Content area
Full Text
Review Essay: Marcel Proust de nuevo en español Proust, Marcel. Crónicas. Traducción de Rubén Falbo. Buenos Aires: NEED, 1997. 204 pp. ISBN 987-95888-9-4.
Proust, Marcel. Los placeres y los días. Traducción de Pilar Ortiz Lovillo. México: Verdehalago, 1999. 221 pp. ISBN 968-6767-70-3.
Proust, Marcel. Del lado de Swann. Traducción de Estela Canto. Buenos Aires: Losada. 2000. 447 pp. ISBN 950-03-9222-4.
La idea de traducir del francés al español la obra de Marcel Proust no es nada nueva. De hecho, fue un escritor español, Pedro Salinas, quien hizo la primera traducción del mundo de uno de los siete tomos de À la recherche du temps perdu. Su versión del primero, For el camino de Swann, fue registrada como propiedad literaria en 1920 y antecedió por dos años la traducción inglesa Swann's Way. Tampoco es nueva la idea de publicar la obra de Marcel Proust en Hispanoamérica. Pues, la primera edición completa de En busca del tiempo perdido se publicó en Buenos Aires y no en Madrid o Barcelona. Al reimprimir en 1944 y 1945 la versión de Salinas de Por el camino de Swann y A la sombra de las muchachas enflor y la de Salinas y José María Quiroga Pla de El mundo de Guermantes, Santiago Rueda contrató a un traductor argentino para los cuatro últimos tomos proustianos: Marcelo Menasché. De esta manera aparecieron en Buenos Aires por primera vez en español Sodoma y Gomorra (1945), La prisionera (1945), Albertina ha desaparecido (1946) y El tiempo recobrado (1946). Luego esta misma casa editorial publicó también, utilizando la traducción de Menasché, varias obras menores de Proust: El caso Lemoine (1946), Los placeres y los días (1947), Crónicas (1947) y La vida de Jean Santeuil (1954).
Desde entonces hasta recientemente Santiago Rueda ha seguido vendiendo y de vez en cuando imprimiendo de nuevo (1979, 1990) su edición de los distintos tomos de En busca del tiempo perdido, la cual estaba en competencia con dos ediciones peninsulares: la de Plaza & Janés ( 1952) y la de Alianza (1966-69). Aunque afuera del país se criticaba la traducción de Menasché por ser demasiado literal y por adolecer de muchos argentinismos, la edición de Santiago Rueda se difundió muchísimo y puede encontrarse todavía en las bibliotecas principales de toda Hispanoamérica....