Content area
Full Text
El fallo de Ia Corte Suprema que prohibió un plebiscito acerca de Ia posibilidad de una nueva reelección de Alvaro Uribe dio inicio a Ia carrera electoral colombiana. La breve pero intensa campaña mostró algunos rasgos inéditos en Ia historia del país. Los debates televisivos se sucedieron uno tras otro y las encuestas mostraron varios cambios en las preferencias ciudadanas. El triunfo en segunda vuelta del ex-ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, sobre el ex-alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, es una muestra de continuidad, pero abre también varios desafíos: el nuevo presidente debe llevar a Ia práctica su eslogan de «unidad nacional» y al mismo tiempo lidiar con Ia figura de Uribe, que seguramente buscará condicionarlo.
Palabras claves: política, elecciones, Alvaro Uribe, Juan Manuel Santos, Colombia.
El gobierno de Alvaro Uribe Vélez (2002-2010) rompió con las tendencias políticas del país, comenzando por el proceso que lo llevó a la Presidencia. Su triunfo como candidato disidente del Partido Liberal en la primera vuelta fue el punto de inflexión de la lenta agonía del bipartidismo liberal-conservador surgido a mediados del siglo xix.
Con la bandera de la «Seguridad Democrática», diseñada para confrontar militarmente a la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (farc) y a tono con el temor que esta despertaba entre Ia población, Uribe construyó un gobierno caudillista inédito en la historia política nacional. Despreciando el papel democrático de los partidos, el presidente impulsó la creación del «Partido de la U» como eje para manejar el Congreso a su antojo y arrinconó a la mayoría de los grupos que fungen como partidos en una coalición de gobierno alimentada con gajes clienrelistas. Con una asombrosa capacidad mediática y ubicándose en forma hiperactiva por encima de las representaciones institucionales, Uribe mantuvo siempre en alto su popularidad en la opinión pública para proyectarse como un caudillo irreemplazable, al punto de lograr la reforma de la Constitución para hacerse reelegir en 2006, con el apoyo de dádivas derivadas de nombramientos en cargos oficiales. Pero luego de casi ocho años de gobierno, en compañía de sus numerosos áulicos, el presidente se estrelló contra la relativa fortaleza institucional del Estado, cuando, el 26 de febrero de 2010, la Corte Constitucional declaró inexequible la Ley de Referendo de...