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RESUMEN En este artículo se analiza la relación que la novela Mascaras de Leonardo Padura Fuentes establece con la tradición de la literatura policial socialista desarrollada en Cuba durante los años setenta del pasado siglo, cuando un sector de la dirigencia impulsò este género corno un dispositivo político literario funcional al proceso de institucionalización de la Revolución iniciado durante esa década. Máscaras es una obra que, a la vez que mantiene los elementos propios del género policial, cuestiona los desarrollos particulares que este tuvo en Cuba. Esta crítica se orienta hacia las políticas estéticas y sexuales implantadas en la isla durante el período conocido como el Quinquenio Gris. Padura, a través de la figura de un dramaturgo homosexual construido sobre los modelos de Virgilio Piñera y Antón Arrufat, revisa uno de los momentos más polémicos de la Revolución cubana y, al hacerlo, transforma la novela policial en una historiografía literaria, lo que le permite explorar no solo la historia factual, sino también las posibilidades artísticas que fueron clausuradas por la Revolución.
Máscaras es la tercera novela de la tetralogía "Las cuatro estaciones" de Leonardo Padura Fuentes,1 y quizá la que más ha atraído la atención de la crítica, en parte por ser una de las obras de la literatura cubana que a finales de los años ochenta del pasado siglo encararon los temas gay, lésbicos o queer (Bejel 169); pero también porque en ella se retoman y desmontan los principios del dispositivo "ficción policial socialista" que emergió en Cuba durante la década de los setenta.2 Con este concepto nos referimos al conjunto de autores, obras y premios literarios que, a partir de 1970, fomentaron el desarrollo de una literatura policial hasta ese momento marginal a la tradición literaria de la isla,3 con algunas variantes significativas para hacerla funcional al proyecto estético revolucionario: a diferencia del género hardboiled estadounidense, del cual tomó muchos rasgos, en las obras cubanas el detective o policía es un héroe positivo, un hombre integrado a su comunidad, con la que trabaja mano a mano en la prevención o el combate del delito, el cual siempre, de una u otra forma, es presentado como una actividad contrarrevolucionaria. Así lo señala Armando Cristóbal Pérez, uno de los principales cultores del género, cuando...