Christian Bonah et Anne Rasmussen (dir), Histoire et médicament aux XIXe et XXe siècles, Paris, Biotem & Éditions Glyphe, 2005.
La historia de las prácticas de curar y de los productos terapéuticos no es ya dominio exclusivo de la historia de las ciencias y de la medicina. Este libro evi
dencia la riqueza de una corriente historiográfica que se arriesga a trabajar con las herramientas y hallazgos de campos tan diversos como la historia económica y empresarial, de la salud, de la farmacia y de las técnicas para realizar una historia de los medicamentos a partir de las prácticas que lo rodean.
El libro comienza con el capítulo "Los agentes terapéuticos. Paradojas y ambigüedades de una historia de los medicamentos durante los siglos XIX y XX", Christian Bonah y Séverine Massat-Bourrat estudian las transformaciones de nociones como remedio, agente terapéutico y medicamento. Los autores muestran que si bien el progreso científico ha marcado el perfeccionamiento de los medicamentos no hay une historia lineal de la invención terapéutica y menos une historia lineal de sus prácticas. Bonah y Masset-Bourrah realizan una periodización de "la historia de la invención terapéutica, científica e industrial a la manera de una historia acontecimental". Escogencia legítima, puesto que para formular problemas específicos es necesario construir una rejilla de análisis, y en historia ésta se construye a partir de cronologías bien establecidas, incluso si estas son siempre parciales. Además, la tabla de las invenciones terapéuticas incluida en el libro tiene una utilidad heurística: proporciona los datos claves para comprender esa cronología resumida de los agentes terapéuticos de los dos últimos siglos. Ese primer capítulo ensaya pues un trabajo de delimitación conceptual (remedio, agente terapéutico, materia médica y medicamento), completamente pertinente y además útil para la contextualización de los demás capítulos de la obra colectiva.
Una de las paradojas exploradas por los autores muestra que no hay una coincidencia entre la invención terapéutica (el medicamento) y la práctica terapéutica (su prescripción o consumo). Si bien los descubrimientos de la química entre 1800 y 1940 sugieren que los productos químicos y vegetales eran los predominantes en la terapéutica, al observar los manuales es posible encontrar un paisaje diferente. Por ejemplo, cuando se observa la Bibliothèque de thérapeutique, una colección de 28 volúmenes, publicada entre 1909 y 1912 bajo la dirección de Augustin Gilbert et Paul Carnot, se constata que de los 14 primeros volúmenes dedicados a los agentes terapéuticos, solamente dos están consagrados a los medicamentos químicos y vegetales. En efecto, son las sustancias animales las que sirven a las terapias más usuales como la organoterapia, las vacunas y los sueros. Se encuentra allí una primera constatación significativa para la historiografía y la metodología de la historia del medicamento: nuestra visión retrospectiva del objeto, conduce a considerar falsamente la terapéutica actual (los medicamentos en su presentación química) como una entidad permanente, pero la confrontación con las fuentes da cuenta de el uso generalizado de productos terapéuticos que hoy parecen menos importantes.
Otra paradoja de esta historia, la cual confirma la discontinuidad entre las invenciones y las prácticas, es la desconfianza extendida entre les médicos frente a la eficacia de los nuevos tratamientos, sobre todo después del fiasco de la tuberculina de Robert Koch entre 1890 y 1891. Asimismo, los autores se apoyan en la obra de Olivier Faure para evidenciar los procesos sociales de apropiación de los medicamentos. Los autores critican la idea según la cual habría un hilo conductor completamente racional que atraviesa el proceso de invención, producción, prescripción y consumo de los medicamentos. A través del análisis de un caso los autores contestan esa idea de manera contundente. La clorpromazina es una molécula próxima a los antihistamínicos, utilizada inicialmente como sedante en las intervenciones quirúrgicas. Pero sólo en 1952 será presentada como el primer anti psicótico. Cuando se observa la publicidad del Largactil, en la cual la clorpromazina es exhibida como el descubrimiento que "libera a los enfermos de su psicosis", se corre el riesgo de olvidar su utilización previa, menos específica, como antiemético y sedativo. La trayectoria de la molécula y su reapropiación por la clínica, evidencian que no hay continuidad entre la invención (la sustancia) y su utilización como anti psicótico. En este caso, es la clínica y no el laboratorio lo que permite la redefinición del uso del medicamento.
Olivier Faure, uno de los historiadores con más trayectoria en el ámbito de la historia de la salud y de la farmacia escribe el capítulo "Los farmaceutas y el medicamento en Francia durante el Siglo XIX". Se trata de un trabajo de síntesis donde el autor realiza un fino retrato de las prácticas de los farmaceutas durante el XIX y sus tensiones con los médicos y comerciantes. Según Faure, el mercado del medicamento conoce el éxito mucho antes de su industrialización. Este crecimiento se constata por el aumento del número de farmacias, de droguerías, por la fundación de pe queñas industrias, y por la publicidad farmacéutica. Pero los farmaceutas también enfrentan la competencia de los medicamentos producidos en serie antes de la industrialización de la farmacia. La botica no es el único lugar de producción de medicamentos y el farmaceuta termina rápidamente por procurarse las especialidades farmacéuticas en las droguerías para luego ofrecerlas en su propio establecimiento. Por otra parte, la profesión farmacéutica se considera como una profesión subalterna que nunca obtiene un prestigio similar al de la medicina. Asimismo, los médicos desconfían siempre de una profesión a la vez muy próxima de la medicina y dependiente de la lógica del mercado.
Sophie Chauveau realiza dos contribuciones en esta obra: la primera, "El estatuto legal del medicamento en Francia", estudia la historia de la legislación farmacéutica y las sucesivas definiciones del medicamento frente a la política de patentes. Dos problemas principales son abordados en este capítulo. El primero se refiere a la historia de la policía del medicamento durante el siglo XIX. Chauveau estudia la problemática noción de especialidad farmacéutica y su confusión con la noción más antigua de remedio secreto. El segundo tema, es la política de evaluación de la innocuidad de los medicamentos durante el siglo XX, el cual aborda el proceso de transformación de la noción de medicamento hacia la noción más actual de producto de salud.
"Mercado y publicidad de los medicamentos" es el título de la segunda contribución de Chauveau. Allí se concentra en las dificultades para separar en esta historia los intereses del mercado y los intereses de la salud pública. La regulación de los medicamentos va más allá de la vigilancia de los farmaceutas y de los laboratorios y toca a la publicidad. Antaño, las promesas terapéuticas de la publicidad no tenían límites y los medios de comunicación podían ser usados para los fines de los comerciantes. Pero a partir del siglo XX, un movimiento de desconfianza se desarrolla entre los médicos. Ya no será posible decir cualquier cosa sobre cualquier producto. Los legisladores y los médicos construyen entonces una ética del marketing terapéutico, la cual exige que solo se pueda hacer publicidad de los efectos demostrados. Por otra parte, la publicidad comienza a diferenciarse según sea para públicos expertos o legos.
La contribución de Jean Paul Gaudillière "Una mercancía que no es como las otras: historiografía del medicamento y la industria farmacéutica en Francia durante el siglo XX", constituye uno de los aportes más importantes de esta obra. El análisis de Gaudillière se ocupa de la historiografía económica de la industria farmacéutica, la historia de la propiedad industrial e intelectual y el debate sobre los límites de la revolución terapéutica. Una primera observación hecha para Gaudillière señala que "la historia del medicamento en Francia es la historia de la ciencia farmacéutica, de los farmaceutas y de las sustancias que ellos preparan. Pero es también una historia de la industria, de sus prácticas, conflictos y oposiciones que suscitaron", p. 117. Sin embargo, la historia económica del medicamento es todavía escasa, debido a las dificultades de trabajar con ese tipo de información y al recelo que tienen las propias industrias con los datos de su pasado. Por otra parte, la historiografía actual del medicamento intenta tomar una vía diferente a los caminos tradicionales de la reflexión epistemológica sobre los cambios de las teorías y la historia de las profesiones médicas. Se trata más bien de explorar la historia de las prácticas científicas e industriales y las trayectorias del medicamento. Para Gaudillière la noción de trayectoria hace referencia al "pluralismo de las actividades y de los protagonistas, a su disposición en redes cuyas estructuras y lógicas de funcionamiento son eminentemente locales y variables. Asimismo, al hacer referencia a la idea de los diferentes usos del medicamento y sus procesos de apropiación la noción de trayectoria toma distancia del modelo lineal de las "transferencias". Finalmente, ésta noción permite seguir la historia de los agentes terapéuticos industriales, teniendo en cuenta el trabajo de establecimiento de fronteras. Por ejemplo, entre industria y dispensario, entre farmacia y clínica, entre proceso de laboratorio y proceso de producción". (p. 118).
Por otra parte, Gaudillière propone una serie de hipótesis para explicar la especificidad de la historia del medicamento en Francia: la farmacia es una profesión muy vinculada al Estado, el cual impulsa a las corporaciones a la optimización de las técnicas de preparación. Asimismo, las empresas farmacéuticas francesas desarrollaron el renglón de productos biológicos frente a otros países, como Alemania que se especializaron en la quimioterapia. Finalmente, no se puede hacer la historia del medicamento en Francia sin dar cuenta de los conflictos entre la salud pública y el mercado.
En su artículo "Preparar, producir, presentar los agentes terapeúticos; historias del objeto medicamento" Anne Rasmussen se pregunta por la historia material del medicamento y desarrolla los esbozos de la historia de algunas formas farmacéuticas proporcionando excelentes pistas para avanzar en una antropología del medicamento y sus prácticas. Llama la atención la manera novedosa como son interrogadas las fuentes en este trabajo. Sobre todo los instrumentos de farmacia y los catálogos de las exposiciones universales así como la publicidad farmacéutica, los estudios de farmacia y los manuales de terapéutica. La autora cuestiona la "saga farmacéutica", que asimila los acontecimientos de una invención y su uso o apropiación por las farmacias, los médicos o los consumidores. "En este sentido, el reconocimiento por las instancias profesionales es un momento importante en el proceso de legitimación de una nueva forma farmacéutica y la descalificación de una antigua es significativa de la frecuente lentitud de las modalidades de recepción. Así por ejemplo, el Codex no valida la tableta hasta 1937, mientras que su consumo se remonta a los años 1870 y su difusión efectiva en Francia a comienzos del siglo XX siglo." (p. 170). El libro termina con una conclusión realizada por Patrice Bourdelais quien presenta los hallazgos más relevantes de la obra e insiste sobre los problemas metodológicos e historiográficos allí planteados.
Se puede decir que el resultado de este trabajo, dirigido por los historiadores Christian Bonah y Anne Rasmussen es exitoso, pues en tanto ejercicio de una historia reflexiva y crítica el libro presenta resultados de investigaciones empíricas y además realiza análisis sobre la historiografía del objeto. Es una obra destacable por sus hallazgos en lo histórico y en lo programático, pues abre diversas canteras que podrían ser explotadas por otros investigadores y en contextos diferentes. El libro es también una motivación para que los historiadores trabajen en conjunto a partir de la definición de un terreno común y un problema. Finalmente, es necesario destacar el impecable trabajo de los editores, consolidado con una bibliografía exhaustiva y actualizada al final del volumen.
Víct or Manuel García
Magíster en Historia de la
Universidad Nacional de Colombia,
sede Medellín
Becario del programa PhoenixEM
Dynamics of Health and Welfare,
L'École des Hautes Études en
Sciences Sociales, Paris.
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