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En el contexto de una «economía de redes», las redes económicas no pueden ser concebidas como el resultado de simples interacciones cibernéticas en un mundo virtual cuya plataforma es internet. Las redes son también Ia expresión fáctica de flujos de información verificables entre comunidades entrelazadas por lazos étnico-culturales, comunidades que hoy cuentan con poder de lobby, representatividad política e influencia económica. El artículo analiza el rol de las comunidades chinas de ultramar, actores no estatales relevantes que crean riqueza y funcionan como vectores de Ia expansión de los valores culturales e intereses económicos de China en el mundo.
Palabras claves: economía de redes, redes económicas, comercio, cultura, China, América Latina.
* Introducción
Las comunidades chinas dispersas por el mundo overseas Chinese) y presentes en América Latina y el Caribe (alc) conforman una verdadera red (network) basada en una identidad común provista por un mismo tronco cultural y origen geográfico. En términos analíticos, su representatividad como portadoras de valores, tradiciones y capacidades económicas destaca a estas redes como un poderoso vector amplificador de la influencia china en los asuntos mundiales y constructoras de globalización mediante interacciones no virtuales. Esto refuerza la conectividad ya de por sí existente en razón de la identidad étnico-cultural y/o lingüística que las une.
En el contexto de una «sociedad global de redes»1, las comunidades chinas de ultramar sirven a los objetivos generales de transformar a China en un poder emergente durante el siglo xxi. Sin embargo, los enfoques relativos a la lucha por la supremacía mundial, la conservación de la hegemonía global y el ejercicio de mayor influencia sobre actores y procesos globales han puesto poco énfasis en el análisis de sus lógicas de comportamiento.
Su utilización como variable explicativa surge de considerar a estas comunidades como actores claves para entender la malla de interacciones públicas (gubernamentales) entre gobiernos, semigubernamentales (diplomacia de los pueblos) y no gubernamentales (intercambios sociales, lógicas relaciónales vía ONG de distinto tipo) entre China y los distintos países de la región. En este orden, las políticas públicas y los diseños estratégicos de los gobiernos orientados a profundizar los vínculos con China no siempre proveen ajustados indicadores sobre la intensidad de las relaciones bilaterales, subregionales e interregionales. Es necesario considerar también la mayor o menor presencia...