Content area
Full Text
En Antioquia se están publicando las Obras Completas del consagrado autor colombiano Manuel Mejía Vallejo con una escritura, especialmente, en novelas, cuentos y poesía. Obtuvo varios premios internacionales. La concejal Marta Cecilia Castrillón propuso que el municipio apropiara una partida para entregar esos volúmenes a los estudiantes de los establecimientos educativos de Medellín. Cada uno de los libros aparecerá con un prólogo de escritores de diversas regiones del país.
Novela de capital importancia
Esta novela, La Casa de las dos Palmas, es una de las obras mayores de Manuel Mejía Vallejo. Pero podría preguntarse para alcanzar claridad: ¿cuál sería la menor? El crítico, estoy seguro, entraría en dificultades para acertar en el juicio. Pero sí podría aventurarse en pregonar que la mencionada es de capital importancia por la noble factura literaria; por el hilo conductor de la ternura a la dramaticidad; por el escenario deslumbrante y conmovedor de la naturaleza; por el fuego interior del alma de sus personajes; por la espectacular riqueza de convulsiones humanas. No hay un capítulo en el cual la variedad de situaciones no mantenga al lector en vilo.
La inteligencia y la sensibilidad juegan un papel de estremecedora densidad en la combinación de situaciones, actitudes y nuevas aventuras. El mundo -el local y el universal- se recrea en esas páginas de tan permanente inquietud. Ni sus criaturas, ni el lector, permanecen sin azogue. Hay una corriente de vibrantes reclamos, espirituales y vitales, que facilitan una tensión creciente para lograr aprisionar la intensa y creciente aventura de ese fabular.
Es un libro de leyenda y de misterio desde las primeras páginas. El mundo anda en embrujo. Hay una reconstrucción de lo que forma el ambiente rural de tierra fría.
Aparecen algunos contrastes con la atmósfera del ambiente cálido. Los pájaros, las flores, las coplas, le dan un tono natural. La voz larga del pueblo se enriquece con lo que se intuye en misterios. El relato facilita que de éstos, asomen varios y disímiles. Hace posible descubrimientos del alma y de la naturaleza. El mito, el dolor del recuerdo, el infinito encanto del ensueño, aparecen en el revuelto espacio infinito del corazón. Nadie ni nada, detienen su poder.
Los diálogos brevísimos de Zoraida Vélez o de Gabriela con Efrén Herreros, reconstruyen...