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Iván Lópegallo
EL UNIVERSAL
La Catedral de la ciudad de México es visitada diariamente por cientos de personas que se sorprenden por las características de su construcción, el rescate que en años recientes se hizo de la construcción o las diversas muestras de arte sacro que contiene. Sin embargo, la mayoría desconoce que bajos sus pies hay un lugar extraordinario: la Cripta de los arzobispos. Espacio que, siguiendo la tradición de enterrar a los clérigos en los sótanos de sus templos, fue construido por órdenes del arzobispo Luis María Martínez y Rodríguez, quien lo bendijo en 1954. Se encuentra debajo del altar o Retablo de los Reyes y junto a...