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La ética personal igualitaria es condición necesaria, aunque no suficiente, de un programa igualitario. En términos teóricos, esa convicción reconoce raíces muy profundas dentro del pensamiento igualitario, que pueden rastrearse en el pensamiento socialista contemporáneo, el feminismo radical y la tradición política republicana. En línea con ello, la igualdad y la justicia requieren no solo de iniciativas políticas y económicas igualitarias, sino también de ciertas cualidades de carácter orientadas a honrar y sostener ese proyecto igualitario conjunto.
Palabras claves: corrupción, feminismo, igualdad, justicia, república, socialismo.
En este artículo, quiero reivindicar la ética personal igualitaria como condición necesaria, aunque no suficiente, de un programa igualitario: ningún programa puede (o merece) ser considerado igualitario en ausencia de ese componente ético. En términos teóricos, me interesa mostrar que esa convicción reconoce raíces muy profundas dentro del pensamiento igualitario. Para ello, haré un largo rodeo inicial, a través del cual revisaré brevemente parte del pensamiento socialista contemporáneo, el feminismo radical y la antigua tradición política republicana. Mostraré entonces la importancia y centralidad de aquella idea conforme a la cual la igualdad y la justicia requieren no solo de iniciativas políticas y económicas igualitarias, sino también de ciertas cualidades de carácter, más específicamente, de disposiciones morales igualitarias orientadas a honrar y sostener ese proyecto igualitario conjunto. Finalmente, como veremos, ?lo personal es político?.
Esa larga reflexión teórica será, de todos modos, la antesala de unas conclusiones ?prácticas? en las que procuraré mostrar -con la ayuda de ejemplos provenientes de la política latinoamericana contemporánea- la elevada correlación y la fuerte imbricación (causal) existente entre políticas corruptas y políticas no igualitarias. Me ocuparé de subrayar la importancia de estas conclusiones, en particular a la luz de un discurso político que llegó a tornarse predominante en la región y que pretendió minimizar o desdeñar toda preocupación efectiva por la corrupción (personal y grupal). Ello, como si fuera posible o imaginable derivar políticas sociales igualitarias de conductas personales fuertemente motivadas por el autointerés, u orientadas decisivamente en dirección del propio beneficio.
La justicia y la igualdad en debate
Uno de los últimos grandes debates de la filosofía política contemporánea fue el que protagonizaron el pensador igualitario John Rawls y el marxista oxoniense Gerald Cohen. La crítica presentada por Cohen impactaría sobre su objeto...