Content area
Full text
Desde finales del siglo xix, la pintura de paisaje en México buscaba la afirmación de la identidad nacional (García Cuevas, 2020), un elemento pictórico que incorpora las representaciones de las culturas indígenas durante el periodo posrevolucionario para enaltecer los orígenes pluriculturales de la nación. La armonía en los colores, la vastedad territorial, el maíz, el nopal y los magueyes se conjugan con cuerpos armónicos, en muchas ocasiones corpulentos y poderosos. Sobre todo en los murales, el paisaje sirvió como telón de las representaciones de una idea de progreso en la que las poblaciones indígenas y marginadas se incorporaban a la modernidad a través de la educación y el desarrollo tecnológico. De esta manera, el territorio representado en el paisaje daba cuenta de procesos sociales, económicos y culturales que, desde una visión idílica, permitirían, en un futuro cercano, sacar de la pobreza a los sectores más desfavorecidos del país.
Con el devenir de los años, el desarrollo de las artes plásticas incorporó las nuevas tecnologías, con lo que la videograbación se convirtió en una herramienta que permite complejizar las representaciones del paisaje y la territorialidad de las interacciones sociales y políticas. Sin embargo, los temas no parecen cambiar del todo. La persistencia de un desarrollo excluyente, en el que continúa existiendo una elevada pobreza, sigue siendo fuente de inspiración de diversos artistas. Es el caso de Mesoamérica: efecto huracán (2015), video realizado por Edgardo Aragón (1985), que fue proyectado en una exposición virtual del Museo de Arte Contemporáneo (muac) de la unam en 2020, durante la pandemia.1 Aquí, el paisaje vuelve a utilizarse como herramienta artística, pero, más que exaltar “lo bello" o construir con la imagen la promesa de una futura vida digna, el artista recurre a él para denunciar una problemática compleja de la realidad mexicana, sin olvidarse de la estética.
Aragón utiliza como base para la elaboración de su pieza el “Proyecto Mesoamérica", iniciado en 2008, cuyo objetivo fue construir, en las áreas desérticas y ventosas del istmo de Tehuantepec, una serie de parques eólicos bajo la promesa de convertirlos en una fuente para “disminuir la desigualdad social y la pobreza" en diversos poblados zapotecas de Oaxaca. Sin embargo, como bien lo retrata Aragón, las comunidades cercanas, hasta la fecha de la...