EDITORIAL

La investigación es tarea esencial e inherente al quehacer académico, al proceso del conocimiento, al desarrollo histórico del saber; y es, por definición, uno de los actos sublimes y de mayor trascendencia de la cultura, entendida como la expresión de lo que el hombre recrea, crea, transforma o produce.

La investigación indagaen la naturaleza,en los procesos sociales, en la intimidad de la mente humana, en el universo todo, y ofrece aportes que enriquecen el cauce del saber y el flujo que engrandece al hombre y le otorga, por sí, mejores elementos para su realización y el logro de más altos niveles de plenitud.

Ante un mundo globalizado la investigación permite y favorece la autonomía, la independencia y la libertad de las sociedades frente al embate de una interdependencia cada vez más profunda y en ocasiones hasta perversa; pero también, concreta posibles liderazgos a pesar de las desventajas de desarrollo de algunos países frente a otros. La investigación es, por tanto, asunto de soberanía.

Pero el saber no debe ser patrimonio exclusive del investigador o el docente, sino de una sociedad ávida de descubrirse a sí misma, de entenderse, de comprenderse e interpretarse y proyectarse a un futuro propio. Así, la investigación encuentra su mayor trascendencia en la difusión amplia de sus productos, ya sea como conocimiento básico, destinado a aurnentar el caudal de saberes acumulados en el devenir de la historia humana, o para dar respuesta...