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Introducción
El 13 de febrero de 1959 el señor Rómulo Betancourt asumió la presidencia de la República, después de su triunfo en las elecciones del año anterior. Recibía el poder de manos de una Junta que gobernaba desde el 23 de enero de 1958 cuando se produjo el derrocamiento del general de División Marcos Férez Jiménez, Presidente de Venezuela. Al iniciar Betancourt su mandate había en el país cierta cantidad de oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas, en actividad unos, en situación de retire los otros, quienes, por su vinculación o por su simpatía con el régimen de Pérez Jiménez, aún no habían aceptado la decisión que desplazó a este del poder, y manifestaron este sentimiento de su descontento con Rómulo Betancourt; actitud que les condujo a una serie de actos hostiles. El derrocamiento del presidente de Cuba Fulgencio Batista, el 31 de diciembre de 1958 y la identificación doctrinaria de quienes ocuparon su puesto creó en Venezuela un grupo de partidarios, el cual iniciará actividades varias para la sustitución del gobierno de Betancourt por otro cuya doctrina política se basaba en la recién impuesta en Cuba. Muchos de los actos llevados a cabo por los diferentes grupos de oposición contra el gobierno de Betancourt conforman Io que el Código de Justicia Militar vigente califica como rebelión. Los movimientos subversives habidos son los siguientes:
Expedición armada del general José María Castro León
Este oficial había sido retirado del servicio en 1958 cuando, en su condición de ministro de la Defensa, hizo un pronunciamiento contra la Junta de Gobierno; acto calificado por la misma como de rebeldía. Con la cooperación de varios oficiales venezolanes exiliados y con el financiamiento de algunos civiles, Castro León organizó en Colombia, una expedición armada cuyo proposito era el derrocamiento del Presidente Constitucional de Venezuela. La primera fase de la operación era la sublevación de las guarniciones del estado Táchira para apoderarse de puntos y areas claves. Una vez ejecutadas estas acciones y asegurado el éxito de las mismas, los insurrectos las extenderían al resto del país, después de que se hubiesen sumado las guarniciones de Caracas, Maracay, Maracaibo, Ciudad Bolívar,...