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Hoy en día sigue siendo un acto relativamente frecuente leer sobre prácticas de canibalismo en los periódicos del mundo entero. Entre las noticias más recientes, se encuentran el resonante caso del policía alemán Detlev Günzel, acusado del asesinato y descuartizamiento de una víctima supuestamente consensual que le habría pedido ser mutilada y comida, y las insólitas acciones de dos hermanos pakistaníes, Mohammad Arif y Mohammad Farman Ali. que presuntamente desenterraron y devoraron más de cien cadáveres de un cementerio local.1
Asimismo, en lo que atañe a las manifestaciones artísticas de las sociedades latinoamericanas, es un hecho comprobado que en nuestros días el canibalismo continúa llamando la atención de varios sectores, tanto intelectuales como populares. Dado el gran interés que suele suscitar, no es de sorprender que haya sido, a su vez, el tema principal de diversos estudios académicos. El ejemplo más ilustrativo es indudablemente Canibalia: canibalismo, caübanismo, antropofagia cultural y consumo en América Latina (2005; ed. rev. 2008), un magnífico libro de Carlos A. Jáuregui en el que se analiza minuciosamente un abanico de textos que abordan este tropo a lo largo de la historia cultural de América Latina.
Sin contradecir el ensayo de Jáuregui, me gustaría enfatizar una tendencia que merece especial consideración: la apropiación del pensamiento (neo)colonial por parte de escritores y artistas contemporáneos mediante el reciclaje cultural del canibalismo. En efecto, me propongo argüir que, desde distintas perspectivas, las alusiones al rito caníbal (en un sentido a la vez literal y metafórico) les sirven para reflexionar sobre la colonialidad, ese "patrón de poder" que surgió al principio de la colonización de América Latina, estableciendo "la clasificación social de la población mundial sobre la idea de raza", y sigue vigente hasta la actualidad (Quijano 201 ).2 Más específicamente, y partiendo de la afirmación del crítico colombiano según la cual "[e]l tropo caníbal funciona como un estereotipo colonial" {Canibalia 28),3 pretendo plantear que lo que se desea criticar en tomo a la colonialidad es la serie de clichés peyorativos que este largo fenómeno ha generado. Así, mostraré que las referencias al ritual antropofágico-tal como ha sido representado desde la época colonial-resultan sumamente relevantes para deconstruir lugares comunes, precisamente con el fin de cuestionar las definiciones hegemónicas del Otro (ya sea intemo o extranjero) que...