Content area
Full Text
Los sangrientos acontecimientos de la primavera de 2006 en Sao Paulo, Brasil, evidenciaron el poder del Primeiro Comando da Capital (PCC), considerada la organización criminal más dominante en ese país.
El 12 de mayo de ese año, el PCC orquestó varios motines carcelarios y atacó comisarías estatales que dejaron más de 30 agentes de seguridad muertos.
Sao Paulo se paralizó: se decretó el toque de queda y se sembró el caos. Más de 500 civiles perdieron la vida en medio de los enfrentamientos entre la policía y la banda.
En 2011, un estudio conjunto de la Universidad de Harvard y Justicia Global, grupo defensor de derechos humanos en Brasil, aseguró que los ataques del PCC fueron una reacción a la “corrupción oficial” de la policía y que muchas de las muertes de civiles se debieron a la brutalidad de las autoridades.
Se conocía el poder del PCC dentro de las cárceles, pero aquella fue la primera vez que la poderosa banda propagó de tal manera la violencia en las calles.
Hoy, casi 15 años después de esos hechos y casi 30 desde su creación en la década de los 90, el PCC no es...