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El libro ha logrado, hace bastante tiempo, un interés sociológico innegable. En efecto, para que llegue a un lector específico, el libro logra su estatuto de valor social no solo gracias al escritor (o investigador) y sus actores mediadores -agentes literarios, editoriales, librerías, bibliotecas, críticos, etc.-, sino también mediante influencias concretas de instituciones públicas, centros de investigación, organismos internacionales, etc. Desde el momento en que Aldus Manutius imprimiera las primeras ediciones de bolsillo para la intelligentsia veneciana del siglo XVI, el libro ha sido reconocido como un transmisor fundamental del pensamiento humano así como también como un generador de disputas políticas, tensiones sociales e intereses económicos.
"Un lugar para los libros" se sitúa en ese registro de debates pero en el Chile actual. En sus páginas se recopilan las principales ponencias presentadas en el Encuentro Nacional sobre Cultura Escrita y Prácticas Lectoras desarrollado entre mayo y junio de 2015. El objetivo de ese encuentro y, obviamente, el de este libro, fue la necesidad de pensar el ecosistema del libro en Chile y discutir la formación de una sociedad lectora desde varios registros de análisis: los hábitos de lectura de los chilenos, sus capacidades de lectoescritura, el preocupante analfabetismo funcional nacional, la compra y tenencia de libros en los hogares, las nuevas tecnologías de la información y su influencia en las prácticas lectoras y, por cierto, el rol de la industria editorial en Chile, entre otros temas. En su conjunto, tanto el encuentro como el libro hacen frente a una constatación general: la lectura de libros en Chile no solo refleja la profunda desigualdad social del país sino también ciertas paradojas. Si bien hoy se experimenta un aumento sostenido de publicaciones de libros, editoriales independientes y nuevos escritores, al mismo tiempo se publican menos reediciones, los índices de lectoría decrecen y los circuitos de distribución se vuelven cada vez más restringidos y centralizados. En suma, un diagnóstico de época que exige pensar el libro desde un debate amplio e interdisciplinario.
"Un lugar para los libros" se divide en tres partes y se compone de diez artículos. La primera parte "En busca de un lugar. Ensayos sobre literatura y lectura en el siglo XXI" abordan las transformaciones de la lectura en Chile -un diagnóstico que oscila entre...