Resumen: Este trabajo presenta los resultados preliminares obtenidos en la excavacion del Cingle de Valmayor XI, desarrollada dentro del proyecto de investigation 'Los caminos del Neolitico'. A traves del analisis de las dataciones radiocarbonicas y de una detallada lectura estratigrafica se han podido establecer tres horizontes de ocupacion diferentes con cronologias que corresponden a distintos momentos del VI milenio cal BC. Se ofrece una description general de los eventos arqueologicos documentados en cada una de estas fases, asi como de gran parte del material recuperado -ceramica, litica, industria osea, elementos de adorno, fauna y restos carpologicos-. Por otra parte, a la luz de las nuevas dataciones presentadas, se propone una revision del fenomeno de la neolitizacion en la region del Bajo Aragon y, por extension, en todo el valle del Ebro; tambien se cuestiona la identification de contextos como propios de economfas productoras simplemente a traves de la presencia de ciertos elementos materiales considerados tradicionalmente como 'marcadores neohticos', sin que existan variaciones con respecto a las estrategias subsistenciales o de explotacion del territorio.
Palabras clave: Mesolitico; Neolitico antiguo; dataciones radiocarbonicas; ceramica neolitica; tecnologia litica.
ABSTRACT: This paper presents the preliminary results of the excavation of the Valmayor XI rock shelter, in the context of the research project 'The pathways of the Neolithic'. Through the analysis of the radiocarbon dates and a detailed stratigraphic interpretation three occupations have been established with chronologies within different periods of the vith millennium cal BC. A general description of the archaeological events documented in each phase, and of most of the recovered material -pottery, lithic artefacts, bone industry and ornaments, faunal and carpological remains- is offered. Moreover, in the light of the new dates presented, a review of the Neolithisation process in the Lower Aragón region, and also in the Ebro valley, is proposed. Also the identification of archaeological sites as Neolithic ones only on the basis of the presence of some elements considered as 'Neolithic markers', without any consideration of the subsistence strategies or territorial exploitation, is questioned.
Key words: Mesolithic; Early Neolithic; radiocarbon dates; Neolithic pottery; lithic technology.
1. El Cingle de Valmayor xi: un enclave estrategico en pleno valle del Ebro1
Fue descubierto por los miembros del Grupo de Investigacion 'Coses del Poble' de la localidad de Mequinenza, Francisco Copons y Jose Carbonell, durante la sequfa del ano 2005- Se localiza en el confln oriental del termino municipal, a unos 18 km de la poblacion, y ocupa un extenso cingle o afloramiento de areniscas a media ladera del barranco que da nombre al yacimiento (Fig. 2a). Se trata de un area de captation de aguas procedentes de una extensa superficie que acaba por drenar en la orilla derecha del Ebro. En la actualidad el yacimiento se encuentra totalmente cubierto por el embalse de Mequinenza, salvo en los periodos de estiaje, que suelen coincidir con el final del verano e inicios del otono.
Este abrigo se ubica a 120 msnm, en un potente afloramiento de arenisca oligocena orientado al s-se -coordenadas utm Huso 30: x-260.450/ y-4.578.850-. Su cornisa, de una anchura mayor de 4 m, conforma una cavidad muy alargada con una boca de mas de 50 m, una profundidad que oscila entre los 3-4 m y una altura media desde el techo al nivel superficial de poco mas de 2 m.
En relacion al emplazamiento, cabria destacar dos aspectos muy interesantes: por una parte, su ubicacion estrategica en medio de varias vias de transito naturales y, por otra, su localization en una zona muy apta para el asentamiento humano en la Prehistoria reciente, como indican los numerosos hallazgos arqueologicos documentados en el entorno (Fig. 1).
1.1. Ubicacion en zona depaso
El yacimiento se encuentra en un corredor natural entre los rlos Ebro y Matarrana, en un entorno especialmente singular perteneciente al termino municipal de Mequinenza, a caballo entre las tierras del Bajo Aragon y las del Bajo Cincay Segre, y junto al extremo se de la comarca aragonesa de Los Monegros (Fig. 1). Este emplazamiento geoestrategico, a menos de 100 km de las costas mediterraneas, debio constituir un punto crucial de las comunicaciones naturales durante la Prehistoria reciente, hecho que se refleja en su riqueza arqueologica (Royo y Gomez, 1996: 769-770 y 2004: 67-72).
Las especiales condiciones orograficas del entorno, con extensas planicies y profundos valles excavados en los sedimentos de calizas y areniscas, determinan la complicada comunicacion entre unas zonas y otras, de modo que los rios han asumido un papel especialmente importante en este aspecto. El Segre y su cercano afluente el Cinca, el Matarrana y, como principal eje vertebrador de este sistema hidrico, el rio Ebro, junto a sus barrancos subsidiaries, han servido de autenticos corredores naturales, permitiendo el paso entre los encajados valles de este territorio a lo largo de la Historia.
1.2. Entorno apto para el asentamiento humano en la Prehistoria reciente
Toda el area descrita es muy rica en hallazgos arqueologicos. Su relevancia en epoca prehistorica queda fuera de toda duda a tenor de la existencia de numerosos abrigos con arte rupestre esquematico, tanto pintado como grabado (Royo, 1986-1987) (Fig. 1). Los trabajos de prospeccion y excavacion llevados a cabo en este territorio durante mas de 14 anos (Royo y Gomez, 1991, 1996 y 2004) han dado lugar a un importante catalogo de yacimientos, con una gran variedad de estructuras y restos materiales documentados (Fig. 1). Con anterioridad a la intervencion de la que es objeto este artfculo, destacan las actuaciones desarrolladas en los enclaves del Barranco de la Mina Vallfera (Royo, 1984 y 1987; Royo y Gomez, 1996: 768, 772-773) y Riols i (Royo y Gomez, 1992 y 1997). Las dataciones disponibles para este ultimo yacimiento corresponden en su totalidad a cronologias neoliticas (Gomez et al., 1992: 49-51), destacando en esta ocasion las de los niveles mas antiguos -6040 ± 100 bp, 5216-4720 cal bc- por su posible correspondencia con uno de los momentos de ocupacion del Cingle de Valmayor xi -Valmayor xi-m- (cf. apartado 2).
Varios factores pudieron favorecer la temprana ocupacion de este territorio. Asf, la proximidad de recursos hfdricos, la existencia de buenas tierras para el cultivo o el amplio control visual del entorno son variables sin duda determinantes a la hora de asentarse en un territorio (Fig. 1). Ademas, se ha constatado la proximidad geografica de algunos de los enclaves antropicos a areas de abastecimiento de diversas materias primas, principalmente de naturaleza li'tica (Royo y Gomez, 1996: 772 y 2004: 71).
2. Lectura estratigrafica y cronologica de la secuencia de Valmayor xi
El Cingle de Valmayor xi ha sido objeto de una unica campana de excavacion en 2011, en la cual se intervino en un espacio de unos 26 m2 aproximadamente, dividido en dos areas diferenciadas por una franja de 50 cm (Fig. 2a y b). En la parte mas oriental, de unos 14 m2, no llego a excavarse la estratigrafia completa en su totalidad, sino que en ciertas zonas de la misma solo fue posible registrar los primeros niveles de ocupacion - fundamentalmente en la zona mas cercana a la pared del abrigo, donde existe una mayor potencia sedimentaria-. Se identificaron un total de 52 unidades conformando un paquete estratigrafico que apenas llega a alcanzar los 50 cm de espesor -sin tener en cuenta los niveles no antropicos, uuee 14 y 19- (Figs. 2c y 3a). El derrumbe de grandes bloques petreos procedentes del techo y pared del abrigo en epoca prehistorica, en concreto en un momento de vacfo poblacional del asentamiento entre las fases identificadas como Valmayor xi-ii y ill, ha permitido preservar en cierta medida su estratigrafia, principalmente en los sectores localizados hacia el interior del cingle. Sin embargo, las capas superficiales no cubiertas por estos eventos de derrumbe se encuentran alteradas notablemente por la accion del flujo y reflujo de las aguas del pantano. Los fenomenos postdeposicionales sufridos por este yacimiento, asf como su formacion sedimentologica, son procesos muy significativos y de tal complejidad que seran objeto en un futuro de una publicacion especffica. Su estudio, actualmente en elaboracion, revela que, si bien todos los niveles de ocupacion han sido alterados por diversos procesos tafonomicos, no lo han sido en la misma medida como demuestra el hallazgo de numerosas estructuras in situ (Fig. 3b-f), fundamentalmente en las zonas protegidas bajo la visera del cingle. Por tanto, la disposicion de las diferentes capas sedimentarias dentro del propio yacimiento es uno de los factores que mas ha determinado su estado de conservacion.
El analisis de la secuencia estratigrafica junto con las dataciones disponibles nos han llevado a identificar tres momentos de ocupacion (Fig. 4), que abarcan un importante lapso cronologico hasta finales del vi milenio cal bc:
- Valmayor xi-i: es la fase mas antigua del yacimiento y la unica que no ha podido ser datada, debido a la ausencia de eventos singulares de vida corta adecuados para tal cometido. Este nivel se conforma por la sucesion de dos horizontes antropicos diferentes, con un marcado buzamiento siguiendo la pendiente de la ladera. Ambos se corresponden con los primeros eventos de actividad humana detectados, apoyandose el mas antiguo -ue 21- directamente sobre un estrato esteril -ue 14- resultante de la erosion de la roca madre -ue 19- (Figs. 2c y 3a). Su excavacion se ha restringido unicamente a un pequeno sector localizado hacia el exterior de la visera del abrigo -aproximadamente 4 m2-, en el que se han documentado dos hoyos de poste y escaso material arqueologico - fundamentalmente industria litica, algunos restos de fauna y ausencia total de ceramica-. Todas las evidencias apuntan hacia una cronologia mesolitica para este momento de ocupacion.
- Valmayor xi-ii: este nivel de ocupacion (Fig. 4), que se ha localizado en la mitad superior del area excavada extendiendose un poco hacia la ladera, tiene una cronologia de mediados del vi milenio cal bc -6750 ± 30 bp-. Se caracteriza por la abundante presencia de carbones y huellas de fuego, definidas por manchas de tierra rubefactada de diferentes tamanos. En el sector interno del abrigo, este horizonte se asienta sobre las capas de sustrato natural, mientras que hacia el exterior cubre parcialmente las unidades sedimentarias que conforman el momento de ocupacion anterior (Figs. 2c y 3a). Apoyado directamente sobre este nivel, cubriendolo y preservandolo en cierta medida, se documento un importante derrumbe -ue 25- de grandes lajas de arenisca desprendidas del techo del cingle (Fig. 3a); este evento, que se registro sobre todo en la parte mas oriental de la intervencion, habria tenido lugar concretamente en un lapso cronologico entre esta fase ocupacional y la posterior. En este horizonte se ha recuperado abundante material arqueologico, principalmente industria litica, algunos restos de fauna y ceramica -en ocasiones decorada-, ademas de varias cuentas de collar y otros elementos de adornos. Por otra parte, se han documentado numerosos hogares de morfologia mas o menos homogenea, consistentes en una cubeta excavada de forma circular o ligeramente ovalada y con un 1 m de diametro aproximadamente -se han identificado algunos de menor tamano-; suelen aparecer delimitados por un circulo de tierra rubefactada y amortizados por un relleno de piedras de pequeno tamano, en cuyo interior se han registrado escasos materiales arqueologicos (Fig. 3a, c y d). Una de estas estructuras de combustion presenta unas caracterfsticas diferentes -ue 12-, puesto que consiste en una gran mancha de tierra rubefactada cuyas dimensiones superan los 2 m2 y con una potencia mayor de 10 cm, que parece ser el resultado de la accion potente y continuada del fuego en un mismo lugar. En ella, se han recuperado numerosos restos de talla minusculos junto con cenizas y carbones, evidencias que han llevado a plantear la posibilidad de que se trate de un area destinada al trabajo de la talla de sflex. Tambien se ha identificado en este horizonte de ocupacion un alineamiento semicircular de varios hoyos de poste equidistantes entre si, asociados a tres cubetas de escasa profundidad, que podrfan corresponder a una estructura realizada con postes de madera para delimitar un espacio en el sector mas interno del cingle (Fig. 3a y e). Por ultimo, se ha identificado un pequeno alineamiento de piedras -ue 20- que podrfa haber formado parte de una estructura de cerramiento (Figs. 2cy3b).
- Valmayor xi-iii: localizada hacia el interior de la visera (Fig. 4), esta fase se corresponde con el ultimo momento de ocupacion prehistorica del lugar, fechado a finales del vi milenio cal bc -6090 ± 30 bp-. Contiene igualmente un unico nivel antropico, apoyado directamente sobre el anterior horizonte ocupacional, y en algunos sectores sobre un evento de derrumbe -ue 25- (Figs. 2c y 3a) que ha permitido su buena conservacion en las partes mas altas del abrigo. Por el contrario, hacia el exterior de la visera del abrigo este nivel ha desaparecido por el arrastre del agua. Se caracteriza por las numerosas inclusiones de carbones de pequeno tamano y la presencia de abundante industria Utica y del mayor porcentaje de la ceramica recuperada en este yacimiento. Ademas, se han identificado algunas estructuras de combustion y un hoyo de gran tamano -ue 26- que fue completamente colmatado por piedras, y en cuyo interior se hallaron numerosos materiales arqueologicos (Fig. 3a y f) de gran calidad -cuentas de collar y colgantes, importantes piezas liticas o el unico recipiente ceramico casi completo hallado in situ de todo el yacimiento-.
Por ultimo, se ha documentado un nivel superficial -ue 0- producto de la erosion del yacimiento (Fig. 2c), en el que se ha recuperado una gran cantidad de material arqueologico como ceramicas -lisas y decoradas-, restos faunisticos, elementos de adorno, pulimentos y fundamentalmente industria litica. Junto a estos materiales han aparecido algunos elementos de epoca reciente, pero en ningun caso evidencias de ocupaciones prehistoricas posteriores a las referidas en este epigrafe.
Teniendo en cuenta todos los factores expuestos, quedan patentes tres cuestiones dignas de senalar en relacion con la secuencia de Valmayor xi:
* La existencia de una fase propiamente mesolitica previa al 5609-5478 cal bc -Valmayor xiI- que, a falta de una mayor precision debido a la ausencia de dataciones absolutas, vendria a cubrir, en cierta medida, el vacio poblacional que algunos investigadores plantean para el Bajo Aragon entre el 6200 y el 5700 cal bc (Utrilla etal., 2009: 171), y que se correspondent con la tradicionalmente denominada 'fase B del Mesolitico de triangulos'.
* La necesidad de fijar la llamada 'fase c o de transicion al Neolitico' (ibidem: 177) en torno a mediados del vi milenio cal bc, coincidiendo con las dataciones de Botiqueria dels Moros 4 y asimilando a este momento contextos como los de Pontet Cinf, Costalena c3 y Secans nb. Los datos obtenidos en Valmayor xi estarian cuestionando, por tanto, la hipotesis defendida para el Bajo Aragon de la existencia de un periodo de abandono generalizado o 'fase b', seguido de una reocupacion de los yacimientos tras un amplio periodo de vacio poblacional. Dentro de este marco interpretativo, en nuestra opinion el horizonte de Valmayor xi-ii podria definirse como un 'contexto mesolitico con elementos neoliticos' (cf. apartado 4.2).
* El desarrollo de contactos entre las poblaciones mesoliticas asentadas en el Bajo Aragon y los 'pioneros neoliticos' que darian lugar, en torno al 5300-5000 cal bc, a un fenomeno de plena neolitizacion de todos los grupos tanto en sus bases subsistenciales como economicas y sociales -Valmayor xi-iii-. El mecanismo de este proceso, cuestion sobre la que se incidira a lo largo de este articulo {cf. apartado 4), debe ser objeto de futuras investigaciones. Por el momento, nuestras hipotesis senalan la relevancia que factores como la interaccion entre comunidades en distintos escenarios pudieron tener (Garcia, 2014; Rojo et al, 2008), frente a los planteamientos que defienden la autoexclusion y/o exclusion de alguno de los grupos (Jover y Garcia Atienzar, 2014).
3. El registro material de Valmayor xi: presencias y ausencias en la cultura material
3.1. La cerdmica: estudio comparativo del conjunto ceramicoy sus singularidades
En el Cingle de Valmayor xi la ceramica constituye uno de los elementos mas caracteristicos e interesantes de cara a la interpretacion del yacimiento. En general, todos los analisis realizados apuntan hacia la perfecta integracion de esta coleccion en el contexto general del Neolitico antiguo en el Bajo Aragon, definido por otros yacimientos excavados en la zona. De hecho, algunas de las piezas son practicamente identicas a otras halladas en Costalena (Barandiaran y Cava, 1989), Botiquerfa dels Moros (Barandiaran, 1978) o El Plano del Pulido (Utrilla y Bea, 2011). Los hallazgos ceramicos contextualizados en este yacimiento se restringen a la zona interior protegida bajo la visera del abrigo y a los horizontes ocupacionales mas recientes -Valmayor xiII y in-. El analisis realizado de todo el conjunto, atendiendo a distintos aspectos, ha dado lugar a importantes diferencias entre ambos momentos de ocupacion.
3.1.1. Analisis cuantitativo: numero de restos y porcentajes
La excavacion ha proporcionado una de las colecciones ceramicas mas extensas si la comparamos con los enclaves coetaneos del Bajo Aragon. Se ha recuperado un total de 673 restos frente a los 556 de Costalena, los 519 de Las Torrazas, los 443 de El Pontet o los 290 de Alonso Norte. Una mayor diferencia se observa con respecto a otros nucleos como Botiquerfa dels Moros o Els Secans -con 45 y 20 fragmentos respectivamente- (Ramon, 2006: 57-69). De este conjunto, 117 piezas proceden de los niveles superficiales y por tanto fueron encontradas fuera de contexto, por lo que no han sido incluidas en los analisis.
La gran diferencia observada en cuanto al numero de fragmentos y peso porcentual de la ceramica recuperada en las distintas fases (Fig. 5a, b y d) podrfa responder principalmente a dos cuestiones. En primer lugar, hay que tener en cuenta la distinta cronologia de ambos horizontes, puesto que la datacion del segundo momento de ocupacion es de mediados del vi milenio cal bc, situandolo temporalmente cercano a contextos neoliticos pioneros como es el caso del nivel lb de Chaves, el h19 de Cendres, el vm de Cova d'en Pardo o el 80205 de Mas d'Is (Rojo et al., 2012: 591-597). Por su parte, la fase mas reciente con fecha de finales del vi milenio cal bc se corresponde con un momento en el que proliferan los enclaves plenamente neolitizados no solo en el ambito del valle del Ebro, sino en muchas partes de la Peninsula Iberica. En segundo lugar, la diferencia en el numero de fragmentos recuperados puede deberse al cambio en los modelos de subsistencia, puesto que en la fase mas antigua la ceramica se trataria de un elemento integrado puntualmente en la cultura material a traves de diversas estrategias de intercambio; mientras que en aquellas sociedades con un bagaje plenamente neolitico el elemento ceramico ya estaria siempre presente, siendo generalmente de fabricacion local.
3.1.2. Analisis cualitativo: formas y proceso de elaboracion
Todo el conjunto ceramico documentado se integra perfectamente en las pautas generales definidas para este periodo, entre las que destaca el predominio de formas simples. Si bien en Valmayor xi-ii tenemos una variedad reducida de tipos, destacando el binomio cuenco-olla, en Valmayor xi-iii se ha registrado una mayor diversidad y la introduccion de nuevas formas, como los contenedores o botellas caracteristicos del Neolitico antiguo en todo el territorio peninsular. Tambien se observa un aumento significativo de grandes recipientes (Fig. 5c, e y g).
En relacion al proceso de elaboracion, el analisis se ha centrado en la observacion de dos aspectos especificos: las cocciones y los tratamientos de la superficie. Las ceramicas presentan cocciones reductoras y colores oscuros tanto en sus secciones como en sus superficies en Valmayor xi-ii, mientras que en la fase posterior este analisis indica una mayor variedad. Segun Garcia y Calvo (2006) la homogenizacion y equilibrio cromatico del corte transversal de las paredes de la vasija -caracterfstica de las ceramicas de Valmayor xi-ii- es reflejo de cocciones largas en atmosferas estables, lo que, unido a una coccion reductora como revela el color de la seccion, parece indicar el uso de una estructura aislada y cerrada. Por su parte, los datos de Valmayor xi-iii indican que en torno al 80% de la produccion ceramica se cocio en una atmosfera estable aunque, a diferencia de la fase anterior, hay un 20% de casos en los que no es homogenea e incluso algunos ejemplos de 'mala cochura'. En cuanto al tratamiento de las superficies, 3 de los 4 recipientes identificados en Valmayor xi-ii tienen la superficie alisada, mientras que el otro tiene un tratamiento mas cuidado consistente en el brunido tanto de la pared exterior como la interior. En Valmayor xi-iii, los tratamientos mas cuidados, entendiendo por ello el brunido-espatulado, son anecdoticos puesto que en el 87% de los casos el acabado de los recipientes corresponde unicamente al alisado. Estos datos apuntan hacia dos situaciones bien diferenciadas. La uniformidad y estabilidad de las cocciones, junto a una dedicacion importante en el tratamiento de las superficies, en la fase con ceramica mas antigua, manifiestan que los escasos recipientes documentados son de muy buena calidad; sin embargo, en los niveles mas recientes se han registrado casos en los que las cocciones son poco uniformes y las superficies no siempre reciben un tratamiento especial, lo que indica una mayor variabilidad en cuanto a la calidad de las ceramicas. Este diferente comportamiento avala la hipotesis de que en un principio la ceramica se trato de un objeto escaso muy valorado y de buena calidad, por lo que podrfa ser un factor clave en las redes de intercambio. Con el paso del tiempo, el elemento ceramico se generalizo, dejando de recibir el mismo tratamiento de objeto especial para convertirse en una pieza comun del ajuar domestico, dando lugar a la aparicion de recipientes con 'mala cochura' y de ciertas imperfecciones como las localizaciones cromaticas especfficas.
3.1.3. Analisis de las decoraciones: tecnicas y patrones
El analisis de las tecnicas decorativas tambien muestra una importante diferencia entre las dos fases ceramicas, caracterizada por la presencia de una mayor variabilidad en el periodo mas reciente.
La tecnica mejor representada en todo el conjunto es la 'impresion con instrumento', siendo mayoritaria en ambos niveles aunque con ciertas diferencias (Fig. 4a). En Valmayor xi-ii es la unica tecnica decorativa, representada por piezas con 'impresiones simples' y algun caso con la tecnica mixta de 'impresion + acanaladura (Fig. 6a y c). En Valmayor xi-iii el 50% de los fragmentos decorados estan impresos, siendo un 79% 'impresiones simples' y el resto 'impresiones continuas'. Dentro de este grupo se han identificado tres variantes (Fig. 5f):
- La decoracion 'cardial' aparece en 2 fragmentos que presentan ornamentacion en el borde, si bien en uno de ellos se combinan ademas las modalidades de 'arrastre' y 'pivotante' (Fig. 6a). Porcentualmente supone un 5,26% del total de ceramicas documentadas y el 10,52% de las 'impresas'. Este dato es similar a Costalena c2 -14,28%- o Chaves la -21,56%-, pero contrasta con otros yacimientos del Bajo Aragon como Botiquerfa dels Moros 6 -100%- y 8 -40%-, Costalena cl -33,33%- o El Pontet c. sup. -70%-, as! como con otros contextos del valle del Ebro como Forcas n -43,85%- o Chaves lb -51,4%- (Ramon, 2006: 349).
- La decoracion 'a peine' (Fig. 6a) representa el 18,42% del total registrado y el 36,84% de las impresiones. Este hecho lo equipara a los yacimientos del Bajo Aragon como Botiquerfa dels Moros 8 -40%-, El Pontet c. sup. -30%- o Costalena c2 -35,71%-, y lo diferencia de los enclaves oscenses en los que esta tecnica decorativa rara vez sobrepasa el 8% (ibidem: 349).
- La 'digitacion/ungulacion' (Fig. 6a) se ha documentado en un 5,26% de los restos y se corresponde con el 10,52% de las ceramicas 'impresas'. De nuevo, existen varias estaciones en el valle del Ebro que ofrecen datos similares como Alonso Norte -5,88%-, Las Torrazas -5%-, Costalena c2 -7,14%-, la Cueva del Moro de Olvena superior -19,37%-, Chaves la -11,2%- y lb -5,39%(ibidem: 349) o Els Trocs -15%- (Rojo et al., 2013: 27).
Las restantes tecnicas decorativas documentadas en este yacimiento solo estan presentes en el nivel neolitico de ocupacion mas reciente -Valmayor xiiii-, a excepcion de los casos decorados con tecnica mixta ya mencionados, hallados en la fase anterior (Fig. 5f). La siguiente tecnica en importancia es la aplicacion de 'cordones' que corresponde a un 32% del total (Fig. 6b), rasgo caracteristico de las colecciones del valle del Ebro (Garcia et al., 2011: 91), como indica su alta representatividad en Las Torrazas, El Pontet b, Els Secans, Costalena c, Forcas II, y su papel destacado en lugares como Botiqueria dels Moros 8 o Chaves lb (Ramon, 2006: 348, 351). Por ultimo, las tecnicas mixtas solo se corresponden con un 18%, constituidas en todos los casos por una combinacion de 'impresion' con una segunda tecnica, que puede ser 'incision', 'acanaladura' o 'cordon liso' (Fig. 6c). Fday que destacar, por su singularidad, una pieza decorada mediante esta tecnica mixta, en la que ademas se ha documentado un relleno de pasta roja cubriendo parte de la decoracion (Fig. 6d). Es relevante la ausencia total de 'boquique', tecnica junto al cardial que mas protagonismo interpretativo ha adquirido en los ultimos anos (Alday, 2009; Alday y Moral, 2011).
A pesar de la falta de estudios experimental es, se han podido extraer algunas conclusiones sobre los posibles instrumentos utilizados en el proceso decorativo. De nuevo, es en el horizonte ocupacional de Valmayor xi-iii donde se ha documentado una mayor variedad, identificandose el uso de peines dentados, de espatulas tanto biapuntadas como de seccion curva, asi como las propias manos manifestadas en la realizacion de 'digitaciones y ungulaciones'. En algunos casos, se ha podido identificar el empleo de fibras vegetales, entendiendo como tales tallos o hierbas, que evidencia un uso de 'materiales de fortuna' o improvisados. Existen ademas ejemplares decorados con conchas, dos de ellos con un berberecho - Cerastoderma sp.- y otro con la concha de un gasteropodo, probablemente una Rumina decollata, usada para la realizacion de impresiones con la parte distal de la misma; probablemente, esta ultima se tratase tambien de un "litil de fortuna". Fday que destacar el hallazgo de una espatula (Fig. 11a), cuyos analisis tecnologicos han arrojado indicios acerca de su posible utilizacion sobre arcilla fresca (cf. apartado 3.3.1), hecho que avalaria la hipotesis de la fabricacion local de los recipientes ceramicos -o al menos de una parte de ellos- documentados en el horizonte de Valmayor xi-m. En este sentido, algunas de las decoraciones estudiadas podrian perfectamente haber sido realizadas con un instrumento de este tipo (Fig. 7g).
Las pautas metodologicas publicadas en Garcia et al. (2011) son las que se han seguido para el estudio de los patrones decorativos documentados en el Cingle de Valmayor xi. Los resultados obtenidos de nuevo manifiestan una clara diferenciacion entre los dos niveles con ceramica, orientada hacia una mayor complejidad y variedad en la deco radon de los recipientes recuperados en el horizonte de Valmayor xi-iii. El conjunto ornamentado de la fase mas antigua se define por la presencia de motivos simples, limitados en todos los casos al tercio superior de las piezas, con los que se han podido determinar dos patrones decorativos distintos caracterizados por lineas horizontales paralelas (Fig. 7a y b). Ejemplos similares se pueden encontrar en el nivel c2 de Costalena (Barandiaran y Cava, 1989: 50-51, figs. 25, n.°s 6 y 8, y 26, n.°s 2-4), o los niveles 6 y 8 de Botiquerfa dels Moros (Barandiaran, 1978: 105, fig. 36, n.°s 4 y 6). Estas caracterfsticas se ajustan al denominado 'Estilo F (Garcia et al., 2011: 101) que cuenta con un desarrollo cronologico entre el 6100-5500 cal bc. Por su parte, el conjunto decorativo de Valmayor xi-iii es mas complejo y variado con respecto a los motivos representados, identificandose diversos patrones que pueden comportar distintas tecnicas e instrumentos para su elaboracion. En general, presenta muchas de las caracterfsticas del llamado 'Estilo n' (ibidem: 102), como son la complejidad decorativa y la diversidad tematica, tecnica y compositiva. La horquilla cronologica atribuida a este grupo estilistico es de 5500-5000 cal bc, encajando perfectamente con las dataciones disponibles para la fase mas reciente del yacimiento.
Una de las composiciones mas habituales de esta fase es la formada por la combinacion de lineas horizontales paralelas flanqueadas por encima y/o debajo por bias de trazos o puntos (ibidem: 98) (Fig. 7c). Ejemplos similares de cronologias coetaneas se han hallado en Costalena c2 (Barandiaran y Cava, 1989: 51, fig- 26, n.°s 5 y 6), El Pontet c.inf. o Alonso Norte (Ramon, 2006: 160, figs, nm), y tambien en otros lugares mas alejados como Chaves, La Espluga de la Puyascada, El Forcon, La Cueva del Moro (ibidem), La Draga (Tarrus, 2008: 25, fig. 10) o Els Trocs (Rojo et al., 2013: 28-29). Otro de los temas documentados, caracterizado por su importante distribucion desde el sur de Francia hacia todo el territorio peninsular, es el compuesto por lineas horizontales paralelas realizadas con distintas tecnicas (Garcia et al., 2011: 98) (Fig. 7d). En una de las piezas se combina este motivo con 'guirnaldas' subcirculares dispuestas a modo de frisos inferiores (Fig. 7e). Se han registrado paralelos en El Pontet, Alonso Norte (Ramon, 2006: 154, figs, iii-iv), Costalena c2 (Barandiaran y Cava, 1989: 50, fig. 25, n.°s 1, 6 y 8), Forcas n (Montes, 2014: 250, fig. 3, n.°s 9-10), y sobre todo en Chaves, La Cueva del Moro, El Forcon, La Espluga de la Puyascada (Ramon, 2006: 154, figs, i-ii y 156, figs, i-iii) o Els Trocs (Rojo et al., 2013: 29). Entre la decoracion plastica destacan los cordones tanto lisos como decorados con impresiones, que aparecen bien aislados o bien en combinacion con otros temas (Garcia et al., 2011: 96-97) (Fig. 7f). Los paralelos mas cercanos estan documentados en Botiquerfa dels Moros, El Pontet, Costalena, Els Secans (Ramon, 2006: 168, figs, i-iv y 181, figs. i-ii) o Riols i (Royo y Gomez, 1997: 29, fig- 5, n.°s 1, 2 y 4; y 30, fig. 6, n.°s 1-4), aunque los ejemplares hallados en diferentes zonas geograficas son incontables (Rojo et al, 2013: 31). Por ultimo, destacar la existencia de algunos ejemplos por su complejidad compositiva, teniendo en cuenta que en la mayorfa de los casos el desarrollo decorativo esta incompleto por lo que resulta complicado adscribirlos a un determinado grupo tematico (Fig. 7g y h). Uno de estos recipientes (Fig. 7h) cuenta con paralelos similares en yacimientos como El Plano del Pulido (Utrilla y Bea, 2011: 149, fig 4, n.° 17), La Draga (Gibajay Clop, 2012: 348, fig. 4, n.° 6), Chaves (Baldellou, 2011: 143, fig. 4) o Cova de l'Or (Marti, 2011: 185, fig. 3).
3.2. La industria litica: un conjunto numeroso y representativo de toda la cadena tecnoldgico-operativa
La industria litica recuperada en el Cingle de Valmayor xi es numerosa y, por lo general, de una calidad excepcional, presentando un buen estado de conservacion. Los analisis se han centrado en cuestiones relativas a la gestion tecnica y economica de las materias primeras y su identificacion, a la caracterizacion tecnica y tecno-tipologica de las piezas y, en ultimo termino, a la funcionalidad de los utiles.
3-2.1. Gestion tecnica de la industria litica sobre silex
Se trata de una coleccion litica en silex destacada, y lo es en primer lugar por su numero, aunque su variedad y buena calidad tambien quedan patentes. Se han documentado un total de 6258 restos, de los cuales 3941 se encontraron contextualizados: 338 en Valmayor xii, 2632 en Valmayor xi-ii -siendo con diferencia la fase con mayor porcentaje cuantitativo-y 971 en Valmayor xi-iii. Para la identificacion y descripcion de los diferentes tipos primarios liticos se ha seguido la metodologia de G. Laplace (1986).
En relacion a las estrategias de explotacion del silex, los 22 nucleos identificados apuntan hacia la obtencion mayoritaria de soportes laminares, evidenciando ademas una cierta planificacion de la inmensa mayoria de las extracciones, perceptible tanto en las facetas que presentan los talones de las laminas como en los negativos observados en los nucleos (Fig. 8, n.°s 5 y 26). De manera minoritaria, se han hallado nucleos agotados, lascas de gran tamano y percutores con una o varias extracciones, que manifiestan otro tipo de explotacion mas orientada a la satisfaccion inmediata de una necesidad eventual, sin recurrir a un plan de talla previo. Las casi 300 laminas registradas se enmarcan dentro de un patron metrico que va de los 20-80 mm aproximadamente, cuya media de longitud comienza a crecer en Valmayor xi-ii con respecto al horizonte anterior, llegando en algunos casos a los 50-60 mm (Fig. 8, n.°s 8, 9-11 y 29-30), siendo en Valmayor xi-iii cuando se hace patente este hecho2. Por tanto, es evidente que de manera gradual comienzan a fabricarse laminas mas largas hasta dominar el registro de soportes laminares en la fase mas reciente, coincidiendo con la aparicion de los primeros fragmentos de ceramica y objetos de ornamento personal. Otra particularidad es que, de manera general, a lo largo de toda la ocupacion del abrigo, se seleccionan las laminas mas largas para posteriormente ser modificadas mediante retoque, ya sea este continuo, de muescas y/o denticulados, o mediante la asociacion de diferentes tecnicas en la misma pieza (Fig. 8, n.°s 8, 9-11, 27 y 29-30).
El numero total de utiles identificados es de 154 (Fig. 9). Todas las evidencias parecen apuntar a que las labores de talla y retocado se realizaron en el propio yacimiento, puesto que se han hallado piezas en diferentes estadios de elaboracion, ademas de ejemplares reiteradamente reavivados y reparados tras haber sufrido danos y fracturas. Los dos tipos de utiles especfficos mas representativos de esta coleccion han resultado ser los raspadores y los geometricos:
* Raspadores: aunque no se han documentado grandes diferencias cuantitativas entre las distintas fases (Fig. 9), constituyen una herramienta interesante para observar la dinamica interna de la produccion lftica en el abrigo, puesto que mientras en los dos momentos mas antiguos de ocupacion el soporte elegido para fabricar este tipo de util fue la lasca, en el mas reciente se constata la introduccion de la lamina para su elaboracion (Figs. 9 y 8, n.°s 4, 17 y 28). Independientemente del horizonte ocupacional, el tipo mayoritario es el raspador frontal frente a otros como el ojival, el de hocico o el de retoque fronto-lateral, cuya presencia se registra a partir del segundo horizonte ocupacional en el primer caso y del nivel mas reciente en el resto (Fig. 8, n.°s 17 y 28). Otras formas como el raspador circular aparecen en el horizonte mas antiguo del yacimiento y continuan de manera marginal en la siguiente fase, para terminar desapareciendo posteriormente (Fig. 8, n.° 4). Por tanto, se observan ciertos cambios sustanciales en la dinamica interna de la tecnologia de los raspadores, pero sin grandes rupturas a lo largo de toda la ocupacion prehistorica. Una particularidad documentada en un buen numero de piezas, sin distincion del tipo ni del horizonte en el que fueron encontradas, es la presencia de un acusado desgaste en la zona activa de los raspadores, fruto de un continuo reavivado con el fin de mantener el frente en optimas condiciones para su uso. Por tanto, a pesar de la proximidad y facilidad de acceso a la materia prima, los pobladores del Cingle de Valmayor xi prefirieron optar por el empleo recurrente y prolongado del instrumental litico en lugar de fabricar nuevas piezas.
* Geometricos: en terminos relativos, teniendo en cuenta el factor de superficie excavada3, este tipo de util es mas numeroso en los momentos mas tempranos de la ocupacion, reduciendose posteriormente su numero de manera acusada (Fig. 9). Su apologia responde a las formas de triangulo y segmento, con una relacion porcentual variable segun el horizonte ocupacional de que se trate (Figs. 9 y 8, n.°s 1-3, 6-7, 14, 16, 18-20, 21-25), con la excepcion de un posible trapecio en fase de fabricacion. En este sentido, es relevante destacar el hallazgo de 2 segmentos o medias lunas en Valmayor xi-i (Fig. 8, n.°s 2 y 7), nivel que se corresponde con un contexto preneolitico, cuando tradicionalmente se ha relacionado este tipo de geometrico con un cambio en las estrategias socioeconomicas ligado a la neolitizacion del Bajo Aragon (Utrilla et al., 2009). La presencia de esta tipologia aumenta cuantitativamente en el siguiente periodo ocupacional -aunque en minoria con respecto a los triangulos-, y acaba siendo predominante en los momentos mas recientes (Fig. 9). Ademas, se da una bajada acusada en el numero de triangulos entre las dos ultimas fases, lo que podria estar ligado a una desaparicion progresiva de este tipo en pro de otro hasta entonces minoritario como el segmento. La misma interpretacion se puede dar a la observacion de una tendencia en estos mismos utiles hacia la
En conclusion, a pesar de constatarse ligeros cambios en los soportes o en las estrategias de talla a lo largo de la estratigrafia, estos se han ido incorporando de manera gradual y en ningun momento suponen una ruptura significativa en el procesamiento de las materias primas minerales. Por tanto, existe una clara continuidad en las estrategias de talla solo alterada por la probable aplicacion de ciertas mejoras tecnicas, que significaron una mayor rentabilidad en los procesos y/o un aumento de la productividad en el uso de las piezas.
3.2.2. Traceologia y gestion funcional de la industria sobre silex
Se ha llevado a cabo una primera aproximacion a la funcionalidad del utillaje litico analizando un total de 146 piezas, 25 de ellas procedentes del nivel superficial y por tanto fuera de contexto, con el objeto de evaluar la conservacion global del yacimiento. La seleccion del material para su estudio traceologico se ha fundamentado en criterios como su estado de conservacion, la presencia de filos potencialmente utilizables, el tamano de las piezas -desechandose lascas inferiores a 1,5 mm salvo en casos de fragmentos de utiles mayores- y la modificacion de alguna zona mediante retoque -pero tambien se han seleccionado productos no retocados-. En general, la conservacion del material litico recuperado en Valmayor xi es excepcional, lo que se refleja en la ausencia de piezas 'no analizables' y en la escasez de soportes considerados como 'sin criterio', en los que se registran modificaciones pero se desconoce si son o no de uso. Solo de manera puntual se ha detectado alguna pieza ligeramente patinada en los niveles de superficie, mas expuestos a la erosion, y otros casos ya en niveles contextualizados que muestran huellas macroscopicas superficiales resultantes de una alteracion termica. Debido al escaso numero de piezas analizadas es muy dificil elaborar hipotesis solidas sobre la funcionalidad del conjunto litico documentado. En este sentido, ciertas cuestiones, como si hay o no diferencias entre las actividades economicas desarrolladas a lo largo de todas las ocupaciones, el papel que jugaron los instrumentos liticos en las tareas de produccion, los criterios que se siguieron a la hora de seleccionar los utiles o si la funcion de cada uno de los niveles de asentamiento identificado fue similar, aun no han podido ser respondidas.
Sin embargo, parece que el abanico de actividades que se llevaron a cabo es amplio. Se han constatado instrumentos destinados tanto a la obtencion y procesado de materias animales, como al trabajo de productos vegetales, e incluso en una ocasion al raspado de un elemento mineral (Fig. 10a y b). Tambien se perfilan algunas evidencias interesantes como es el papel destacado de los utiles de carniceria en los niveles mas antiguos -Valmayor xi-i-, la importancia del trabajo sobre hueso en los momentos posteriores y el empleo de materias vegetales en el horizonte mas reciente. Precisamente, es en Valmayor xi-iii donde se ha documentado la unica pieza que presenta unos micropulidos quizas vinculados con el corte de cereales (Fig. 10b.2), hecho que encajaria perfectamente con la interpretacion de este nivel como un contexto ya plenamente neolitizado. En relacion al tipo de soporte utilizado segun la actividad realizada, se ha podido apreciar que los instrumentos empleados para descarnar o cortar piel y plantas no lenosas son laminas sin retocar de filos agudos, mientras que las muescas se han usado para el raspado de materias oseas; en cambio, para el trabajo sobre elementos abrasivos como la piel o la madera se han buscado instrumentos de distinta morfologia, retocados o no, pero con angulos mas bien obtusos que fueran resistentes y efectivos. Por su parte, los geometricos se han destinado sistematicamente a actividades cinegeticas (Fig. 10c), hecho que se constata en otras zonas peninsulares tanto en cronologias mesoliticas como neoliticas (Gibaja y Palomo, 2004). Por ultimo, hay que senalar que puntualmente se han empleado los filos corticales para el raspado de materias vegetales o piel.
3.2.3. Caracterizacion de la industria macrolitica
La coleccion macrolitica es un conjunto relativamente bien conservado, cuya presencia se limita a los dos momentos de ocupacion prehistorica mas recientes, sin grandes diferencias cuantitativas entre ambos. Hay que senalar que una buena parte de estos elementos aparecieron en superficie, y por tanto completamente descontextualizados. Precisamente fue en este nivel superficial donde se recupero, en perfectas condiciones de conservacion, la pieza mas destacada de todo el conjunto, una azuela pulimentada y elaborada sobre un tipo de roca metamorfica negra.
En relacion al resto de la coleccion, destaca la industria fabricada sobre cuarcita, tanto por su numero como por su variedad. Se han documentado 4 manos de molino de mediano tamano, con al menos una de sus caras alterada por medio de abrasion o desgaste y, en algunos casos, con los extremos fragmentados y repiqueteados, posiblemente como resultado de su uso como herramienta para machacar. Ademas, se ha constatado que algunas de estas piezas estuvieron sometidas a altas temperaturas, lo que podria explicar su estado de fragmentacion. Todo este conjunto procede de la fase mas reciente de ocupacion del abrigo -a excepcion de una de ellas que fue recuperada en el nivel superficial-, hecho que encaja perfectamente con los resultados de otros analisis realizados sobre el material litico (cf apartado 3.2.2.) que, de la misma forma, vinculan los posibles eventos de cultura material asociados al procesado de cereal exclusivamente con este horizonte ocupacional. Tambien sobre cuarcita se han registrado otro tipo de artefactos como percutores o alisadores, con numerosas huellas de uso. Por otra parte, se han recuperado objetos realizados sobre granito, arenisca e incluso bloques de caliza de una gran diversidad funcional, aunque dificil de determinar. Dentro de este grupo destacan 2 ejemplares de morfologia alargada y plana, elaborados sobre arenisca y con profundas acanaladuras en la superficie, rasgos que han permitido identificarlos como afiladores sobre los que se friccionaban distintos materiales para conseguir un mejor acabado de la pieza. Ambos se encontraron en superficie, por lo que no se han podido adscribir con seguridad a un periodo concreto de ocupacion. En cuanto a su funcionalidad, hay diferentes planteamientos que van desde su empleo en la fabricacion del utillaje oseo, en el procesamiento de materias vegetales (Edo et al., 2011), hasta su uso en la preparacion de los astiles de madera para enmangar los proyectiles -en algunos yacimientos europeos tipo turbera como Stellmoor, Roc de la Tour n o Sablonmere, han aparecido elementos similares asociados a conjuntos de fustes de flecha- (Utrilla y Mazo, 1991).
Por otra parte, se han documentado otro tipo de elementos macroliticos, asociados mas a un ambito ornamental o ritual que propiamente funcional. Se trata de un extenso grupo de cantos rodados de cuarcita de mediano tamano, con la superficie alisada y algunas huellas de uso poco significativas, cuya particularidad estriba en que en muchos casos aparecen impregnados con restos de pigmento rojizo o incluso en alguna ocasion grabados. Posiblemente, la presencia de ocre sea resultado del empleo de estas piezas como herramientas para el procesado y/o aplicacion de esta sustancia, mas que como soportes de la misma. Tambien se hallaron algunos fragmentos de este pigmento natural a lo largo de la excavacion.
33. La industria oseay los elementos de adorno
3-3.1. La industria osea: un pequeno conjunto 'polifuncional'
La coleccion de piezas realizadas sobre material oseo no destaca por su interes cuantitativo, pero si por su buena calidad, lo que ha permitido obtener unos interesantes resultados a traves de los estudios de las evidencias de los procesos tafonomicos, las tecnicas de manufactura -huellas tecnologicas- y sus aplicaciones funcionales -huellas de uso-.
La industria osea documentada en este yacimiento se limita a 4 piezas (Fig. 11) procedentes de la fase prehistorica mas reciente -Valmayor xi-m-, a excepcion de una de ellas que fue recuperada en los niveles del horizonte cronologico anterior. La mayor parte de estos objetos muestran huellas de manufactura y/o de uso y responden a diferentes tipos normalizados de utillaje. Se han registrado 2 punzones, la unica forma presente en ambos momentos de ocupacion (Fig. 1 lb y c). La pieza hallada en la fase mas reciente (Fig. 11c) se trata de un objeto apuntado, que presenta huellas de pulido en la zona del apice y estrfas tecnologicas de manufactura en la mitad proximal y en la cara dorsal. Su comparacion con el material experimental sugiere que se empleo sobre materia vegetal, lo que podrfa vincularse a una actividad textil y/o de cesterfa. En cuanto al otro punzon, recuperado en el horizonte de Valmayor xi-ii (Fig. lib), se ha observado una fuerte alteracion termica que afecto irregularmente a toda la superficie y estrfas transversales concentradas en la zona mas proxima al apice. Esto indica una accion de perforacion que combina movimientos de rotacion y puncion, que podrfa corresponderse con las evidencias de realizar dicha accion sobre piel (Fig. llb.l y b.2), mientras que las de la zona mesial del fragmento son similares a los estigmas experimentales de trabajo sobre materia vegetal (Fig. lib.3 y b.4). Es posible, por tanto, que un mismo util se utilizara para realizar distintas actividades, siendo en este sentido la perforacion en piel la ultima de las funciones realizadas. Otro de los tipos de utillaje oseo registrado es una espatula corta y ancha, completamente trabajada y muy bien conservada (Fig. 11a). En este caso, las estrfas tecnologicas aparecen por casi todo el soporte (Fig. 11a) y esta completamente cubierto de un pulido mas o menos intenso. Las huellas de uso, concentradas en ambos extremos, corresponden a un movimiento sobre todo transversal en el extremo proximal y, por el contrario, longitudinal en el extremo distal. No se puede determinar de forma categorica la materia trabajada, pero por la disposicion del micropulido y sus caracteristicas (Fig. lla.l y a.3) podria tratarse de arcilla fresca para la elaboracion de ceramicas (Maigrot, 2010)4. La ultima de las piezas es un fragmento mesodistal de un util con seccion plano-convexa, que podria responder al tipo bien de punzon bien de espatula, con una fuerte alteracion termica (Fig. lid) que dio lugar a la aparicion de una patina brillante por toda la superficie. Esto unido al posterior desgaste tafonomico postdeposicional ha impedido que los estudios realizados permitan concretar su funcionalidad.
Los resultados de los analisis de la industria osea evidencian una compleja historia tafonomica que combina diversos agentes y procesos. Destacan los factores antropicos puesto que ademas de las huellas de carniceria, tecnologicas y de uso, hay indicios de fracturas en estado fresco. Tambien la alteracion termica por cremacion parcial se ha constatado en varios de los objetos, lo que sugiere que los utensilios tras el termino de su vida util fueron amortizados en un hogar o integrados en alguna estructura de combustion con posterioridad de manera involuntaria. Entre los procesos postdeposicionales, estan presentes fundamentalmente las alteraciones por disolucion, tanto por contacto con el agua filtrada por los propios sedimentos como por la accion de raices. Atendiendo a la funcionalidad de la pequena muestra de utillaje oseo analizada, el conjunto parece caracterizarse por la diversidad de tareas en las que se utilizaron estos utensilios -incluyendo el trabajo sobre materias animales, vegetales y ceramicas- y por los indicios de polifuncionalidad en algunos de ellos.
3-3-2. Los elementos de adorno: un singular conjunto ornamental
La numerosa coleccion de elementos ornamentales, que asciende a 54 piezas, se caracteriza por la diversidad de sus formas y materias primas sobre las que se fabricaron. Todo el conjunto, al igual que en el caso de la industria osea, se documento en las fases mas recientes de ocupacion prehistorica -Valmayor xi-ii y ill-, sin grandes diferencias entre elks salvo por la presencia/ausencia de algunos tipos singulares.
Destacan por su numero aquellos elementos definidos como cuentas de collar o colgantes, en funcion de su morfologfa y tamano (Fig. 12, n.°s 1-18). Las mas numerosas son las cuentas de collar discoides -34 ejemplares en total- de pequeno tamano, realizadas sobre conchas de bivalvos que han podido identificarse en algunos casos como Cardiidae (Fig. 12, n.°s 1-10). Sobre este mismo material se han documentado 9 colgantes denominados de tipo lagrima, con la superficie completamente pulida (Fig. 12, n.°s 12-15). Por su forma y tamano, recuerdan en algunos casos a dientes de ciervo -en concreto, a caninos atroficos-, lo que lleva a considerarlos como "elementos de imitacion". Dentro de este grupo tambien se incluyen 5 conchas que han sido perforadas cerca del labro (Fig. 12, n.°s 16-18), en su gran mayoria de la especie Columbella rustica -salvo en un caso que se utilizo un gasteropodo fluvial, Teodoxus fluviatilis-, y un fragmento de Dentalium procedente del momento de ocupacion mas reciente del abrigo. Estos adornos a base de conchas perforadas se han documentado en varios yacimientos con cronologias neoliticas del valle del Ebro -Costalena, El Pontet, Cueva del Moro de Olvena, Forcas n Riols I...-, aunque tambien estan presentes en contextos mesoliticos (AlvarezFernandez 2008). A todo este conjunto hay que sumar el hallazgo de un fragmento de cuenta globular confeccionada sobre calcita, rota al hacer la perforacion, en el horizonte ocupacional de Valmayor xi-iii (Fig. 12, n.° 11).
Esta coleccion de objetos ornamentales se completa con una serie de elementos mas excepcionales. En primer lugar, hay que destacar la presencia de varios fragmentos de brazalete, que corresponden a 4 ejemplares diferentes, realizados a su vez sobre diversas materias primas que incluyen marmoles de distintos colores (Fig. 12, n." 19-21). Algunos de estos fragmentos presentan perforaciones, en ocasiones inacabadas, posiblemente necesarias para adaptar la pieza a la muneca del portador. Existen algunos paralelos en el valle del Ebro, en yacimientos como la Cueva del Moro de Olvena o El To rollon (Alday, 1995). A este grupo hay que anadir un fragmento de brazalete recuperado en la fase mas reciente de la ocupacion, confeccionado a partir de una concha de gran tamano, posiblemente de la familia Glycymerididae (Fig. 12, n.° 22). Varios objetos de este tipo fueron documentados en el cercano yacimiento de Riols I (Royo y Gomez, 1992 y 1997). El diametro de la pieza no es demasiado grande, por lo que seria un posible adorno para una persona con una muneca no demasiado gruesa, quizas una mujer o un nino. Por otro lado, hay que destacar el hallazgo de 2 piezas excepcionales por su factura y singularidad, ambas realizadas sobre hueso. Por una parte, un anillo conservado casi completamente y en muy buenas condiciones (Fig. 12, n.° 23), elaborado posiblemente sobre la epifisis de un hueso largo. El tratamiento y acabado mediante brunido de la pieza le aporta una gran calidad. Se conocen algunos paralelos en estaciones como la Draga, Can Sadurni, Mas del Pla (Bernabeu et al, 1989) y Cova Fosca (Barranchina, 1996) que permiten contextualizarlo en cronologias neoLticas antiguas, aunque este fue recuperado en el nivel superficial del abrigo. La otra pieza excepcional se trata de una placa rectangular fabricada a partir del fragmento de una costilla de animal, con un gran orificio en uno de los extremos que permite utilizarlo como colgante y con decoracion de numerosos circulos de pequeno tamano en su cara dorsal realizados mediante rotacion de una punta lftica (Fig. 12, n.° 25). En este caso, el hallazgo se realizo en pleno contexto arqueologico, dentro del horizonte cronologico de Valmayor xi-iii. Destaca tambien el descubrimiento de un esferoide de calcita, posiblemente pulido, que presenta dos perforaciones convergentes inacabadas, lo cual permite plantear su papel como un proyecto de colgante sin terminar (Fig. 12, n.° 24). Por ultimo, hay que senalar la presencia de conchas de diferentes tipos -fundamentalmente de nayade- a lo largo de toda la estratigrafia del abrigo que, si bien no presentan ningun tipo de modificacion, si pueden considerarse de aporte antropico y por tanto podrian haber servido en algunos casos de motivo ornamental.
A traves del estudio de este conjunto de adornos tan diverso se ha podido plantear la existencia de posibles redes de intercambio y/o comunicacion. Por una parte, la presencia de elementos con un claro origen foraneo, como las Columbellae perforadas, el Dentalium, o algunas de las cuentas de collar y colgantes realizados sobre concha, es una evidencia clara de la existencia de vias de contacto hacia la costa mediterranea. En este mismo sentido, podrian interpretarse los hallazgos de los brazaletes de marmol y pectunculo. Partiendo de esta idea, se podrla afirmar la existencia de una red de intercambios bastante consolidada ya desde un momento muy temprano del fenomeno de la neolitizacion en el Bajo Aragon, como demuestra el hallazgo de este tipo de objetos en las dos fases de ocupacion insertas en dicho fenomeno -Valmayor xi-ii y ill-. Pero no todos los elementos de adorno habrian sido importados sino que tambien algunos de ellos serian de fabricacion local, como demuestran aquellos objetos que no estan acabados por completo o los realizados sobre ciertas materias primas mas accesibles -como es el caso del yeso o la calcita, que con mucha probabilidad proceden de afloramientos cercanos al abrigo-.
3.4. Andlisis del registro faunisticoy carpologico
3-4.1. El registro faunistico: una coleccion pequena pero diversificada
El conjunto faunistico recuperado en el yacimiento ha proporcionado un total de 3145 restos -sin incluir los procedentes del nivel superficial-, de los que apenas 3 no pertenecen a mamiferos, y entre los que destaca la abundancia de conejo. El estado de conservacion no siempre ha permitido realizar identificaciones taxonomicas, pero si anatomicas, por lo que se han creado dos categorias artificiales para los mamiferos de acuerdo con el tamano -macro- y mesomamiferos-. La categoria de macromamifero incluye mayoritariamente restos de ciervo, mientras que la de mesomamifero agrupa huesos de animales de medio porte, representados en este yacimiento por cabra, jabali y lince. Los dos restos de ave y el pequeno fragmento de caparazon de Quelonio -tortuga- no resultaron identificables. Las fracturas recientes producidas durante la excavacion, almacenamiento y transporte constituyen el proceso tafonomico mas frecuente despues de las termoalteraciones, sin observarse mordeduras de carnivoros o roedores, y con una baja incidencia de huesos con superficies erosionadas como consecuencia de exposiciones prolongadas anteriores al enterramiento (Lyman y Fox, 1989).
El mayor volumen de material se ha recuperado en las fases de Valmayor xxi-ii y ill, con representacion de al menos cuatro especies de ungulados -uro, ciervo, cabra y jabali-, una de carnivoro -lince- y una de lagomorfo -conejo-. Los conejos constituyen el mayor porcentaje de la muestra y el taxon dominante en todos los momentos de ocupacion del abrigo, siendo el ciervo la segunda especie en importancia, seguida de manera testimonial por el lince, jabali, uro y cabra (Fig. 13). Concretamente, en el horizonte ocupacional mas reciente es donde se ha documentado la mayor biodiversidad, caracterizandose por la presencia de un gran porcentaje de Cervus elaphus y por los restos recuperados de Bos primigenius, Capra sp. y Lynx pardina, siendo este ultimo el unico carnlvoro identificado. Por su parte, la muestra procedente del momento de ocupacion mas antiguo es escasa, determinandose apenas la presencia de ciervos y lagomorfos (Fig. 13).
A pesar de lo reducido del conjunto analizado, pueden plantearse algunas conclusiones. La mayor frecuencia de conejo en contextos de transicion entre cronologias mesoliticas y neoliticas, en ocasiones, se ha interpretado como un indicador de cambios en la dieta asociados a la caza de especies de pequenas dimensiones (Stiner etai, 1999 y 2000). Sin embargo, es importante tener en cuenta que las acumulaciones de lagomorfos en yacimientos arqueologicos son polemicas, puesto que no siempre tienen un origen antropico (Lloveras et al, 2008a, 2008b y 2009). En este caso, evidencias como el predominio de adultos, la abundancia de restos termoalterados y de diafisis de huesos largos y fragmentos no determinados, asi como la practica ausencia de vertebras y costillas (Hockett, 1995), parecen corresponderse con el perfil de las estrategias antropicas de depredacion y adquisicion de presas de pequena talla, descartando la intervencion de depredadores animales como agentes responsables de su acumulacion. Partiendo de esta idea, el hecho de que en los niveles de Valmayor xi-iii se acumularon menos restos de conejo en proporcion a los ungulados que con respecto a la fase de ocupacion anterior (Fig. 13), unido a la mayor variedad de especies identificadas, sugiere una cierta diversificacion de los recursos explotados a finales del vi milenio cal bc y un papel mas destacado de los mamiferos de gran porte en la dieta de los pobladores.
Por otra parte, la presencia de animales jovenes (Payne, 1987; Silver, 1969) entre las especies de ungulados -ciervo, jabali y cabra- indica la disponibilidad y aprovechamiento de los mismos, y por tanto un cierto caracter estacional del asentamiento. Los perfiles anatomicos de estas mismas especies (Binford, 1978), ademas del lince, sugieren el transporte selectivo de determinados elementos relacionados con el procesamiento y curtido de pieles (Ibanez et al., 2002), aunque no se han observado marcas de corte ligadas a tareas de desollado o despiece -excepto en una de las dos primeras falanges de una pezuna de jabali recuperada en Valmayor xiiii- Esta actividad podria haberse desarrollado de forma puntual durante el verano, y en ella habrian tenido un papel importante las estructuras de combustion identificadas (Almeida et al., 2009). Tambien la escasez de restos faunisticos es compatible con la hipotesis de ocupaciones breves y esporadicas del lugar.
3.4.2. El registro carpologico: la explotacion de los recursos silvestres
Gracias a la metodologia seguida a lo largo de la excavacion, que contemplaba el muestreo sistematico de todo el sedimento para su posterior flotacion y triado -se han flotado aproximadamente 10840 1-, se ha podido recuperar un importante volumen de restos antracologicos diversos. En el presente trabajo, se van a exponer los resultados obtenidos del estudio de las evidencias carpologicas, puesto que los analisis de la restante coleccion antracologica aun estan en proceso de elaboracion. Los taxones que se han identificado corresponden mayoritariamente a frutos y en menor medida a semillas, recuperandose tambien un destacado conjunto de hojas fundamentalmente de romero, sabina negra y de forma puntual aciculas de enebro (Fig. 14, n.°s 18, 20 y 21). Los frutos mas abundantes son las nuculas de lentisco y las de terebinto, junto a bracteas de algunas pinas muy mal conservadas que podrian proceder de pino carrasco. En menor medida aparecen restos de bellotas y semillas de enebros (Fig. 14, n.°s 6, 10 y 13-15); y puntualmente de madrono, brionia, acebo, endrino y vid (Fig. 14: 2 y 4). Entre las escasas semillas identificadas (Fig. 14, n.°s 1, 3,7, 8 y 17) hay algunas cariopsides de poaceas -Avena sp. y Phalaris sp.- y restos de otras plantas -como Galium sp.-, apareciendo igualmente evidencias de distintas leguminosas -Medicago/Melilotus- y lamiaceas -Ajuga cf. Reptans o bugula y Teucrium sp.-. Flay que destacar la ausencia total de taxones domesticos identificados.
En relacion al comportamiento diacronico de este tipo de eventos, es importante senalar que estan representados en las tres fases de ocupacion, sin grandes diferencias entre ellas salvo el pequeno porcentaje de restos procedentes del nivel mas antiguo, hecho que puede estar vinculado a la escasa representatividad del mismo en el conjunto estratigrafico global. Por tanto, atendiendo al registro carpologico se podrfa plantear una hipotesis de continuidad en las actividades desarrolladas a lo largo del tiempo en el abrigo. Varias de las especies de frutos y semillas identificadas pueden tener una vinculacion con la alimentacion de los usuarios del abrigo, como por ejemplo las bellotas, un recurso muy explotado hasta la actualidad dada su calidad como alimento, su facilidad de recoleccion y de almacenamiento y su abundancia (Mason, 1992; McCorriston, 1994; Zapata, 2000)5. Tambien las bayas de los madronos, especie muy extendida por todo el territorio peninsular, son dulces y pueden ser consumidas directamente (Rivera y Obon de Castro, 1991: 509), al igual que los frutos de los endrinos o de las vides. Por su parte, algunas de las cariopsides de gramfneas documentadas, como las avenas, tambien podrfan haber sido un importante complemento de la dieta, ya que aparecen con cierta frecuencia en contextos de grupos cazadores-recolectores, como en el caso alicantino de Coves de Santa Maira (Aura et al, 2005). El modo de empleo de otras de las especies identificadas, como las nuculas de lentisco y terebinto o los frutos de los enebros/sabinas, es mas dificil de determinar. A pesar de que todos ellos son susceptibles de ser consumidos, e incluso en los primeros casos esta documentado su uso para la extraccion de aceite (Rivera y Obon de Castro, 1991) y/o la transformacion en harinas, son materiales que con frecuencia se recolectan como lena, por lo que la carbonizacion de estos frutos pudo ser consecuencia de su adherencia a las ramas en el momento de ser utilizados como combustible (ibidem). Lo mismo ocurre con las pinas, puesto que se trata de un material bueno como combustible, pero cuya presencia puede estar al mismo tiempo vinculada con el aprovechamiento de sus semillas (Badal, 1998), ricas tanto en grasas como en protefnas y azucares.
Por otro lado, algunos de los taxones presentes en el registro carpologico de este yacimiento pudieron ser utilizados como curtientes por su alto contenido en taninos, como es el caso de la sabina, el terebinto, las hojas de madrono o los frutos de la brionia (Rivera y Obon de Castro, 1991). Este tipo de evidencias, unidas a otros indicios detectados en los analisis faumsticos (cf apartado 3-4.1), parecen apuntar hacia el procesamiento de pieles como una de las actividades desarrolladas en el Cingle de Valmayor xi. Otros restos documentados como las semillas de Ajuga reptans o las Caryophyllaceae (Fig. 14, n.°s 1 y 5), los frutos venenosos como el acebo o la brionia (Fig. 14, n.° 4) o ciertas leguminosas tienen una interpretacion mas compleja orientada siempre hacia su presencia en clave accidental como el resultado de la recoleccion de combustible (Rivera y Obon de Castro, 1991).
En resumen, los pobladores del yacimiento mequinenzano de Valmayor xi no alteraron demasiado el entorno vegetal, limitandose a la recoleccion de algunos frutos comestibles y al posible aprovechamiento como curtientes de ciertas especies, hipotesis que ademas esta refrendada por la ausencia completa de taxones domesticos en el registro carpologico de todas las fases de ocupacion del abrigo.
4. Valmayor xi como referente en el contexto de la neolitizacion del Bajo Aragon y el valle del Ebro
4.1. Modelos interpretativos sobre la neolitizacion en el Bajo Aragon
La mayor parte de los planteamientos acerca de la introduccion de las formas de vida neoliticas en la region del Bajo Aragon en particular y del valle del Ebro en general se han caracterizado por tener un cierto cariz indigenista, minimizando la relevancia que ciertos fenomenos de colonizacion e interaccion pudieron tener, y ofreciendo un protagonismo casi absoluto a los grupos mesolfticos locales. Los investigadores que defienden esta tendencia interpretativa basan sus argumentos en distintas evidencias:
- La continuidad estratigrafica y cronologica: en gran parte de los yacimientos excavados de esta region, los niveles identificados como neolfticos culminan amplias estratigrafias de cronologfas mesoliticas. La consideracion de dichos contextos habitacionales como propios de economfas productoras viene dada por la presencia de algunos elementos de cultura material, a pesar de que no existan apenas variaciones con respecto a las ocupaciones anteriores en relacion a las estrategias subsistenciales o de explotacion del territorio. En este punto, ha sido especialmente utilizado el argumento de la 'funcionalidad' de los distintos yacimientos para defender que una comunidad neolftica, que ocupa estacionalmente un campamento especializado para la caza u otras actividades (como pueden ser los abrigos), no requiere de la misma cantidad de ciertos artefactos propios de las economfas productoras como ceramicas o animales domesticos, puesto que en ese contexto no los necesita (Alday, 2006; Alday et al, 2012a y b; Barandiaran y Cava, 2000; Montes y Alday, 2012).
- La aparicion paulatina de los 'marcadores neolfticos': como ya se ha apuntado, la simple presencia de algunos de los elementos de cultura material considerados parte del package neolftico, se considera una evidencia cierta de hallarse ante una ocupacion de grupos neolitizados. El 'fosil-gufa' por excelencia en este sentido es la ceramica, que suele aparecer en pequenas cantidades cuando se trata de contextos del vi milenio cal bc ubicados en abrigos con ocupaciones mesolfticas anteriores, con excepcion de algunos yacimientos como Mendandia, Atxoste (Alday, 2006) o el propio Valmayor xi {cf. apartado 3-1). Tambien algunos rasgos de las colecciones de talk lftica -el predominio de la talk laminar, la presencia de geometricos segmentiformes, el retoque en doble bisel o el aumento de las laminas de dorso y su posterior decaimiento hasta desaparecer- se han interpretado como "genuinamente neolfticos" e indicadores de un cambio tecnotipologico vinculado a las nuevas formas de vida (Alday, 2006; Barandiaran y Cava, 2001: 143-145; Cava, 2000: 104-108 y 2006: 236-239; Montes y Alday, 2012: 54; Utrilla, 2002: 190).
- La continuidad en la ocupacion y explotacion del territorio: al definir este tipo de contextos como neolfticos, se ofrece una imagen de continuidad en relacion a las estrategias de ocupacion del territorio, puesto que segun estos modelos interpretativos las nuevas formas de vida fueron ganando terreno progresivamente, pero mientras aun se mantenfa la misma red de yacimientos (Alday, 2006; Montes y Alday, 2012), sin rupturas ni discontinuidades.
En los ultimos anos, se han presentado algunos planteamientos que matizan en cierta medida estas hipotesis continuistas, en los que, a pesar de que se siguen considerando este tipo de contextos como neolfticos, se introduce ya la idea de la existencia de posibles contactos e intercambios "en el seno de una economfa todavfa epipaleolftica" (Utrilla et al., 2009: 168-173)- A pesar de estos y otros matices interpretativos (Alday, 2009: 159), todos estos enfoques siguen dando preeminencia a una perspectiva material en sus planteamientos, sin atender al conjunto de transformaciones que tuvieron lugar con la llegada del Neolftico en la esfera socioeconomica y cultural, y no solo en el ambito tecnologico.
4.2. Valmayor XI: ^un modelo interpretativo diferente para el fendmeno de la neolitizacion en el Bajo Aragon?
La intervencion llevada a cabo en el Cingle de Valmayor xi y la lectura de su secuencia estratigrafica, cronologica y material permiten plantear un nuevo marco interpretativo sobre el fenomeno de la neolitizacion en el Bajo Aragon y por extension del valle del Ebro. Se han documentado ciertos hallazgos que distorsionan en cierta medida la imagen continuista y unilineal planteada tradicionalmente para esta region, y que han llevado a cuestionarse la adscripcion temporal de ciertos elementos considerados 'genuinamente neolfticos'. En este sentido, destaca la aparicion tanto de monturas geometricas segmentiformes como de otros microlitos retocados mediante la tecnica del doble bisel en los niveles mas antiguos del abrigo -Valmayor xi-i- (Fig. 9 y Fig. 8, n.°s 1 y 6) de los que, a pesar de no tener dataciones absolutas, todas las evidencias apuntan hacia su cronologfa plenamente mesolftica (cf. apartado 3.2.1.). Este hecho vuelve a poner en valor algunas afirmaciones que aseguraban que ... "el doble bisel podrfa ser un elemento adoptado por grupos cardiales en un logico marco de trasferencia con poblaciones de base epipaleolftica"... (Juan Cabanilles, 1992: 266). Por otro lado, la presencia de ceramica en niveles en los que no se asocia con ningun otro evento que pudiera considerarse como parte del package neolftico, como es el caso del horizonte cronologico de Valmayor xi-ii, hace replantearse no ya su consideracion como artefacto neolftico, pero sf el hecho de que sus usuarios desarrollaran unas formas de vida propias de economfas productoras (cf. apartado 3.1).
Teniendo en cuenta estos factores, y muchos otros que se han ido exponiendo a lo largo de todo el artfculo, se propone la siguiente interpretacion para los tres momentos de ocupacion identificados en el Cingle de Valmayor xi {cf. apartado 2):
* Valmayor xi-i: se trata de la fase mas antigua del abrigo conformada por varios niveles de poblamiento mesolftico, probablemente con cronologfas de inicios del vi milenio cal bc. A la espera de futuras intervenciones, el tamano reducido del area de excavacion donde se han documentado dichas ocupaciones y la escasez de eventos arqueologicos recuperados no permiten aportar mucha informacion por el momento.
* Valmayor xi-ii: todas las evidencias apuntan hacia su definicion como un "contexto mesolftico con elementos neolfticos", resultante de la interaccion entre las comunidades de cazadores-recolectores que ocupaban el lugar y los grupos de productores presentes ya en la region. La completa ausencia de taxones domesticos tanto animales como vegetales, la presencia de recipientes ceramicos de gran calidad probablemente obtenidos mediante intercambios y la continuidad observada en los procesos de talk lftica, entre otros factores, avalan la interpretacion de este horizonte ocupacional como un 'nivel de neolitizacion' en el que las relaciones entre ambos tipos de comunidades son la clave para explicar el desarrollo de este proceso de transformacion.
* Valmayor xi-iii: a pesar de que ciertos rasgos propios de la etapa anterior se mantienen -como la ausencia de taxones domesticos-, este horizonte se puede considerar ya como un contexto plenamente neolftico por diversas razones. En primer lugar, la datacion disponible para este nivel se integra perfectamente dentro del marco cronologico establecido para el Neolftico antiguo en el valle del Ebro (Fig. 15), en el que estan representados yacimientos que cuentan con todas las evidencias propias de una economfa productora consolidada, como Chaves, la Cueva del Moro, Els Trocs o La Draga, entre otros. Tambien en este caso la cultura material es determinante, fundamentalmente en lo que respecta al registro ceramico que experimenta un aumento cuantitativo importante, una diversificacion tanto formal como del acabado de las piezas (cf. apartado 3.1.2) y un cambio estilfstico significative que lo asimila al denominado 'Estilo if (Garcia et al., 2011: 102) (cf. apartado 3.1.3). La horquilla cronologica atribuida a este grupo estilfstico es de 5500-5000 cal bc, encajando perfectamente con las dataciones disponibles para este momento de ocupacion del abrigo. Otros elementos materiales que avalan la definicion de este contexto como neolftico es la presencia de utillaje oseo, de ciertos elementos de adorno como brazaletes o anillos (cf. apartado 3-3.2) o de herramientas de molienda que, junto a una pequena lamina con micropulidos caracterfsticos de los utiles para cortar cereal, son las linicas evidencias de posible actividad agricola recuperadas en este yacimiento (cf. apartado 3.2.2).
Partiendo de esta secuencia cronoestratigrafica y de las ideas expuestas en ella, se plantea un nuevo panorama para el fenomeno de la neolitizacion en el Bajo Aragon y por extension en el valle del Ebro que, lejos de seguir una tendencia unilineal y progresiva, contempla la intervencion de diferentes agentes en distintos momentos (Fig. 15) (Garcia, 2014 y 2015; Rojo etal., 2008):
- Grupos 'neolfticos colonos pioneros': fueron los responsables directos de la introduccion del Neolftico, portadores de los nuevos conocimientos y formas de vida. En el valle del Ebro se han documentado varios contextos que, por sus condicion de fundaciones ex novo, podrfan encajar dentro de esta categorfa, como en el caso de Chaves, Pena Larga, Can Sadurnf y, tal vez, la Bauma del Serrat del Pont. En todos ellos se han obtenido dataciones que van aproximadamente desde el 5700-5600 hasta el 5400-5300 cal bc (Rojo etal., 2012: 591-595).
- Grupos 'mesolfticos con elementos neolfticos': resultantes de la interaccion entre comunidades de cazadores-recolectores y las primeras economfas productoras. Su desarrollo cronologico es similar al de los 'colonos pioneros', como demuestran las dataciones del propio horizonte de Valmayor xi-ii (Fig. 4) y de otros contextos como Aizpea hi, Forcas n-v y vi o Mendandia n y msup (Fig. 15) (Rojo etal., 2012: 591-592).
- Grupos 'plenamente neolitizados': a partir del 5300-5200 cal bc se registra en gran parte del territorio peninsular una proliferation de yacimientos, que evidencian ya el final del fenomeno de la neolitizacion y el inicio propiamente del Neolftico antiguo (Fig. 15). En este momento, el poblamiento se articula en torno a asentamientos al aire libre de fundacion ex novo con una clara orientation agroganadera y a campamentos estacionales especializados en actividades como la caza, el pastoreo o la explotacion de ciertos recursos natural es, entre otras. En cuanto a estos ultimos, algunos son tambien de nueva planta -casos como El Plano del Pulido eg o Los Husos I y II en el valle del Ebro (Garcia, 2014 y 2015; Rojo etal., 2012)-, mientras que en otras ocasiones se siguen ocupando aquellos lugares que tradicionalmente habfan sido usados por las poblaciones locales, como ocurre en Valmayor xi-iii (Fig. 4) y en otros contextos como el Abrigo del Angel l-8bsup y 2-2al, La Pena d.sup., El Pontet c.inf., Els Secans na o Botiquerfa dels Moros 6 (Fig. 1) (Alday et al., 2012c; Garcia, 2014 y 2015; Rojo etal., 2012).
Por tanto, la excavacion y estudio del Cingle de Valmayor xi han permitido reformular una serie de parametros que podrfan resumirse en los siguientes puntos:
1. Se ha de cuestionar la identification de contextos simplemente a traves de la presencia de ciertos elementos materiales considerados tradicionalmente como 'marcadores neolfticos' puesto que, como se ha demostrado en el caso de la industria lftica, en realidad no se dio una verdadera ruptura tecnotipologica con respecto al periodo anterior, sino que esos rasgos considerados como novedosos se tratarfan de aportaciones de las poblaciones locales mesolfticas a lo largo del fenomeno de la neolitizacion. En este mismo sentido, la presencia de algunos fragmentos ceramicos tampoco es prueba irrefutable para hablar de comunidades neolitizadas, puesto que pueden ser artefactos que se han integrado en la cultura material a traves de relaciones de intercambio. Por tanto, para definir un yacimiento como neolitico no solo puede atenderse a la presencia y/o ausencia de ciertos rasgos tecnicos o artefactos, sino que la neolitizacion dio lugar a importantes transformaciones en todos los ambitos como las estrategias subsistenciales -con la introduccion de la agricultura y la ganaderia-, la interaccion del ser humano con su entorno, las relaciones sociales inter- e intragrupales, los sistemas simbolicos, la cultura material o las formas de ocupacion del territorio, entre otros (Rojo etai, 2008b: 278 yss.).
2. Todas las evidencias apuntan hacia la definicion de contextos 'mesoliticos con elementos neoliticos', resultantes de la interaccion entre grupos neoliticos de 'colonos pioneros' y comunidades locales de cazadoresrecolectores (Garcia et al., 2011; Rojo et al., 2008), de los que Valmayor xi-ii seria un claro exponente. Estos contactos, que habrian tenido lugar en un lapso cronologico aproximado entre el 5700-5600 y el 5300-5200 cal bc, dieron lugar posteriormente al surgimiento de comunidades neoliticas de 2.a, 3-a, 4.a... generacion, que a su vez fomentaron nuevas relaciones intragrupales en el marco de diferentes escenarios espacio-temporales (ibidem).
3- Estas comunidades de 2.a, 3-a, 4.a... generacion fueron las protagonistas de la fase de Valmayor xi-iii y de otras multiples y diversas ocupaciones -asentamientos al aire libre junto a buenas tierras de cultivo, campamentos especializados..que proliferaron a lo largo de relativamente poco tiempo en gran parte del territorio peninsular.
La estratigrafia documentada en el Cingle de Valmayor xi constituye, por tanto, una completa secuencia de referenda para el estudio e interpretacion de un periodo dave en el devenir de las sociedades prehistoricas.
1 La linea de investigacion principal de este trabajo se desarrolla en el marco de los proyectos "Los Caminos del Neolitico" (har2009-09027) y "Los Caminos del Neolitico II" (har2013-46800-p) bajo la direction de M. Rojo Guerra, concedidos por la Subdireccion General de Proyectos de Investigacion/Direccion General de Investigacion y Gestion del Plan National de I + D+ i/Secretaria de Estado de Investigacion, del Ministerio de Ciencia e Innovation, y cofinanciado por el Gobierno de Aragon. La parte anah'tica y las dataciones radiocarbonicas se han realizado dentro del proyecto "Origins and spread of agriculture in the western Mediterranean region" (ERC-2008-Adc 230561), coordinado por L. Pena Chocarro y financiado por el European Research Council.
2 Se ha priorizado en el analisis el parametro de la longitud frente a otros como la anchura o el espesor, por considerarlo el mas significativo de cara a la interpretacion del desarrollo tecnologico y los cambios acaecidos en el mismo durante este momento de transicion.
3 Cf. apartado 2; hay que recordar que los niveles mas antiguos se han documentado en un area muy pequena. convexidad de sus catetos -al menos en un 25% de las piezas- (Fig. 8, n.°s 20 y 23), lo que indica una cierta continuidad en los procesos de talla y a su vez la evolucion progresiva de los tipos. En cuanto a las tecnicas de retoque, la mayoritaria es el doble bisel, con representacion del retoque abrupto solo en tres casos -2 en Valmayor xi-i y 1 en Valmayor xi-ii-, ninguno de ellos procedente de las cronologias mas recientes (Fig. 8, n.°s 2, 7 y 14). Llama la atencion el hallazgo de 2 triangulos con retoque bifacial en Valmayor xi-i (Fig. 8, n.°s 1 y 6), puesto que esta tecnica ha sido considerada tradicionalmente como 'genuinamente neolitica'. Se han hallado algunos paralelos en contextos similares como Botiqueria dels Moros 4, donde este tipo de elementos han aparecido asociados a niveles en los que tambien se han registrado geometricos de 'tipo Cocina' (Alday et al., 2012c: 326; Domingo, 2004: 78; Utrilla et al., 2009: 146). De nuevo, estos datos no encajan con los patrones cronotipologicos establecidos para la zona (Utrilla et al., 2009), apoyando la hipotesis de una continuidad sin rupturas en las tecnicas de talla para la elaboracion de proyectiles, y en general del resto de utiles, y de una evolucion progresiva de los tipos fabricados.
4 Cf. tambien Maigrot, Y.: Etude technologique et fionctionnelle de I'outillage en matieres dures animales la Station 4 de Chalain (Neolithique final, Jura, France). Tesis doctoral presentada en 2003 en la Univ. PantheonSorbonne de Paris.
5 Tambien Antolin, F.; Alonso, N.; Lopez, V.; Perez Jorda, G. y Zapata, L.: Mesolithic plant use in the Iberian Peninsula, en prensa.
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* Dpto. de Prehistoria y Arqueologia. Facultad de Filosofia y Letras. Plaza del Campus, s/n. 47011 Valladolid (Espana). Correo-e: [email protected]
** Instituto Arcadia. Fundacion General Univ. Valladolid. Residencia Universitaria Alfonso VIII. C/ Real de Burgos, s/n. 47011 Valladolid. Correo-e: [email protected]; [email protected]
*** Escuela Espahola de Historiay Arqueologia en Roma-csic. Via di Torre Argentina, 18. 00186Roma. Correo-e: leonor. chocarro @csic. it
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********* Instituto de Historia, cchs-csic. C/ Albasanz, 26-28. 28037Madrid. Correo-e: marta.moreno@cchs. csic.es; [email protected]
********** g)pt0 de Prehistoria, H.a Antigua y Arqueologia. Facultad de Geografia e Historia. Cl Cervantes, s/n. 37002 Salamanca. Correo-e: [email protected]
*********** j]scnjco Arqueologo. Cl Lucas Gallego, 58, 3-° izqda. 50009 Zaragoza. Correo-e: fabiolaglecum@ gmail.com
Recepcion: 28/01/2015; Revision: 6/02/2015; Aceptacion: 25/03/2015
BIBLID [0514-7336 (2015) LXXV, enero-junio; 41-71]
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Copyright Ediciones Universidad de Salamanca Jan-Jun 2015
Abstract
This paper presents the preliminary results of the excavation of the Valmayor XI rock shelter, in the context of the research project 'The pathways of the Neolithic'. Through the analysis of the radiocarbon dates and a detailed stratigraphic interpretation three occupations have been established with chronologies within different periods of the vith millennium cal BC. A general description of the archaeological events documented in each phase, and of most of the recovered material -pottery, lithic artefacts, bone industry and ornaments, faunal and carpological remains- is offered. Moreover, in the light of the new dates presented, a review of the Neolithisation process in the Lower Aragón region, and also in the Ebro valley, is proposed. Also the identification of archaeological sites as Neolithic ones only on the basis of the presence of some elements considered as 'Neolithic markers', without any consideration of the subsistence strategies or territorial exploitation, is questioned.
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