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En 1931 a la diminuta isla de Annobón (Guinea Española), llegó un nuevo delegado del gobierno: el cabo de la Guardia Civil, Restituto Castilla. Este, cargado de buenas intenciones y de un cúmulo de ideas utópicas, aprovechó la proclamación de la Segunda República en España para tratar de hacer realidad sus proyectos utópicos mediante los sistemas más brutales. Castilla terminó por asesinar al gobernador general de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea cuando éste trató de relevarlo. Gracias al completo sumario instruido sobre este crimen, conservado en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, podemos conocer hoy los hechos y el pensamiento de este socialista- colonialista.
Restituto Castilla era un guardia civil atipico: era un lector voraz, un viajero empedernido y un trabajador infatigable. No se relacionaba demasiado con sus compañeros, ya que tenía un carácter reservado,1 lo que algunos atribuían a lostraumas sufridos en su infancia (en su familia hubo varios casos de enfermedades psicológicas; él mismo era epiléptico; más tarde se quedó huérfano y se crió en el Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil) } Aunque de muy joven, cuando acababa de ingresar en la Guardia Civil, había participado de forma destacada en la represión de la huelga general española de 1916,3 simpatizaba con los movimientos de izquierdas; incluso convivía con una mujer sin haberse casado con ella, algo inusual en la época. Pese a todo, debido a su eficacia como administrativo, era muy apreciado por sus jefes en el que fue su principal destino: la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid.4
Pero el cabo Castilla no se encontraba satisfecho en su oficina: creía que estaba destinado a hacer grandes cosas ("Diario personal"). Hasta 1927 hubiera tenido ocasión de pedir como destino Marruecos, donde la guerra del Rif se convirtió en el trampolín para miles de militares españoles ambiciosos (Nerín, La guerra) ; pero cuando Castilla se decidió lanzarse a la aventura, las campañas de Marruecos ya habían terminado. Entonces se le ocurrió pedir el traslado a la Guardia Colonial de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea, lo que para él era como irse a la Legión ("Diario personal").
La Guardia Colonial era un cuerpo integrado básicamente por negros, guiñéanos o no, con cuadros provenientes de la Guardia...