De entre las múltiples definiciones y clasificaciones de lo que puede considerarse una conducta agresiva, es la división establecida por Keneth Dodge la que mejor nos permite estudiar y analizar la agresión desde el punte vista motivaciona funcional, así como también analizar los mecanismos cognitivos que se dan en las distintas expresiones de la agresión. En función de tales procesos, se han distinguidos tipos de agresión: reactiva vs proactiva.
La agresión reactiva está basada en el modele frustración– agresión postulado por Dollard ( Dollard, Doob, Miller, Mowrer y Sears, 1939 ), posteriormente modificado por Berkowitz (1965) . Se trata de un comportamiento que sucede como reacción a una amenaza percibida y que suele estar relacionada con una activación emocional intensa, altos niveles de impulsividad, hostilidad y déficits en el procesamiente la información ( Raine et al., 2006 ). La principal motivación que subyace a este tipo comportamiento agresivo parece ser eañar a otro, no persiguiendo ningún otrbjetiv meta concreta.
La agresión proactiva, por otrado, tiene su explicación en el modele aprendizaje sociae Bandura (1973) y estaría concebida como una estrategia más que el sujeto pone en marcha para la obtención de un objetiv beneficio. Dicha agresión no requiere de la activación con la que está caracterizada la agresión reactiva, y es vista como un tipe agresión fría, instrumental y organizada ( Raine et al., 2006).
A pesar de que cada tipe agresión por separado predice ya de por si comportamientos problemáticos tanto en los adolescentes como en los adultos, se han encontrado evidencias de que ambos tipos de agresión suelen darse de manera conjunta ( Bushman y Anderson, 2001; Pang, Ang, Kom, Tan y Chiang, 2013 ), siendas puntuaciones elevadas en ambas escalas las que parecen predecir comportamientelictivos de carácter más violento ( Barker, Tremblay, Nagin, Vitaro y Lacourse, 2006 ).
El conocimiente cómo surge y se modula el comportamiento agresivo es de vital importancia debido a las consecuencias que la manifestación de estos actos tienen para los individuos y la sociedad en general. La conducta agresiva empieza a manifestarse en la niñez temprana y adquiere su máxima expresión durante la adolescencia, disminuyendo a medida que las personas llegan a la adultez ( Dodge y McCourt, 2010 ). Esta especial incidencia del comportamiento agresivo entre los adolescentes justifica que sea considerado como un grupo prioritarie estudio, ya que la presencia de conductas agresivas a edad temprana es un predictor de comportamientos delictivos posteriores, desadaptación social y problemas de relación interpersonal ( Odgers y Russell, 2009).
Además de las implicaciones y consecuencias de la agresión tanto a nivel individual como social, la agresión es un fenómeno complejo y multidimensional, siendo múltiples y variados los factores de riesgo que están detrás de los comportamientos agresivos; fomentando su ocurrencia y facilitando que éstos se produzcan.
Centrándonos en la agresión proactiva y reactiva, los investigadores han identificado correlatos específicos para cada tipe agresión ( Hubbard, McAuliffe, Rubin y Morrow, 2007 ). La agresión reactiva es una respuesta ante algún tipe amenaza o provocación, rea percibida, a la que suelen acompañar manifestaciones de cólera o ira. La agresión de tipo proactivo se define por su falta de emoción y carácter instrumental, premeditado y dirigido a la consecución de cualquier meta o recompensa ( López–Romero, Romero y González– Iglesias, 2011 ).
La agresión reactiva se encuentra asociada a baja tolerancia a la frustración y pobre regulación en la respuesta a estímulos ambiguos ( Vitaro, Brendgen y Tremblay, 2002 ). Este tipe agresión es descrita come “sangre caliente”, y está caracterizada por la presencia de sentimientos de ira y enfado, acompañados por gestos y expresiones faciales ( Hubbard et al., 2002 ; 2004), que indican una alta activación emocional acompañada por una escasa capacidae autorregulación ante estímulos emocionales ( Marsee y Frick, 2007; Vitaro et al., 2002 ).
Los sujetos que exhiben este tipe comportamientos tienen tendencia a nivel cognitivo a interpretar de forman negativa las acciones y situaciones ambiguas, atribuyéndoles una connotación hostil que les lleva a interpretarlas como provocación o amenaza ( Crick y Dodge, 1996; Day, Bream y Pal, 1992; Dodge, Bates y Petit, 1990; Dodge y Coie, 1987; Hubbard, Dodge, Cillessen, Coie y Schwartz, 2001 ). Es la presencia de estos sesgos atribucionales hostiles, junto con la poca capacidae regulación de respuestas emocionales, las que hacen que la agresión de tipo reactivo se encuentre muy relacionada con la generación de respuestas agresivas ante conflictos sociales ( Dodge y Coie, 1987; Dodge, Lochman, Harnish, Bates y Petit, 1997; Helfritz-Sinville y Stanford, 2014; Orobie Castro, Merk, Koops, Veerman y Bosch, 2005 ).
Los adolescentes agresivos reactivos son vistos como más impulsivos y con problemas de atención ( Connor, Steingard, Anderson y Melloni, 2003; Day, Bream y Pal, 1992; Dodge, 1991; Dodge, Lochman, Harnish, Bates y Petit, 1997 ), y sus comportamientos agresivos son vistos como “fuera de control” ( Conaty, 2006 ). La expresión de este tipe agresión se relaciona a su vez con problemas de atención e hiperactividad ( Vitaro, Brendgen y Tremblay, 2002 ), somatización y problemas de sueño ( Dodge et al., 1997 ), así como también con un mayor riesge suicidio ( Conner, Duberstein, Conwell y Caine, 2003 ).
Al contrarie lescrito para la agresión reactiva, la de tipo proactivo es vista come “sangre fría” y controlada, y está relacionada con una ausencia de activación o sentimientos de ira ( Hubbard, McAuliffe, Morrow y Romano, 2010; Hubbard et al., 2004 ). Los adolescentes con este tipe agresión no suelen mostrar problemas en la regulación de sus emociones ( Dodge et al., 1997; Vitaro, Brendgen y Tremblay, 2002 ), existiendo una conexión entre este tipe conductas y una serie de características (pobreza emocional, falta de empatía, utilización de los demás para su propio interés), propias de jóvenes con problemas de conducta antisocial ( Frick y Dickens, 2006 ). Esta escasa asociación con reactividad emocional hace que resulte difícil a los sujetos que presentan este tipe agresión mostrar emociones prosociales tales como empatía o culpa ( Kruh, Frick y Clements, 2005 ), manifestando, sin embargo, rasgos de dureza e insensibilidad emocional ( Frick, Cornell, Bodin, Dane, Barry y Loney, 2003 ), tradicionalmente asociados con eesarrolle la personalidad psicopática ( White y Frick, 2010).
Esta asociación entre las características psicopáticas y la presencia de agresión de tipo proactivo se encuentra en adolescentes, donde aquellos que han realizado violencia caracterizada por su “instrumentalidad” han presentado puntuaciones elevadas en características de personalidad psicopáticas ( Loper, Hoffschmidt y Ash, 2001; Murrie, Cornell, Kaplan, McConvielle y Levy–Elkon, 2004 ). Igualmente, Kruh et al. (2005) , han encontrado que adolescentes con episodios de violencia instrumental en el pasado puntuaban significativamente más alto en rasgos de personalidad psicopáticos que aquellos con una historia de agresión de tipo reactivo.
A pesar de la tradicionaistinción entre agresión reactiva y proactiva en función de los niveles de impulsividad mostrados, hay estudios que empiezan a señalar cómas diferencias entre un grupo y otro no se dan exclusivamente en dicha impulsividad ( Andreu, Peña y Penado, 2012; López–Romero et al., 2011; Velasco, 2013 ). La ausencia de diferencias significativas en población adolescente agresiva se mantiene igualmente en la población adulta ( Barratt, Stanford, Dowdy, Kent y Felthous 1997 ), lo cual hace necesario un estudio más exhaustive las variables de personalidad asociadas a un tipe agresión u otro que permita una intervención más específica y eficaz en la edad adolescente para evitar que dichos comportamientos disfuncionales se extiendan a la edad adulta.
Por todo anterior, esta investigación analiza una serie de variables (conducta antisocial, desinhibición e impulsividad) en relación con distintos tipos de agresión funcional, con ebjetive valorar si existe un patrón de comportamientiferenciae las mismas en los distintos grupos de adolescentes agresivos. Dada la alta frecuencia con la que los comportamientos agresivos reactivos y proactivos coocurren ( Bushman y Anderson, 2001; Pang et al., 2013 ) se considera también una nueva modalidae agresión, de tipo “mixto”, caracterizada por la presencia de ambos tipos de comportamientos agresivos reactivos y proactivos.
Método Participantes
Los participantes en el estudio fueron seleccionados de doce centros educativos de la Comunidae Madrid, con los que se había establecido previamente contacto mediante eepartamente Orientación Psicopedagógica de cada une los centros participantes. Una vez establecido el contacto con estos centros, y con el consentimiente la dirección, se procedió a la obtención de la muestra que estuvo compuesta por adolescentes escolarizados en centros públicos de Educación Secundaria e Institutos, de los cuales, 446 cursaban estudios de la ESO (51.1% hombres y 48.9% mujeres) y 194 estudios de Bachillerato (42.3% hombres y 57.7% mujeres). Su range edasciló entre los 12 y los 17 años de edad; siendo su edad media de 15.2 años ( DT = 1,5). El 48.4% ( n = 310) eran varones, mientras que el 51.6% ( n = 330) fueron mujeres. El 96.9% de los encuestados eran españoles y alrededor del tres por ciento eran inmies, siendo el nivel socioeconómico auto-informado por los participantes de medio. Una vez solicitado el permiso para aplicar los cuestionarios al equipirectivo, e informados los padres de la realización del estudio, la participación de los adolescentes en el estudio se produje forma voluntaria y se aseguró el anonimate las respuestas dadas por los adolescentes a los diferentes instrumentos de evaluación. Ningún sujeto rechazó participar en el estudio ni abandonó el mismurante su desarrollo.
Procedimiento
Tras contactar con los equipos directivos y de orientación de los distintos centros educativos, se seleccionaron aquellos que se habían ofrecido para colaborar en el presente estudio. Posteriormente, se procedió a la selección de las aulas que fueron tomadas como unidad muestral y se eligieron al azar en cada une los cursos de Enseñanza Obligatoria y Bachillerato. Una vez seleccionadas, el tutor del curso y un miembrel equipe investigación organizaron el calendarie las horas disponibles para la evaluación de los participantes en función de la disponibilidae los alumnos eesarrollel programa escolar.
La aplicación de los instrumentos de evaluación se realizó de forma colectiva, estando presentes en cada aula dos evaluadores en ausencia de los profesores para evitar así que los adolescentes se vieran influidos de alguna manera por su presencia a la hora de contestar a los cuestionarios. La duración de la prueba fue de aproximadamente 50 minutos, pero se dispuso, en los casos en que fue necesario, de 10 minutos adicionales. Los cuestionarios fueron aplicados en orden contra–balanceado para controlar los posibles efectos contaminadores derivados del cansanci la fatiga de los participantes. Finalmente, tras eliminar un totae 17 cuestionarios por contar con datos defectuosos o no haber sido contestados adecuadamente por los adolescentes, se procedió a analizar estadísticamente los datos obtenidos mediante el SPSS versión 19.
Instrumentos
La medida de la agresión se obtuvo mediante el Cuestionarie Agresión Proactiva - Reactiva “RPQ” (Raine et al., 2006; adaptación de Andreu, Peña y Ramírez, 2009 ). Dicho cuestionario consta de 23 afirmaciones de las distintas conductas agresivas (12 proactivas – p.ej.: has gritado a otros para aprovecharte de ellos – y 11 reactivos – p.ej.: te has enfadado cuandtros te han amenazado- ) que los sujetos deben cumplimentar en función de su frecuencia de ocurrencia en una escala tipikert con tres opciones que van desde nunca (0) hasta a menudo (2). Para el presente estudio realizado se ha obtenido una fiabilidad calculada a través del Coeficiente Alpha de Cronbach de .92 para la escala total y un .85 y .89 para las sub-escalas de agresión reactiva y proactiva respectivamente. Con los resultados de dicho cuestionario se pudo clasificar a los adolescentes en aquellos con un comportamiento agresivo reactivo (si presentan una mayor frecuencia de conductas agresivas reactivas pero no proactivas), agresivo proactivo (se presentan una mayor frecuencia de conductas agresivas proactivas pero no reactivas) y agresivo mixto (si realizan ambos tipos de comportamientos agresivos).
La Escala de Impulsividad de Plutchik (Plutchik y Van Praag, 1989 ) fue utilizada para medir el comportamiento impulsive los adolescentes. Compuesta por 15 ítems que se relacionan con una posible falta de control sobre determinadas conductas (“¿pierdes la paciencia a menudo?”; “¿eres impulsivo?”) y con puntuaciones que oscilan de 0 a 3 (nunca, a veces, a menudo, casi siempre). La fiabilidae la escala en la investigación realizada la es .76 calculada a través del Coeficiente Alpha de Cronbach.
Para la evaluación de la conducta antisocial se ha utilizada Escala de Conducta Antisocial y Delictiva en Adolescentes (ECADA) (Andreu y Peña, 2013 ) que está compuesta por 25 ítems dicotómicos que permiten evaluar la presencia de comportamientos predelictivos (¿has viajado en autobús, metr tren sin pagar?); comportamientos vandálicos (¿has dañad destruido una parada de autobús, una señae tráfic una farola?); infracciones contra la propiedad (¿has entrado sin permiso en una casa, edifici propiedad privada?); comportamiento violento (¿has llevado un arma, una navaja, un pal un cuchillo?) y consume alcohol y drogas (¿has tomado cannabis, hachís o porros?). La consistencia interna de la escala en la presente investigación, estimada a través del Coeficiente alfa de Cronbach, fue de .86.
Por último, las puntuaciones de desinhibición se obtuvieron a través de la Escala de Búsqueda de Sensaciones para Niños y Adolescentes (EBS-J) (adaptada por Pérez, Ortet, Plá y Simó, 1987 ). Esta escala consta de un totae 50 afirmaciones que los sujetos deben de contestar en un formato verdader falso y que mide una serie de factores individuales asociados a la conducta antisocial y agresiva. En esta investigación sólo se han utilizados diez ítems que componen la sub-escala de desinhibición (“me gustan las fiestas donde se puede hacer lo que quiera”) y para el que se ha obtenido una fiabilidad, calculada a través del Coeficiente Alpha de Cronbach, de .82
Análisis de datos
Se ha procedido a realizar en primer lugar un análisis de correlación lineal entre los distintos tipos de agresión y las variables individuales consideradas. El estadístico utilizado para estos análisis ha sido el coeficiente de correlación de Pearson con valores que oscilan desde el -1 (relación lineal perfecta negativa) a 1 (relación lineal perfecta positiva).
En segundugar, se procedió a realizar un análisis de regresión lineal múltiple, lo que permite obtener una predicción de los distintos tipos de agresión en función de las variables consideradas. Se realizó, por tanto, un análisis de regresión (método stepwise ) consideranda agresión reactiva, proactiva y mixta como variables criterio (dependientes) y los distintos factores de riesgo individuales como variables predictoras con ebjetive determinar la capacidaiscriminadora de estas últimas sobre cada une los tipos de agresión considerados en el estudio.
Resultados
Podemos observar comos tres tipos de agresión correlacionan significativamente con todas las variables que conforman los factores de riesgo individual, encontrándonos las más altas correlaciones entre la conducta antisocial y la agresión proactiva ( r = .626; p < .01) y mixta (r = .601; p < .01), y entre la agresión reactiva y la impulsividad ( r = .426; p < .01). Señalar que todas correlaciones encontradas son significativas y positivas, indicando que a mayores niveles de las variables de riesgo individual se encuentran mayores niveles de agresión tanto reactiva, proactiva como mixta ( Tabla 1).
Tabla 1 ;
Correlaciones de Pearson de los distintos tipos de agresión y los factores de riesgo individuales
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | |
---|---|---|---|---|---|---|
1. Agresión reactiva | -- | |||||
2. Agresión proactiva | .615** | -- | ||||
3. Agresión mixta | .682** | .933** | -- | |||
4. Conducta antisocial | .370** | .626** | .601** | -- | ||
5. Impulsividad | .426** | .276** | .273** | .218** | -- | |
6. Desinhibición | .319** | .474** | .436** | .529** | .363** | -- |
* p < .05 ** p < .01
A continuación, una vez analizados los niveles de correlación entre las distintas variables, el análisis de regresión ofrece una serie de modelos de cómas variables de riesgo individual predicen los distintos tipos de agresión considerados en el estudio
En relación con la agresión reactiva encontramos que son la impulsividad y la conducta antisociaas que explican un 26.2% de la variabilidad encontrada. De estas dos variables la que aumenta considerablemente el valor predictivel modelo es la impulsividad, encontrándonos un aumento en el poder explicativel modelel 18.1% ( Tabla 2 ). A pesar de estos resultados podemos afirmar que tanta impulsividad ( t = 10.378, p < .001) coma conducta antisocial ( t = 8.347, p < .001) contribuyen al modele forma significativa, con un peso predictivigeramente mayor para la impulsividad (? = .362, p < .001) que para la conducta antisocial (? = .291, p < .001) (Tabla 3).
Tabla 2 ;
Estadísticos generales del modele regresión lineae la agresión reactiva en función de los factores de riesgo individual
Modelo | R | R cuadrado | R cuadrado corregida | Error típ. de la estimación | Estadísticos de cambio | Durbin-Watson | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Cambio en R cuadrado | Cambio en F | gl1 | gl2 | Sig. Cambio en F | ||||||
1 | .426 | .181 | .180 | 3.81257 | .181 | 141.117 | 1 | 638 | .000 | |
2 | .512 | .262 | .260 | 3.62258 | .081 | 69.675 | 1 | 637 | .000 | 1.063 |
Modelo 1: (Constante), impulsividad.
Modelo 2: (Constante), impulsividad, conducta antisocial.
Tabla 3 ;
Parámetros del modele regresión lineae la agresión reactiva en función de los factores de riesgo individual
Modelo | Coeficientes no estandarizados | Coeficientes tipificados | |||
---|---|---|---|---|---|
B | Error típ. | Beta | t | Sig. | |
(Constante) | 1.696 | .441 | 3.845 | .000 | |
Impulsividad | .251 | .024 | .362 | 10.378 | .000 |
Conducta antisocial | .368 | .044 | .291 | 8.347 | .000 |
En el case la agresión proactiva el 42.9% de la variabilidad encontrada sería explicada mediante las variables conducta antisocial, desinhibición e impulsividad. De estas tres variables la que explica prácticamente la totalidae la variabilidad encontrada en el modelo es la conducta antisocial (39.1%), mientras que la desinhibición y la impulsividad a pesar de contribuir de forma significativa al modelo, su incrementel poder explicativo es muy bajo ( Tabla 4 ). Centrándonos en el peso predictive las variables que forman el modelo volvemos a observar que es la conducta antisociaa que tiene mayor peso predictivo (? = .516, p < .001), con una diferencia bastante notable respecto a la desinhibición (? = .163, p < .001) y a la impulsividad (? = .104, p < .001) (Tabla 5).
Tabla 4 ;
Estadísticos generales del modele regresión lineae la agresión proactiva en función de los factores de riesgo individual
Modelo | R | R cuadrado | R cuadrado corregida | Error típ. de la estimación | Estadísticos de cambio | Durbin-Watson | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Cambio en R cuadrado | Cambio en F | gl1 | gl2 | Sig. Cambio en F | ||||||
1 | .626 | .391 | .390 | 3.18364 | .391 | 410.181 | 1 | 638 | .000 | |
2 | .648 | .420 | .418 | 3.11061 | .029 | 31.311 | 1 | 637 | .000 | |
3 | .655 | .429 | .427 | 3.08758 | .009 | 10.537 | 1 | 636 | .001 | 1.830 |
Modelo 1: (Constante), conducta antisocial.
Modelo 2: (Constante), conducta antisocial, desinhibición.
Modelo 3: (Constante), conducta antisocial, desinhibición, impulsividad.
Tabla 5 ;
Parámetros del modele regresión lineae la agresión proactiva en función de los factores de riesgo individual
Modelo | Coeficientes no estandarizados | Coeficientes tipificados | t | Sig. | |
---|---|---|---|---|---|
B | Error típ. | Beta | |||
(Constante) | -.683 | .381 | -1.794 | .073 | |
Conducta antisocial | .633 | .043 | .516 | 14.622 | .000 |
Desinhibición | .287 | .065 | .163 | 4.408 | .000 |
Impulsividad | .070 | .022 | .104 | 3.246 | .001 |
Los resultados encontrados en los análisis de la agresión mixta parecen indicar un comportamiento semejante al encontrado en la agresión de tipo proactivo. De este modo, encontramos que el 39.2% de la variabilidael modelo puede estar explicada por las variables encontradas en la agresión proactiva, siendo, al igual que en esta, la conducta antisociaa que explica el mayor porcentaje de la variabilidad encontrada (36.1%), mientras que el aumentel poder explicativel modelo es significativo pero mínimo al introducir las variables de impulsividad (aumenteos por ciento) y desinhibición (aumentel uno por ciento) ( Tabla 6 ). Las mismas conclusiones pueden extraerse en cuanto al peso predictive las variables, ya que tanto en el case la conducta antisocial (? = .510, p < .001), impulsividad (? = .117, p < .001) y la desinhibición (? = .123, p < .001) son prácticamente los mismos que en la agresión proactiva ( Tabla 7).
Tabla 6 ;
Estadísticos generales del modele regresión lineae la agresión mixta en función de los factores de riesgo individual
Modelo | R | R cuadrado | R cuadrado corregida | Error típ. de la estimación | Estadísticos de cambio | Durbin-Watson | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Cambio en R cuadrado | Cambio en F | gl1 | gl2 | Sig. Cambio en F | ||||||
1 | .601 | .361 | .360 | 47.63042 | .361 | 360.211 | 1 | 638 | .000 | |
2 | .618 | .382 | .380 | 46.87438 | .021 | 21.747 | 1 | 637 | .000 | |
3 | .626 | .392 | .389 | 46.53135 | .010 | 10.427 | 1 | 636 | .001 | 1.865 |
Modelo 1: (Constante), conducta antisocial.
Modelo 2: (Constante), conducta antisocial, impulsividad.
Modelo 3: (Constante), conducta antisocial, impulsividad, desinhibición.
Tabla 7 ;
Parámetros del modele regresión lineae la agresión mixta en función de los factores de riesgo individual
Modelo | Coeficientes no estandarizados | Coeficientes tipificados | t | Sig. | |
---|---|---|---|---|---|
B | Error típ. | Beta | |||
(Constante) | -22.740 | 5.738 | -3.963 | .000 | |
Conducta antisocial | 9.126 | .652 | .510 | 13.987 | .000 |
Impulsividad | 1.143 | .325 | .117 | 3.516 | .000 |
Desinhibición | 3.170 | .982 | .123 | 3.229 | .001 |
Considerandos factores de riesgo individual podemos observar como existen diferencias significativas entre la agresión reactiva y proactiva. Para el case la agresión proactiva nos encontramos como está se caracteriza principalmente por su impulsividad, seguida de la conducta antisocial. En el case la agresión proactiva el pese los factores de riesgo individual recaería casi por completo en el componente antisocial. La agresión mixta parece seguir el mismo comportamiento que la agresión de tipo proactivo. Los pesos diferenciales que cada una de las variables individuales tiene en los tipos de agresión considerados pueden observarse en las distintas ecuaciones de regresión que generan, y que reflejan la relación entre las variables dependientes (agresión reactiva, proactiva y mixta) y las variables explicativas (conducta antisocial, impulsividad y desinhibición) ( Tabla 8).
Tabla 8 ;
Ecuaciones de regresión de los distintos tipos de agresión en función de las variables individuales consideradas
Agresión Reactiva = 1.696 + .251 impulsividad + .368 conducta antisocial |
Agresión Proactiva = -.683 + .633 conducta antisocial + .287 Desinhibición + .070 impulsividad |
Agresividad Mixta = -22.740 + 9126 conducta antisocial + 1.143 impulsividad + 3.170 Desinhibición |
Discusión
La caracterización de jóvenes y adolescentes “agresivos reactivos” como impulsivos y problemáticos a la hora de regular su conducta en función de metas, se ha visto confirmada por múltiples investigaciones que señalan consistentemente que es la impulsividad el rasge personalidad más característice este grupo a largel periodo evolutive la infancia y la adolescencia ( Connor et al., 2003; Day et al., 1992; Dodge, 1991; Dodge et al., 1997; Peña, Andreu, Barriga y Gibbs, 2013 ).
Los resultados obtenidos en el presente estudio confirman estos datos en cuanto a que los adolescentes agresivos reactivos son marcadamente impulsivos. Nbstante, se ha encontrado que además de impulsividad, la conducta antisocial también es un factor predictor de este tipe agresión. Esto nos sugiere que no es exclusivamente la impulsividaa que discrimina los comportamientos agresivos reactivos, sino que también la presencia de conductas antisociales de carácter más instrumental está presente en la agresión reactiva adolescente. Precisamente, esos hallazgos van en la línea de investigaciones recientes que plantean que la conducta antisocial ya no se ve exclusivamente vinculada con la agresión de tipo proactivo, sino que también lo estaría, aunque en menor medida, con una agresión de tipo reactivo ( Andreu et al., 2012; Andreu, Peña, & Penado, 2013; Blais, Solodukhin y Forth, 2014 ).
Por lo que respecta a la agresión proactiva los adolescentes que utilizan este tipe comportamiento han sidescritos con características “premeditadas” y “psicopáticas” de personalidad, donde es frecuente encontrar múltiples comportamientos antisociales de carácter instrumental ( Cima y Raine, 2009; Flight y Forth, 2007; Reidy, Shelley–Tremblay y Lilienfeld, 2011 ). Los resultados encontrados en nuestro estudio confirman estas relaciones, señalanda importancia que tiene no sóla conducta antisocial sina desinhibición y la impulsividad como factores predictores de este tipe comportamientos agresivos proactivos.
Sin embargo, debido a la frecuencia con la que ambos tipos de agresión se manifiestan de forma conjunta en la adolescencia, se ha tenido en cuenta un tercer tipe agresión. Al respecto, se ha encontrado que aquellos adolescentes que manifiestan ambos tipos de comportamientos agresivos, tanto si estos son de naturaleza reactiva come tipo proactivo, presentan características más semejantes a las de la agresión de tipo proactivo que reactivo, encontrándonos en estos adolescentes una elevada presencia de conducta antisocial. Estos resultados indican correlatos propios para aquellos adolescentes que utilizan ambos tipos de agresión, diferenciándose de los estudios que hasta ahora señalaban que los adolescentes con agresión de tipo mixto no mostraban diferencias en este tipe factores predictores ( Marsee, Frick, Barry, Kimonis, Centifani y Aucoin, 2014 ).
En definitiva, los resultados encontrados en el presente estudio, señalan, en primer lugar, la importancia de considerar diferentes tipos de conducta agresiva en adolescentes (reactivos, proactivos y mixtos), lo que redundaría en beneficie la evaluación, la prevención y la intervención en jóvenes y adolescentes con problemas de agresión y de conducta ( Andreu, 2010 ). La agresión no es un constructo unidimensional y, desde un punte vista funcional, se debe de tener en cuenta que los adolescentes manifiestan diferentes tipos de conducta agresiva, y a cada une ellos subyacen procesos cognitivos, emocionales y conductuales diferenciados.
En segundugar, también sería especialmente útil tener en cuenta los niveles de desinhibición mostrados por los adolescentes con ebjete profundizar en la evaluación y diganóstico en este tipe población ya que, tal y como se ha encontrado en el presente estudio, la impulsividad y la conducta antisocial son factores predictores de la agresión reactiva y proactiva, mientras que, por el contrario, la desinhibición lo sería exclusivamente para los tipos proactivo y mixto. En este sentido, la desinhibición podría jugar un importante papel en la gestión del riesge agresión en adolescentes, así come cara a la elaboración y desarrolle programas de prevención e intervención en adolescentes agresivos.
Conflicte intereses
Los autores de este artículeclaran que no tienen ningún conflicte intereses.
Andreu, 2010 ; ; J.M. Andreu Cuestionarie agresividad impulsiva y premeditada en adolescentes (CAPI-A) 2010
Andreu y Peña, 2013 ; ; J.M. Andreu M.E. Peña Escala de conducta antisocial y delictiva [Antisocial anelictive Conduct Scale] Anales de Psicología 29 2013 516-22
Andreu et al., 2013 ; ; J.M. Andreu M.E. Peña M. Penado Impulsividad cognitiva, conductual y no planificadora en adolescentes agresivos reactivos, proactivos y mixtos Anales de Psicología 3 2013 730-40
Andreu et al., 2012 ; ; J.M. Andreu M.E. Peña M. Penado Análisis de la impulsividad en diferentes grupos de adolescentes agresivos International Journaf Psychology and Psychological Therapy 12 2012 441-52
Andreu et al., 2009 ; ; J.M. Andreu M.E. Peña J.M. Ramirez Cuestionarie agresión reactiva y proactiva: un instrumente medida de la agresión en adolescentes [Reactive and Proactive aggression Questionnaire: a measurement instrument of aggression in adolescents] Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 14 2009 37-49
Bandura, 1973 ; ; A. Bandura Aggression: a sociaearning analysis 1973
Barratt et al., 1997 ; ; E.S. Barratt M.S. Standfor. Dowdy T.A. Kent A.R. Felthous Neuropsychological and cognitive psychophysiological substrates of impulsive aggression Biological Psychiatry 41 1997 1045-7 Medline
Barker et al., 2006 ; ; E.D. Barker R.E. Tremblay D.S. Nagin F. Vitaro E. Lacourse Development of male proactive and reactive physical aggression during adolescence Journaf Child Psychology and Psychiatry 47 2006 783-90 Medline DOI
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Blais et al., 2014 ; ; J. Blais E. Solodukhin A.E. Forth A meta-analysis exploring the relationship between psychopathy and instrumental versus reactive violence Criminal Justice anehavior 41 2014 797-821
Bushman y Anderson, 2001 ; ; B.J. Bushman C.A. Anderson Is it Time to pull the plug on the hostile versus instrumental aggression dichotomy? Psychology Review 108 2001 273-9
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Abstract
El presente estudio investiga el peso diferencial que las variables de tipo individual (impulsividad, conducta antisocial y desinhibición) tienen en diferentes tipos de agresión en adolescentes. Utilizando una muestra de 640 adolescentes de la Comunidad de Madrid, los resultados obtenidos indican un peso diferencial de las distintas variables de tipo individual en la predicción de la agresión proactiva y reactiva, estando la primera caracterizada por la conducta antisocial y la segunda por la impulsividad. Puesto que ambos tipos de agresión no suelen darse de manera aislada, si no que suelen coexistir, se ha considerado un tercer tipo de agresión de tipo mixto para aquellos sujetos que manifiestan tanto comportamientos agresivos reactivos como proactivos, encontrando que este tipo de agresión está fuertemente caracterizada, al igual que la agresión de tipo proactivo, por la mayor presencia de conducta antisocial.