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Abstract
El sistema de justicia penal se nutre principalmente de sectores de la población excluidos y marginados; ello nos lleva a reflexionar si la delincuencia se basa en un statu quo que adquiere el sujeto dependiendo de donde ha nacido y se ha desarrollado o hay algo más de fondo, como la propia marginación que el sistema capitalista ha llevado a los más desfavorecidos. Esto, sin lugar a duda, ha creado una especie de sistema alternativo en el ámbito social, pues, como se ha podido observar en las últimas décadas, han incrementado de manera cuantitativa y cualitativa las legislaciones penales en los sectores donde la mayoría de los sujetos que cometen delitos pertenecen a estas clases desfavorecidas. Sin embargo, y contrariamente a lo que se podría pensar de inicio, dicho incremento en el sistema de justicia penal no se debe a un aumento de sucesos delictivos, sino más bien a diversos factores, como el miedo ciudadano provocado por medios de comunicación, entre otros. En el presente artículo se trata de poner de manifiesto las líneas y los accidentes que han provocado esta fisura en el derecho penal.