en estudios y estadísticas ofciales por la orientación sexual o identidad de género (Guyan 2022), las encuestas específcas son las que mayor aceptación, uso y explotación cuentan en la actualidad. Un ejemplo de esta práctica es la encuesta anual elaborada por la FELGTBI+ (2023, 2024) para España, con dos oleadas recientes. La fuente principal de encuestas específcas, y en la que se basan tanto los estudios de la FELGTBI+ como este artículo, es la encuesta recurrente de la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, con oleadas en 2012, 2019 y 2023. De manera similar a la mayoría de encuestas para esta población, es una encuesta suministrada mediante una página web y difundida con campañas publicitarias y la colaboración de movimientos sociales. Pese a ser la encuesta específca más completa, no puede reducirse a una de victimización al haber preguntas sobre condiciones de vida y opinión sobre el contexto social. También ha de tenerse en cuenta que esta encuesta se ve afectada por las mismas limitaciones metodológicas que cualquier investigación cuantitativa sobre personas LGBTI: una dependencia extrema en las defniciones y en los términos empleados (Guyan 2022) y en la autoidentifcación de quienes participan (Doan 2016), así como la difcultad de acceso a una población "invi-sible" (Bell 2017). A partir de estas limitaciones, la encuesta de la FRA parte de la autoidentifcación de la orientación sexual y de la identidad y expresión de gé-nero, así como de la inter- o endosexualidad. El hecho de que la encuesta se base en la autoidentifcación con una etiqueta y no con un conjunto más amplio de prácticas o de atracción limita la población máxima que puede verse interpelada (Guyan 2022, OECD 2019). La FRA expone en el informe técnico de la encuesta de 2019 cómo se basa en una categorización amplia o fexible y en defniciones igualmente fexibles para favorecer la autoidentifcación en seis categorías centrales: mujer lesbiana, hombre gay, mujer bisexual, hombre bisexual, persona trans, persona intersexual (FRA 2020a: 9). Esta categorización a priori se apoya en un estudio comparativo de los estudios y encuestas existentes para poder acer-carse a un cálculo de la población LGBTI europea y estimar así un porcentaje poblacional de cada categoría en su diseño muestral (FRA 2020b: 12-14).
Este artículo se basa en los datos de la encuesta de 2019, publicados al año siguiente (FRA 2020a), al no contar en el momento de la escritura de este artícu-lo con los datos de la edición de 2023 en abierto como base de datos. La edición de 2019 contó con respuestas de 139.799 participantes mayores de 15 años y que cumplieron con el requisito de identifcarse como lesbianas, gais, bisexuales, trans o intersexuales. Los datos empleados para este artículo son los datos agre-gados, y no los microdatos, al encontrar una limitación signifcativa en la base de microdatos, disponible para la oleada de 2019: mientras que los datos agregados refejan el lugar de residencia como un espectro con cinco posibles puntos, el anonimato y la confdencialidad de respuestas hace que la FRA recodifcase esta variable a una dicotomía (urbano/rural) para los microdatos. El análisis prelimi-nar hecho al comparar esta investigación con los datos agregados pero con un espectro territorial, por un lado, y con los microdatos pero con una dicotomía territorial muestra la gran limitación de perder complejidad en el segundo caso.
2.2. Metodología
Tras la realización de la encuesta en 2019 y la publicación de sus resultados (FRA 2020a) y de los datos en abierto, este artículo explota dichos datos para llevar a cabo un análisis cuantitativo de la intersección entre las respuestas a preguntas clave y la ubicación geográfca de las personas participantes, con una especial mirada al papel que juega el género como factor diferenciador. Los datos de la encuesta para España, país al que nos limitamos, cuentan con respuestas sufcientes como para contar con la representatividad de la encuesta. No es así para la categoría de personas intersexuales, al contar con un tamaño muestral reducido, menor del esperado por la FRA, y con datos insufcientes para la mayoría de preguntas. Otras categorías principales -mujeres lesbianas, hombres gais, mujeres bisexuales, hombres bisexuales, personas trans y perso-nas intersexuales- cuentan también con respuestas insufcientes en preguntas secundarias, aquellas que requieren de haber respondido de una manera concreta en una pregunta anterior. De cara a nuestro estudio, la recopilación de los da-tos de la encuesta de la FRA se ha basado en su clasifcación en función de las seis categorías principales y de su lugar de residencia, como principal variable territorial. Los datos en abierto de la encuesta son recuperables a partir de un conjunto de preguntas sociodemográfcas, incluyendo el lugar de residencia de al menos un año de duración: gran ciudad, afueras o suburbio, pueblo o ciudad pequeña, aldea, campo. En estas cinco categorías, igual que en las seis principa-les, podemos encontrar una limitación fundamental de la encuesta, al utilizar ca-tegorías que pueden tener límites borrosos o que pueden no ser exhaustivas con una población. Dependemos de la autoidentifcación por parte de las personas participantes, al margen de cómo sea la población o la densidad de un municipio o lugar de residencia. Tanto para las categorías principales como para la residen-cia esta encuesta se basa en la autoidentifcación o adscripción consciente, y los datos han de entenderse desde esta perspectiva.
En cuanto a las seis categorías principales, la encuesta las separó, más que considerarlas de forma relacionada. En vez de agrupar a las personas autoi-dentifcadas con orientación homosexual y clasifcarlas después por género, la encuesta las clasifcó desde el primer momento del diseño en dos categorías diferentes, mujeres lesbianas y hombres gais. Lo mismo podemos decir de las personas bisexuales. La limitación principal de la categorización de la encues-ta en sus datos agregados es el hecho de priorizar la identidad de género y no considerar la posible intersección con la orientación. Dicho de otra manera: los datos agregados de 2019 clasifcan como trans y como intersexuales a todas las personas que hayan respondido de una determinada manera unas preguntas es-pecífcas, al margen de cuál sea su orientación sexual. Una persona homosexual o bisexual que sea trans solo es categorizada aquí como trans, y no aparece en los datos de las primeras cuatro categorías principales. El hecho de no añadir la información de género a las categorías principales también limita la explotación de los datos: cualquier persona participante que haya autoidentifcado su género como no binario es clasifcada como trans al margen de su orientación sexual, en vez de tener una categoría de personas homosexuales y otra de bisexuales con participantes identifcados como hombre, mujer o persona no binaria.
En conclusión, para este estudio hemos utilizado los datos para las seis ca-tegorías y hemos analizado la independencia entre las variables categóricas -la identidad y el lugar de residencia- y los resultados de las preguntas. Como segundo nivel o eje de análisis nos hemos basado en la categorización para la consideración del género, pudiendo utilizar esta información solo para las cuatro categorías homosexuales y bisexuales. El análisis ha tomado como herramien-ta fundamental la independencia entre variables categóricas mediante el test chi-cuadrado, entendido como estudio de la diferencia entre las frecuencias de dos categorías a partir de una distribución determinada (Agresti 2012, Geher y Hall 2014, Hanneman et al. 2012, Wagner y Gillespie 2019). Este test, con tres niveles de confanza (90%, 95%, 99%), ha buscado testar una hipótesis nula de independencia entre las variables, según la cual las diferencias entre categorías y entre categorías cruzadas por lugar de residencia no deberían ser signifcativas. Dicho de otro modo, hemos usado la independencia como manera de testar si la pertenencia a una de las categorías clasifcatorias y al lugar de residencia infuye de manera signifcativa las experiencias de victimización. El uso del test chi-cuadrado de independencia cuenta con limitaciones, al no ser direccional y no señalar el sentido específco de la relación (Geher y Hall 2014, Kraemer y Blasey 2016). Para poder llegar a entender cómo es la fuerza de la dependencia y hacia qué intersecciones de categorías tiende hemos optado por los residuos estandarizados de Pearson para aquellos casos con hipótesis nula de indepen-dencia rechazada. Este segundo nivel de análisis, también relacionado con la correlación y no la causalidad, nos ha permitido aproximarnos hacia la dirección de las relaciones de dependencia halladas.
3. HIPÓTESIS
Estos datos, y el hecho de que la encuesta de la FRA incluya preguntas sobre el lugar de residencia, entroncan con una línea de investigación relativamente reciente sobre la diversidad de experiencias y perspectivas dentro de la población LGBTI. Esta investigación ha complejizado los primeros estudios sociológicos, antropológicos, psicológicos y geográfcos, basados más en la descripción de un colectivo "novedoso" para su disciplina que en el estudio pormenorizado de diferencias y desigualdades. Una línea clara de investigación con este último objetivo es la encontrada en torno a la idea de metronormatividad, o considera-ción de las expectativas según las cuales las personas LGBTI encuentran vidas más vivibles o cómodas, en comunidad o colectivo, en grandes ciudades o en espacios concretos (Dwyer et al. 2015, Forstie 2020, Stone 2018). Esta línea de investigación cuestiona y combate la concentración de imaginarios, estudios y expectativas en grandes ciudades y en solo unas pocas de ellas, conocidas como mecas o referentes gais, queer o LGBTI (Brown 2008). Esta concentración tam-bién se ha estudiado en el contexto español, como consecuencia del centralismo de polos atractores o mecas locales, como Barcelona y España (Langarita 2020, Langarita et al. 2019, 2021). La centralidad de estas grandes metrópolis en el caso español se puede explicar desde el estudio del peso histórico que tienen en narrativas históricas nacionales o locales del movimiento LGBTI activista y empresarial (Martínez 2017), o desde el hecho de que la historia de dicho movi-miento activista se escriba fundamentalmente desde oenegés madrileñas o con sede en Madrid (ver Herrero Brasas 2007).
Siguiendo la llamada de voces como la de Amy Stone (2018), desde la so-ciología, antropología y geografía recientes encontramos estudios cada vez más pormenorizados de las vivencias de personas LGBTI fuera de grandes ciudades. Estos estudios llenan un nicho existente, mientras que también complejizan la visión de cómo es una vida LGBTI o de cómo es la relación entre el espacio y las comunidades basadas en la orientación sexual y en la identidad y expresión de género. Así, encontramos una gran diversidad de estudios que dan relevancia a las particularidades de vidas suburbanas, rurales o a la sombra de grandes áreas metropolitanas, y en la que se cruzan temas como la geopolítica, el mercado la-boral o el acceso desigual a derechos. Así, podemos encontrar temas tan variados como las expectativas migratorias (Thorsteinsson et al. 2022), las diferencias en el acceso o la vivencia de la salud en zonas rurales (Fisher et al. 2014, Glon et al. 2021, Horvath et al 2014, Lyons et al 2015), la experiencia de personas jóvenes LGBTI en entornos rurales (De Pedro et al. 2018, Hulko y Hovanes 2018) o la comprensión y vivencia de la masculinidad por hombres trans en contextos ru-rales (Abelson 2016). Solo centrándonos en el marco de la Unión Europea y del Estado español podemos encontrar estudios recientes sobre relaciones centro-pe-riferia en Croacia o Eslovenia (Butterfeld 2018, Kuhar y Švab 2014), así como un conjunto de casos de estudio de Cataluña en el que destaca el efecto del área metropolitana de Barcelona sobre su hinterland (Jubany et al. 2021, Langarita 2020, Langarita et al. 2019, 2021).
Más allá de estudios de caso concretos sobre vivencias LGBTI en contextos distintos de las grandes ciudades, encontramos una perspectiva más amplia o transformadora de los estudios sobre la diversidad geográfca en el marco de la diversidad sexual y de género. Precisamente el estudio de cómo estos dos ejes u objetos de análisis se cruzan ha contribuido a estudios innovadores sobre el papel del espacio en las vivencias de la orientación sexual y la identidad y ex-presión de género, y viceversa. Si "[l]a opresión y la injusticia siempre tienen lugar en algún sitio, tienen un paradero", según Graham (2016: 91), hemos de entender la espacialidad como una dimensión inherente a las particularidades de las experiencias de victimización. Esto es así no solo en los espacios centrales o céntricos, sino también en cualquier contexto del continuo rural-urbano (Bell y Binnie 2004). Así, estudios sobre la relación entre los diferentes espacios o so-bre cómo la espacialidad impregna cada momento de las vivencias de personas LGBTI han llevado a análisis sobre las manifestaciones o los epifenómenos de la metronormatividad (Podmore y Bain 2020).
El sexilio, por ejemplo, ha sido una mirada productiva para estudiar las re-laciones entre lugares de origen y destinos, como trayectoria migratoria LGBTI o queer de aquellas personas que salen del mundo rural o suburbano para en-trar en un espacio metropolitano central entendido como más vivible (ver La Fountain-Stokes 2004). Más allá del estudio de las trayectorias en sí, esta línea de estudio ha contribuido al cuestionamiento de la realidad o de la efcacia de las dimensiones histórica y frecuentemente ligadas al papel de las grandes metrópo-lis en las vidas LGBTI, como la huida del parentesco, el anonimato, el trabajo independiente y la oferta comercial (Jubany et al. 2021, Langarita 2020). Estu-dios como la investigación reciente de Jose Antonio Langarita sobre Girona y la relación que tiene con Barcelona cuestionan el carácter unívoco del sexilio, o la idea de que los territorios que expulsan y los que atraen son categorías cerradas y excluyentes. En sus palabras, Girona "exporta sexiliados, pero también recibe personas LGBT de otros territorios" (Langarita 2020: 1355), por lo que no hay una clara división binaria entre "exportación" e "importación". Este carácter borroso o complejo alimenta la difcultad, ya trabajada, sobre la división clara entre el mundo rural y el mundo urbano en el contexto de las personas LGBTI
(Butterfeld 2018, Jubany et al. 2021, Kuhar y Švab 2014). Encontramos aquí la relevancia de comprensiones del continuo rural-urbano que vean el espacio así, más como un espectro o continuo que como una clasifcación de categorías cerradas, exhaustivas y excluyentes. Así, podemos entender la ruralidad desde los imaginarios y los discursos asociados al extremo rural de dicho continuo, y no solo como una medida cerrada y concreta de población o densidad.
Desde esta comprensión, nuestra investigación se enfrenta al cruce de la di-versidad sexual y de género con la espacialidad desde una mirada borrosa, más allá de binarismos y de categorías estancas, en la línea de refexiones metodoló-gicas y teóricas propias de los estudios queer (Guyan 2022). Nuestra explotación de la encuesta de la FRA se benefcia del hecho de que la clasifcación territorial3 de la residencia no fuese un binarismo, sino un conjunto de cinco posibilidades. Esto ha permitido, junto al uso de los residuales estandarizados de Pearson, con-siderar el papel de extremos o de conjuntos de posiciones en el continuo rural-ur-bano. Así, nuestro análisis se ha apoyado en el estudio reciente y contemporáneo de la espacialidad de las experiencias de personas LGBTI, para aproximarnos a los datos españoles de la encuesta de la FRA con una mirada centrada en la interseccionalidad. A partir de esta revisión, y de la metodología y fuentes ya presentadas, nuestra investigación ha buscado verifcar las siguientes hipótesis:
o H1. Las experiencias de victimización y condiciones de vida de las diferentes categorías principales (mujer lesbiana, hombre gay, mujer bisexual, hombre bisexual, persona trans, persona intersexual) son hete-rogéneas, y las diferencias entre ellas son signifcativas.
o La aplicación reciente de la interseccionalidad en los estudios sobre las vidas de las personas LGBTI señalan una diversidad interna signifcativa (ver Hulko y Hovanes 2018).
o H2. Las experiencias de victimización y condiciones de vida agrupadas por el lugar de residencia mostraran una heterogeneidad signifcativa.
o A partir del marco teórico antes resumido, nuestra investigación parte de la hipótesis de que no hay homogeneidad signifcativa dentro de la población LGBTI ni cuando se considera el lugar de residencia. Dicho de otro modo, queremos falsar o verifcar la hi-pótesis de que el lugar de residencia es un factor clave, y asumimos que encontraremos diferencias signifcativas.
o H3. Las experiencias de victimización y condiciones de vida dentro de cada categoría identitaria mostrarán diferencias signifcativas en función del lugar de residencia.
o A partir de estudios sobre la espacialidad en las experiencias de personas LGBTI y sobre la especifcidad de las experiencias en entornos rurales o suburbanos respecto de las de grandes ciudades
(ver Jubany et al. 2021, Langarita 2020), defendemos que las expe-riencias dentro de cada categoría serán heterogéneas en función del lugar de residencia.
o H4. Las experiencias de victimización y condiciones de vida mostrarán diferencias signifcativas por género entre mujeres lesbianas y hombre gais y entre mujeres y hombres bisexuales.
o Estudios recientes o clásicos sobre las experiencias y condiciones de vida de las mujeres lesbianas y de las mujeres bisexuales mues-tran diferencias signifcativas respecto de los hombres con la misma orientación sexual (ver Coll 2021, Viñuales 2000). Por ello quere-mos comprobar si las experiencias de hombres y de mujeres con la misma orientación son signifcativamente diferentes.
4. RESULTADOS
A partir de la metodología antes presentada, nuestro estudio se ha basado en el análisis de la relación entre las condiciones de vida y experiencias de victi-mización y el espacio o territorio, a través de la correlación entre respuestas de preguntas de la encuesta de 2019. En la siguiente tabla (Tabla 1) presentamos el conjunto de relaciones para las que podemos rechazar la independencia o, dicho de otro modo, para las que podemos afrmar que hay una correlación relevante. En particular, en esta tabla vemos las tres primeras hipótesis, o cómo de relevan-tes son las seis categorías identitarias, los lugares de residencia como agrupación y los lugares de residencia para cada categoría identitaria.
La primera hipótesis, sobre las categorías centrales, nos lleva a afrmar que hay diferencias signifcativas en condiciones de vida y experiencias de victimiza-ción entre las seis categorías centrales, por lo que podemos rechazar una idea de homogeneidad entre las personas LGBTI como grupo. Encontramos diferencias relevantes, con niveles de confanza elevados, para temas como la visibilidad, la discriminación, la violencia, la salud, el acoso, etc. Si usamos los residuos estandarizados, por otro lado, podemos ver que las experiencias negativas de victimización se concentran particularmente en torno a las personas trans e in-tersexuales. Como ejemplo de esto, podemos ver en la Tabla 2 dos muestras de heterogeneidad entre las categorías identitarias principales con preguntas sobre experiencias de violencia física o sexual. Encontramos experiencias claramente más negativas en el caso de las personas trans e intersexuales.
Si pasamos a la segunda hipótesis, sobre cómo se relacionan los lugares de residencia agrupados con las respuestas, no podemos rechazar ninguna hipótesis nula de independencia. Si vinculamos este resultado con el de la primera hipó-tesis lo que podemos afrmar es que la heterogeneidad de experiencias entre las personas LGBTI es tal que ni agrupando todas las respuestas de un único tipo de lugar de residencia encontramos homogeneidad. Dicho de otro modo: las diferencias no pueden explicarse solo por el lugar de residencia en general, sino que tenemos que ir más allá y ver cómo de diferentes son las experiencias dentro de cada categoría identitaria central. En la Tabla 3 encontramos un ejemplo de la escasa variación de respuestas al agrupar por lugar de residencia, en el caso concreto de la visibilidad como persona LGBTI.
Este análisis se ve reforzado por el de la tercera hipótesis, sobre diferencias dentro de cada categoría identitaria por lugar de residencia. En este caso en-contramos diferencias signifcativas que nos hablan del potencial del continuo rural-urbano para explicar diferencias para cada categoría. Encontramos, por lo tanto, una muestra de la heterogeneidad entre las categorías identitarias, con experiencias y condiciones de vida marcadamente diferentes en función de la categoría y el lugar de residencia de la persona participante en la encuesta. La primera categoría, la de las mujeres lesbianas, es la que muestra menos cambios de experiencias o condiciones en función del lugar de residencia, por lo que podemos afrmar una mayor homogeneidad espacial en comparación. En el caso de los hombres gais encontramos una mayor variación territorial, pero en cual-quier caso reducida. Vemos algunas diferencias signifcativas en temas como el evitar sitios por miedo, la visibilidad, el hecho de haber denunciado o no el úl-timo ataque físico o sexual, el acoso en el último año, o cómo se percibe que ha cambiado la violencia hacia las personas LGBTI. En general estas experiencias muestran una mayor concentración positiva o favorable en el extremo rural del continuo, sin que el urbano sea desfavorable.
Las categorías de hombres y mujeres bisexuales muestran aún más variación de experiencias y condiciones de vida en función del lugar de residencia, aunque con diferencias, particularmente en temas de satisfacción con la salud y la vida, la visibilidad, experiencias de acoso, evitar lugares por miedo, la discriminación, la violencia o la percepción sobre el cambio social. La principal diferencia entre estas dos categorías, no obstante, está en cómo se concentran los resultados favo-rables o desfavorables: mientras que para las mujeres bisexuales el extremo rural es particularmente favorable, seguido del urbano, para los hombres bisexuales el extremo rural es donde más se concentran los resultados negativos. Encontramos una tendencia similar a la de las mujeres bisexuales en el caso de las personas trans, con resultados más favorables en los dos extremos del continuo territorial o espacial, siendo el rural aún más positivo. Vemos también una mayor varia-bilidad de experiencias y condiciones en función del lugar de residencia, por lo que podemos afrmar que es aún más determinante o relevante para las personas trans. Es particularmente signifcativo cómo vemos en este caso una situación ambivalente en el extremo rural, donde encontramos una menor violencia física o sexual y una menor discriminación, pero más acoso. Finalmente, y a partir de los datos limitados para las personas intersexuales, encontramos también grandes diferencias por el lugar de residencia, con una situación más favorable en am-bos extremos del continuo rural-urbano y signifcativamente peor en los puntos intermedios.
Para acabar, nuestro análisis también ha considerado el papel del género como factor relevante en las respuestas de participantes con la misma orientación sexual y con distinta identidad de género. Nuestra cuarta hipótesis nos ha guiado hacia las diferencias signifcativas entre las respuestas de hombres gais y muje-res lesbianas, por un lado, y de hombres y mujeres bisexuales por el otro, como podemos ver en la Tabla 4.
Como puede observarse, esta línea de análisis ha sido poco productiva, al encontrar diferencias signifcativas por género en pocas preguntas de la encuesta. Algunas diferencias signifcativas compartidas tienen que ver con las actitudes sobre la efectividad del gobierno ante los prejuicios y las necesidades de seguri-dad de las personas LGTBI, para lo que vemos respuestas más favorables en el caso de los hombres. Por otro lado, y solo en el caso de las personas bisexuales encontramos diferencias relevantes por género en dos preguntas sobre visibili-dad y sobre denuncias del último incidente de ataque físico o sexual, con el que vemos que los hombres bisexuales evitan más ir de la mano de otro hombre por miedo, pero que denunciaron más el último ataque físico o sexual sufrido. La de-pendencia de los datos agregados por la información espacial o territorial limita claramente esta línea de análisis, así como la forma de mostrar el género en los datos agregados en abierto.
5. CONCLUSIONES
Este artículo ha buscado estudiar desde una perspectiva cuantitativa cómo de diferentes son las experiencias de victimización y de condiciones de vida de per-sonas LGBTI en función de su categoría identitaria y de su lugar de residencia. Hemos buscado cuestionar una imagen de homogeneidad que puede encontrarse bajo nociones de comunidad o colectivo, y nos hemos aproximado a las diversas
realidades de personas LGBTI españolas a través de los datos de la encuesta EU-LGBTI II, de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales. Pese a tratarse de datos agrupados de 2019 y a contar con diversas limitaciones taxonómicas y de tamaño muestral para algunas categorías, defendemos que se trata de los datos más completos disponibles en el presente para la realidad de la victimización y las condiciones de vida de personas LGBTI españolas. Consideramos por lo tanto que dichos datos sirven para aproximarnos hacia la diversidad interna de dicha población, y hemos enfocado este estudio a partir del test chi-cuadrado de independencia, al entender que indica la presencia de diferencias signifcativas entre categorías. Nuestro estudio ha buscado enfrentarse a cuatro cuestiones rela-cionadas pero sensiblemente diferentes, estructuradas en torno a cuatro hipótesis.
En el caso de la heterogeneidad dentro de la población LGBTI, podemos confrmar la argumentación de Clare Forstie (2020: 159) de que no hay expe-riencias unifcadas entre personas LGBTI. Las diferencias particularmente en el caso de las personas trans e intersexuales conectan o se vinculan con el escaso poder explicativo del lugar de residencia agrupado. Dicho de otro modo, solo el lugar de residencia no puede servir para intentar buscar homogeneidad entre las personas LGBTI, por lo que debemos pasar a considerar cómo de diferentes son los espacios y territorios para cada subgrupo. Las diferencias dentro de cada una de las categorías identitarias centrales de la encuesta -mujeres lesbianas, hombres gais, mujeres bisexuales, hombres bisexuales, personas trans, personas intersexuales- en su forma agregada indican diferencias clave en tendencias sobre qué tipos de lugares de residencia son más o menos vivibles en el continuo rural-urbano. El hecho de que el extremo rural sea claramente favorable, o el más favorable, para todas las categorías menos para los hombres bisexuales nos permite apoyar, como hacen Jubany et al., la necesidad de cuestionar "la presunción habitual de que la gran ciudad es el espacio inherente de la liberación sexual, como fue dicho en los ochenta y noventa" (2021: 15). Nuestro análisis también se ha aproximado al papel explicativo del género, al comparar las res-puestas de aquellas categorías identitarias agrupadas por la encuesta con pares binarios. Este análisis, claramente limitado por la disponibilidad y el formato de los datos, ha sido improductivo y nos hace ver la necesidad de mejores datos y de mayor disponibilidad de microdatos.
Este estudio se ha visto limitado por la comparación entre los datos agrega-dos y los microdatos de la última edición de la encuesta con datos en abierto. Mientras que los datos agregados incluyen un continuo espacial o territorial productivo, con cinco opciones, tienen grandes limitaciones en cuanto al género y la clasifcación principal hecha por la FRA. Los microdatos disponibles, por otro lado, incluyen una recodifcación binaria del lugar de residencia que entien-de el espacio como una dicotomía urbano-rural que sirve para explicar poco. La disponibilidad de microdatos con información territorial completa permitiría un análisis más detallado del papel explicativo del género, mientras que también nos permitiría explorar otras técnicas de análisis estadístico. El anonimato de las respuestas, el motivo argumentado desde la FRA para las limitaciones de los microdatos, es una causa razonable particularmente en el caso de países con una población menor que la española, donde la identifcación de personas particu-lares podría no ser inconcebible. En el momento de la escritura de este artículo los datos en abierto de la encuesta de 2023, publicada al año siguiente, no están disponibles. El hecho de que la FRA reformulase su manera de preguntar por el género y la orientación sexual, pero también sobre la clasifcación de las perso-nas intersexuales o endosexuales, hace que sea necesario llevar a cabo análisis similares en el futuro a partir de microdatos que, con suerte, pueden incluir suf-ciente información espacial o territorial.
Pese a estas limitaciones, este artículo contribuye de manera signifcativa a una dimensión cuantitativa de los estudios queer, así como al estudio contem-poráneo sobre la intersección entre la espacialidad y la diversidad sexual y de género. De manera resumida, este artículo demuestra no solo la heterogeneidad inherente a lo que entendemos como personas queer o LGBTI, sino también que hay una gran heterogeneidad dentro de subgrupos por orientación sexual o identidad de género. En particular, esta investigación demuestra la relevancia del espacio o del territorio, a través del lugar de residencia, y reivindica la impor-tancia de considerar las diferencias y desigualdades espaciales entre las personas LGBTI. Nuestro estudio confrma investigaciones anteriores sobre el papel de la ruralidad en la salud y en las condiciones de vida de personas LGBTI (ver Fisher et al. 2014, Glon et al. 2021), así como estudios sobre la relativa homogeneidad espacial de las personas lesbianas y gais (ver Lyons et al. 2015). El hecho de que este artículo se base solo en los datos españoles de la encuesta de la FRA también enlaza con investigaciones actuales sobre la importancia de la escala en los estudios sobre victimización y condiciones de vida de las personas LGBTI: entendemos y defendemos la relevancia de factores locales como la población y la densidad de zonas o regiones, pero también las particularidades históricas, jurídicas y culturales (Forstie 2020, Kuhar y Švab 2014). La centralidad del carácter local o nacional, entendido como un aspecto sociocultural, así como la demostración empírica de la heterogeneidad espacial, nos lleva a defender la necesidad de estudiar de manera interseccional y pormenorizada la victimización y las condiciones de vida de las personas LGBTI. Nuestro estudio contribuye así a argumentar la necesidad de miradas complejizadoras sobre el estudio de dichas vidas, al entender que solo al considerar los diversos factores que las hacen más o menos vivibles podemos llegar a entender cómo se encarna la interseccionali-dad en cuerpos y vidas concretas.
6. BIBLIOGRAFÍA
ABELSON, M. J. (2016): "'You Aren't from Around Here': Race, Masculinity, and Rural Transgender Men", Gender, Place & Culture, 23(11), pp. 1535-1546.
AGRESTI, A. (2012): Categorical Data Analysis, Hoboken, Wiley.
BELL, D. y BINNIE, J. (2004): "Authenticating Queer Space: Citizenship, Urbanism and Governance", Urban Studies, 41(9), pp. 1807-1820.
BELL, M. (2017): Data Collection in Relation to LGBTI People: Analysis and Com-parative Review of Equality Data Collection Practices in the European Union, Bru-selas, Directorate-General for Justice and Consumers, European Union.
BROWN, G. (2008): "Urban (Homo)Sexualities: Ordinary Cities and Ordinary Sexuali-ties", Geography Compass, 2(4), pp. 1215-1231.
BUTTERFIELD, N. (2018): "Imagined Rural/Regional Spaces: Non-Normative Sexu-alities in Smaill Towns and Rural Communities in Croatia", Journal of Homosexual-ity, 65(13), pp. 1709-1733.
CHAKRABORTI, N. (2018): "Victims of hate crime", en Handbook of Victims and Victimology, Londres, Routledge, pp. 141-155.
COLL BLANCO, E. (2021): Resistencia bisexual: Mapas para una disidencia habitable, Santa Cruz de Tenerife, Melusina.
DE PEDRO, K. T., LYNCH, R. J. y ESQUEDA, M. C. (2018): "Understanding Safety, Victimization and School Climate among Rural Lesbian, Gay, Bisexual, Transgen-der, and Questioning (LGBTQ) Youth", Journal of LGBT Youth, 15(4), pp. 265-279.
DOAN, P. L (2016): "To Count or Not to Count: Queering Measurement and the Trans-gender Community", Women's Studies Quarterly, 44(3/4), pp. 89-110.
DOMÍNGUEZ RUIZ, I. E. (2018): Cuando muera Chueca: evolución y fnal(es) de los espacios LGTBI, Barcelona, Egales.
DOMÍNGUEZ RUIZ, I. E. (2023): Tú a Soria, yo a Barcelona: o cómo cambian las vi-das queer en función de dónde vivimos, Barcelona, Egales.
DWYER, A., BALL, M. y BARKER, E. (2015): "Policing LGBTIQ People in Rural Spaces: Emerging Issues and Future Concerns", Rural Society, 24(3), pp. 227-243.
FELGTB: Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (2019): Informe 2019 Delitos de Odio, Madrid, FELGTB.
FELGTBI+: Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (2023): Estado del odio: Estado LGTBI+ 2023, Madrid, FELGTBI+.
FELGTBI+: Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (2024): Estado del odio: Estado LGTBI+ 2024. Encuesta personas LGTBI+ en España, Madrid, FELGTBI+.
FISHER, C. M, IRWIN, J. A. y COLEMAN, J. D. (2014): "LGBT Health in the Mid-lands: A Rural/Urban Comparison of Basic Health Indicators", Journal of Homo-sexuality, 61(8), pp. 1062-1090.
FORSTIE, C. (2020): "Theory Making from the Middle: Researching LGBTQ Commu-nities in Small Cities", City & Community, 19(1), pp. 153-168.
FRA: European Union Agency for Fundamental Rights (2013): EU LGBT Survey. Eu-ropean Union lesbian, gay, bisexual and transgender survey, Luxemburgo, Publica-tions Offce of the European Union.
FRA: European Union Agency for Fundamental Rights (2020a): EU-LGBTI II: A Long Way to Go for LGBTI Equality, Luxemburgo, Publications Offce of the European Union.
FRA: European Union Agency for Fundamental Rights (2020b): EU-LGBTI II: A Long Way to Go for LGBTI Equality. Technical Report, Luxemburgo, Publications Offce of the European Union.
FRA: European Union Agency for Fundamental Rights (2024): EU- LGBTIQ Survey III. LGBTIQ Equality at a Crossroads. Progress and Challenges, Luxemburgo, Publica-tions Offce of the European Union.
GEHER, G. y HALL, S. (2014): Straightforward Statistics: Understanding the Tools of Research, Oxford, Oxford University Press.
GLON, B., GIANO, Z., HUBACH, R. y HAMMER, T. (2021): "Rurality, Gay-Related Rejection Sensibility, and Mental Health Outcomes for Gay and Bisexual Men", Journal of Gay & lesbian Mental Health, 25(4), pp. 408-426.
GRAHAM, M. (2016): Anthropological Explorations in Queer Theory, Nueva York, Routledge.
GUYAN, K. (2022): Queer Data. using Gender, Sex and Sexuality Data for Action, Londres, Bloomsbury.
HANNEMAN, R. A., KPOSOA, A. J. y RIDDLE, M. D. (2012): Basic Statistics for Social Research, Hoboken, Wiley.
HERRERO BRASAS, J. A. (2007): Primera plana. La construcción de una cultura queer en España, Barcelona, Egales.
HORVATH, K. J., IANTAFFI, A., SWINBURNE-ROMINE, R. y BOCKTING, W. (2014): "A Comparison of Mental Health, Substance Use, and Sexual Risk Behav-iors Between Rural and Non-Rural Transgender Persons", Journal of Homosexuali-ty, 61(8), pp. 1117-1130.
HULKO, W. y HOVANES, J. (2018): "Intersectionality in the lives of LGBTQ Youth: Identifying as LGBTQ and Finding Community in Small Cities and Rural Towns", Journal of Homosexuality, 65(4), pp. 427-455.
ILGA Europe (2022): Rainbow Europe Index 2021, Bruselas, ILGA Europe.
JUBANY, O., LANGARITA ADIEGO, J. A. y MAS GRAU, J. (2021): "'There is LG-BTQ Life Beyong the Big City': Discourses, Representations and Experiences in Two Medium-Sized Spanish Cities", Journal of Homosexuality, 69(11), pp. 1908-1927.
KRAEMER, H. C. y BLASEY, C. (2016): How Many Subjects?, Nueva York, SAGE.
KUHAR, R. y ŠVAB, A. (2014): "The Only Gay in the Village? Everyday Life of Gays and Lesbians in Rural Slovenia", Journal of Homosexuality, 61(8), pp. 1091-1116.
LA FOUNTAIN-STOKES, L. (2004): "De sexilio(s) y diáspora(s) homosexual(es) latina(s): cultura puertorriqueña y lo nuyorican queer", Debate Feminista, 29, pp. 138-157.
LANGARITA ADIEGO, J. A. (2020): "Sexual and Gender Diversity in Small Cities: LGBT Experiences in Girona, Spain", Gender, Place & Culture, 27(9), pp. 1348-1365.
LANGARITA ADIEGO, J. A., MAS GRAU, J. y ALBERTÍN, P. (2021): "Local Government Policies on Sexual and Gender Diversity in Spain. Experiences from Alt Empordà", Government Studies. Doi: 10.1080/03003930.2021.1932480
LANGARITA ADIEGO, J. A., MAS GRAU, J. y JUBANY, O. (2019): "Geografías de la diversidad sexogenérica más allá de la gran ciudad: experiencias, discursos y prácticas en dos ciudades medianas de Cataluña", Documents d'Anàlisi Geogràfca, 65(3), pp. 474-492.
LYONS, A., LEONARD, W. y BARIOLA, E. (2015): "Mental Health and Resilience among Rural Australian Lesbians and Gay Men", Rural Society, 24(3), pp. 244-265.
MARTÍNEZ, R. (2017): Lo nuestro sí que es mundial: Una introducción a la historia del movimiento LGTB en España, Barcelona, Egales.
MAS GRAU, J. y JUBANY, O. (2019): "De la révolution sexuelle à l'inclusion sociale des expressions LGBT+. Le processus d'obtention des droits LGBT en Espagne", Droit et Culture, 77(2019/1), pp. 53-68.
MEREISH, E. H. y TAYLOR, M. S. (2021): "Sexual and Gender Minority People's Physical Health and Health Risk Behaviors", en Queer Psychology, Springer, pp. 81-102.
MINISTERIO DEL INTERIOR (2020): Informe sobre la evolución de los delitos de odio en España, Madrid, Ministerio del Interior, Gobierno de España.
OCH: Observatori contra l'Homofòbia (2022): L'estat de la LGTBI-fòbia a Catalunya, Barcelona, OCH.
OECD (2019): Society at a Glance 2019. OECD Social Indicators: A Spotlight on LGBT People, París, OECD Publishing.
PODMORE, J. A. y BAIN, A. L. (2020): "'No queers out there'? Metronormativity and the queer suburban", Geography Compass, 14(9), e12505.
REES, S. M., CROWE, M. y HARRIS, S. (2021): "The lesbian, gay, bisexual and trans-gender communities' mental health care needs and experiences of mental health services: An integrative review of qualitative studies", Journal of Psychiatric and Mental Health Nursing, 28(4), pp. 578-589.
ROTHE, D. L. y KAUZLARICH, D. (2018): We are all complicit: victimization and crimes of the powerful, en Handbook of Victims and Victimology, Routledge, pp. 348-363.
STONE, A. L. (2018): "The Geography of Research on LGBTQ Life: Why sociologists should study the South, rural queers, and ordinary cities", Sociology Compass, 12(11), e12638.
THORSTEINSSON, E. B., BJARDNSON, T., LOW, N. M. y ARNARSSON, A. M. (2022): "Sexual Orientation and Migration Intentions among Rural, Exurban and Urban Adolescents in Iceland", Culture, Health & Sexuality, 24(1), pp. 31-47.
VIÑUALES, O. (2000): Identidades lésbicas: discursos y prácticas, Barcelona, Bellate-rra.
WAGNER III, W. E. y GILLESPIE, B. J. (2019): Using and Interpreting Statistics in the Social, Behavioral, and Health Sciences, Nueva York, SAGE.
WALTERS, M. A. (2014): Hate Crime and Restorative Justice: Exploring Causes, Re-pairing Harm, Oxford, Oxford University Press.
You have requested "on-the-fly" machine translation of selected content from our databases. This functionality is provided solely for your convenience and is in no way intended to replace human translation. Show full disclaimer
Neither ProQuest nor its licensors make any representations or warranties with respect to the translations. The translations are automatically generated "AS IS" and "AS AVAILABLE" and are not retained in our systems. PROQUEST AND ITS LICENSORS SPECIFICALLY DISCLAIM ANY AND ALL EXPRESS OR IMPLIED WARRANTIES, INCLUDING WITHOUT LIMITATION, ANY WARRANTIES FOR AVAILABILITY, ACCURACY, TIMELINESS, COMPLETENESS, NON-INFRINGMENT, MERCHANTABILITY OR FITNESS FOR A PARTICULAR PURPOSE. Your use of the translations is subject to all use restrictions contained in your Electronic Products License Agreement and by using the translation functionality you agree to forgo any and all claims against ProQuest or its licensors for your use of the translation functionality and any output derived there from. Hide full disclaimer
© 2025. This work is published under https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/ (the "License"). Notwithstanding the ProQuest Terms and Conditions, you may use this content in accordance with the terms of the License.
Details
1 Universidade de Santiago de Compostela