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LA LEY DE LA CALLEROBOS Y SECUESTROS / AÑOS 80
Probablemente, el pijo o aristócrata delincuente más reconocido de España sea Jaime Mesía Figueroa, nieto del primer conde de Romanones. Probablemente, por puro afán de aventura e innatas inclinaciones criminales, fue notorio por estar involucrado en numerosos actos ilegales de primer orden, al tiempo que se relacionó con policías corruptos, presidiarios y delincuentes de toda condición.Según algunas versiones, proporcionó a unos atracadores los planos de una sucursal de Banesto situada en la Plaza de la Lealtad para realizar un atraco gracias al cual lograron un botín de 1.200 millones de pesetas. La prensa de la época decía: "En el auto se señala que ‘de lo actuado se desprende que Jaime Mesía Figueroa, en diciembre de 1984, se puso en contacto con José Ramón Torres Pérez, a quien conocía desde hace varios años por haber coincidido en prisión’. José Ramón Torres, de 36 años (miembro de COPEL, la Coordinadora de Presos en Lucha) fue acusado en 1978, junto a Mesía, de perpetrar en Madrid el secuestro de un joyero y el atraco de un industrial... Mesía propone a José Ramón Torres Pérez...