Content area
Full Text
Introducción
El estudio de las formas de la religiosidad popular en contextos coloniales caracterizados por fenómenos de evangelización y de extirpación de las religiones locales debe necesariamente tomar en consideración el enredado problema de la persistencia de formas tradicionales de culto, en un principio «encubiertas» y progresivamente siempre más sincretizadas con las nuevas formas religiosas impuestas por los dominadores.
En este sentido, el caso novohispano resulta paradigmático por la complejidad de la religión indígena que se pretendió extirpar después de la Conquista española, por la amplitud de la misión evangelizadora que allí se emprendió, así como por la cantidad y variedad de las prácticas religiosas más o menos sincréticas atestiguadas tanto por innumerables documentos coloniales como por la más reciente y abundante literatura etnográfica. Los relatos de misioneros y eclesiásticos redactados a lo largo de toda la época colonial están de hecho repletos de descripciones de prácticas calificadas como «idolátricas», categoría que se aplicó no solamente a fenómenos religiosos no cristianos, sino especialmente a cualquier manifestación religiosa sincrética y por lo tanto aberrante a los ojos de los cristianos (Bernard y Gruzinski 1988). El hecho de que las prácticas religiosas populares y rurales fueran las más expuestas a los dichos procesos de «mezcla» y sincretización -análogamente a lo que pasó en el momento de la cristianización da la Europa pagana en la Edad Media- fue de alguna manera consecuencia directa de la desestructuración de las jerarquías religiosas indígenas y de la situación de subordinación política, económica y social en la cual se encontró el mundo indígena. En palabras de Alfredo López Ausrin, «la dinámica del desarrollo intelectual es muy distinta entre dominadores y dominados. Esto produce un considerable desfase. En las cosmovisiones marginadas, las representaciones, ideas y creencias se transforman lentamente, dando la falsa impresión de que los indígenas se mantienen ajenos a las relaciones sociales de la sociedad global. No sólo no se mantienen ajenos, sino que la reducción de su dinámica ideológica debe explicarse dentro del contexto del proceso de explotación existente. Las grandes transformaciones de la sociedad global repercuten, indudablemente, en las cosmovisiones indígenas; pero es más notoria la refuncionalización de los elementos ideológicos que la transformación de éstos» (López Austin 1984, p. 26).
El proceso que Alfredo López Austin define...