Full Text

Turn on search term navigation

© 2017. This work is published under http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/ (the “License”). Notwithstanding the ProQuest Terms and Conditions, you may use this content in accordance with the terms of the License.

Abstract

Sin embargo, sabemos que en la Nueva España, los caciques de Santiago Tlatelolco y San Juan Tenochtitlan y de otros lugares -una treintena- respaldaron las diligencias del indio noble tlaxcalteca, el sacerdote Julián Cirilo de Castilla Aquinahual Cateuhtle, para que Madrid autorizara la apertura de un colegio exclusivo para indios destinados al sacerdocio. Vemos por ejemplo que la biblioteca del Colegio de Santo Domingo, de la Ciudad de México, poseía la obra Memorias instructivas y curiosas sobre Agricultura, Comercio, Industria, Economía, Chymica, Botánica, Historia Natural, etc. sacadas de las obras que hasta hoy han publicado varios Autores Extrangeros, y señaladamente las Reales Academias y Sociedades de Francia, Inglaterra, Alemania, Prusia y Suecia, por don Miguel Gerónimo Suárez, Madrid, 1778.2 Por tanto, si es sin duda válida en general la aseveración de David Brading relativa a un mundo hispánico aún alejado de los conocimientos introducidos por la Ilustración, es preciso no otorgarle un carácter definitivo pues es muy probable que futuras y eventuales investigaciones sobre las bibliotecas jesuitas y de otras órdenes religiosas, al menos en la América española, arrojen descubrimientos al respecto. Sin embargo, falta tal vez en los finos análisis que hace este historiador de aquellos casos, frecuentes al menos hasta el siglo XVIII y excepcionales en nuestros tiempos, la consideración de que aquellas mujeres, aisladas del mundo y volcadas casi exclusivamente a las relaciones con lo sobrenatural, sólo podían existir como personas actuando en este espacio. Con riesgo -plenamente asumido aquí-, quiero recordar que si bien muchos, si no es que todos, los politeísmos acordaron a las mujeres algún tipo de intervención en la celebración de los ritos, así las vestales de la Antigüedad, las monjas budistas -aunque el budismo no sea una religión-, las del hinduismo, las jóvenes mexicas consagradas a algunos cultos femeninos, etc., de los tres monoteísmos, sólo el cristianismo, en sus modalidades católicas y ortodoxas, aceptaron que las mujeres rechacen consagrarse a lo que siempre se les había impuesto como vocación exclusiva: el matrimonio, la maternidad, con sus corolarios: la casa y la familia.3 Desde el siglo VI, en efecto, vemos que (Santa) Escolástica, hermana gemela de (San) Benito, fundó el primer convento de mujeres, cuya sola razón de ser descansaba en la contemplación, la oración, o sea, el servicio exclusivo de Dios.4 ¿Es posible

Details

Title
Sobre David A. Brading, La Nueva España. Patria y religión
Author
Alberro, Solange
Pages
965-973
Section
Reseñas
Publication year
2017
Publication date
Oct-Dec 2017
Publisher
Colegio de México, A.C.
ISSN
01850172
e-ISSN
24486531
Source type
Scholarly Journal
Language of publication
Spanish
ProQuest document ID
2426500391
Copyright
© 2017. This work is published under http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/ (the “License”). Notwithstanding the ProQuest Terms and Conditions, you may use this content in accordance with the terms of the License.