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En tanto, las acusaciones contra el gobierno no se han hecho esperar. Por ejemplo, Angel Ibarra, presidente de la Unidad Ecológica Salvadoreña (Unes), exigió la renuncia de las autoridades de salud por su incapacidad para prevenir este tipo de desastres humanos. "Sólo se toman medidas reactivas; lo mismo pasa con la epidemia de dengue, lo mismo con los huracanes...", apuntó Ibarra.
La zona afectada es la central del país y las víctimas, los alcohólicos empedernidos y vagabundos que un día, como se dice en El Salvador, "alzaron vuelo y jamás volvieron a pisar la tierra". Las autoridades, con notoria displicencia, sospechan desde la irresponsabilidad de los productores de aguardiente de bajo precio hasta de "una limpieza social".
Luego de 122 muertos suspenden la venta de alcohol en El Salvador
Juan José Dalton
Especial para La Opinión
SAN SALVADOR.-- Las velaciones y los entierros colectivos hacen rememorar las consecuencias de las represiones del Ejército salvadoreño durante el conflicto armado que vivió esta nación centroamericana entre 1980 y 1992. Pero se trata de algo radicalmente distinto, aunque no menos dramático: 122 fallecidos en 10 días por haber ingerido alcohol adulterado con una sustancia de uso industrial: el metanol.
Tenían que morir más de 120 personas intoxicadas después de 10 días para que este último miércoles la Asamblea Legislativa decretara una prohibición en la venta de alcoholes, con la amenaza de elevadas multas a los violadores por su distribución.
La zona afectada es la central del país y las víctimas, los alcohólicos empedernidos y vagabundos que un día, como se dice en El Salvador, "alzaron vuelo y jamás volvieron a pisar la tierra". Las autoridades, con notoria displicencia, sospechan desde la irresponsabilidad de los productores de aguardiente de bajo precio hasta de "una limpieza social".
Las autoridades de Salud Pública, Hacienda, Seguridad Pública y alcaldías se tiran unos a otros las culpas y no hay quién asuma la responsabilidad del control.
Lo cierto es que como aceptó el presidente Francisco Flores, existía una ley sancionada desde 1996, pero sin reglamento que controlara la producción, distribución y venta de alcoholes.
Las principales sospechas han caído sobre aguardientes con marcas sugestivas: Bombazo, Coche-bomba, Trueno y Super trueno. Miles de cajas con envases de estos licores, así como de alcohol medicinal, han sido decomisados, pero se especula que los productores han huido del país para evadir la justicia.
Dos tragos, de tres colones cada uno (35 centavos de dólar en total), han sido suficientes para matar uno a uno a tanta gente. Medicina Legal reconoce que los índices de alcoholismo en El Salvador son altos.
Con 6.2 millones de habitantes, en 1999 se registraron 804 fallecimientos a causa del alcoholismo. Hay que tomar en cuenta que en zonas rurales tienen altos índices de alcoholismo, pero los registros no existen.
La Fundación contra las drogas (Fundasalva) aseguró que en pruebas antidoping a automovilistas realizadas entre enero y julio pasado se descubrieron altos niveles de alcohol en el 93% de ellos.
En tanto, el 34% de las atenciones de los servicios de emergencia están relacionadas con el alcoholismo.
En tanto, las acusaciones contra el gobierno no se han hecho esperar. Por ejemplo, Angel Ibarra, presidente de la Unidad Ecológica Salvadoreña (Unes), exigió la renuncia de las autoridades de salud por su incapacidad para prevenir este tipo de desastres humanos. "Sólo se toman medidas reactivas; lo mismo pasa con la epidemia de dengue, lo mismo con los huracanes...", apuntó Ibarra.
Photo (Un local cerrado por la venta de alcohol adulterado)
Copyright La Opinion Oct 13, 2000
