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Saer, Juan José. La narración-objeto. Buenos Aires, Seix Barral, 1999. 202 páginas.
El Prólogo a este conjunto de ensayos criticos y apuntes combina magistralmente el elogio y la mordacidad. El elogio a la "verdadera critica" y su encomiable función: poner en jaque "a los vándalos que, al final del segundo milenio de nuestra era, pretenden reducir el arte a su valor comercial". Saer no renuncia a la critica porque abomina del "enriquecimiento ilícito" de los autores de "mala literatura"; ese "submundo" detesta a la crítica porque desea preservar sus intereses mercantiles de los embates del análisis, el rigor intelectual y la ética "que el ejercicio de la verdadera crítica supone".
Así da inicio Juan José Saer a este libre que reune textes menos heterogéneos de lo que parece a simple vista, el cual, como se verá, es el resultado de la conjunción de inteligencia, rigor crítico, precisión en las ideas y destreza en el discurso.
Se perciben en el desarrollo de este Hbro dos orientaciones que lo tensan y articulan: la reflexión crítica acerca de textos literarios escogidos, por una parte, y por otra, la crítica de la crítica, incisiva, mordaz y básicamente honesta, que implica, desde luego, una honda valoración de esta tarea intelectual y de su función reguladora en el mercado literario, cuestión que, sabemos, preocupa a Juan José Saer como escritor y como intelectual que no elude su compromiso con la cultura y la sociedad a la que pertenece.
En "La narración-objeto", texto que da título al libro, la noción de discurso está fuertemente asociada a la idea del lenguaje "abstracto, univoco e inteligible" (p. 19); tanto es así, que Saer lo define como "una concatenation de universales" (p. 20); en esta linea opone "la autonomía opaca de un objeto" a "la transparencia conceptual del discurso" (p. 22). Así las cosas, la pluralidad de sentidos (más que pluralidad, infinitud) que Saer reconoce en todo texto narrative, deviene de su naturaleza objetiva, y no discursiva: los relatos "son del orden de las cosas particulares" y por ello su sentido "puede variar hasta el infinito".
La pregunta que...