Tener tres amores a la vez y no estar loco

Ante el décimo aniversario de la Revista de Medicina y Cine he sido invitado junto con otras personas a hacer un editorial sobre dicho acontecimiento. Es un reto ya que es difícil aportar novedades después de los interesantes editoriales que han sido publicados. No obstante, después de leer el editorial de mi colega y amigo Magí Farré de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) que también será publicado próximamente1, he optado por una versión personal que hace referencia a mi afición al cine, a mi interés por la docencia y a mi cariño hacia la revista con un título inspirado en la famosa canción Corazón Loco de Antonio Machín.

El primer amor fue el cine

Para los nacidos en la década de los 50 del siglo pasado, el cine fue algo mágico, era la principal fuente de ocio que teníamos los niños de la época, ya que la televisión y otras alternativas vineros muy posteriormente. En mi niñez salmantina, recuerdo con mucho cariño las sesiones de cine que ponían los domingos en el Milagro de San José, escuela a la que pertenecía, las matinales de los cines España y Gran Vía con los amigos y cuando mis padres me llevaban al cine de verdad, al Moderno, al Bretón, al Coliseum, al Taramona o al Cinema Salamanca, todos ellos desaparecidos en la actualidad. Recuerdo grandes películas de todos los géneros, del oeste, de romanos, de espadachines, de guerra, policiacas o de exploradores que me retrotraen a aquellos años felices.

Como anécdota especial muy relacionada con el presente editorial quiero comentar que dos películas me provocaron auténtico miedo y desasosiego, fueron Molokai, la isla maldita (1959) de Luis Lucia y Ben-Hur (1959) de William Wyler donde la lepra aparecía como una enfermedad terrible. Curiosamente en la Revista Medicina y Cine estas dos películas solamente han recibido una breve mención2.

Posteriormente he continuado siendo un gran aficionado al cine si bien durante mis últimos años voy con menos frecuencia.

El segundo amor fue la docencia

En época de vacas gordas para la universidad española, nada más acabada mi licenciatura en Psicología comencé mi actividad universitaria como profesor siempre en estudios de ciencias de la salud, en la Universidad de Barcelona (UB), en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y en la Universidad Pompeu Fabra (UPF). Desde el principio me encantó la docencia y siempre intenté ser innovador para fomentar el aprendizaje de mis alumnos. Con dicho objetivo, durante el curso 1994- 95 introduje el cine en la docencia de una asignatura optativa en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). No soy capaz de recordar en quien me inspiré o si fue una idea mía pero dicha experiencia la he mantenido a lo largo de mi vida profesional y en diversas asignaturas de Biología Humana, de Medicina e, incluso, de Criminología en la UPF.

Cuando inicié mi experiencia conocí que Josep E. Baños, otro colega de la UAB con el que tenía cierta amistad, también usaba el cine como herramienta docente. Posteriormente he comprobado que son muchas las personas que compartimos dicho método docente. Me gustaría resaltar que en la Facultad de Ciencias de la Salud y de la Vida (FCSV) de la UPF el uso del cine ha sido utilizado de forma habitual por numerosos profesores y en muchas asignaturas3. Precisamente por dicha actividad colectiva nuestro centro recibió en 2009 la máxima distinción a la calidad docente universitaria concedida por la Generalitat de Cataluña.

El tercer amor es la Revista de Medicina y Cine

Fue Josep E. Baños, con el que ahora me une una gran amistad, la primera persona que me habló de la revista, creo que sería en el año 2005 cuando se fundó. A partir de aquel momento fui un seguidor incondicional de la misma y fui publicando diferentes trabajos sobre mi experiencia en dos asignaturas de la UPF: Introducción a la Universidad4 y Bioética5-7.

Al ser una revista editada en mi ciudad natal, me atreví a telefonear a uno de los editores manifestando que era seguidor de la revista y salmantino de origen. En aquella conversación quedamos emplazados a vernos directamente en mi próxima visita a Salamanca. Así fue como conocí directamente a Enrique García quien me presentó a José Elias García y a María José Fresnadillo, creo que fue en el año 2010.

Después de un largo periodo como decano de la FCSV de la UPF, durante 2012 tuve la suerte de ser aceptado en una estancia sabática en el Departamento del grupo editor de la revista en la Universidad de Salamanca. Así fue como durante seis meses estuve totalmente ligado a la revista y a su equipo editor colaborando especialmente como revisor. Allá surgió un cariño especial con la revista y una amistad con las personas citadas que estoy seguro que será muy duradera.

Resumo constatando que puede haber tres amores a la vez sin volverse loco ya que los tres son totalmente complementarios.

Para finalizar, considero que la Revista de Medicina y cine es una plataforma muy útil para fomentar el aprendizaje de la medicina y de otras ciencias de la salud. Puede ser, de hecho ya lo es, un foro de intercambio de experiencias entre profesionales que usan el cine como herramienta docente, puede estimular el aprendizaje de los estudiantes y, como ya apunté en otro editorial8 puede fomentar el aprendizaje de redactar artículos científicos por parte de los estudiantes.

Larga vida a la Revista de Medicina y Cine y feliz décimo aniversario.

References

Referencias

1. Farré M. Revista de Medicina y Cine: ahora a por las bodas de plata... y ¡Que todos las veamos! Rev Med Cine [Internet]. Diciembre 2014; 10(4):147-148. Disponible en: http://revistamedicinacine.usal.es/es/volumenes/volumen10/num4

2. Tabernero Holgado C, Perdiguero-Gil E. El cine y las dimensiones colectivas de la enfermedad. Rev Med Cine [Internet]. Junio 2011 [citado el 8/12/2014]; 7(2):44- 53. Disponible en: http://revistamedicinacine.usal.es/es/volumenes/volumen7/ num2/644

3. Pérez Jorge, Aramburu José, Baños Josep E., Bosch Fèlix, Díez Juana, Farré Magí et al . Uso del cine comercial como herramienta docente en estudios en ciencias de la salud: una experiencia multidisciplinar y colectiva. FEM [Internet]. 2014; 17(3): 131-135. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext& pid=S2014-98322014000300002&lng=es

4. Pérez Sánchez J. El uso de la película Despertares (1990) para evaluar aprendizajes en la licenciatura de Biología de la Universidad Pompeu Fabra. Diez años de experiencia Rev Med Cine [Internet]. 2009; 5(1):27-29. Disponible en: http://revistamedicinacine.usal.es/es/volumenes/volumen5/num1/310

5. Farré Albaladejo M, Pérez Sánchez J. Uso del cine comercial en la docencia de Bioética en estudios de Biología Rev Med Cine [Internet]. 2011; 7(1):3-7. Disponible en: http://revistamedicinacine.usal.es/es/volumenes/volumen7/num1/623

6. Baños J, Bosch F, Pérez J, Farré M. Al cruzar el límite/ Extreme Measures: cine, principios bioéticos e investigación clínica Rev Med Cine [Internet]. 2011; 7(3):95- 99. Disponible en: http://revistamedicinacine.usal.es/es/volumenes/volumen7/ num3/661

7. Farré M, Arribas S, Pérez J, Baños J. El uso de películas comerciales para comprender los principios bioéticos en la investigación clínica Rev Med Cine [Internet]. 2013 [citado el 812/2014]; 9(4):151-155. Disponible en: http://revistamedicinacine. usal.es/es/volumenes/volumen9/num4/760

8. Pérez J. La Revista de Medicina y Cine, un medio para fomentar el aprendizaje de estudiantes en ciencias de la Salud Rev Med Cine [Internet]. 2013; 9(4):149- 150. Disponible en: http://revistamedicinacine.usal.es/es/volumenes/volumen9/ num4/758