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En el primer tratado sobre el arte de la pintura (1436) León Battista Alberti afirma explícitamente que este arte tiene la divina capacidad de hacer "presentes a los ausentes" y de mostrar "como vivos a los que murieron hace siglos" (1999:89). Durante la época de Alberti, era ampliamente conocido el "mito fundacional" de la pintura, recogido por Plinio el viejo en su Historia natural: la primera pintura había sido hecha por una doncella de Corinto, quien trazó sobre una pared la silueta de su amado, para deleitarse con la ilusión de su presencia durante su ausencia (9).
En Vida y muerte de la imagen, Regis Debray afirma que la palabra griega imago designa una mascarilla de cera que reproduce el rostro de los difuntos, mientras que eidolon significa "fantasma de los muertos" o "espectro" y sólo después "imagen" o "retrato" (1998:21). Según Debray, la imagen atestiguaría el triunfo de la vida, pero se trataría específicamente de "un triunfo conseguido sobre la muerte y merecido por ella" (22). La imagen mimètica es una presencia sucedánea: está en lugar de otra cosa, es decir, funcionaría - en términos derrideanos - como "suplemento". Al mismo tiempo, la imagen tiene un carácter mortuorio: es una presencia fantasmal, que implica una suerte de inmortalidad; no sólo puede representar a los que no están, sino que perdura más allá de la muerte de los retratados, adquiriendo un carácter monumental. Una imagen puede representar a personas y objetos visibles. En cuanto a la representación de mercancías, Alberti señala
El marfil, las gemas y otras cosas preciosas semejantes se hacen más preciosas en manos del pintor. El mismo oro, empleado en el arte de la pintura, tiene mucho más valor que el simple oro (89).
La imagen pictórica excede en valor a su referente real ¿Qué tipo de exceso es éste? Pensemos, por ejemplo, en la pintura flamenca del siglo XVII. Específicamente, en artistas como Van der Velde, Heda o Claez, que suelen engolosinarse con la representación de las superficies, especialmente en la manera como la luz toca los objetos y los hace brillar. Sus naturalezas muertas muestran tentadoras frutas, ostras, trozos de carne, aves de caza, langostas, pescados, copas brillantes, paños y variados utensilios de cocina que parecen estar "a la mano"....