RESUMEN: El presente artículo tiene como objetivo hacer una interpretación de la obra completa de Alberto Fuguet (literatura y cine) con una perspectiva teórica comparatista y plural. Analizamos cómo se reflejan los aspectos transculturales e híbridos de una identidad cultural glocalizada a través de los temas y los personajes de su obra. Además, hacemos una completa arqueología para rastrear cómo el tópico del viaje y el concepto de liminalidad y frontera configuran la identidad fragmentada de sus personajes «perdidos». Por último, analizamos cuáles son las claves de la utilización en su narrativa de los no lugares no solo como un simple escenario mas, sino como un lugar vital en el que sus personajes se interrogan sobre el sentido de su identidad.
Palabras clave: Transmedialidad; Identidades en transito; Migracion; No lugares; Glocalizacion; Liminalidad.
ABSTRACT: The aim of this article is to make an interpretation of Alberto Fuguet's complete work (literature and cinema) from a comparative and plural theoretical perspective. We analyse how the transcultural and hybrid aspects of a cultural identity glocalized through the topics and characters of his work. Besides, we do archaeology in order to ascertain how the topic of the trip and the concept of liminality and border configure the fragmented identity of the «lost» characters. Finally, we analyse which ones are the keys of the use of non-places in his fiction not as a simple scene, but as a vital place where his characters interrogate themselves about the sense of their identity.
Key words: Transmediality; Identities in transition; Migration; Non-places; Glocalization; Liminality.
1. INTRODUCCIÓN: LO TRANS O EL MÁS ALLÁ
El prefijo trans (o tras) agrega a la palabra a la que se adhiere la propiedad de atravesar algo, de pasar hacia el otro lado, ir más allá y traspasar. A través de ese traspaso sus cualidades cambian, se convierte en otra cosa. Hoy vivimos en un mundo trans, un mundo que ha sido transformado y sigue mutando irreversiblemente a un ritmo vertiginoso. La historia del hombre es la historia del viaje, del traspaso del horizonte, de buscar lo que hay más allá. Uno de los mayores logros del siglo XX ha sido la abolición de las distancias físicas entre las diferentes regiones del planeta gracias a los medios de transporte y las comunicaciones. Lo que en un principio sirvió para acelerar los intercambios de mercancías y las transacciones económicas acabó conllevando además una aceleración también de los intercambios culturales creando un mercado común de bienes culturales que desembocó en lo que todos conocemos como la globalización.
Esa globalización cultural ha sido radicalmente amplificada a finales del siglo XX gracias a la revolución digital y tecnológica que trajo consigo Internet, creando un escenario totalmente expandido y desterritorializado: el ciberespacio. Obviamente, la identidad es parte de la cultura, y si la cultura se desterritorializa y las industrias se deslocalizan, el sujeto también lo hace. La obsesión del ser humano por archivar la memoria, el tiempo y la tradición no responde sino a este proceso de angustia identitaria por la desterritorializacion: «Hay que relocalizar en el tiempo, viajar entre tiempos. Cuando la distancia ya no significa dilacion, parece que la discontinuidad es mas temporal que espacial» (Sanz Cabrerizo 2008, 12). Esta asociacion entre memoria, identidad y viaje ha venido a jugar un papel fundamental en la ficcion hispanica de ultima generacion, que desde ambas orillas ha sido protagonizada por una generacion de escritores y creadores que, acostumbrados a una vida nomada sin una residencia fija, viajando de aeropuerto en aeropuerto, adoptan una identidad globalizada, hibrida y mutante que les permite transgredir las fronteras con una naturalidad nunca vista antes. En lugar de crecer solo leyendo a las generaciones de escritores anteriores, estos nuevos escritores pasaron la mayor parte de su juventud viendo la television, escuchaban discos de pop-rock en ingles y por las noches iban al cine a ver la ultima superproduccion de Hollywood. Con esa educacion sentimental globalizada y transcultural, se convierten en artistas dificiles de etiquetar y clasificar.
Sin embargo, a pesar de estos sintomas, no todo tiene por que ser global, puesto que sigue habiendo una sana tension entre particularizacion y universalizacion, «entre lo uno y lo diverso» (Guillen 2005) como algo natural a la conformacion identitaria. En cualquier caso, «la tendencia homogeneizante y heterogeneizante son, en fin, mutualmente implicadas, ya sea en la oecumene global dibujada por Hannerz (1992 y 1998) o en el pensamiento glocal formulado por Robertson (1991)» (Sanz Cabrerizo 2008, 14). Es decir, son dos caras de la misma moneda y ambos conceptos se necesitan para darse sentido reciprocamente. Si hablamos de interculturalidad entendemos «entre culturas» y ese «entre» suele aludir a dos en la mayoria de los casos. El analisis de los fenomenos interculturales suele centrarse en entender el conflicto que se produce cuando un sujeto tiene que vivir entre dos culturas y como afecta eso a su identidad y pertenencia. Esa dualidad no tiene por que darse de manera escindida o como sintesis de las dos culturas, sino que se puede expresar como una pertenencia plural, abierta y transcultural, que en autores como Alberto Fuguet, objeto de nuestro estudio, hacen aflorar en su discurso narrativo.
Ante este panorama, la critica filologica mas desfasada que analiza unicamente las grandes tradiciones nacionales realizando una lista de autores canonicos en pro de una clara delimitacion de las fronteras del hecho literario no es capaz de dar una lectura ante una literatura sin fronteras. Ante una literatura transcultural, transgenerica y transmedial, hace falta una transcritica que maneje esa liquidez expansiva, una critica con una vocacion comparatista, plural y abierta. Una critica que, al fin y al cabo, este dispuesta a ir mas alla. Y aqui es donde entran la literatura comparada y los estudios trasatlanticos que tratan desde enfoques interdisciplinarios de abordar el analisis de estas identidades deslocalizadas y transculturales a partir de los textos literarios para crear cartografias que expliquen las maneras de pertenencia y de movilidad en la identidad presente.
La naturaleza hibrida y el caracter fronterizo de la mayoria de las «nuevas» producciones literarias no se dejan constrenir por los corses nacionales y devienen senal inequivoca de la vocacion transatlantica de las nuevas redes de escrituras y lecturas hispanicas que tejen una compleja malla de intercambios textuales que crean imaginarios de distintos ordenes en los dos lados del Atlantico (Gallego Cuinas 2012).
Por suerte, ya existe una larga bibliografia y una excelente labor por parte de algunos criticos que ya han aportado una vision teorica desde la que apoyarse en el analisis de esta ficcion de ultima generacion viene marcada por los terminos de «extraterritorialidad» (Noguerol 2008, 20), «desterritorialidad», «transterritorialidad» y «desplazamiento» (Martin Barbero 2002, 25-26), «sujeto migrante» (Cornejo Polar 1995), «transculturacion» (Rama 1984), «escritura de frontera», «liminalidad» (Turner 1973) -entre otros muchos mas-, desde los que se escribe en un ir y venir siempre entre lo fijo y lo movil.
El polifacetico escritor y cineasta chileno Alberto Fuguet encaja perfectamente con el perfil que acabamos de describir, como intentaremos demostrar a traves de este articulo. Fuguet nace en Chile pero se cria en California y a los trece anos su familia vuelve a Chile, donde a esa temprana edad se topa con un idioma que no es el suyo y un pais en blanco y negro bajo dominio militar.
Yo antes no hablaba espanol. Tampoco lo entendia, jamas me hubiera imaginado que algun dia lo iba a terminar escribiendo. Pero las cosas suceden por algo y lo que me sucedio fue esto: termine mirando al mundo, y a mi mismo, en espanol.
Thank God.
Debajo de todo mi espanol, hay mucho de ingles.
Demasiado, quizas.
Ya no pienso en ingles, ya no sueno en ingles, pero la estructura esta ahi, opinando, pauteandome, tratando de transformar ese espanol inmenso e indomable en una lengua que se parezca a la mia.
Si: mi lengua natal es el ingles y, a pesar que tengo mucho English en mi disco duro, el idioma por el cual opte es el espanol.
A veces creo que me invente una lengua que fusionara las dos.
[...] A veces se me olvida que el espanol viene de Espana. Este idioma de putamadre me parece tan intensa y alucinantemente americano, tan absoluta y esquizofrenicamente bastardo, heterogeneo, nuevo e impuro como... como America. Como yo. No es raro, pienso, que los dos idiomas que el siglo que partio sean los que se hablan en este continente nuevo. El futuro viene bizarro, abigarrado, multicolor. Uno va a Tijuana, a El Paso, a McAllen o Mexicali, a Ciudad Juarez y Matamoros y capta que la frontera no es de cristal, es oral; y esa frontera se esta cayendo, digan lo que digan, levanten los muros que quieran. No se si el Spanglish se alzara como el nuevo Esperanto. Se me ocurre que no. Pero el ingles se llenara, sin duda, de mucho espanol y el espanol de mucho ingles. Eso creo, habla bien de los dos idiomas y, sobre todo, de aquellos que lo hablan.
Cuando era chico, y viviamos en California, mi madre no nos enseno espanol para protegernos. Ella creia que ibamos a ser anglos y un buen anglo didn't speak Spanish. No queria que sufrieramos el estigma de ser hispanos, chicanos, wet-backs. Time passes things change. Ahora hablo espanol. Y tambien ingles. Pero el espanol no me averguenza. Al reves: me coloca en un lugar privilegiado.
Un lugar ideal para mirar, y sobre todo para entender, el futuro que viene (Fuguet 2013, 23-26).
El choque cultural que puede sufrir un adolescente al ser trasplantado a un ambiente extrano es expresado en novelas como Missing. Una investigación (2009), de la que hablaremos mas adelante, o en Las películas de mi vida (2003), en la que el joven Bertran Soler nos muestra que el contraste entre el mundo altamente globalizado de California y el localismo del Chile de la dictadura solo es asimilable sustituyendo el espacio real que lo rodea por el espacio simbolico de Hollywood. Asi su identidad acabara siendo una identidad en transito entre lo global y lo local, transnacional y glocal.
El espacio narrativo se convierte asi en una encrucijada, un punto de encuentro entre los discursos y las identidades que intentan entenderse para poder resolver el problema de la pertenencia. Asi se convierte en una especie de caballo de Troya con dos cabezas que es colocado en mitad de la frontera entre EE. UU. y Latinoamerica y entre la literatura y el cine. Su educacion sentimental a caballo entre dos artes y entre dos culturas le ha permitido tener una mirada y una sensibilidad especial para captar y narrar la compleja realidad de su tiempo y para sentirse libre tambien para viajar del papel a la pantalla.
2. EL VIAJE COMO SÍNTOMA TRANSCULTURAL O CÓMO PERDERSE PARA ENCONTRARSE
Como hemos visto, Alberto Fuguet tuvo que viajar desde muy pequeno, su vida se vio trasplantada a un lugar que no conocia y que abandono cuando apenas era un crio. Sobrevivio con exito, aunque emigrar en sentido contrario al habitual (de EE. UU. hacia Latinoamerica) y cambiar el ingles por el espanol le hizo tener una perspectiva especial. Y ese va a ser uno de los motores de todas sus narraciones: la migracion, el cambio y la mutacion; el viaje como escape y como salvacion o no. La pregunta que cruza toda su narrativa es si puede uno sobrevivir a un viaje que te cambia la vida. El mismo nos dice: «A mi el tema de la inmigracion me interesa mucho. Se gana mucho al emigrar, pero tambien se pierde mucho. Y se tiende generalmente a hablar mas de lo bueno que de lo malo, especialmente en EEUU que es una nacion de inmigrantes» (Escobar Ulloa 2004).
El sujeto fuguetiano se situa siempre en una crisis vital o «liminal» (Turner 1973), como podemos ver en las novelas Mala onda (1991), Por favor, rebobinar (1998), Las películas de mi vida (2003), Missing. Una investigación (2009) y Aeropuertos (2011); en algunos relatos de Cortos (2004), como «Santiago» o «Road Story»; ademas de en sus largometrajes y cortometrajes. El «perdido» fuguetiano se situa en una especie de limbo fronterizo en el que el ritmo habitual de las transiciones vitales esta suspendido y esto lo convierte en un ser invisible que «no posee mas identidad social que la de no estar anclado a nada y no saber lo que desea» (Forttes-Zalaquett 2009, 140). En Simbolismo y ritual (1973), Turner amplia la investigacion antropologica sobre los ritos de pasaje de Arnold Van Gennep al abrir conceptualmente un espacio sincronico entre los distintos momentos de los ritos de pasaje. El espacio liminal es para Turner no solo el umbral hacia una nueva etapa (Van Gennep), sino que tambien un lugar habitable. En ese espacio fronterizo se suspenden las habituales estructuras -sociales, culturales, psicologicas- y se puede articular tanto como un estado de confusion, ambiguedad y anarquia a la vez que como instancia de posibilidad, transformacion y cambio. El espacio liminal es, en el analisis de Turner, reconocible como un no lugar en el cual el sujeto liminal pierde su identidad social al ser concebido como estructuralmente «muerto» o «invisible» (1973, 57).
Ese espacio liminal que describe Turner es precisamente donde se situan los personajes perdidos de Fuguet. Se trata de sujetos completamente escindidos y afectados por un desarraigo que lo hace romper con todo y alejarse al darse cuenta de que no encaja con lo que supuestamente se esperaria de el y cuyo unico objetivo es pasar desapercibido, ser invisible. Sin embargo, perderse es tambien el paso previo necesario antes de dar el salto que supone inventarse o encontrarse a si mismo y salvarse. Para Fuguet, salvarse, encontrarse y crecer es entender a donde se pertenece y aprender a vivir ahi, aunque sea justo en mitad de ningun sitio, en transito, en la frontera. Como bien apunta Catalina Forttes-Zalaquett, en la narrativa de Fuguet,
las formulas narrativas del bildungsroman y del genero cinematografico del coming of age son eficazmente desarticuladas para enfatizar la idea de que la madurez y el conocimiento personal no son necesariamente el premio al otro lado del bosque. Los obstaculos del camino pueden serlimitaciones insuperables y el crecimiento es quizas descubrir y reconocer aquello que no podemos ser o hace (2009, 139).
Algunos de estos personajes lo reconocen a tiempo y, en cambio, otros no lo superan y les es mas dificil volver. Y ahi es donde entra en accion la huida y el viaje como escape ante un probable fracaso. Lejos de Chile, de su entorno, de su familia y de los corses y fronteras de la realidad social es donde el sujeto fuguetiano mejor encuentra la manera de revisar los recuerdos que lo reconcilian con el mundo. Esa es la unica manera de salvarse de un viaje unicamente de ida: la unica manera de retornar es recordar; tarea complicada en un contexto lastrado por la dictadura, la incapacidad de expresar el dolor, la incomunicacion con los padres y con los antiguos amigos montados al carro del progreso y convertidos en autenticos yuppies.
El nomadismo supone una forma de vida, pero tambien un conflicto cuando no hay punto de retorno: «.Puede uno partir asi como asi, sin fecha de regreso?» (Fuguet 2007, 43). En cuanto a la errancia, Michel Maffesoli establece que esta se basa en el acto de evadir como una forma de liberarse. Ademas, plantea que el nomadismo puede ser sintomatico al espiritu de su epoca: «El espiritu es etereo y puede desplazarse donde lo desee y no se deja restringir por ninguna barrera, ya sea la identidad, u otras definiciones y fronteras» (Maffesoli 1997). Cabe mencionar que, en algunos casos, la errancia puede tambien conducir al retorno y enfrentarse al conflicto que eso supone, como Santiago, que vuelve a la capital chilena. «Santiago» es el titulo de uno de los relatos que forman parte de Cortos y tambien el nombre de su protagonista. Se trata de un viaje en el tiempo donde se mezclan el pasado de los recuerdos, el presente del viaje, un futuro que queda abierto y una vision diferente de Santiago de Chile. De hecho, se fue de Chile porque se le
habia quedado chico. En todos estos anos en que he vivido fuera, rozandome con lo mejor y lo peor de los apatridas, he llegado a dos certezas: nadie se va de su pais porque si (la gente no se va, huye, escapa, corre), y cuando alguien se instala a hablar mal de su pais de origen, es porque se odia a si mismo (2004, 47).
Se fue a los EE. UU. a estudiar y paso anos de bastante exito social con las chicas («Las gringas me encontraba exotico, latino, cool», [2004, 47]). Cuando era joven pensaba que «la victoria se mide por la cantidad de tipos que te envidiaban y querian ser como tu. Pero uno no gana. A lo mas, empata » (2004, 48). Nada de lo que disfruto en el pasado lo protege ahora, «la vida no es una cuenta de ahorro. Nada dura para siempre. Los recuerdos estan sobrevalorados» (2004, 48). Asi que ha decidido empezar de cero, ha donado todo lo que tenia en EE. UU. y se vuelve a Santiago. Pisar Santiago le trae recuerdos y sensaciones que lo reconcilian con sus raices, que pensaba inexistentes, como «la navidad calurosa y transpirada. Con piscina, y guindas y helado» (2004, 64) o tomar un «piscola. Sabe igual que hace veinte anos. Welcome to Santiago, Santiago. Se te echaba de menos» (2004, 70). Pero el problema de volver con treinta y tantos es volver a encontrarte con el pasado, con tus antiguos amigos. Siempre se te va a comparar con los demas y con las expectativas que tenian sobre ti. El no cree haber llegado a ser lo que queria y eso lo condiciona en sus relaciones con los demas. Hay gente que si lo consigue, los «suficientes para cagarte la vida. Uno funcionaria mucho mejor si pudiera olvidarse del pasado y dejara de sentir envidia» (2004, 75). Dos opciones: vivir siempre en el pasado o superarlo. Recuerda una tarde en la que hace anos se sintio verdaderamente feliz en Santiago y esa es una de las razones por las que ha vuelto, sabe que puede ser feliz en Santiago. En «una gran ciudad» (asi se llama el ultimo capitulo) puede pasar cualquier cosa, como encontrarte con tu primer amor en un supermercado. Resulta que no tiene pareja y quedan en llamarse. «Es bueno estar de vuelta, pienso. Esta puede ser una gran ciudad» (2004, 88). Asi termina el relato, creia que tenia motivos de sobra para no volver y, sin embargo, al volver se da cuenta de que olvido los motivos por los que se fue y la ciudad le brinda una nueva oportunidad.
Para otros personajes, la unica solucion es escapar a un sitio lejos, independientemente del lugar. Justamente eso es lo que hara Simon, un chileno que ante la barrera de los treinta y cinco anos sufre un ataque de vertigo y se larga en un viaje sin rumbo por la geografia de los EE. UU. Es el protagonista de Road story, otro relato de Cortos, y tambien experimenta esa necesidad de romper con todo y escapar lejos.
Estos hombres a punto de dejar de ser jovenes se preguntan obsesivamente si se convirtieron en las personas con que sonaban ser cuando dejaron la adolescencia, si se casaron con la mujer correcta, si alguna vez amaron y si lograron independizarse emocionalmente de sus padres (Forttes-Zalaquett 2009, 140).
La fotografia de la portada del cuento ya nos situa en lo que va a ser la historia: un hotel y un coche en lo que puede ser un pueblo fronterizo de los EE. UU. La fotografia presenta un fotograma en movimiento congelado, transmitiendo la idea de que un viaje no necesariamente implica un progreso, tambien puede ser un «parentesis», esa es la metafora que cruzara la historia: .se trata de un parentesis?, .puede haber un parentesis permanente? Siguiente pagina: una cita de On the road de Kerouac, se confirma la localizacion y la idea de la foto: carretera y manta. La cosa va de estar perdido por EE. UU., viviendo en hoteles y con otra identidad. Ahonda en la posibilidad de ser otro en otro pais, hablar otro idioma, tener otra identidad. Eso es lo que hace Simon, largarse sin mirar atras. Comienza asi:
Simon cree que esto es un parentesis. Los parentesis son como boomerangs, cree. Incluso se parecen. Entran en tu vida de improviso y seccionan tu pasado de tu presente con un golpe seco y certero. El shock te deja mal, en una especie de terreno baldio que no es de nadie y tampoco es tuyo. Quedas a la deriva, atento y aterrado, inmovil. En vez de actuar, esperas. Esperas que el boomerang se devuelva y cierre lo que le costo tan poco abrir. En el fondo, vives esperando una senal que te sirva de excusa (2004, 165).
Asi comienza el viaje, como algo que comienza como un parentesis, pero que puede cerrarse o quedarse abierto para siempre sin retorno, un parentesis que se esta alargando mas de la cuenta, incluso podria ser permanente. Lo que Simon necesita es una valvula de escape a la olla a presion que es su cabeza y eso es el viaje. Siente un gran vertigo por su pasado, por su matrimonio fallido y por su vida monotona. Por eso, en el mismisimo Gran Canon, vomita para liberarse del vertigo y del veneno que lleva dentro. Es una manera de purgarse y dejar atras su pasado. Ahora puede avanzar, sacandose su pasado de encima. Decide deshacerse de sus trajes caros, raparse, no ducharse y perder todo signo de clase social.
Asi es como el narrador nos va dando mas detalles pasados que lo han llevado a su presente: primero se entera de la infidelidad de su mujer con su mejor amigo, Luc Skywalker, personaje que tambien aparece en «Santiago », otro cuento de Cortos; y despues desfalca la cuenta de la empresa de su padre donde trabaja y se larga sin saber a donde, solo que ha de ser lejos. El relato plantea el problema del perdon y el olvido, de la capacidad de reciclaje y digestion de los escollos que nos propone la vida: «.Se puede perdonar? .Se olvida? .Se entierran los hechos? .Como se hace? .De verdad uno puede olvidar?» (2004, 170).
En mitad de su caos mental y de su viaje, encuentra su salvacion: una chica boliviana que tambien como el huye de su pasado y de su identidad. Mientras viaja en tren hacia otro lugar, ve una cara conocida: una chica que se habia hospedado en el mismo motel que el. Ella fue criada en los EE. UU., como Fuguet, made in USA, el en cambio es solo un turista. Los dos necesitaban hablar con otra persona, contacto humano en el momento justo. Los dos se pierden juntos sin rumbo, cruzan la frontera y van a Ciudad Juarez. Alli Adriana se muestra mas imprevisible de lo que el se esperaba, eso lo atrae y a la vez lo pone alerta, incluso prefiere alejarse de ella. Se emborrachan y ambos se confiesan algunos aspectos de sus fracasos vitales. El empatiza con ella y siente miedo, sentirse como turista en un lugar donde no quiere serlo lo hace sentir incomodo y extrano.
Despues de la noche en Ciudad Juarez, vuelven a cruzar la frontera hacia los EE. UU. Se muestra asi algo sintomatico de la identidad latinoamericana, hibrida entre muchas culturas, una identidad a veces de frontera y en transito entre muchas partes: un chileno que viaja a EE. UU. y una boliviana criada en los EE. UU. sin visado, que cruzan juntos la frontera en busca de su propia identidad y su propio destino. Sin embargo, Adriana es la otra cara de lo que significa la huida, la parte tragica del «hibrido feliz», concepto con el que el critico tijuanense Heriberto Yepez en Made in Tijuana (2005) critica la metafora de hibridacion que hizo famosa Canclini en Culturas híbridas (1987). Para Yepez el problema no es necesariamente entender la frontera como una zona de una increible fuerza creativa, lo que lo incomoda es el interminable «sampleo» del termino que ha simplificado, frivolizado y por sobre todo despolitizado las problematicas de la frontera. El «hibrido feliz» oscurece la relacion hegemonica de una cultura/nacion sobre otra al plantear un sujeto que fusiona identidades, nacionalidades y culturas simetricamente (Yepez 2005, 11-18). Como buen personaje fuguetiano, el personaje de Adriana llama la atencion sobre la tragedia que puede significar no pertenecer a ninguna parte. Su existencia norteamericana, ilegal y a la deriva revela la asimetria con la que se vive la frontera con respecto a Simon, que se considera un turista. Adriana tampoco es, en rigor, un ser liminal, como lo entiende Turner, ya que si bien podria ocupar un espacio intermedio no hay en ella indicios de transculturacion. Ademas, el espacio transcultural que habita el ser liminal no se rige segun Turner por leyes y normas sociales al encontrarse «mas alla de estas» (1973, 58) y Adriana con su visa caducada se ha convertido en un «sin papeles». Ser ilegal no es igual que ser invisible (liminal) y a pesar de que Adriana ha aprendido a escabullir la ley con astucia y picaresca es un ser autodestructivo y solitario que ha renunciado a la posibilidad de un cambio vital.
Finalmente, junto a ella, en un motel lleno de extranos en un pueblo llamado Truth or Consequences -significativo nombre para situar una crisis existencial-, se sentira como en casa y sera por fin despues de tanto tiempo feliz. Ni siquiera puede recordar el rostro de Natalia, su exmujer, asi que se quita el anillo. Contra todo pronostico, el boomerang se perdio por el camino y el parentesis se va a quedar abierto por el momento en ese gran lugar fronterizo entre ninguna parte y todas las partes. Se ha salvado.
Fuguet conecta esta «Road story» con una «True story», la de su tio Carlos Fuguet, que al igual que Simon estafo a su empresa y se largo sin que su familia supiera nada y vivio de hotel en hotel por todos los EE. UU. Fuguet hizo un viaje parecido al de Simon, pues el mismo decidio salir en busca de la pista de su tio Carlos, al que todos en su familia creian muerto hacia anos y cuya busqueda, recorriendo los mismos no lugares por los que ha pasado su tio, narra en Missing. Una investigación. Es por eso que en «Road story» aparecen elementos autoficcionales entre la ficcion de Simon a traves de los cuales se pueden rastrear los episodios reales de la vida de Fuguet, de hecho, se habla de un tio de Simon que tambien desaparecio y que su sobrino, contrariamente a toda su familia, cree que esta vivo y que esta en los EE. UU.: «Dicen que los profetas se escapan al desierto para huir. Para estar lejos. Para empezar de nuevo. Gaspar [su tio] quiso tener una nueva oportunidad» (2004, 169). El narrador de «Road story» compara la personalidad de Simon con la de su tio y su escapada:
[Simon] no es tan valiente, tan loco, tan hippie como quisiera. Simon no es Gaspar. Su tio Gaspar partio a un congreso de acuicultura a Portland, Oregon, y nunca mas regreso. Nunca mas se supo de el. Para borrarse, debes borrarte. Hacer que los otros sufran. Simon es cobarde porque le da miedo sufrir y, mas que nada, le da miedo hacer que otros sufran por su culpa (2004, 169).
Finalmente, Fuguet encuentra a su tio Carlos y le confiesa lo duro de algunas decisiones que tomo, la soledad de una vida en desarraigo, el dolor de tener diecinueve anos y llegar a los EE. UU. sin saber ingles y siendo latino, ir a una guerra sin entender por que y tener una familia que no te entiende, que viven con resentimiento, sin ser felices. La humillacion de ser obligado a ir a una guerra a defender un pais que no es el tuyo porque era el precio que tenian que pagar los inmigrantes para poder alcanzar el American dream. Y como cuando la vida te cambia de repente tienes dos opciones: o dejarte dirigir o dirigir tu vida. Asi fue como su tio se largo, queria sentirse libre y no un ciudadano con pasaporte de segunda. Sobre todo quiere alejarse de su familia porque siente que se preocupan por el y que su presencia les hace dano, estuvo en la carcel por haber desfalcado unos fondos de su empresa y, despues de salir, su familia desconfia de el: «Entendi que nunca -nunca- podria liberarme de ellos o de mi. Y no me queria matar. Asi que hice algo parecido. Desaparecer. Cortar con todo» (2009, 385).
El sueno americano se paga y el prefirio cobrarselo por adelantado. Asi que viola la condicional (habia estafado dinero a un hotel en el que trabajo) y compra un Cadillac con un cheque sin fondos y se larga de esa vida. Una road story entre moteles, bares y millas al volante. Cambiar de nombre en cada estado le da una no identidad o una identidad multiple que lo hace sentirse aliviado, libre, ligero. Es una manera de ser el, un nuevo el, nada que ver con el de antes. Escapar, huir y romper con el pasado es una manera de buscar un futuro. Al final, gracias a su sobrino, se reconcilia con su pasado y ambos se salvan mutuamente.
Esta historia que Fuguet nos cuenta en Missing toca muchos temas cercanos a Música campesina (2011), su ultima pelicula y otra historia sobre gente perdida por los EE. UU. Alejandro Tazo (Pablo Cerda) es un chileno que llega a la ciudad de Nashville en los EE. UU. Sus dias pasan entre hoteles -cada vez mas baratos-, comida basura, relaciones ocasionales y musica country. Alejandro busca su lugar en el mundo sin saber siquiera por donde empezar. Hay una constante en sus tres largometrajes y sus otras historias: la busqueda existencial de aquellos de pasaron los treinta anos. Mientras que en Se arrienda Gaston vuelve de su fracasada estancia en los EE. UU. y tiene que rehacerse de nuevo desde sus raices en Santiago, y en Velódromo (2010) monta a su personaje central sobre una bicicleta para recorrer la ciudad de Santiago y su cabeza, en Música campesina va mas alla y lo saca de su habitat para trasladarlo hacia un universo mucho mas distante, en el que no solo debera lidiar con su propia insatisfaccion personal sino tambien con las limitaciones culturales.
Desde la habitacion del motel de mala muerte donde se hospeda, llama a su hermano por telefono y le explica que le va genial y que esta en un hotel con buenas vistas, lleno de vaqueros con botas, «es la raja». Esa llamada nos da el motivo por el que fue a los EE. UU.: «Me vine por amor». Se despide diciendo «Nashville rules», cuando la realidad es que en Nashville no hay nada importante, es una pequena ciudad de la America profunda, en la que solo hay cantantes de country venidos a menos, que de pequenos sonaron con convertirse en Johnny Cash. .Pero como y cuando admitir que has perdido? En un restaurante protagoniza una escena curiosa con una camarera a la que le dice que es espanol porque esta cansado de que lo minusvaloren por ser latino. Mientras come con ella, comienza directamente a hablar en espanol, lo necesita, esta harto de hablar ingles y de no poder comunicarse. Es asi como sabemos la historia de su ruptura amorosa y por que vino a EE. UU.: ella era americana y lo conocio en Chile mientras estaba de vacaciones, recorrieron juntos el pais y se enamoraron. Cuando se fue con ella a los EE. UU., ella lo dejo, solo era un amor de verano. Ahora el no quiere volverse a casa como un fracasado: «Me da verguenza volver, esa es la verdad. Y me siento con mas verguenza hablando de mis cosas con una desconocida que me dice que si a todo lo que le estoy diciendo». Despues de deambular por la ciudad, lo ultimo que hara es ir a un show en vivo y tocar una cancion country pero en espanol, una ranchera, una cancion popular chilena: «Es una cancion sobre mi pais, sobre mi, sobre mi campo». Es significativo que cante en espanol, es una manera de unir EE. UU. y el, y reclamar una identidad propia. Ha tenido que salir de Chile para darse cuenta de lo que dejo atras. Cuando sale del bar se sigue oyendo la musica, el se aleja caminando hacia alguna parte y desaparece al final de la calle.
Música campesina es la historia del viaje hacia la identidad del yo. Hay una secuencia que resulta reveladora, no solo porque nos permite introducirnos a fondo en el mundo interno de Alejandro Tazo, sino tambien porque es una pieza clave que nos entrega algunas coordenadas que definen gran parte de la obra audiovisual de Alberto Fuguet. En la mencionada secuencia, nos encontramos a Alejandro Tazo, un chileno cualquiera, treintanero, «un huevon ingenuo» (Navarrete 2011) perdido en Nashville sin entender muy bien por que, se encuentra sentado solo en la mesa de un restaurante fastfood hojeando un diccionario ingles-espanol y repitiendo frases en ingles del tipo «I do myself, I go by myself, I made myself». La escena no refiere mas que a un soliloquio personal, un dialogo interno donde el personaje busca diversos usos del myself, del «yo», y, sin embargo, esa sencilla accion nos permite conectar con un momento significativo, un cambio de nivel en donde la metafora del «yo» se carga de multiples sentidos. El valor de sobrevivir por cuenta propia, de proyectar una vida en la mas absoluta y radical soledad, lejos de la tierra, el idioma y los codigos adquiridos son algunos vertices que Fuguet explora con acierto y con un tono muy personal en este filme y a lo largo de toda su produccion artistica.
Como hemos podido apreciar, a Fuguet le fascinan los personajes enigmaticos, desaparecidos o perdidos. El chileno de hecho tiene un proyecto cinematografico en mente desde hace anos que es hacer una pelicula titulada Perdido, del que recientemente hemos podido leer su guion en su libro Cinépata (una bitácora) (2012). Otro capitulo posible de ese guion es un microrrelato titulado precisamente asi, «Perdido», y que aparece tambien en Cortos. Con las mismas alusiones sociopoliticas hacia Chile que podemos ver en Las hormigas asesinas, el relato comienza con estas palabras:
En un pais de desaparecidos, desaparecer es facil. El esfuerzo se concentra en los muertos. Los vivos, entonces, podemos esfumarnos rapido, asi. No se dan ni cuenta, ni siquiera te buscan. Si te he visto no me acuerdo. La gente de por alla, ademas, tiene mala memoria. No se acuerdan. O no quieren acordarse (2004, 143).
Dice «alla» porque habla desde otro lugar, posiblemente desde los EE. UU., como tantos otros personajes perdidos de Fuguet. «Una vez, una profe me dijo que estaba perdido. Le dije; para perderse, primero te tienes que encontrar. Luego pense: .y si es al reves?» (2004, 143). Lleva 15 anos perdido, se largo un dia igual que Matias Vicuna en Mala onda, solo que este no fue rescatado por su padre. Se ha movido por medio mundo, como el tio de Fuguet. Hace un ano se busco en Google por curiosidad, por si lo estaban buscando, por si tenia algun vinculo al que agarrarse, y solo encontro a un tipo que se llama como el y que podria ser el mismo si no se hubiera largado, con un trabajo estable, una familia, un sitio. Termina asi: «A veces sueno que me encuentran» (2004, 144). Seguramente, este microrrelato es uno de los muchos tanteos que Fuguet hizo antes de atreverse a contar la historia de su propia familia. Su primera incursion en el tema de la busqueda, el viaje y la gente que se pierde o desaparece ya esta en Sobredosis, en un relato titulado «No hay nadie alla fuera» y que fue escrito en 1987. Es mientras elabora Missing cuando una profesora universitaria amiga suya habla con el sobre lo que es ya mas que un topico en su narrativa: «Ah, la obsesion de siempre. Perdido, perderse. Gente perdida. Partiendo por Miguelo» (2009, 97). El narrador de «No hay nadie alla fuera» se encuentra por casualidad en el bano de la terminal de un aeropuerto en Panama a un viejo amigo que hacia anos se fue de Santiago a los EE. UU. El cuento es narrado por un amigo que, de alguna manera, envidia la vida bohemia y libre por la que ha optado Miguelo, pues el opto por todo lo contrario: doctorarse y formar una familia. La feliz casualidad les hace ponerse al dia de todo: Miguelo sigue soltero, ya que «alla en USA las minas se encaman al tiro» (2002, 87), le cuenta todo lo que ha viajado: «Recorri todo el continente. Tome fotos. Bien buenas, las expuse en una galeria del SoHo. Incluso fue Andy Warhol y un par de los Talking Heads» (2002, 87) y lo bien que vive en los EE. UU. rodeado de la mas alta y bohemia burguesia intelectual: «No me puedo quejar. Al fin puedo decirlo: me siento contento, tranquilo. Creo que ando en racha. I can't complain. Casi feliz» (2002, 96). Se despiden y Miguelo promete llamarlo, pero pasa el tiempo y la llamada no llega. Asi es como su amigo comienza una busqueda por EE. UU. para encontrar a Miguelo que lo lleva a descubrir que todo era mentira y que se habia suicidado justo despues de encontrarse en el aeropuerto. Entiende que no lo llamo porque no queria confesar su fracaso, no haber conseguido su propio American dream, su propia vida: «Yo se por que no me llamaste, huevon. Tenias miedo, te cagabas en tres tiempos de que te sorprendiera en tus chivas, que cachara que te iba mal, pesimo, y que New York te pisoteo, te dejo hecho mierda» (2002, 128). Asi es como la obsesion real por encontrar a su tio Carlos se acaba entremezclando con la ficcion creando un tejido autoficcional del que es imposible decantar la parte real de la ficcion.
3. LLANTO Y LIMINALIDAD EN AEROPUERTOS: BUSCANDO UN LUGAR ENTRE NO LUGARES
Algo tendrian que contar las estaciones,
algo diran las terminales de aeropuerto, l os bares donde nacieron
cinco de nuestras canciones, l as noches en que tu chica te decia nunca mas.
Quedo algo de nosotros en esos lugares
en el lavabo de senoras y en el puerto,
en la butaca del cine, en una boca de metro
y en todas esas esquinas que soliamos doblar.
«Y los conserjes de noche», Quique GONZÁLEZ.
A lo largo del siglo XX y XXI se ha ido haciendo habitual que el cine y la literatura muestren los cambios socieconomicos que se han ido experimentando: las ciudades, las calles, las infraestructuras de comunicacion y el transporte, etc. Lo que no es habitual es que, como en el caso de Fuguet, la mirada de los escritores se centre en los espacios abiertos de intercambio y transito como aeropuertos, hoteles o centros comerciales, llamados «no lugares» por el sociologo Marc Auge por primera vez en 1992 en su libro Non-lieux. Introduction a une antropología de la submodernité, cuya edicion en espanol se tradujo como No Lugares, espacios de anonimato (1996). Para el sociologo y antropologo frances «si un lugar puede definirse como un lugar de identidad, relacional e historico, un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni historico, definira un no lugar» (1996, 83). La hipotesis central de Auge es que los no lugares son producto de la transformacion territorial que ha supuesto la revolucion del transporte que ha conllevado la «supermodernidad» y la globalizacion en la que no hay posibilidad de transformacion de la identidad o de interactuar con el otro.
Si los verdaderos lugares, historicos o antropologicos, son los unicos que pueden generar y transformar la identidad, automaticamente esto convierte a los no lugares en espacio alienantes de no identidad.
Son muchos los intelectuales que en los ultimos anos han respondido a las teorias de Auge en torno a los no lugares, como por ejemplo Maximiliano Korstanje, quien ha dicho que
la postura y el desarrollo del autor parecen insuficientes en cierto sentido por tres motivos principales. En primer lugar, su retorica y su metodo hacen en ciertos parrafos al texto sumamente ambiguo y confuso. Segundo, el autor no puede precisar cuales son las causas que generan un no-lugar como asi tampoco los contextos especificos por los cuales un lugar se convierte en un no-lugar. Por ultimo, si se parte del supuesto inicial de que existen ciertos procesos macro-estructurales generadores de no-lugares como pueden ser la sobremodernidad y los viajes, no queda del todo claro cual es el papel subjetivo del hombre en ese proceso (Korstanje 2008, 2).
Como hemos visto, Alberto Fuguet situa a sus personajes tanto en periodos de transito existencial e identitario como en espacios fisicos de transito o no lugares. Tambien en sus textos de no ficcion, Fuguet se posiciona en la misma linea de criticos como Maximiliano Korstanje. En Cinépata (2012), Fuguet incluye una conferencia que dio en la Universidad de Cambridge y ahi nos dice lo siguiente sobre los no lugares y la importancia que, segun el, deben tener en la narrativa actual: «Creo que tiene que haber una narrativa que no solo se haga cargo de esos lugares como telon de fondo, sino que sea el fondo» (2012, 100). En este libro nos explica como se le ocurrio el interesante experimento que une Aeropuertos (2011), su ultima novela, y 2 Horas (2009), un corto premiado en el festival de cine de Roterdam: al ver a un chico de unos diecisiete anos solo en un aeropuerto, se pregunto cual era su historia, por que estaba alli y decidio filmarlo: «La primera imagen que se me vino a la mente a la hora de plantear mi corto fue reproducir esa imagen y, de paso, darle un pasado y un futuro a ese momento. .Por que ese chico estaba solo en un aeropuerto?» (2012, 88). Fuguet pretende cuestionar la idea de que el no lugar sea un simple lugar de transito alienante: «Lo que me interesa proponer es que vida humana, emociones humanas, pueden existir en no lugares» (2012, 95); de hecho, segun el, «la identidad se puede adquirir y fortalecer en los no lugares» (2012, 99). Y
si un lugar puede ser convertido o reconvertido en no-lugar por la interpretacion del sentido de ese tiempo y espacio, entonces como explicar aquellos procesos donde se produce el efecto contrario: las muertes en las rutas que construyen sentido para los deudos, las huelgas laborales en las terminales aeroportuarias, el recuerdo de un inmigrante que retorna despues de muchos anos, y el festejo de miles de personas tras un triunfo deportivo (entre otros muchos) (Korstanje 2008, 2).
Fuguet coincide con esta idea y explica que cuando uno esta en un no lugar no deja su carga afuera, sigue pensando, sintiendo o sufriendo: «Si alguien muere en un mall no muere pensando en las ofertas de vuelos a Cancun, sino en su vida, en su proyecto. Ahi murio una persona, no una no-persona» (Navarrete 2011).
Hay gente que va al aeropuerto a recoger gente que no ha visto en anos y a despedir a personas que quizas no vuelvan a ver fisicamente por mucho tiempo. Gente muere en salas de espera, gente decide terminar romances en escaleras automaticas buscando la terminal 5. [...] Sin duda es un lugar de transicion, pero tambien es un lugar que se puede aprehender, hacer propio (2012, 97-99).
Y ahi es donde, segun el, comienzan a fisurarse las teorias de Auge: porque «no cuenta con la capacidad de la gente, sobre todo de los latinoamericanos, de apropiarse y alterarlo todo» (2012, 97). Ante esa rendija a traves de la cual colarse, Fuguet asume los no lugares como su nuevo estandarte o caballo de batalla igual que en su dia fue McOndo y Macondo y la glocalizacion de la identidad latinoamericana:
Antes fue el realismo magico; ahora quizas toca legitimar los no-lugares. .Por que? Porque, de alguna manera, tomando literalmente los conceptos de Auge, America Latina entera podria ser considerada un no-lugar. .Tiene pasado? Poco. .Es original? Poco. Repetitivo, en transito, en eterno cambio. Hasta uno podria decir que sus habitantes siempre estan de paso: intentando cruzar fronteras, huyendo del corralito, buscando exilio y solidaridad (2012, 94).
Igual que la polemica que acontecio en su dia y que dio origen a su antologia McOndo (1996), toda esta energia critica y creativa con la que escribe esta conferencia viene motivada por un rechazo contra su propia identidad, ya que mando el corto 2 Horas a varios festivales y fue rechazado por el mismo motivo que en su dia rechazaron un relato suyo: por no ser lo suficientemente latinoamericano, «por ser poco representativo del cine latino. McOndo de nuevo pero ahora audiovisualmente» (2012, 90). Al fin y al cabo, lo que esta en cuestion una vez mas es la identidad propia y colectiva. Fuguet termina su manifiesto justificando su identidad, su produccion artistica y su sitio en el canon hispanico:
Yo siempre he escrito de mi mundo.
De mi no-mundo.
Desde el comienzo.
Ahora lo filmo.
Un mundo de aeropuertos, supermercados, shoppings, bencineras,
videoclubs, lavaautos mecanicos.
Soy liminal, soy border, soy fronterizo, soy incompleto, estoy algo
alienado, vivo en no-lugares y quizas tenga una no-vida.
Transito, acampo, me apropio.
Si.
.Algun problema? (2012, 101-102).
Todo lo anterior se condensa perfectamente en su novela Aeropuertos, que tambien lleva por tema la incomunicacion familiar y la no superacion del rito de paso a la madurez por los asuntos pendientes que se quedan en el camino. La contraportada del libro reza asi: «Aeropuertos no es una terminal de paso, es un lugar de transito donde solo se espera el siguiente destino, sino que es un supuesto no lugar donde ocurren eventos fundamentales, aquellos que definen el futuro de los vuelos mas personales». Efectivamente, como el propio titulo de la novela indica, los momentos cruciales en la vida de los protagonistas de esta novela tienen lugar en un no lugar, en un aeropuerto y se nos cuentan a traves de diferentes escenas alejadas temporalmente entre si. Y, si nos fijamos bien, ya en esta contraportada se condensan bien las ideas de Fuguet en relacion a los no lugares: no es lo mismo pasar que transitar. Pasar por un sitio implica estar en un determinado lugar en un determinado momento, pero no necesariamente esta implicita la interactuacion con ese lugar y con los que estan presentes. En cambio, como explicabamos al principio, el prefijo trans aporta a la ecuacion el proceso de cambio y de contacto.
En Aeropuertos se muestra como el lugar da igual, en cualquier sitio la vida se puede poner patas arriba en cuestion de segundos. La primera escena tiene lugar en el ano 92, cuando Francisca le confiesa a Alvaro que va a ser padre con diecisiete anos en plena terminal, cuando vuelven de un viaje de fin de curso en Mexico. La forma tan dramatica en la que la vida se les trunca a unos adolescentes marcara su forma de relacionarse en el futuro y la manera en que afrontan perdidos la soledad de una vida que se les escapo demasiado jovenes y no atinan a reconducir. Entre medias, Pablo, la victima colateral, el hijo que crece sin conocer a su padre y enfadado con todo y que intenta suicidarse. Le deja un video de despedida a su madre y que vemos transcrito dentro de una ventana del reproductor QuickTime en papel. El video transcrito es una muestra de que a Fuguet se le queda corto el medio escrito para expresar su idea o al menos se trata de un limite que quiere traspasar, por eso la ultima escena de la novela es filmada habia sido filmada en forma de cortometraje en 2 Horas.
2 Horas es la historia de un chico que mientras hace escala en un aeropuerto tiene una extrana reconciliacion con su padre, al que no ve desde que era un nino, donde ajustan cuentas con su pasado y se plantea un futuro posible para los dos. Pero mientras editaba el corto, con las imagenes y el guion delante, se le ocurrio «escribir un cuento inspirado en las imagenes y el guion. Siempre es al reves: un cuento o novela se adapta al cine. Iba a adaptar un corto como pieza literaria. El cuento termino bautizado como "Ravotril" [...] El cuento, que tiene algo de final, sera sin duda el final de esta novela llamada Aeropuertos» (2012, 92). Como vemos, Aeropuertos puede funcionar como un gran flashback o precuela para 2 Horas en forma de novela que pretende contarnos como llego ese chico a estar ese dia en ese aeropuerto; y a la vez 2 Horas puede ser entendida como una adaptacion cinematografica, segun en el orden en el que se vean/lean; o puede ser entendido como un solo transtexto y una sola historia que se expande a traves de diferentes medios y partes que dialogan entre si formando un todo unitario.
En este corto, Fuguet rastrea los sentimientos y el espacio que pueden rodear un viaje. Se trata de un reencuentro entre un padre y un hijo. Un encuentro extrano que se produce en un aeropuerto, pero no extrano porque se produzca en un aeropuerto, sino porque padre e hijo apenas se conocen, se extranan pero son dos extranos el uno para el otro. Entre padre e hijo hay una barrera comunicativa insalvable, que no depende de la edad, sino de otros factores, que en 2 Horas unicamente se intuyen y en Aeropuertos se intentan explicar. Su hijo le pregunta que si alguna vez ha pensado en suicidarse, si la culpa no le hace sentir que se va a ahogar (si hemos leido previamente Aeropuertos sabremos que Pablo si lo ha intentado). .Donde matarse? .Es legitimo matarse en un no lugar o es mejor en tu propia casa?, se pregunta Pablo. Es obvio que Alvaro siente culpa por los errores que ha cometido en su vida, pero la solucion no esta en el suicidio sino en empezar a hacer las cosas mejor con su hijo. Asi que le dice que quiere pasar mas tiempo con el, pero su hijo esta de paso, se va a Alemania a pasar el verano. «Otro verano, Papa», le responde. Su padre se da cuenta y sonrie: «Me dijiste Papa». Su hijo tambien sonrie. Y fundido en negro final en el corto y punto final en la novela. Un aterrizaje. Un encuentro. Un despegue. Aviones, pistas, maletas, silencios, lazos y el tiempo de espera. .Bastan dos horas para recomponer algo que esta roto? Parece que hay esperanza para ellos en ese final, quiza hayan encontrado su lugar justamente en un no lugar.
4. CONCLUSIONES
Alberto Fuguet, como ya dejo claro en el prologo de la antologia de cuentos McOndo (1996) hace ya casi veinte anos, si hubiera que dar respuesta a la pregunta sobre la identidad latinoamericana en el siglo XXI la clave esta en la hibridacion y el mestizaje (Garcia Canclini 1989). La tension entre lo uno y lo diverso, entre lo local y lo global, ha acabado por crear un camino trascultural que se ha transformado en una identidad «glocal» (Robertson 1995), que no es ni la local ni la global, es otra, «se transforma en una tercera cosa» (Escobar Ulloa 2004). La identidad cultural en la era de la globalizacion pasa por lo trans, por un proceso profundo de mutacion, por una identidad y una cultura sin fronteras, en la que ya no se puede distinguir que parte es autoctona y que parte es adoptada. Como hemos podido ver, para Alberto Fuguet este es un tema crucial que atraviesa toda su ficcion, pero no como algo circunstancial o como simple detonante de la narracion, sino como una investigacion profunda de toda una manera de relacionarse con el mundo para una generacion que intenta descubrir a donde pertenece y cual es su identidad. Una generacion hibrida y nomada, que habla spanglish, que se siente como en casa en los no lugares y que sobrevuela y asimila las fronteras de paises y culturas con facilidad. De este modo, los personajes de Fuguet inician su particular odisea a traves de su identidad sin saber quienes son ni a donde van, y es durante el transcurso del viaje cuando aprenden que eso es lo de menos, que uno no pertenece a un solo lugar, sino a muchos, y que su identidad es mas bien un mosaico de pequenos fragmentos conformado por diversos motivos y recuerdos. Es en ese momento de revelacion y de epifania cuando cada uno de estos personajes resuelve el problema de la pertenencia y cuando el viaje cobra su sentido mas pleno. Y, a su vez, nosotros, como «lectoespectadores» (Mora 2009) de la obra de Fuguet, nos percatamos de que sin darnos cuenta nos hemos visto embarcados en la mejor manera de viajar que nuestro autor conoce: la narracion.
Recibido: 25 de mayo de 2015; Aceptado: 1 de septiembre de 2015;
Publicado: diciembre de 2015
BIBLID [0210-7287 (2015) 5; 209-229]
Ref. Bibl. JONATÁN MARTÍN GÓMEZ. BUSCANDO UN LUGAR ENTRE NO
LUGARES: TRANSCULTURALIDAD, LIMINALIDAD Y GLOCALIZACIÓN EN LA
LITERATURA Y EL CINE DE ALBERTO FUGUET. 1616: Anuario de Literatura Comparada, 5 (2015), 209-229
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Abstract
[...]we analyse which ones are the keys of the use of non-places in his fiction not as a simple scene, but as a vital place where his characters interrogate themselves about the sense of their identity. En lugar de crecer solo leyendo a las generaciones de escritores anteriores, estos nuevos escritores pasaron la mayor parte de su juventud viendo la television, escuchaban discos de pop-rock en ingles y por las noches iban al cine a ver la ultima superproduccion de Hollywood. La escena no refiere mas que a un soliloquio personal, un dialogo interno donde el personaje busca diversos usos del myself, del «yo», y, sin embargo, esa sencilla accion nos permite conectar con un momento significativo, un cambio de nivel en donde la metafora del «yo» se carga de multiples sentidos. En Cinépata (2012), Fuguet incluye una conferencia que dio en la Universidad de Cambridge y ahi nos dice lo siguiente sobre los no lugares y la importancia que, segun el, deben tener en la narrativa actual: «Creo que tiene que haber una narrativa que no solo se haga cargo de esos lugares como telon de fondo, sino que sea el fondo» (2012, 100).
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