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Resumen: Las sirenas son uno de los mitos más fascinantes y perdurables de los que pueblan el imaginario humano. Este artículo revisa su cronología y su geografía, desde los orígenes hasta hoy. Y estudia sus versiones en la literatura oral y en la literatura escrita.
Palabras clave: Sirenas; mitología; literatura oral; literatura escrita; cuento; leyenda.
The sirens, or the immortality of a myth: a comparative review
Abstract: Sirens and mermaids are one of the most fascinating and enduring of the myths that live in human imagination. This article reviews its chronology and geography, from its origins to today. And it studies versions in oral literature and written literature.
Key words: Sirens; mermaids; mythology; oral literature; written literature; folk tale; folk legend.
LAS SIRENAS DE BORGES Y LAS SIRENAS DE HOMERO
«Sirena: supuesto animal marino, leemos en un diccionario brutal».1 Con esta cita concluía la definición que de la sirena dieron Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero en su Manual de zoología fantástica (1957). Habían comenzado por un intento de descripción mucho más matizado y complejo, que no pudo librarles de desembocar en tal cita «brutal»:
A lo largo del tiempo, las sirenas cambian de forma. Su primer historiador, el rapsoda del duodécimo libro de la Odisea, no nos dice cómo eran; para Ovidio, son aves de plumaje rojizo y cara de virgen; para Apolonio de Rodas, de medio cuerpo arriba son mujeres y, abajo, aves marinas; para el maestro Tirso de Molina (y para la heráldica), «la mitad mujeres, peces la mitad». No menos discutible es su género: el diccionario clásico de Lemprière entiende que son ninfas, el de Quicherat que son monstruos y el de Grimal que son demonios.2
En estos dos intentos de definición -una simple y concluyente, otra cambiante y dubitativa- puede resumirse la complejidad del concepto, del aspecto y de la representación de las sirenas, que si por un lado han mantenido un inconfundible «aire de familia» a lo largo de muchos siglos y a lo ancho de muchas tierras, por el otro han ido también acumulando rasgos tan variados, tan cambiantes y a veces tan pintorescos como las voces, los paisajes y las épocas en cuyas tradiciones se han aclimatado.
Una descripción simple y sintética -aunque seguramente insuficiente-...