En Liquid Sovereignty: Post-Colonial Statehood of China and India in the New International Order, el investigador checo y especialista en Asia, Ales Karmazin, aborda una redefinición del concepto de soberanía, basándose en los trabajos sobre la modernidad líquida del sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman, a raíz del surgimiento de dos nuevas potencias en el tablero internacional, China e India, y a los cambios experimentados por el orden internacional desde hace al menos una década.
El libro, publicado en 2023, se estructura en nueve capítulos, donde no solo desarrolla este concepto y lo aplica a cuatro casos conflictivos de la actualidad asiática, sino que también hace un repaso detallado de la política exterior y económica de China e India tanto a nivel regional como internacional, además de pormenorizar las implicaciones que el pasado colonial, la identidad nacional y el soft power de las dos potencias tienen en su estrategia de proyectarse internacionalmente. Para esta labor, emplea un enfoque interdisciplinar e histórico complementado con un análisis comparativo de los conflictos que mantienen Taiwán y Hong Kong con China, por un lado, y, por el otro, las relaciones tensas de Cachemira y Bután con la India. De este modo, el autor construye una ruta holística que consolida sus afirmaciones teóricas y da una idea más clara de los desafíos que nuestra concepción ortodoxa de la soberanía afrontará en un futuro inmediato.
En el proceso de definir lo que es la soberanía líquida, el investigador se inspira en diferentes disciplinas, tales como la Teoría Política, la Economía o los Estudios Culturales, aunque la base estructural del concepto reside, como hemos mencionado, en los trabajos del sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman, como su concepción de modernidad líquida centrada en la imposibilidad de aferrarnos a una realidad duradera, debido al constante cambio que, como agua, va permeando la sociedad. Ahora, según lo expuesto por Ales Karmazin, la soberanía líquida se refiere a las estrategias flexibles y heterogéneas desarrolladas por India y China para mantener su autonomía y agenciarse un espacio cada vez más sólido en un contexto internacional caracterizado por la interconectividad y la interdependencia.
Esta flexibilidad y heterodoxia se pueden traducir en la cesión de ciertos grados de autonomía interna y externa por parte de los pequeños países a las potencias vecinas. A cambio, estos pequeños territorios conseguirían una mayor influencia a nivel internacional. Karmazin asegura que la India y China estan apelando a la soberania liquida para encarar los desafios y las oportunidades que ofrece la globalizacion. Ambos paises participan de la economia global, estan integrados en las cadenas de valor y son miembros activos de diferentes instituciones económicas internacionales. Es mas, en su carrera para lograr una mayor proyección han optado también por aproximarse a estructuras políticas supranacionales, donde su actividad no cesa en lo referente a la cooperación y la defensa. Además han apostado por conformar nuevas instituciones que desafíen la capacidad de aglutinar el poder y los intereses de las ya existentes.
Cuatro son los conflictos a los que Karmazin intenta dar solución con su concepto de soberanía líquida. El primero de ellos es entre Taiwán y China. Pekín reclama a Taiwán como parte integral de su territorio, mientras Taipéi se considera una nación independiente con un sistema político, social, económico y cultural propio y contrario al de su vecino. El autor defiende la disposición de ambas partes a negociar y adaptar las reclamaciones particulares, teniendo en cuenta los vientos que soplan en la realidad política y económica internacional. La cooperación transfronteriza de ambos lados del estrecho en temas de interés compartido, por ejemplo el comercio o la seguridad, contribuirá a mitigar la tensión regional. Además, la soberanía líquida implica un mayor reconocimiento de la autonomía y la identidad de Taiwán dentro del contexto de la unificación con China, o lo que es lo mismo en la descripción, un condicionamiento de Pekín frente a ciertos derechos y privilegios políticos de la isla.
El segundo conflicto entre Hong Kong y China es un recuerdo constante de su pasado colonial al que ni el principio de un país, dos sistemas ha podido dar solución. Los hongkoneses buscan preservar el acervo de libertades heredadas de la época colonial. La soberanía líquida aplicada al conflicto entre Pekín y Hong Kong sugiere mayores dosis de autonomía política y administrativa para la ciudad, lo que supondría que China cejaría en su empeño de imponer una ley que centralice categóricamente la autoridad. Karmazin también sugiere que Hong Kong goce de cierta autonomía legislativa, se respeten los valores tan apoyados por la población y se abra un proceso de consulta y negociación constante con Pekín que les permita adoptar soluciones que satisfagan los intereses de las dos partes.
El tercer caso conflictivo, entre la India y Bután, según argumenta Karmazin, implica, por un lado, a dos países con dos sistemas políticos diferentes (una república y una monarquía) y, por el otro, los deseos de un estado pequeño de no ser absorbido por un país mucho más grande. La receta es sencilla: mantener diálogos constructivos que aborden las reclamaciones de ambos países sin que ninguno pierda su soberanía, se respeten las fronteras y no se entrometan en los asuntos internos del otro. Por lo tanto, su relación se tendrá que basar en la cooperación en áreas de mutuo acuerdo, que bien podrían estar vinculadas al desarrollo económico, la seguridad regional, la cuestión de los recursos naturales, la construcción conjunta de infraestructuras o la conservación del medio ambiente; y si por algún motivo surgiera un conflicto, se resolvería de forma pacífica y conforme a lo establecido por el derecho internacional.
El cuarto y último de los conflictos analizados lo protagonizan la India y Cachemira. Las pretensiones de integrar el territorio por parte de la India de manera efectiva son evidentes y se contraponen a los intentos infructuosos de autodeterminación de los cachemires. En lugar de implementar medidas rígidas у categóricas, la soberanía líquida da pie a la búsqueda de soluciones que respeten los derechos y los intereses de las comunidades locales. Al igual que ocurre entre Hong Kong y China, Nueva Delhi debe asumir un enfoque más inclusivo y respetuoso con los derechos civiles de la población local. Karmazin, incluso, llega al punto de apoyar el derecho a la autodeterminación y a la participación de las élites gobernantes del territorio en la toma de decisiones. Para lograr avances significativos que eviten un aumento de la tensión regional, insta a todas las partes del conflicto (incluida a Pakistán) a que se sienten en la mesa de negociaciones para que aborden sus preocupaciones y puedan alcanzar soluciones aceptables y duraderas para todos los litigantes.
El análisis teórico aplicado que desarrolla Ales Karmazin en su libro no pierde ni un momento de vista los aspectos internacionales, comerciales y culturales de este siglo presente. De hecho, sintetiza con precisión los desafíos y oportunidades que ambos países deberán sortear y aprovechar en un mundo globalizado. En cuanto a los retos económicos, el investigador presta una especial atención a las desigualdades, la sostenibilidad ambiental y la diversificación, tres problemas que en diferente grado deben afrontar tanto la India como China para evitar el desmembramiento social, el deterioro de los ecosistemas o la desconexión de la economía internacional.
Sin embargo, Karmazin cree que disponen con las herramientas para hacerlo. Ambos estados asiáticos disponen de una población joven y dinámica,un mercado interno amplio y con futuro y grandes oportunidades para el desarrollo de la demanda interna y la inversión externa. Considera que los dos países van por el buen camino gracias a las cantidades elevadas de capital que destinan a la innovación tecnológica y el desarrollo de las infraestructuras económicas. Sin duda, si continúan implementando sus inversiones en áreas estratégicas y diversifican sus estructuras económicas, mejorarán su competitividad a nivel global, o lo que es lo mismo: conseguirán un mayor acceso a los mercados internacionales, a tecnologías punteras y al capital foráneo.
En cuanto al orden internacional, la emergencia China e India supone un desafío a la predominancia histórica de Occidente, que incide en la orientación de las instituciones internacionales, especialmente en aquellas de marcada dedicación económica. En el presente escenario de reconfiguración y reequilibrio de poderes, las instituciones, asegura Karmazin, se verán tensionadas por las exigencias de apertura de estas dos potencias, lo que supondrá más voz y más voto para los países en vías de desarrollo.
También se vislumbra la creación de nuevas instituciones destinadas a establecer vínculos de cooperación, pero que como efecto colateral acrecentarán la tensión y la competencia entre estados. Por supuesto, esto contribuirá a un equilibrio de poderes que perfilen con precisión la realidad del siglo XXI, aunque también supondrá un punto de inflexión para principios como la democracia, los derechos humanos y el libre comercio, que chocaran de frente con alternativas de gobierno proclives a aportar por la soberanía y el desarrollo nacional.
Quizá, los aspectos relacionados con el orden mundial, la economía internacional, el poscolonialismo o la diplomacia cultural estén explicados con mayor detalle y calado en Henry Kissinger, Niall Ferguson, Anne-Marie Slaughter, Immanuel Wallerstein, Thomas Friedman, Robert Keohane, Joseph Nye, Susane Strange, Michael N. Barnett o Amitav Acharya. Sin embargo, debido al análisis perspicaz y multidisciplinario del concepto de soberania, este libro deberia convertirse en lectura obligatoria en los cursos de Relaciones Internacionales y de todos los investigadores realmente interesados en los cambios que acontecen hoy en dia en el juego entre estados. Liquid Sovereignty no deja de ser una cura de humildad para los académicos occidentales obcecados en que sus inventos politicos no pueden ser remodelados por terceros paises que no pertenecen a esa órbita, en un mundo supuestamente global y sin barreras.
Ahora bien, teniendo en cuenta que el aporte destacable de Karmazin es el concepto de soberanía líquida y su aplicación a los cuatro conflictos, los escépticos podrían poner en duda el optimismo del autor respecto al mundo interconectado y global que describe. Pero no olvidemos que el libro se publicó antes de que los cuatro jinetes del apocalipsis nos volvieran a visitar. Es verdad que la alianza entre China y Rusia y la enconada resistencia de los países occidentales a no perder poder e influencia está conduciendo a la realidad internacional a los tiempos anteriores a la Pax Americana. Sin embargo, aun asi, el análisis de Ales Karmazin no pierde ninguna vigencia, porque, ya sea conectados o desconectados, una parte importante de la comunidad internacional se regirá por nuevas concepciones teóricas y políticas insoslayables para los académicos del norte del ecuador. Guste o no, la India y China están llamadas a protagonizar el futuro político en ese espacio llamado tablero internacional. Sería irresponsable desdeñar un conocimiento tan útil y pragmático que nos permitiría entendernos y no romper lazos de comunicación con los vecinos del Sur.
You have requested "on-the-fly" machine translation of selected content from our databases. This functionality is provided solely for your convenience and is in no way intended to replace human translation. Show full disclaimer
Neither ProQuest nor its licensors make any representations or warranties with respect to the translations. The translations are automatically generated "AS IS" and "AS AVAILABLE" and are not retained in our systems. PROQUEST AND ITS LICENSORS SPECIFICALLY DISCLAIM ANY AND ALL EXPRESS OR IMPLIED WARRANTIES, INCLUDING WITHOUT LIMITATION, ANY WARRANTIES FOR AVAILABILITY, ACCURACY, TIMELINESS, COMPLETENESS, NON-INFRINGMENT, MERCHANTABILITY OR FITNESS FOR A PARTICULAR PURPOSE. Your use of the translations is subject to all use restrictions contained in your Electronic Products License Agreement and by using the translation functionality you agree to forgo any and all claims against ProQuest or its licensors for your use of the translation functionality and any output derived there from. Hide full disclaimer
© 2024. This work is published under https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/ (the “License”). Notwithstanding the ProQuest Terms and Conditions, you may use this content in accordance with the terms of the License.
Details
1 Universidad Complutense de Madrid (España)