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A veinte años de su publicación, Mala onda (1991) de Alberto Fuguet sigue siendo un foco de interés (no exento de polémica)2 dentro de la narrativa chilena de postdictadura. Inscrita en un código de representación realista, la novela nos ofrece -como a principios del siglo XX lo hacía Casa grande (1908) de Orrego Luco o, ya en los noventa, Oír su voz de Arturo Fontaine (1992)- un retrato de la alta burguesía en un período refundacional para la misma. Es por ello que en este artículo revisaré la primera novela de este escritor a partir de dos directrices convergentes, a saber: como reactualización del realismo y como ficción que imagina e interpreta el pasado reciente. A lo que apuntan ambas perspectivas es a la reflexión en torno a los posibles sentidos ideológicos de ésta y otras obras que, desde el presente del post plebiscito, leen y recrean el pasado dictatorial.
LA REPRESENTACION DEL PASADO: ENTRE LA SÁTIRA Y LA COMEDIA
De acuerdo con lo expuesto por Hayden White en su libro Metahistoria, existiría una relación estrecha entre ideología y poética, pues la forma en que cada historiador trama su relato del pasado, elige sus tropos y articula sus argumentos, obedece a la interpretación que hace del mismo y, en última instancia, al sentido particular que confiere al devenir histórico3. Tal como advierte Paul Ricoeur al comentar la obra de White, desplegar el pasado como una composición trágica equivale a "verlo como trágico" (908). Extrapolando la tesis de White a la narrativa chilena de los noventa, sostengo que la novela de Fuguet oscila entre una narración al modo de la sátira y otra al modo de la comedia, es decir, entre el escepticismo y la aquiescencia, entre la ironía y la conformidad, entre el conflicto y la reconciliación.
Mala onda narra unos cuantos días en la vida de Matías Vicuña, un adolescente de clase alta, insatisfecho en un medio social signado por el autoritarismo y el doble estándar. La estructura de la novela, un diario de vida difuminado (sin marcas textuales que evidencien el proceso de la escritura), permite establecer un correlato entre las vicisitudes del protagonista y la contingencia nacional, determinada por el plebiscito del ochenta. Al iniciarse la narración el día 3 de...