Content area
Full Text
Introducción
Este estudio tiene como objetivo abordar los aportes de la crítica literaria en el semanario uruguayo Marcha1. La publicación del semanario, que se extiende desde 1939 a 1974 y que se divide en dos momentos (desde 1939 a 1960 y de 1960 a 1974, año del cierre ante la dictadura militar), canaliza ciertos hitos en la historiografía literaria continental que ban sido escasamente investigados. Dado lo extenso del tema me centraré en la perspectiva latinoamericanista que se expresa a través de su director, Carlos Quijano, y que encuentra una mayor profundización en la segunda etapa del semanario, a partir de 1960. El exilio mejicano de Quijano será testigo de un tercer momento, sino ya del semanario, de los cuadernos de Marcha, que habían nacido en la década de los 60. En esta década, Marcha se propondrá un triple objetivo editorial: el semanario que salia todos los viernes; la "Biblioteca de Marcha", que publicará obras como antologías y recopilaciones de relatos humoristicos; y los cuadernos, una revista de dimensión menor que el semanario, cuyo proyecto era principalniente cultural (artículos, entrevistas, ensayos, etc.). Cabe preguntarse sobre el impacto de semejante empresa, y ante tal interrogación, sostengo lo siguiente:
1. Que el devenir del semanario no puede disociarse de la trayectoria vital y política de su director. Cuando Onetti aseguraba "Quijano era Marcha"2, no exageraba: ese enunciado alude al proyecto de un letrado formado en los maestros del '900, principalmente en José Enrique Rodó y Carlos Vaz Ferreira; un letrado cuya evolución ideológica, luego de su experiencia europea, abrevará también de las fuentes de una izquierda "latinoamericanizada".
2. Que las diferentes perspectives o enfoques que tendrá la columna literaria -aun con diferentes modulaciones- no pueden desgajarse de una crítica de la cultura en América Latina, desde el año 1939 en adelante. Una "ciudad letrada", conformada en torno a la heteronomía de opiniones del equipo estable y de los colaboradores, expresará en la columna cultural el aporte de la intelligentsia uruguaya y continental. Entre estos aportes, me situaré en torno a algunos tan poco investigados como los de Juan Carlos Onetti y Carlos Real de Azáa3.
El joven Quijano
"Alguna vez dijimos que Marcha aspiraba a ser un di ó-logo con sus lectores. Nos agradaría saber que así...