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Mirar, observar, detallar, revisar. Son sinónimos que sirven para denotar lo que hay detrás de las superficies, tras las líneas, bajo las palabras. Son instrumentos para ver más allá de lo aparente, de aquello que se nos revela como lo obvio, lo propio, lo normal. Y es que lo que está establecido copa el terreno, crece, como la mala hierba o las malas noticias, con tal rapidez que deja por fuera otras opciones. Aquello que se dice "común" (ordinario, vulgar, corriente, muy sabido de un lado; o lo que es de todos, que pertenece a varios) deja poco espacio a la imaginación. Por ello, en este número nos atrevemos a juntar, unir, articular, sobreponer artículos que sirven como lupas para lo que no es evidente, para develar otros sentidos, opciones, acciones, alternativas.
En este remirar, pasamos revista al cuerpo como lugar de existencia de las marcas de género, como espacio de vivencia de las formas de ser hombre o ser mujer. El ejemplo del boxeo nos muestra las marcas de subjetivación y corporeización que se dejan en el cuadrilátero, aquellas que a los golpes de construyen; o lo que la encarnación permite respecto de la subjetivación y ciertas prácticas de disciplinamiento y control que regulan, fijan, ordenan. "Si anclamos entonces la subjetividad en la encarnación, en la condición corporal de la existencia humana, el punto de partida de comprensión de la educación tiene que ser necesariamente modificado" (Battán Horenstein). Así, si ponemos de presente el cuerpo, nociones como formación, adiestramiento, disciplina y ejercicio (como se muestra en otros textos de este número) deben buscar otras señales para seguir funcionando en la escuela, para ofrecerse como marco de acción y reflexión de lo que debemos hacer en educación.
El cuerpo en la escuela hace parte de una estrategia de civilización o de educación, de un programa de control y regulación que, en palabras de Seoane Cegarra, convierte la educación sexual en tarea de la educación:
Se trataba de un nuevo modelo de educación sexual, que fue adquiriendo un carácter colectivo, institucional, dirigido a la infancia de las élites urbanas; una instrucción que adoptaba el lenguaje biomédico, supuestamente neutral, frente al tradicional aprendizaje empírico de la infancia rural y obrera.
Esta opción de la educación sexual y...